Cuadernos azul, rojo y amarillo
Enumeramos aquellas ideas que han dirigido todo nuestro pensamiento a partir de Babel: el paraguas de Wittgenstein; el paraguas de Nietzsche; la cometa de Rousseau; la caja mágica del Principito; la pregunta del Sombrerero Loco; la no-pipa dibujada y escrita de Magritte; el no-lugar del lenguaje de Foucault; las Meninas de Valázquez; el mito de la torre de Babel; la lucha de Jacob con el ángel; la escalera de Jacob; el movimiento hacia el afuera de Abraham; la búsqueda de las máquinas de una biblioteca infinita; el mundo mágico de wonderland, neverland y wordland; la Biblia como un texto incompleto de una lingüística absoluta; la repetición de las palabras frente al espejo; los diferentes juegos, como el ajedrez y los lingüísticos; la búsqueda de las armas del paraíso; las palabras como herramientas conceptuales; la idea de la ficción de la mirada, el pensamiento y el lenguaje; la idea del vértigo de las listas como ordenamiento del mundo de lo real, a partir de Umberto Eco; el mundo lingüístico como la posibilidad de representar y nombrar del mundo de lo real; el mundo como representación de un libro para ser leído e interpretado; la exégesis, la hermenéutica y la deconstrucción como herramientas para conformar nuevos paradigmas de pensamiento; la conformación de una metodología de análisis para un mundo de re(des)estructuración); la conformación de una escritura a partir de la idea de mundo lingüístico de los escritores; la conformación de una investigación titulada “Fenomenología del mundo del lenguaje a partir del mito de la torre de Babel”, escribiendo, de forma paralela, un libro titulado, “Cuadernos de trabajo azul, rojo y amarillo: el mundo lingüístico que construyen los escritores”; la cometa del niño; el gato que toca música; la IA que toca música; la IA que pinta; la IA que interpreta el mundo de las pinturas para saber qué música se tocaba en las pinturas; la manzana como objeto para el deep learning/aprendizaje profundo de la IA; la pregunta por el pensamiento y el conocimiento: insecto, robot, alien y humano; los tigres invisibles dibujados en la mente; Benjamin jugando ajedrez con un robot; pensar con el pensamiento; el movimiento estético del observador de la pintura y la pintura como movimiento estético hacia el observador; el sentido robótico profundo; escaleras multidimensionales y realidades cuánticas y realidades virtuales; el monje en su santuario y la comprensión del mundo; la casa y las palabras y los rostros; hormigas con IA e interfaz cerebro-computadora; el lenguaje de los sueños; mundo réplico expandido; replicantes dementores y el mundo como realidad simulada; arañas cognitivas y redes neuronales; psicoanálisis y la siniestra huella de un inconsciente fantástico; luz artificial y laberinto de la memoria; postapocalipsis y fin de los tiempos; viajeros sin rostros y máscaras porque han robado otros rostros; cazadores del tiempo y la isla de animales creados por la imaginación virtual; Fleep y sus mini robots como plasma que crea vida; Kalah y su ejército de códigos; astronautas y viajeros del espacio; el hombre y su cabeza conectada con cables al ciberespacio y los chamanes que llegan del mundo virtual al mundo real; la Colonia en el espacio y el velo que oculta la maldad; la casa de las trillizas que atrapan a otras personas; Descartes, Kant y el diálogo con una IA; el monje robótico que medita; viendo la Matrix desde lo más alto del bosque cognitivo; el monje, el elefante y la epistemología; cognición robótico-humana profunda; espacio transcognitivo; el viajero solitario en los mares de la imaginación; el hipertextual navegante y explorador de planos y horizontes conceptuales; Berkeley, Locke y Hume plantean una Feed de IA natural; Sócrates, Platón y Aristóteles dialogan con una IA natural
1.- La escritura acerca del pensamiento y del lenguaje se manifiesta en esta serie de anotaciones, ya sean filosóficas, teológicas y literarias, a partir de un concepto: el mundo (lingüístico) en re(des)estructuración. Todo ha sido escrito en unos “cuadernos de trabajo”, de donde proviene el título de toda nuestra escritura, misma que ha sido influenciada por diferentes escritores: Nietzsche, Cioran y Baudrillard a partir de sus Coolmemories, pues se ha señalado, “escritura a mitad de camino entre el ensayo filosófico y el diario personal”. Estos son fragmentos, que se han tratado de escribir a partir de Babel, en forma de “lenguajes fragmentarios”…
2.- Hoy la teología debe responder al mundo en que aun se sigue pensando. Es una situación, ya no de creación divina, sino de autocreación. El mundo, posmoderno como es, requiere nuevas formas de pensamiento, y nuevas formas de respuestas…
3.- La teología y la filosofía deben encontrar, ya no nuevos sistemas, sino nuevas metodologías de pensamiento para dar respuestas concretas, aun cuando sabemos que no podemos llegar a un pensamiento concreto, mucho menos en medio de la posmodernidad…
4.- No para tratar de recrear al mundo, sino para tratar de entender el lenguaje del mundo: la imaginación podría formar un mundo imaginario que construyera un mundo lingüístico diferente. Tal vez desde ahí podríamos partir para pensar nuevas posibilidades en el lenguaje que nombra el mundo de lo real…
5.- Pensar a partir de Babel es pensar a partir de un mito que nos permite un análisis al mundo en el cual el hombre creado todas las cosas por medio del lenguaje. Diríamos que a partir de Babel, en el horizonte del mundo del conocimiento surge la imagen del otro, la huella del Otro en el otro; esto nos lleva a formularnos nuevas preguntas sobre el mundo y el otro. Las nuevas posibilidades de pensamiento en el horizonte de conocimiento hacen surgir nuevos paradigmas…
6.- El mito de Babel no es un suceso histórico como tal, ya que juega un papel similar al de la posmodernidad: la posmodernidad no es un suceso histórico, sino una crítica al mundo contemporáneo…
7.- El hombre, a partir de Babel, se encuentra en un constante conflicto cognitivo…
8.- La Biblia relata, una y otra vez, el Génesis, ya que es la base de todo pensamiento bíblico y lingüístico. El Génesis plantea la posibilidad de entender el origen de todo, siempre, en todo momento, y se manifiesta en el lenguaje del mundo de lo real, es decir, en la escritura que representa el mundo…
9.- El Génesis contiene el mito de Babel, que es el origen del movimiento del hombre hacia la alteridad…
10.- Volviendo a Babel una y otra vez (recordemos que es nuestro derrotero de reflexión): La manifestación del otro se da a partir de Babel; en el lenguaje comienza a existir la imagen del otro, la realidad del otro, que es manifestada por la huella del Otro; según Lévinas, la salida representa, o puede ser representada, por la salida de Abraham, de lo Mismo a lo totalmente Otro, sin jamás volver a lo Mismo; Babel es la salida de los hombres hacia lo totalmente Otro. Esto nos lleva directo al conflicto cognitivo: qué es, cómo es, de dónde es, cómo se manifiesta, etc…
11.- La crítica de Baudrillard es posible que pueda ser herramienta conceptual para nuestro análisis a partir de Babel: el mundo de lo real ha entrado al desierto de lo real…
12.- A partir de Babel surgiría lo que llamamos la poética de la lingüística del otro: el otro se manifiesta en nuestro mundo lingüístico. El lenguaje hace que el otro se manifieste ante la mirada del hombre. El otro surge en el mundo existencial por medio de su lenguaje. Así, el otro es posible de ser pensado…
13.- La metodología de pensamiento, lenguaje y escritura a partir de Babel, permite que todo sea reiniciado una y otra vez…
14.- En el lenguaje, lo sagrado se manifiesta en el lenguaje simbólico: el de los poemas, el de la Biblia; lo sagrado origina un cierto lenguaje que manifiesta aquello oculto, “la manifestación de la desocultación se da en el lenguaje”. Dios crea al hombre en su capacidad de decir, de decir el mundo de lo sagrado y el mundo de lo real, es decir, de lo conceptual…
15.- La hermenéutica se da ahí donde el lenguaje se manifiesta como significado…
16.- Babel nos permite varias metáforas: el mundo como un libro para ser leído e interpretado; el mundo como un juego de ajedrez; el mundo como rizoma; el mundo como el tejido, como el entrelazamiento de varias realidades…
17.- A partir de Babel: el mundo como rizoma permite un juego lingüístico que se manifiesta en un juego de espejos, un mundo real que se repite hasta el infinito, un encuentro entre dos textos que se entrelazan para significar nuevas posibilidades de pensamiento. Babel manifiesta un nuevo lenguaje que dirá, de otra forma, el mundo de lo real (poesía)…
18.- Dios ha creado al hombre con un lenguaje que dice el mundo: es el aprendiz de Brujo que tiene su caja de herramientas que va a contener los conceptos que ayudarán a pensar el mundo: exégesis, hermenéutica, deconstrucción…
19.- Después de Babel, el conocimiento en sí ha desaparecido, y lo que ha quedado es un conocimiento artificial: el mundo real se ha desvanecido frente al mundo virtual…
20.- Los mundos lingüísticos son esferas separadas. Cada mundo lingüístico es una caja de herramientas: los conceptos son herramientas que nos ayudan a comprender, artificialmente, el mundo…
21.- Pensamos a Jesucristo como herramienta conceptual: Dios se necesita encarnar para ser ubicado, ya que Dios queda más allá de nuestros mundos lingüísticos y el hombre es una imposibilidad absoluta en el espacio y el tiempo, sin poder comprender, sin poder conocer y sin poder hablar, ya que se mirada, su pensamiento y su lenguaje son artificiales, y no pueden llegar al mundo de lo real en sí mismo. El acercamiento de Dios al mundo y la manifestación delante del hombre, es lo que en teología se llama revelación por gracia, y en literatura se manifiesta como el significado del texto, aun por encima de la comprensión del hombre…
22.- Don Quijote es la escritura desgajada del significa absoluto, para poder crear nuevas formas de significados…
23.- El mundo es el entramado de cosas, lenguaje y el sujeto que existe en el mundo. El pensamiento y el lenguaje, manifiesta el mundo de lo real…
24.- Wittgenstein nos dice, “Lo que no puedo pensar no lo puedo pensar; por consiguiente, tampoco puedo decir lo que no puedo pensar”: lo que es posible nombrar es posible de conocer, lo que puedo pensar lo puedo conocer, lo puedo ver, lo puedo nombrar; lo que veo, pienso y nombre es posible de ser conocido. ¿Hasta dónde está limitado mi lenguaje y mi conocimiento?...
25.- Si me pregunto algo, es posible que obtenga respuestas, siempre que me pregunte aquello que existe, tanto en el mundo de lo real, como en el mundo de mi imaginación. No puedo preguntar por aquello que no conozco, ya que tampoco puedo conocer la respuesta…
26.- Si yo digo “rosa”, la rosa (la que tengo frente a mí) no conoce el nombre. Rosa es el nombre que habita mi mundo lingüístico…
27.- Solamente manejo nombres y conceptos que existen en mis pensamientos y en mi lenguaje. No puedo manejar ideas que existen en un elefante, en un extraterrestre, en un dios o en un personaje imaginario, independiente de mí…
28.- Si nos manifestamos por medio del lenguaje, a partir de Babel hemos dejado de manifestar nuestro ser verdadero. ¿Qué es aquello que manifestamos?...
29.- Todas las cosas, a partir de Babel, son manifestadas por medio del lenguaje, pero esto no quiere decir que sean cosas verdaderas, sino cosas inventadas por nuestra capacidad de nombrar…
30.- Yo soy mi mundo, yo me manifiesto en mi lenguaje, yo habito el mundo, yo nombre el mundo en que habito, y es mi mundo lingüístico el que me permite nombrar el mundo que habito. Mi mundo verdadero existe fuera de mí, y mi yo, que soy Yo, se manifiesta en mi mundo lingüístico. Estoy atrapado en una prisión llamada lenguaje, porque solamente por medio del lenguaje me manifiesto delante del otro…
31.- El lenguaje del hombre, después de Babel, puede ser llamado el castillo de arena, cristal y vapor…
32.- A partir de Babel, el hombre surge a la existencia, pero desde otra perspectiva…
33.- Entre Dios y el hombre: el mundo lingüístico se manifiesta ante el otro por medio del puente hermenéutico. El mundo de lo real del hombre no es real hasta que la manifestación de Dios se da en el mundo. Dios habita más allá de todo lo real, del mundo real, del mundo lingüístico. De esta forma, ambos, Dios y hombre, crean la realidad, el mundo de lo real, los mundos lingüísticos, el lenguaje, el pensamiento, la mirada y la conceptualización del otro…
34.- Escribir es un acto de pensar en el mundo y pensar el mundo, haciendo referencia al heideggeriano “ser-en-el-mundo” (Dasein). Este pensar depende de la mirada, el pensamiento y el lenguaje-escritura, además de tres conceptos: Dios, el otro y el mundo. Utilizamos tres preguntas epistemológicas: ¿dónde está la cometa? ¿qué hay en la caja? ¿en qué se parece un cuervo a un escritorio?...
35.- ¿Es la poesía parte del lenguaje que muestra la existencia de Dios? ¿Es posible encontrar a Dios dentro del lenguaje humano? "La palabra poderosa de Dios permite que todas la cosas existan", ¿cómo es posible, entonces, que en Babel se perdiera la esencia de todas las cosas?...
36.- Nuestros mundos lingüísticos son el medio por el cual conocemos, pensamos, hablamos; después de Babel nada contiene esencia, todo es invención, ficción, y nuestros mundos lingüísticos son invenciones necesarias...
37.- Después de Babel lo real dejó de existir para dar paso a una realidad inventada, ficticia. La poesía, la literatura, la filosofía, la teología, todas las formas de pensamiento, y otras más, son parte del conocimiento ficticio después de Babel...
38.- El hombre no conoce el verdadero nombre de las cosas. Dios mismo está más allá de todo mundo lingüístico...
39.- Babel produjo el surgimiento de una ontología totalmente ficticia. En Babel nace la invención de todas las palabras que formarán todas las cosas...
40.- Babel es el momento en que el mundo se vuelve ficción, como lo vemos con pensadores como Nietzsche, Wittgenstein, Monsiváis y Sergio Pitol. Terminan los grandes relatos míticos que explicaban el mundo para dar paso a las ficciones míticas, que intentan inventar el mundo...
41.- Babel es la deconstrucción orgánica de nuestros mundos lingüísticos; a partir de ese momento surge en el hombre lo que se llama "conflicto cognitivo", que es de la única forma en que se conoce después de Babel. Decir "después de Babel" es hablar de una forma de posmodernismo...
42.- Babel produjo lo que hoy conocemos como "pensamiento del vaciamiento", lo que nos lleva a radicalizar la idea del pensamiento débil. No pensamos ya débilmente, sino que ni siquiera podemos decir que pensamos, mucho menos podemos pensar con nuestro pensamiento...
43.- Para nuestras reflexiones e investigaciones, el mito de Babel es la perspectiva de análisis que tomamos; a partir de él pensamos y escribimos…
44.- El mito de Babel nos permite utilizar diversos conceptos, pero el que usaremos en nuestra investigación será el de pensamiento del vaciamiento, que es un concepto que surgirá a partir de Babel…
45.- El acontecimiento de Babel llevará a la crisis al mundo entero, es decir, al hombre en su relación con los otros o el otro, y la perspectiva que se tiene de mundo va a tomar nuevos matices…
46.- El mito de Babel permite un análisis que nos lleva a la comprensión del mundo…
47.- El mundo, tal como lo conocemos, nació de Dios, cuando, de su Palabra, fue inventado: “Y creó Dios los cielos y la tierra…”. Si Dios creó el mundo, quiere decir que Dios inventó (erfindung) el mundo…
48.- La forma de entender el mundo es por medio de la construcción de una cosmovisión (para el siglo XX-XXI, la cosmovisión es diferente, porque se basa en nuevas formas de ideas y pensamientos)…
49.- La cosmovisión se conforma por las estructuras mentales que formarán nuestros mundos lingüísticos (esto es parte de la epistemología de Babel, una epistemología a partir de la fragilidad de la mirada, el pensamiento del vaciamiento y la plasticidad lingüística)…
50.- El mundo concreto no es el mundo sobre el que gira nuestra reflexión, sino aquel mundo conceptual, el mundo que construimos a partir del lenguaje (el nombrar de Adán sobre el mundo es a partir de la conceptualización que Dios le mandó hacer en cuanto a todas las cosas del mundo)…
51.- El mundo que pensamos es un mundo pensado a partir de un conjunto de ideas (teorías) que hemos hecho parte de nuestros mundos lingüísticos (de nuestra epistemología)…
52.- El mito de Babel (pensando en “mito” como una narración metalingüística que simboliza aquello que se encuentra más allá de nuestros mundos lingüísticos) se conforma como nuestra verdad poética…
53.- En Babel, Dios fragmenta la comprensión del hombre en cuanto al mundo. Nos dice Castoriadis que “el mundo (efectivamente) se encuentra fragmentado” (todos pensador (poeta, filósofo, teólogo, literato) en pleno siglo XX-XXI es un profeta)…
54.- “El mundo que conocí ya no existe, y el que ahora padezco se está desvaneciendo”, nos dice Monsiváis, lo que nos lleva directamente a continuar pensando con Castoriadis sobre el mundo fragmentado. La fragmentación del mundo, desde nuestra perspectiva, se debe a Babel, que, según Derrida, es una deconstrucción orgánica del mundo…
55.- A partir de Babel, en el hombre surgirá el llamado “pensamiento del vaciamiento”, que es la forma de pensar actual, donde ya no es posible acceder al conocimiento de las cosas tal como son (el mito de Babel es el intento por explicar esa crisis en que el hombre se hundió en algún momento de su existencia). Es por eso que debe inventar todos los conceptos que le sirven como herramientas para comprender el mundo. La forma en que el hombre habla del mundo (es decir, del conjunto de elementos que conforman su mundo lingüístico) está abierta totalmente a la interpretación, porque es una interpretación quebrada, frágil (a partir de su pensamiento del vaciamiento)…
56.- Babel nos permite crear conceptos, ideas, pensamientos, herramientas de interpretación propias del mito de la torre. La deconstrucción orgánica a partir de Babel nos lleva a nuevas formas de pensamiento…
57.- El mito de la torre de Babel representa el paso del mito al logos, la transición de la esencia a la existencia, el surgimiento del hombre hacia el mundo, el inicio de la comprensión (la idea de los ángeles caídos puede ejemplificarnos la caída del hombre, ya que los ángeles, según la idea, son de la misma “estatura” que el hombre)…
58.- A partir de Babel, la ficción o invención será una forma de análisis, una metodología de pensamiento. Es el nuevo rigor de pensamiento. Así, el mundo se construye desde una perspectiva del mundo o cosmovisión, totalmente ficticia, que no quiere decir mentira, sino imposibilitada a ser comprendida por el mero dato histórico…
59.- Surgen preguntas: ¿Nuestros mundos lingüísticos, desde la perspectiva de Babel, son invenciones, ficciones, construcciones? ¿No podríamos hablar de mundos lingüísticos verdaderos? ¿La verdad no recae más en una interpretación, en una construcción del pensamiento, que es un hecho histórico totalmente comprobado y comprobable? En todo caso, ¿qué es la ficción de Babel, a qué nos referimos con invención? Surge entonces la idea de ontología y fenomenología, donde una, la primera, nos habla del ser, la segunda de los fenómenos, de las cosas que salen a nuestro encuentro, o de cómo las percibimos e interpretamos. Toda ontología, después de Babel, es una fenomenología…
60.- Después de Babel, la imposibilidad de conocer a Dios es “esencial” en el hombre; nadie conoce a Dios (nadie humano, siempre nos referimos al hombre en todos lo que hablemos) a menos que Dios mismo sea el que se revele (se dé a conocer)…
61.- Si Dios habita más allá de nuestros mundos lingüísticos, entonces aquello que pienso y que creo que es Dios, se encuentra imposibilitado de que realmente sea Dios. Eso no deja de lado el hecho de que mi pensamiento, por más frágil, por más vacío, pueda pensar una cierta verdad de Dios (siempre revelada por Dios mismo)…
62.- Para nuestra investigación, hemos utilizado varios conceptos que llamamos “herramientas conceptuales”, los cuales son como siguen: mundo lingüístico, pensamiento del vaciamiento, plasticidad lingüística, fragilidad de la mirada, puente hermenéutico o puente lingüístico o de interpretación. Pensamos el mundo (fragmentado) a partir de Babel, y todos estos conceptos son los que nos ayudan a comprender dicho mundo. Armamos nuevas posibilidades de pensar a través de estos juegos del lenguaje. Babel nos permite, entonces, cambios profundos de paradigmas…
63.- Si Dios habita más allá de nuestros mundos lingüísticos, y pensarlo únicamente es posible por medio de que él mismo se revele ante nosotros, teológicamente diríamos que la única revelación posible de comprender (por medio de la fe y la razón, aunque no pretendemos una dualidad en el hombre) es Jesucristo, que nos permite unir, de modo conceptual, tanto el mundo lingüísticos de Dios, como el mundo lingüístico el hombre, y de esa forma, acceder a una nueva forma de puente hermenéutico o lingüístico que nos permita nuevos pensamientos… (Dios habita más allá de nuestros mundos lingüísticos, es decir, Dios está más allá de nuestras herramientas conceptuales para nombrar el mundo. Pero de una o de otra forma, Dios mismo acerca tanto el mundo lingüístico divino, así como el humano)…
64.- El puente hermenéutico es aquel que uno dos mundos lingüísticos; es el que hace posible el entrelazamiento de horizontes de pensamiento muy diferentes entre sí…
65.- La única forma para entender el mundo en que vivimos es reestructurar todos nuestros paradigmas, es decir, nuestro mundo lingüístico, y a partir de ahí pensaremos en la verdad y la mentira, la ficción y lo real, el mundo de lo real y el mundo de las simulaciones…
66.- Babel produjo el pensamiento del vaciamiento…
67.- La deconstrucción del mundo nace a partir de Babel…
68.- Los mundos lingüísticos son la construcción del hombre después de Babel, después del pensamiento del vaciamiento. Antes de Babel, el hombre ya poseía mundos lingüísticos, que era la forma en que nombró todas las cosas del mundo, es decir, conceptualizó el mundo…
69.- Diríamos que Babel produjo la ficción como metodología y la fenomenología fue la ontología…
70.- El hombre realmente no conoce las cosas ni los nombres de las cosas, por eso conceptualizó el mundo entero…
71.- Después de Babel, lo que comenzó a existir fue la invención de todas las cosas…
72.- El mundo es invención y con aquello que lo percibimos es una construcción; nuestros mundos lingüísticos son el medio por el cual entendemos nuestro mundo y conformamos nuestra cosmovisión…
73.- Pensando desde una perspectiva nietzscheana, diríamos que el mundo verdadero no existe (Cfr. El ocaso de los ídolos)…
74.- Los mundos lingüísticos que se construyen son formas de observar o comprender el mundo (cosmovisiones a partir de la invención o ficción, “erfindung”. Cfr. La verdad y las formas jurídicas y Sobre la verdad y la mentira en sentido extramoral)…
75.- El mundo verdadero no existe; son paradigmas a partir de los cuales construimos y reconstruimos nuestras epistemologías…
76.- Podemos pensar en un mundo verdadero ficticio o real, pero lo real no deja de ser invención…
77.- Pensando en una carta bíblica: La epístola a los Hebreos es una proto-deconstrucción…
78.- Puedo decir que Monsiváis me heredó, antes de su muerte, una frase que me ha guiado durante todos estos años que llevo pensando escribir acerca de Babel. La frase de Monsiváis, “El mundo que conocí ya no existe, y el que ahora padezco se está desvaneciendo”, es derrotero para mucho del pensamiento que se muestra en el recorrido de todos estos fragmentos que escribo. Pero llama mi atención que, ahora él estando muerto, ya no sea testigo de ese mundo que se desvanece, que se fragmenta (Castoriadis), incluso que se transforma en verdadera fábula (Nietzsche). Lo único que permanece de aquel que ve el mundo fragmentarse (como observar una tarde la lluvia caer y sentir la nostalgia de lo que es y después ya no será), es su palabra, hablada o escrita, y la crítica que haya utilizado para deconstruir su mundo…
79.- Uno de los signos más importantes dentro de toda la escritura que hacemos son los puntos suspensivos […]. Ellos nos llevan a un pensamiento que rompe con el final, con lo absoluto de la frase o de la idea, dándole una continuidad a lo que venimos escribiendo. Ellos señalan que la cita no termina donde termina, sino en un más adelante que nunca llega (ellos suenan a différance). Se extiende o despliega hasta el infinito. Es una forma de quebrar el texto que se escribe, pero que puede pensarse continuamente, y darle diferente sentido, sin que por eso el siguiente texto, o párrafo, o idea, o concepto, le sea de entrelazamiento, y sin embargo, todos los textos, al final, se entrelazan. Somos la suma de muchas citas textuales. Es una herramienta de análisis en fragmentos o textos cortos. Es el intento por llevar hasta el extremo de la reducción cada uno de los pensamientos. Cada párrafo, como hicieran varios autores (sobre todo, desde nuestra perspectiva, Nietzsche, Cioran, o Auster), representa un pequeño mundo lingüístico, una partícula conceptual que puede ser pensada como una herramienta conceptual que nos sirve para desarmar y armar textos o ideas…
80.- Todo nuestro pensamiento gira en torno a: 1) el mito de Babel como paradigma; 2) la mirada, el pensamiento y el lenguaje o la escritura. Mirada en crisis, pensamiento del vaciamiento y lenguaje o plasticidad lingüística…
81.- Se ha trabajado con los siguientes materiales: libros, recortes, artículos de periódico, antologías, cuadernos de trabajo (azul, rojo y amarillo), pinturas y sus comentarios, cómics, blogs; todo esto con el objetivo de comprender la complejidad que puede construirse a partir de Babel dentro de todo un pensamiento...
82.- El mito de Babel es una posibilidad de análisis que nos permite la comprensión del mundo que nos rodea…
83.- El mundo que conocemos nació de la invención de Dios (desde nuestra perspectiva, si Dios crea el mundo, quiere decir que Dios conceptualiza el mundo; a su vez, si Dios ordena al hombre que nombre todo el mundo, quiere decir que el hombre ya manejaba una forma de mirada, de pensamiento y de lenguaje para conceptualizar el mundo)…
84.- La forma de entender el mundo es construir conceptos, y estos permitirán construir mundos lingüísticos que conformarán una cosmovisión…
85.- La cosmovisión es parte de nuestra epistemología, que después de Babel, se transforma completamente (Babel encierra un “del mito al logos”, “de la esencia a la existencia”, “la ontología deviene fenomenología”)…
86.- El mundo concreto, el mundo que habitamos físicamente, no es el mismo mundo sobre el que reflexionamos o escribimos. Ambos mundos son diferentes, conceptualmente hablando (aun cuando la geografía, que es parte del pensamiento sobre el mundo concreto, forma parte de un mundo lingüístico, “una metáfora es un mito en pequeño”, nos dice Bachelard)…
87.- El mundo que pensamos es un mundo basado en el conjunto de teorías que hemos adherido a nuestro pensamiento sobre el mundo…
88.- La teoría, o el mito como verdad metalingüística o verdad poética, que nosotros usamos, es acerca del mito de Babel…
89.- A partir de Babel, Dios fragmenta la comprensión del mundo de los hombres (según Castoriadis, el mundo está fragmentado). Preguntaría, ¿qué es lo que se fragmenta, el mundo o nuestra comprensión del mundo?...
90.- El mundo que conocí, nos dice Monsiváis, ya no existe, y el que ahora padezco se está desvaneciendo. El mundo se fragmentó, y el que ahora padezco, continúa fragmentándose. Con Derrida, pensaríamos que el mundo fragmentado es necesario que sea deconstruido para poder entenderlo (¿pero el mundo fragmentado no se encuentra ya en deconstrucción); después de la fragmentación, lo que nos queda es un mundo incompleto…
91.- A partir de Babel, surge en el hombre el pensamiento del vaciamiento, que es la forma de llamarle al modo de pensar actualmente, desde nuestra perspectiva: ya no existe forma de entender lo absoluto del mundo, por tal motivo, debemos reformular todas nuestras teorías y concepciones…
92.- Babel plantea una deconstrucción orgánica; desde entonces, la comprensión del hombre se encuentra fragmentada (se corresponde con 12 y 13)…
93.- A la comprensión del mundo, o de un cierto mundo, le llamamos cosmovisión, pero si esta se lleva a cabo dentro del pensamiento del vaciamiento, ¿qué mundos lingüísticos seríamos capaces de construir y qué preguntas podríamos formularnos? No es un pensamiento negativo, ni nihilista, pero nos mantenemos en una crisis cognitiva, un conflicto cognitivo, porque ya no sabemos preguntarnos ni respondernos…
94.- Después de Babel, el concepto que más usaremos de modo orgánico será ficción: ficción del lenguaje, del pensamiento, de aquello que vemos, de la comprensión, incluso la verdad es ficción…
95.- El mundo es ficción (Cortázar), por tal motivo, todo lo que nos rodea, o es ficción, o el nombre que portan, lo que le da la esencia, su ser, es ficción, es decir, nuestros mundos lingüísticos son ficción, la ontología como tal es ficción, la fenomenología plantea nombres para las cosas ficticios; debemos preguntarnos, pues, qué estamos entendiendo por ficción…
96.- En cuanto a Dios: después de Babel, Dios es imposible de ser conocido. Lo que pensamos no es Dios. Pero si llegamos a conocer algo de Dios, no somos nosotros quienes lo pensamos, sino él que viene a nuestra mente. Esta perspectiva, que es llamada la revelación, según el pensamiento que desarrollamos sería imposible. Si Dios habita más allá de nuestros mundos lingüísticos, aquello que pensamos ya no es Dios (nuevamente, debemos replantearnos los conceptos o ideas que nos dirigen en todo nuestro pensar)…
97.- El idioma es orgánico, se demuestra en los sueños. ¿En qué idioma soñamos? El lenguaje se conforma como parte de nuestro ser (reflexión aparte, como paréntesis)…
98.- El mundo lingüístico es la construcción de mi conocer todo aquello que me rodea, es la forma en que llamo a las cosas, la manera en cómo las conceptualizo…
99.- Acerca de Dios y el lenguaje teológico: ¿Qué es un puente lingüístico o puente hermenéutico? Si Dios habita más allá de nuestros mundos lingüísticos, es en Jesucristo donde se manifiesta Dios, y es por medio de él que tanto el mundo lingüístico de Dios (si es posible pensar que en Dios exista un mundo lingüístico), y el mundo lingüístico de los hombres, se toca, y puede incluso llegar a pensarse que se fusionan (pero nunca se fusionan, sino que quedan de cierta forma unidos), y es así como podemos extender puentes hermenéuticos o puentes lingüísticos…
100.- El otro surge ante nosotros, poniendo en crisis nuestra capacidad cognitiva. Es así como formularemos formas de conceptualizar al otro. Entre el otro y yo, se tienden puentes hermenéuticos, que será el encuentre entre mundos lingüísticos…
101.- Después de Babel, la concepción de la verdad cambia, y lo falso y lo verdadero toman otros matices. Así, son otras formas de señalar un mundo lingüístico de verdadero o falso, porque ya no hay un concepto esencial que nos diga, qué es lo verdadero y qué es lo falso (cfr. Nietzsche, en Sobre la verdad y la mentira…)…
102.- El mito forma parte de los mundos lingüísticos. Los mitos cobran sentido, se vuelven verdades poéticas, por medio de aquel que los escucha e interpreta. Los mitos, tal como señala Bachelard, son pequeñas metáforas, y todo mito o metáfora, es todo lo escrito. Don Quijote y la Biblia son mitos, y ellos cobran sentido a partir de una hermenéutica que los trate de pensar…
103.- Si pensar es posible, preguntamos, ¿no es después de Babel cuando se pierde toda capacidad de pensar, de comprender y de conocer, incluso se pierde el verdadero lenguaje?...
104.- Babel permanece como una perspectiva de deconstrucción orgánica, ya que lo que sucede en ese momento es que la confusión del lenguaje implica la pérdida del ser, pero no para su destrucción, sino su plena transformación. Diríamos que la ontología, después de Babel, no se destruye ni se construye, sino que se deconstruye…
105.- Quizá en el siglo XXI la poesía sea el instrumento por el cual Dios se volverá a revelar a los hombres. Tal vez ya no existan milagros bíblicos, pero el lenguaje nunca dejará de crear las posibilidades infinitas para manifestar a Dios en el mundo…
106.- Dios pone fe en el hombre, pero, ¿cómo podríamos explicar la fe si partimos de la idea de que Dios habla por medio de los mitos, y nuestra crítica implica tratar de deconstruir al hombre? A partir de Babel, la concepción de fe y revelación tienen nuevos sentidos…
107.- El siglo XX-XXI es el siglo de Babel, donde todos los saberes, la forma en que conocemos, el lenguaje, se han fragilizado, se ha dejado de pensar en esencias, en sentido ontológico. Hoy construimos la ficción del conocimiento…
108.- Los autores que nos llevan a pensar más allá de nuestros mundos lingüísticos nos llevan a romper con la gramática establecida, con el lenguaje ya dado, fijo, estático…
109.- La lectura es una forma de comprender el mundo, pero cada lectura, cada texto, está tejido de juegos lingüísticos. Leer el mundo en los textos es jugar con el lenguaje. El libro es una herramienta que nos sirve para analizar el mundo de lo real. Dicha herramienta puede ser desarmada (principio de lo no sagrado del libro). El libro es una herramienta conceptual que nos permite estructurar nuestros mundos lingüísticos. Es una extensión de nuestra mente, de nuestras ideas. En él se refleja lo que pensamos, lo que construimos en el pensamiento (“Por sus frutos los conoceréis”, “Porque con la boca confesamos, pero con el corazón creemos para justicia”, “De la abundancia del corazón habla la boca”). El libro, entonces, amplía nuestro campo conceptual y nuestra conciencia, nuestro conocimiento. No implica una metafísica, sino una lingüística…
110.- La magia, o el pensamiento que se pueda formar en un mundo mágico, es importante, pero, ¿es posible estructurar una exégesis hermenéutica y una deconstrucción a partir del mundo mágico desde el cual pensamos?...
111.- Babel, como mundo mágico inventado por Dios y los hombres, nos permite una epistemología diferente. Permite crear una forma de pensar totalmente otra…
112.- Los seres mágicos que habitan el mundo de la fantasía construyen mundos lingüísticos complejísimos de forma infinita, es decir, imposible…
113.- Dios, como nuestra infinita posibilidad, nos permite repensar el horizonte del mundo de lo real, y nuestros mundos lingüísticos…
114.- A partir de Babel, el lenguaje del hombre, es decir, el diálogo con el otro, se vio fragilizado, pero no se destruyó del todo; el mundo lingüístico puede salir al encuentro del otro, y se pueden recrear herramientas conceptuales para las nuevas formas en que el lenguaje se manifiesta…
115.- ¿Qué es el conocer? ¿Es posible conocer y hablar de las cosas en sí? Después de Babel, esa capacidad se volvió frágil, y ya no llevamos más a las cosas en el interior, es decir, su verdadero nombre. Ahora debemos reinventar el nombre de todas las cosas…
116.- ¿El mundo se ha fragmentado o nuestra capacidad para hablar del mundo? Siendo así, las herramientas conceptuales son posibilidades para abrir una cierta capacidad de comprensión (sin ser ella misma la comprensión en sí misma)…
117.- Veamos, la confusión del lenguaje, y la muerte del conocimiento verdadero, son el inicio de la muerte de Dios y del hombre. El mundo por eso se fragmenta, o la comprensión del mundo. Los mundos mágicos o imposibles son elementos lingüísticos y epistemológicos que nos ayudan a reconstruir el mundo de lo real, aun cuando lo que permanece es la simulación o ficción del mundo real…
118.- El mundo es el horizonte en el cual el hombre existe (la creencia nos dice que el mundo fue creado por Dios, por medio del hombre, es decir, cuando al hombre se le pidió que nombrara todas las cosas, el hombre conceptualizó el mundo)…
119.- El mundo se nos presenta de tal forma que procedemos a su deconstrucción para poder comprenderlo. En el mundo, también, habita el otro, que se encuentra con el mismo y ambos, el otro y el mismo, deconstruyen el mundo. Al final, lo que se deconstruye y comprende ya no es el mundo en sí, sino que se estructuran nuevas ideas del mundo…
120.- El mundo no soy yo, aun cuando yo estoy en el mundo, y el otro también está en el mundo. Wittgenstein nos muestra que el otro es el límite a nuestro conocimiento, así como el lenguaje es límite para la comprensión del mundo…
121.- El mundo lingüístico encierra todo lo que concebimos del mundo, y lo que está en el mundo. Lo que está afuera del mundo ya no lo podemos concebir. Nos vuelve a señalar Wittgenstein…
122.- La memoria es como un trozo de papel: se escribe y describe el mundo dentro de ella (es parte del mundo lingüístico, sin memoria no podría existir un mundo lingüístico), no todo se borra, no todo se olvida. La escritura intentaba representar al mundo, pero ahora sabemos que la escritura no es otra cosa que eso, escritura, ni más ni menos. Representa el mundo, pero únicamente sobre el papel, no sobre el mundo real…
123.- Se escucha en un poema, “hay palabras que aun no nacen, y cuánta falta hacen”. ¿Hasta dónde es posible creer en palabras que aun no nacen? ¿Es posible pensar en que no todas las palabras han sido inventadas? Pensemos un momento en la Biblioteca de Babel, de Borges, donde todas las palabras, aun las que no existen, ya existen dentro de ella. Tanto el poema como la narración borgesiana, sin invenciones de la lingüística, contienen el mismo valor, ambos son escritura y pueden hacer existir todo lo que se quiera…
124.- La plasticidad lingüística es manifestada por medio de la poesía; en el lenguaje poética, la palabra es llevada hasta los confines del significado. El lenguaje, en la poesía, puede ser desvanecido, ocultado, estirado, y tener existencia en sí mismo, sin embargo, jamás abandonar el ser del poema. Únicamente en el poema es donde la palabra plástica tiene verdadero sentido…
125.- Las palabras que encontramos en los cuentos infantiles, para nosotros, tienen la importancia de que rompen el sentido único que puede tener un texto por demás riguroso. Los cuentos, así como los poemas, pueden llevarnos a la creación de mundos lingüísticos totalmente nuevos, totalmente otros…
126.- Algunas frases que nos permiten nuevos pensamientos, totalmente otros: “Pienso, luego existo”, “Pensar con el propio pensamiento”, “Lo copié de mi pensamiento”, “El no-lugar del lenguaje”, “¿Verdad que soñamos tigres?”, “¡Por qué no traemos al mundo real todo lo que soñamos?”…
127.- Las tres preguntas epistemológicas son como siguen: ¿Dónde está la cometa? ¿Qué hay en la caja? ¿En qué se parece un cuervo a un escritorio? Una más que utilizaríamos para nuestra reflexión: ¿Es posible que Las Meninas se parezcan a el mito de Babel?...
128.- Nuestra imagen que nos hace pensar, al mismo tiempo y en el mismo plano, aquellos dos objetos que no son iguales, ni parecidos: el no-lugar del lenguaje, donde se encuentran el paraguas y la máquina de coser…
129.- Es posible nombrar las cosas sin estar cerca de ellas, sin habitarlas, sin tocarlas. El nombre nos hace aprehender a la cosa sin llegar a comprender su ser de cosa…
130.- Otras preguntas: ¿Existe el llamado mundo lingüístico? ¿Podemos pensar en una llamada plasticidad lingüística? ¿Es el mito de Babel una posible metodología de análisis que explique todas las cosas del mundo y nos permita construir una nueva cosmovisión? De este modo, la sombra de Babel cubre todo nuestro camino histórico y de pensamiento sobre el mundo…
131.- Nos dice Wittgenstein que Dios no se manifiesta en el mundo, nosotros decimos que se manifiesta por medio del no-lugar del lenguaje…
132.- Hablar de Dios es imposible hasta que él se manifiesta por medio del no-lenguaje, que es lo llamado revelación…
133.- El Principito es un libro con un personaje que puede ser la representación del lenguaje. Cuando tiene frente a sí la caja con el corderito, sin saber cómo es el corderito, nombra, no al cordero, sino todas las posibilidades de que ese cordero realmente es el cordero que tiene en mente. El lenguaje es así: nombra todas las formas de la cosa para que la cosa sea cosa en sí misma…
134.- Nos dice Jeremías (Jer. 5:1), “Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, e informaos; buscas en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno que haga justicia, que busque verdad; y yo la perdonaré”; y en un eco, resuena la voz de Nietzsche, “¿Cómo? ¿Un gran hombre? Yo veo siempre tan sólo al comediante de su propio ideal” (Más allá del bien y del mal), y también, “Habla el desengañado. Yo buscaba grandes hombres y he encontrado simplemente la parodia de un ideal” (El ocaso de los ídolos). Luego escuchamos la voz de Cioran, “El hombre es libre, salvo lo que posee de más profundo. En la superficie, hace lo que quiere; en sus capas más oscuras, “voluntad” es un vocablo carente de sentido” (Ese maldito Yo), y algo más, “Siendo el hombre un animal enfermizo, cualquiera de sus palabras o de sus gestos equivale a un síntoma” (Ese maldito Yo), y Foucault nos dice, “entonces podría apostarse a que el hombre se borraría, como en los límites del mar un rostro de arena” (Las palabras y las cosas). Deleuze, completando el cuadro de los pensadores que “hablan mal del hombre”, nos diría, “Es el hombre cargado de rocas o de lo inorgánico (allí donde reina el silicio). Es el hombre cargado del ser del lenguaje (de “esa región informe, muda, insignificante, en la que el lenguaje puede librarse” incluso de los que tiene que decir). Como diría Foucault, el superhombre es mucho menos que la desaparición de los hombres existentes, y mucho más que el cambio de un concepto: es el advenimiento de una nueva forma, ni Dios ni el hombre, de la que cabe esperar que no sea peor que las dos precedentes” (Foucault). No olvidemos, para nuestra cita, aquellas palabras de Rulfo, “Dio un golpe seco contra la tierra y se fue desmoronando como si fuera un montón de piedras” (Pedro Páramo), y Octavio Paz, “También el hombre fluye, también el hombre cae y es una imagen que se desvanece” (Mutra, en La estación violenta), y Cortázar, en esa línea de pensamiento, “No te mato a ti sino a tus actos, al eco de tus actos, su resonar lejano en las costas griegas. Se habla ya tanto de ti que eres como una vasta nube de palabras, un juego de espejos, una reiteración de fábula inasible” (Los reyes). De todas las citas que encontramos acerca del hombre, de ese pensamiento contra el hombre, la del Replicante acaso sea la más profunda de todas ellas, “He visto cosas que ustedes no creerían. He visto atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tanhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”. Sí, el hombre no es ni la primer imagen, ni la última, no morirá nada del mundo si el hombre muere, ni nacen nuevas formas si el hombre sobrevive, ¿quién necesita la idea de hombre? Ya puede ir muriendo con la muerte de Dios, con la idea de un Dios que muere, y va muriendo. Muere la imagen del Dios y muere la imagen del hombre, muere el lenguaje y muere el pensamiento, muere el ver lo verdadero, muere la poesía, que era el medio de la manifestación de Dios, tal como nos dice Saramago, en aquellos versos poéticos, “Jesús muere, muere, y ya va dejando la vida… Aún había en él un rastro de vida cuando sintió que una esponja empapada en agua y vinagre le rozaba los labios, y entonces, mirando hacia abajo, reparó en un hombre que se alejaba con un cubo y una caña al hombro. Ya no llegó a ver, colocado en el suelo, el cuenco negro sobre el que su sangre goteaba” (El evangelio según Jesucristo). Nada de resurrecciones del Lenguaje, del Verbo, de la Palabra, nada de voces que guían, nada de pensamientos más allá, pensamientos revelados; el relato, y el final, del libro de Saramago, es un fragmento descarnado, sin esperanza, sino con la idea de lo que espera más allá de la muerte: ¿la nada? Pero no es la muerte y la vida en sí mismas (eso no sabemos cómo definirlo), sino la muerte del lenguaje, de ese lenguaje que significa, que da valor a la narración, que manifiesta aquello que se dice. Es la muerte de la Palabra que habla, que manifiesta en la revelación de aquello que estaba oculto. Nos dice Octavio Paz, “Mis pensamientos se bifurcan, serpean, se enredan, recomienzan, y al fin se inmovilizan, ríos que no desembocan, delta de sangre bajo un sol sin crepúsculo. ¿Y todo ha de parar en este chapoteo de aguas muertas?” (Himno en ruinas, en La estación violenta). Quizá si el lenguaje que manifiesta al hombre desapareciera del todo, no nos dejaría de sorprender levemente, pero después, como el monstruoso insecto de Kafka, Gregorio Samsa, nos acostumbraríamos rápido, y no sería, a decir verdad, lo más importante, dicha desaparición no llamaría nuestra atención sino cualquier otra cosa…
135.- Todo lo escrito anteriormente está unido de forma orgánica por un mundo lingüístico, o un elemento de nuestro mundo lingüístico: el hombre, el lenguaje, en su no-lugar, que manifiesta al hombre…
136.- Babel produjo lo que hoy conocemos como "pensamiento del vaciamiento", lo que nos lleva a radicalizar la idea del pensamiento débil. No pensamos ya débilmente, sino que ni siquiera podemos decir que pensamos, mucho menos podemos pensar con nuestro pensamiento...
137.- Babel es la deconstrucción orgánica de nuestros mundos lingüísticos; a partir de ese momento surge en el hombre lo que se llama "conflicto cognitivo", que es de la única forma en que se conoce después de Babel. Decir "después de Babel" es hablar de una forma de posmodernismo...
138.- Babel es el momento en que el mundo se vuelve ficción, como lo vemos con los pensadores como Nietzsche, Wittgenstein, Monsiváis y Sergio Pitol. Terminan los grandes relatos míticos que explicaban el mundo para dar paso a las ficciones míticas, que intentan inventar el mundo...
139.- Babel produjo el surgimiento de una ontología totalmente ficticia. En Babel nace la invención de todas las palabras que formarán todas las cosas...
140.- El hombre no conoce el verdadero nombre de las cosas. Dios mismo está más allá de todo mundo lingüístico...
141.- Después de Babel lo real dejó de existir para dar paso a una realidad inventada, ficticia. La poesía, la literatura, la filosofía, la teología, todas las formas de pensamiento, y otras más, son parte del conocimiento ficticio después de Babel...
142.- Nuestros mundos lingüísticos son el medio por el cual conocemos, pensamos, hablamos; después de Babel nada contiene esencia, todo es invención, ficción, y nuestros mundos lingüísticos son invenciones necesarias...
143.- Nota: Dios está más allá de nuestros mundos lingüísticos, y solamente en Jesucristo pueden unirse tanto el mundo lingüístico divino como el mundo lingüístico humano. Jesucristo permanece en el intersticio de ambos mundos lingüísticos...
144.- ¿Es la poesía parte del lenguaje que muestra la existencia de Dios? ¿Es posible encontrar a Dios dentro del lenguaje humano? "La palabra poderosa de Dios permite que todas la cosas existan", ¿cómo es posible, entonces, que en Babel se perdiera la esencia de todas las cosas?...
145.-So much power for such a little sliver of rock. Such a small piece... of infinity! The odd creature is named Arnim Zola. His brillant mind prolonged a fading life by transferring his essence into biosynthetic body. Now, he has set the sights of his scientific curiosity on a prize larger even the immortality...
146.-God, the God, would have marked with his patronym a communal space, that city where understanding is no longer possible. And understanding is no longer possible when there are only proper name, and understanding is no longer possible when there are no longer proper names. In giving his name, a name of his choice, in giving all names, the father would be at the origin of language, and that power would belong by right to God the father. And the name of God the father would be the name of that origin of tongues. But it is also that God who, in the action of his anger, annuls the gift of tongues, or at least embroils it, sows confusion among his sons, and poisons the present...
147.-StormWatch is a crisis intervention team assembled under the auspices of the United Nations’ SkyWatch program. They are on constant alert to take any action SkyWatch deems necessary to maintain world peace and to enforce international law. The Weatherman commands SkyWatch and dispatches StormWatch teams when protected nations invoke Code Perfect, the internationally recognized cry for aid. A brutal kidnap and a pitched battle in the California desert is just the start of a new storm over America; a screaming storm of bacterial horror, secrets and lies, and the people who will not only break the planet with disease – but will use superhumans to survive it themselves. Or, to be more exact – bits of superhumans...
148.- Babel y el posmodernismo: Babel es el suceso dentro de la historia mítica, y el posmodernismo es el resultado de dicho suceso; entonces, el posmodernismo es tan mítico como Babel, porque todo momento histórico que surja a partir de Babel, después de Babel, es parte de una mitología que intenta dar respuesta al origen del pensamiento que hemos llegado a construir.
149.- Babel y el posapocalipsis: Pensar en lo posapocalíptico es pensar en la sobrevivencia humana. ¿Qué sucede con los seres humanos que quedaron después del gran acontecimiento cósmico? ¿Qué sucede con los sobrevivientes de la catástrofe que ha vivido la humanidad en su conjunto?
150.- Babel y el posteísmo: Después de Babel, nuevamente ha nacido la pasión por la fe, pero ya no es la misma pasión por permanecer siendo de alguna religión antigua o tradicional, sino que nacen nuevas formas de religiosidad, y cada una de ellas contiene un bestiario de dioses; desde la creencia en el Dios de los cristianos, al Dios de los judíos –se vuelven dos entidades divinas diferentes–, hasta nuevos dioses, santos y ángeles, incluso vírgenes.
151.- Babel y el neopanteísmo: El nacimiento de lo que podríamos llamar nueva espiritualidad nace en este neopanteísmo. Como segunda parte del punto precedente, aquí vemos la profundidad que permanece en el ser humano posmoderno, pero se ha enfocado a más-allá-del-Dios-conocido, para adentrarse a la infinita posibilidad de los diferentes-dioses-que-conocemos. Ya no solamente se encuentra Dios en el cielo, ahora su reinado, el nuevo reino de los cielos, se encuentra totalmente inmerso en los objetos. Y cada objeto se ha vuelto un nuevo dios, produciendo lo que llamamos neopanteísmo.
152.- Babel y lo posteológico: Una nueva teología nace a partir de Babel. Puede ser una teología cristiana, pero hay nuevas vertientes. En estas nuevas formas del discurso teológico entran todos aquellos filósofos y teólogos que han escrito a través de los años. Pero hoy, ¿qué teología se piensa y se escribe entre todos los habitantes del posbabel?
153.- Babel y el ultramodernismo: Después del posmodernismo, nuestro pensamiento no queda suspendido en la nada, sino que hemos avanzado hasta construir lo que hoy podemos llamar el ultramodernismo, que es la forma del modernismo llevada hasta sus últimas consecuencias, cuando el sueño del progreso no ha hecho avanzar al hombre hasta un estadio mejor, más perfecto, sino hasta el momento en que el progreso es lo único importante y el hombre se transforma en un objeto de consumo, igual que todo lo que ha construido. Porque después de Babel, el hombre se volvió objeto, ya que lo que mejor sabía hacer era reproducir la imagen, no de Dios, sino del hombre, y lo único que sabe hacer es producir y reproducir objetos de consumo.
154.- Babel y el hipermodernismo: Lo hiperdomida nuestro pensamiento; lo hiper es signo de simulación, de ficción, de un signo vacío del signo, sacudida la esencia del signo. Después de Babel, lo que podemos observar en todas las acciones del hombre es el intento por la creación de lo totalmente hiper, y en este caso, el hipermodernismo es el momento en que toda la ficción de su propio pensamiento lo atrapa, dejándolo en una dimensión dominada por un pensamiento artificial casi divino.
155.- Babel y el hiperposmodernismo: El posmodernismo ha sido un momento dentro del análisis que se ha llevado a cabo. Volver a traer la forma de lo hiper, y unirlo al posmodernismo, es un intento por pensar más allá del mito simplemente, y, no dejarlo de pensar, sino volverlo tan evanescente, pero que ocupa un lugar en el pensamiento de lo social, que la posmodernidad alcanza esos niveles de hiper, volviendo como real, tal vez, una cierta forma de consciente colectivo.
156.- Babel y el panteísmo hiperposmodernista: La evanescencia, que vuelve absoluta esa forma de pensamiento, se ha encarnado en los objetos que se han transformado en los nuevos dioses, vaciando al cielo de toda divinidad. Los objetos han alcanzado la máxima expresión de su esencia, volviéndose casi más reales que los consumidores de dichos objetos.
157.- Babel y el devenir del pensamiento del vaciamiento: En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. Cuando Dios crea todas las cosas, el Verbo creó todas las cosas y las sostenía con su poder dentro de la existencia. Después de Babel, el Verbo dejó de ser el sustento de todas las cosas –específicamente, el pensamiento del hombre. Desde Babel, el hombre jamás ha vuelto a pensar con su propio pensamiento, sino que es un pensamiento totalmente otro del que se tenía en el origen, y del que ya no se puede llegar a decir ni narrar nada, porque es imposible conocerlo. Es imposible conocer el origen del hombre sobre la tierra, como es imposible conocer el más allá, donde el hombre volvería a ser perfecto, como alguna vez lo fue. El pensamiento se encuentra vacío del pensamiento mismo, así que pensamos, siempre, de forma indirecta. No podemos afirmar, con certeza absoluta, que lo que me es útil, y mi mayor herramienta, sea nuestra verdadera arma para llegar a construirnos como seres verdaderamente pensantes. Al contrario, el pensamiento del vaciamiento es el vacío de la esencia, el signo que ya no significa, el hombre ya no es hombre realmente, sino un ser artificial…
158.- Babel y la cultura de la imagen de Coca-Cola: Después del suceso de Babel, nos sostenemos por imágenes. Nuestro ser entero estaba hecho a imagen de Dios, pero hoy, esa imagen está totalmente destrozada. Por eso podemos decir, Dios ha muerto, nace la imagen de Dios. En este caso, pensar en Coca-Cola como elemento de nuestro análisis, es para mostrar que el nuevo Dios, que es la imagen de Coca-Cola, intenta devastar el suceso apocalíptico de Babel, volviendo a construir un solo idioma, un idioma que se entienda a nivel mundial, pero que ya no puede ser el idioma o lenguaje de antes de Babel, sino uno totalmente vacío, que espera ser llenado; un lenguaje que ya no es lenguaje, sino algo totalmente distinto, y que los hombres no dejan de entender desde su propio idioma. Es un símbolo universal, reconocido como parte unificadora del mundo, pero se sigue comprendiendo con nuevos pensamientos…
159.- Babel y el ciberespacio: La era del ciberespacio es la que vivimos actualmente. La imagen está más diluida que antes. Se ha vuelto una imagen fantasmagórica, que solamente sobrevive en la unión a Internet, y que ya no se puede escapar del mundo que se ha formado, de manera invisible, en el entrelazamiento de cables, conexiones, imágenes, comandos, programas, archivos, etc. En esa nueva dimensión espaciotemporal, el ser humano se encuentra como en casa, es su nuevo hogar. La ventana que le permite ver un mundo totalmente distinto. Son las nuevas formas en que el ser humano habita este mundo, que si continuara plano, sería demasiado aburrido, pero gracias a Dios, la tierra es redonda, pero hoy, ya no sólo es redonda, sino que hoy es ciberespacial, es decir, virtual…
160- Babel y la realidad-virtual: Se ha escapado el mundo virtual a nuestro mundo real, y se han fusionado. Vivimos una era en que todo se va transformando a una velocidad increíble. La realidad virtual domina el nuevo horizonte de pensamiento, y Babel hace nacer las nuevas formas, casi invisibles, casi en desaparición, casi evanescentes, del ser humano. Un ser humano que se ha vuelto digital…
161.- Babel y la nueva humanidad: Nuestro mundo se mantiene en constante extinción; ya son muchos mundos los que han desaparecido. Pero en ese mundo habita el hombre. Aunque, después de todo el recorrido que hemos tenido por estas diferentes formas de conceptualizar nuestra realidad, debemos comenzar a entender que estamos ante la invención de un nuevo sujeto de conocimiento. Decimos sujeto de conocimiento, porque en esta era, el conocimiento es muy importante, y ya lo era, en siglos pasados, para los filósofos, porque se podían sostener en el pienso, por lo tanto existo, y conocer es el pensamiento en sentido activo, tratando de llegar a la profundidad misma de las cosas, al misterio de las cosas, como dice Pessoa en su poema. Esta nueva forma de humanidad contiene una nueva carne, tanto virtual, como metálica, y se vuelve un ser ciberespacial, como un ser artificial, naciendo conceptos tales como: robot, ciborg, androide, humanoide, tecno-humano, máquina humana, replicante. La carne artificial es parte de esta nueva humanidad, que ha nacido a partir del acontecimiento llamado Babel…
162.- Babel que se extiende al infinito: Kierkegaard habla del hombre en un sentido filosófico y poético; el hombre es una síntesis, y lo vemos como sigue, “El hombre es una síntesis de infinito y finito, de temporal y eterno, de libertad y necesidad, en resumen, una síntesis” (Tratado de la desesperación), y también, “Si el hombre fuese un animal o un ángel, no sería nunca presa de la angustia. Pero es una síntesis y, por tanto, puede angustiarse, y cuanto más hondamente se angustia tanto más grande es el hombre” (El concepto de la angustia). Desde la perspectiva que estamos viendo, la síntesis es “la relación de dos términos”. Nosotros nos preguntamos, ¿existe una síntesis cuando dos términos, como es la carne y la tecnología, se unen en un ser?...
163.- Génesis 11:9:En ese lugar el Señor confundió el idioma de todos los habitantes de la tierra, y de allí los dispersó por todo el mundo. Por eso la ciudad se llamó Babel. Por eso a la ciudad se le llamó Babel, porque allí fue donde el Señor confundió el idioma de toda la gente de la tierra, y de donde los dispersó por todo el mundo. Por eso se llamó Babel, porque allí confundió Yavé la lengua de la tierra toda, y de allí los dispersó por la haz de toda la tierra. De donde se le dio a ésta el nombre de Babel o Confusión, porque allí fue confundido el lenguaje de toda la tierra; y desde allí los esparció el Señor por todas las regiones. Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra. (Se podría pensar que la invención de los habitantes de toda la tierra viene de Yavé; pero entonces, también es Yavé el que ha inventado el lenguaje. La Palabra crea la palabra hablada; la Palabra crea la palabra que ha de escribirse. Somos infinitas palabras escritas al margen, en lo incompleto. Allí, en ese momento fuera de todo momento, Yavé confunde el lenguaje, crea una multiplicidad, un multiverso, y el idioma vuelva como impulsado por el polvo de hadas de la imaginación. Yavé crea los lenguajes humanos en los confines de la creación, en un tiempo sin tiempo)...
164.- Génesis 11:8: Así fue como el Señor los dispersó por toda la tierra, y ellos dejaron de construir la ciudad. De esta manera el Señor los dispersó desde allí por toda la tierra, y por lo tanto dejaron de construir la ciudad. Y los dispersó de allí Yavé por toda la haz de la tierra, y así cesaron de edificar la ciudad. Y de esta suerte los esparció el Señor desde aquel lugar por todas las tierras, y cesaron de edificar la ciudad. Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad –y su torre. (Fueron llevados por toda la tierra, confundidos en su ser, en su lenguaje; esto nos lleva a un pensamiento: si el ser de ellos es la palabra, si su habitación es el lenguaje, entonces, dejaron de construir su propio lenguaje. Su ser está incompleto desde la deconstrucción que llevó a cabo con ellos Yavé. Yavé no sostiene un lenguaje absoluto, sino que lo deconstruye; los hombres fueron palabras absolutas, con un solo significado, es decir, un pueblo con un solo idioma, y confundió su ser de palabra, en ellos comenzó a habitar la incompletitud del ser de su palabra)...
165.- Génesis 11:7: Es mejor que bajemos a confundir su idioma, para que no se entiendan entre ellos”. Será mejor que bajemos a confundir su idioma, para que ya no se entiendan entre ellos mismos”. Bajemos, pues, y confundamos su lenguaje, de modo que no se entiendan unos a otros”. Ea, pues, descendamos, y confundamos allí mismo su lengua, de manera que el uno no entienda el habla del otro”. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero”. (Es aquí donde entra la deconstrucción de parte de Dios para con el hombre. Si el hombre habita la palabra, si la palabra es habitación del hombre, si de la palabra partimos para conocer que el ser del hombre está en la palabra –en el verbo, en el logos, en la palabra hablada y escrita, si los hombres hablaban un mismo idioma, si tenían el mismo lenguaje, si usaban unas mismas letras, unos mismos vocablos, y era su habitación, su ser, entonces Dios confundiría su ser para hacerlo otro. Un ser totalmente otro. Dios es el creador de la alteridad humana, de la singularidad de cada hombre, de la differance que existe en los hombres)…
166.- Génesis 11:6: y pensó: “Ellos son un solo pueblo y hablan un solo idioma; por eso han comenzado este trabajo, y ahora por nada del mundo van a dejar de hacerlo. y se dijo: “Todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma; este es sólo el comienzo de sus obras, y todo lo que se propongan lo podrán lograr. y se dijo: “He aquí un pueblo uno, pues tienen todos una lengua sola. Se han propuesto esto, y nada les impedirá llevarlo a cabo. Y dijo: “He aquí, el pueblo es uno solo, y todos tienen un mismo lenguaje; y han empezado esta fábrica, ni desistirán de sus ideas, hasta llevarlas a cabo; Y dijo Jehová: “He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. (Hablan una misma lengua, y utilizan los mismos vocablos, las mismas palabras; son un solo pueblo, como un solo ente, existen como un ser, en la misma casa, pero separados del ser-casa de Dios. Dios, Yavé, que es el “Yo soy” de los hombres, no entra en la construcción de los hijos de Adán; estos hijos de los hombres fabrican y nada los detiene de llevar a cabo sus ideas, la construcción del ser fragilizado. Un pensamiento frágil)...
167.- Génesis 11:5: Pero el Señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, Pero el Señor bajó para observar la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, Bajó Yavé a ver la ciudad y la torre que estaban haciendo los hijos de los hombres, Y descendió el Señor a ver la ciudad y la torre, que edificaban los hijos de Adán. Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. (Yavé, que significa “Yo soy el que soy”, “Yo soy”; el nombre que no es nombre, sino que describe la esencia, baja a encontrarse con los hijos de Adán, que son los hijos de los hombres. ¿Qué significa “Yavé, Yo soy”, y “los hijos de Adán”? Encontrar en estos dos nombres o significados, el sentido de lo que el relato enseña, es mostrar la relación que existe entre ellos. Yavé, como el Ser, no es el ser de los hombres; el otro nombre de Yavé, en el Nuevo Testamento, es la Palabra, el Logos y el Verbo: la palabra es la conformación del ser del hombre, “en la casa de la palabra habita el hombre”; el logos hace patente lo que se oculta, desocultándolo, manifestándolo, mostrándolo por medio de la palabra hablada, lo muestran; verbo es la acción dentro de la oración, lo que hace que sea, “llama las cosas que no son, como si fuesen” (Rom. 4:17); Yavé trae desde la nada a las cosas que son, ha creado desde la nada, y lo que no era, ahora tiene ser, porque su voz ha mandado, una voz silenciosa, una voz desubicada, y le da ser, existencia. Lo que no es, ahora tiene ser, ahora existe. Él ve las acciones de los hijos de Adán, pero no unidos a él, sino separados de él, y Yavé, que es el ser de los hombres, no está en los hijos de Adán, sino separados, y resuena el “Dónde estás tú” (Gen. 3:9), que sonó en el huerto. Los hijos de Adán construyen la ciudad y la gran torre; ya señalamos que ellos construían una nueva palabra, construían su propio ser, señalado de forma metafórica en la torre, pero era una torre hecha a partir de materiales frágiles, lo que nos muestra que su nueva palabra es frágil –una torre hecha de ladrillo y betún; una palabra, su habitación, hecha de otro ser que no es el Ser de Dios. Una torre frágil, una casa frágil)…
168.- Génesis 11:4: Después dijeron “Vengan, vamos a construir una ciudad y una torre que llegue hasta el cielo. De este modo nos haremos famosos y no tendremos que dispersarnos por toda la tierra. Luego dijeron: “Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo nos haremos famosos y evitaremos ser dispersados por toda la tierra”. Y dijeron: “Vamos a edificarnos una ciudad y una torre, cuya cúspide toque a los cielos y nos haga famosos, por si tenemos que dividirnos por la haz de la tierra”. Y dijeron: “Vamos a edificar una ciudad y una torre, cuya cumbre llegue hasta el cielo; y hagamos célebre nuestro nombre antes de esparcirnos por toda la faz de la tierra”. Y dijeron: “Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra”. (La construcción de la torre comienza. Elevarán su ser hasta las alturas del infinito espacio y del tiempo eterno. Perdurarán en la memoria de todo el mundo, construirán una palabra fuerte, que los haga permanecer para siempre. Una raza que anhela la eternidad; fueron los gigantes que alguna vez caminaron por esta tierra. Pero esa torre es construida con el material frágil: ladrillo y betún)…
169.- Génesis 11:3: Un día se dijeron unos a otros, “Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos en el fuego”. Así, usaron ladrillos en lugar de piedras y asfalto natural en lugar de mezcla. Un día se dijeron unos a otros: “Vamos a hacer ladrillos, y a cocerlos al fuego”. Fue así como usaron ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de mezcla. Dijéronse unos a otros: “Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos al fuego”. Y se sirvieron de los ladrillos como de piedra, y el betún les sirvió de cemento; Y se dijeron unos a otros: “Venid, hagamos ladrillos, y cozámoslos al fuego. Y se sirvieron de ladrillos en lugar de piedras, y de betún en vez de argamasa; Y se dijeron unos a otros: “Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. (Aun hablando el mismo lenguaje, teniendo los mismos vocablos y las mismas palabras, se dijeron, se comunicaron aun siendo de un mismo ser, de una misma palabra hablada y escrita. Y aquí comienza la caída hacia otra palabra hablada y escrita. En el simbolismo del ladrillo y el betún. Encontramos la comparación, “ladrillo en lugar de piedra y betún en lugar de cemento”. La construcción de su nuevo ser ahora era frágil. Lo que era un origen firme, basado en una palabra verdadera que pronunciaba la realidad de las cosas. Cuando la palabra aun representaba en su ser exacto a las cosas, y cuando la realidad era pronunciada, cuando esto aun existía, en ese momento fuera de todo tiempo real, histórico, afianzado en un momento mágico, verdadero, los hombres parten de su origen verdadero, y se adentran a ese otro lugar, a su nueva tierra, su nueva casa del ser, para construir una nueva palabra. Y la nueva palabra es frágil. No es cemento, sino betún; no es piedra, sino ladrillo cocido. El ser, la palabra hablada, comienza a fragilizarse)…
170.- Génesis 11:2: Cuando salieron de la región oriental, encontraron una llanura en la región de Sinar y allí se quedaron a vivir. Al emigrar al oriente, la gente encontró una llanura en la región de Sinar, y allí se asentaron. En su marcha desde Oriente hallaron una llanura en la tierra de Senaar, y se establecieron allí. Mas partiéndose de oriente estos pueblos, hallaron una vega de tierra de Senaar, donde hicieron asiento. Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. (El “movimiento sin retorno”, que nos recuerda el pensamiento de Lévinas, es ese movimiento que se dirige, por llamarlo de algún modo, “siempre hacia adelante”; una sola dirección, pero ya no de retorno, ya no volver a lo Mismo, sino que se permanece en lo Otro. Dice que emigran de la región oriental, que nosotros podemos entender como el emigran de su origen para pasar a otro lugar, fuera de donde ellos eran. Su origen desaparece de su vista, el horizonte se transforma totalmente, y encuentran ese lugar como el nuevo sitio en que morarán. La nueva morada ya no es la anterior, es decir, la casa del ser es la casa que ellos habitan, todos la misma casa, y han salido de esa casa para habitar una nueva. La casa de origen es el lenguaje de origen. Ellos eran ellos, pero en su movimiento sin retorno, ellos, que eran ellos en un sentido absoluto, pasan a ser otros en un sentido absoluto. Se establecen en la nueva casa, en la nueva palabra, son una nueva forma de escritura –palabra hablada y escrita es la casa del ser. Una nueva palabra los dirá)…
171.- Génesis 11:1: En aquel tiempo todo el mundo hablaba el mismo idioma. En ese entonces se hablaba un solo idioma en toda la tierra. Era la tierra toda de una sola lengua y de unas mismas palabras. No tenía entonces la tierra más que un solo lenguaje, y unos mismos vocablos. Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. (En aquel momento, en ese entonces, un momento, un entonces fuera del tiempo; “erase una vez”, “en algún lejano país”, “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”. Es el inicio de una historia que está más allá de la geografía, que se encuentra fuera de una historia histórica del mundo y se encuentra en la historia metafórica, de un cuento ya lejano en su escritura. En ese entonces, tal vez mágico, tal vez imaginario. Un momento en un lugar que se encuentra en los confines de la memoria, de la imaginación. En ese entonces, y en ese momento, todos tenían el mismo idioma. Si hacemos caso a Heidegger, cuando nos dice que la palabra, hablada, es la casa del ser, y que el hombre habita en esa casa del ser, entonces, en ese entonces, los hombres tenían una misma esencia, una misma casa del ser, un mismo lenguaje, una misma forma de nombrarse, de darse la esencia. En ese momento fuera de todo tiempo, todos los hombres habitaban una misma casa del ser, que eran las mismas palabras, las mismas letras, el mismo lenguaje, comprendían lo mismo)…
172.- Esta es la posible transformación del signo: el signo deja de representar aquello que significa, y permanece estático, ya sin significar, posiblemente se vuelva objeto en sí mismo, es decir, se vuelve cosa. ¿Ahora el signo podría tener un signo que lo significara? Veríamos la redención del signo, al nacer un signo de ese signo. Un signo que ya no está vacío del todo, sino que ahora se encuentra nuevamente lleno, aun cuando sea de modo virtual. Pero, si el signo se vuelve a quedar vacío, volviéndose insignificante, tal vez lo que estamos a punto de contemplar es la pura magia del signo. Es la magia del signo, porque no encontramos otra forma en que el signo pudiera permanecer dentro de nosotros, sino que se desvanecería en una nada absoluta, es decir, se perdería en el vacío del olvido absoluto, sin ya jamás volver a ser encontrado. Dice que Dios creó todas las cosas por medio de su Palabra, y que la Palabra habitaba en Dios, y era Dios; con su Palabra, llamó a todas las cosas desde la no-existencia, y comenzaron a existir, es decir, fueron llenas de esencia que las hizo existentes. Pero es en Babel donde las cosas son arrancadas de la esencia que las mantiene existiendo, de esa Palabra que las sostiene con su poder. Cuando las cosas dejan de estar en la Palabra que las sostiene, dejan de ser cosas verdaderas y se vuelven cosas artificiales. La Palabra se hizo carne, habitó un cuerpo, se hizo cosa, pero fue cosa después de Babel, así que la Palabra misma habitó la realidad virtual. Pero el Dios que había dado existencia a las cosas, existencia verdadera, haciéndolas cosas verdaderas, volvía en la Palabra que se hacía cosa virtual, y de ese forma, redimir a la cosa virtual. Pero, ¿cómo redime a la cosa virtual?...
173.- Antes de Babel, todos teníamos una misma esencia y unas mismas palabras; nuestra esencia eran nuestras palabras. Después de Babel, lo que era esencial a nosotros, se había perdido. Y tal vez el único vestigio que hoy nos queda de ese tiempo otro antes de Babel, se la botella de Coca-Cola. ¿Por qué una botella de Coca-Cola? Porque ella encierra el simbolismo de una globalización que nos remite a ese tiempo totalmente otro que era antes de Babel. Después de Babel, lo que reinaba era una aldea totalmente aislada en sus partes; pero hoy vivimos el tiempo de la botella de Coca-Cola, que es una época también llamada posmoderna. Esta época posmoderna, o de la era de la imagen de Coca-Cola, o posapocalíptica, o posteísta, o posteológica, o ultramodernista, es la época que también se puede llamar, del ciberespacio, donde lo virtual reina, lo virtual se vuelve cada vez más real. Hoy lo virtual es lo verdadero, y lo real es un objeto de consumo que se vuelve especie en peligro de extinción, un lujo para unos cuantos. Los animales ya no están en peligro de extinción, hoy lo casi extinto es lo real. Hoy, lo real solamente puede estar unido a lo virtual, en una realidad virtual. ¿Se intenta volver al tiempo otro antes de Babel? No, sabemos que es imposible. ¿Intentamos copiarlo, entenderlo, saber cómo era, es decir, buscamos ese paraíso perdido? No, lo que estamos inventando es otra cosa. Hubo un tiempo en que los hombres creyeron que podían encontrar cómo había sido el hombre en naturaleza, el hombre en esencia, pero hoy sabemos que eso es imposible. Entonces, ¿qué es este camino que hemos recorrido? Es un camino que podemos llamar el devenir del vaciamiento. Hemos visto que vivimos en una época que puede ser llamada de diferentes formas, y en esta época, son muchas las formas para hablar que tenemos. En su momento, las palabras significaban las ideas que teníamos en la mente, en el pensamiento. Las palabras eran signos llenos de esencia; pero hoy, nuestras palabras, después de Babel, ya no encierran esencia alguna, sino que se han vuelto totalmente asignificantes, porque ya no significan las cosas reales, puesto que las cosas reales han dejado de serlo para transformarse en cosas virtuales, o de realidad virtual. En este devenir del vaciamiento, hacemos referencia al vacío que hoy tenemos en los signos, en las palabras. El pensamiento que desarrollamos a partir del camino que se ha recorrido desde antes de Babel, a después de Babel, y llegar a la era de la botella de Coca-Cola, lo llamamos el pensamiento del vaciamiento. Lo definimos así: lo totalmente esencial se transforma en la esencialidad totalmente vacía. ¿Es posible pensar en una esencia vacía de sí misma? Si esto es así, entonces la esencia vacía ha dejado de ser esencia para transformarse en lo no esencial. Hoy, en la hipermodernidad, que también hemos llamado ultramodernidad, que definimos como la era de la botella de Coca-Cola, o la era del pensamiento del vaciamiento, el signo ya no representa, es una cosa hueca que espera que nosotros le demos el sentido que queremos, y que queramos. Pero no sólo el que queramos, también el sentido que se necesite. En esta era del signo vacío de esencia, encontramos que han nacido nuevas formas de significar, y la realidad virtual es una de ellas, donde el signo cobra de nuevo el sentido que tuvo alguna vez, pero ya no en sentido esencial, sino que se ha transformado…
174.- Aun cuando la realidad es otra, y el robot jamás llegará a desarrollar vida dentro de sí mismo, la ficción, o ciencia ficción, nos puede permitir un número infinito de posibilidades de pensamiento para intentar reflexionar en torno al pensamiento de un robot, y de que este personaje artificial pudiera llegar a desarrollar sentimientos genuinos, y que llegara, incluso, a desarrollar las mismas pasiones que los seres humanos tienen: amor, celos, ira, tristeza, etc. Pero, ¿qué tiene que ver esta reflexión en torno al ciborg y nuestra intención de pensar en la torre de Babel? Es nuestra intención llevada al límite a partir de Babel. Babel puede significar la lucha que existe entre Dios y los hombres, porque fue, de primer momento, la desobediencia humana, lo que llevó a Dios a la destrucción del lenguaje original, para dar paso a la creación de un nuevo lenguaje. Era un lenguaje original destruido y nacía un lenguaje artificial. Este lenguaje artificial permitía una nueva decodificación de los pensamientos, de las palabras, de las acciones, de todo aquello que conformaba al ser humano. Incluso en este lenguaje artificial una nueva concepción sobre Dios inicia en el ser humano. Es decir, el lenguaje original permitía un cierto tipo de pensamiento –que hoy ya no podemos definir- y, en el lenguaje artificial, otro pensamiento surge. Así, el hombre es totalmente otro de lo que fue originalmente. Los hombres, en Babel, mutaron en otros seres; eran otra forma de hombres. El hombre es su palabra, su lenguaje; en su palabra se muestra su ser, lo que conforma su ser. En la palabra habita el hombre, y si su palabra, su lenguaje, es confundido, destruido, transformado en lenguaje artificial, podríamos decir, que el hombre es destruido, y se transforma en un ser artificial. Lenguaje y pensamiento se encuentran íntimamente relacionados, y quiere decir que sus pensamientos han sido transformados. Todo en el hombre cambia. Entonces, todos los hombres se extendieron sobre la tierra; llenaron el planeta. Pero podemos pensar que no abandonaron Babel, sino que construyeron sus ciudades teniendo la torre como centro. Se extendieron, construyeron las grandes urbes, las grandes ciudades, pero Babel se podía ver. De hecho, en esta gran ficción, los hombres han vuelto a Babel, una y otra vez, construyéndola, reconstruyéndola, deconstruyéndola, hasta que ha quedado totalmente cambiada de lo que fue en su origen. Una torre distinta, artificial, llena de colores y sonidos, formas, nuevas estructuras. Han escrito sobre ella, cada libro parte de ella; ella es hermosa, una carne metálica perfecta. ¿Qué es Babel? Pensar en la torre nos lleva a hacernos muchas preguntas; pero esta es la más importante, qué es ella. Hoy habitamos en ella más que nunca antes, y hacemos toda clase de esfuerzos por extenderla aun más. Pero ya no creemos que es el símbolo de la desobediencia humana sobre el mandato divino, sino que hoy sabemos que es parte de nuestra esencia, de nuestra forma de ser de cada uno, de la alteridad que reina en este mundo. Somos muchos seres humanos pensando, sintiendo, trabajando, hablando, construyendo y viviendo de formas variadas. Nos extendemos en un horizonte casi infinito; nuestra vista se pierde cuando queremos ver dónde termina ese horizonte, pero los horizontes son eso, el lugar imposible de contemplar…
175.- La nueva estética no es la pintura ni la escultura, no es la profundidad de los tratados filosóficos y teológicos sobre la estética. Hoy es una nueva forma de pensamiento artístico. Lo que nos llena de fantasías, de capacidad de asombro, es una nueva forma de arte: La máquina que se une al cuerpo humano, formando una unidad indivisible. Y no deja de ser ficción que amenaza a la realidad. Si pensamos en BladeRunner, pasando por Akira, Ghost in the Shell, Appleseed, incluso Ciudad Gótica y Ciudad Virtual –Natural City-, la carne-máquina, el ciborg –organismo cibernético-, permanece como elemento de arte. Pero es en las ciudades donde el ciborg cobra vida, camina, piensa y siente. Serán estos dos últimos elementos los que más nos sorprenden al observar dichas películas. El ciborg, que también podemos llamar replicante, androide, humanoide, o tecno-humano, es la nueva forma de humanidad, que es la humanidad llevada hasta niveles inimaginables, porque el humano común se transforma, y realmente, aun cuando es de modo artificial, nace el superhombre posmoderno, aun cuando su piel es metálica. Al ser artificial le han puesto recuerdos, palabras, pensamientos, capacidades de hacer abstracción, incluso podríamos pensar que lo han manipulado para que llegue a desarrollar sentimientos. Pero todo en él es paradoja, porque no puede habitar un sentimiento en el tejido artificial de un robot, a menos que este robot tenga partes humanas, como el cerebro, que se mantendría con vida por medio de una tecnología muy avanzada, tal como vemos que sucede con Robocop. Entonces, el conocimiento que puede tener este personaje artificial le ha sido depositado, si es que ha sido construido y todo en él es tecnología, sin complementos humanos; pero si lo que estamos analizando viene siendo un ciborg, entonces, es muy probable que el conocimiento que tiene este otro personaje sea adquirido de dos formas: por un lado, son sus conocimientos como humano que fue, y que recordaba y pensaba por sí mismo, y por el otro lado, son conocimientos que se le han implantado, transformando todo su conocimiento y pensamiento en elementos de una máquina-humana, de lo que hemos llamado, el tecno-humano. El conocimiento, en un ser artificial, es producto de la tecnología. Son elementos “grabados” en la memoria del hombre-máquina, que muestran la compleja elaboración del conocimiento. ¿Cómo conoce un robot? ¿Conocer habla de un aprehender la información, o de, simplemente, llenar de información la memoria, el pensamiento? ¿Si el robot logra “reconocer” a una persona que previamente le fue cargada en su memoria, podríamos decir que está conociendo, realmente, a dicha persona? Son datos, pero pensar es algo mucho más complejo; es todo un proceso de asociación de ideas, de filtros en el pensamiento, de relación de datos, de subjetivaciones, de cuestionamientos existenciales y posibles respuestas a preguntas complejas, que como seres humanos, les hacemos a los otros, y a nosotros mismos. Con esta postura, lo que podríamos decir, tajantemente, es que el tecno-humano no conoce, sino que responde a la información que le han grabado en su memoria. Pero, ¿qué sucede si un robot llega a desarrollar la capacidad de pensar, de sentir, incluso de tener fe en un Dios?...
176.- Arribar al mundo infinito y eterno; al mundo de la ficción, de la fantasía, de los mundos imposibles; el mundo de la infinita imposibilidad, solamente es posible por medio de algo tan ficticio como esos mundos: la palabra escrita y hablada; ella, a su vez, es una multiplicidad de sentidos –porque la palabra es el laberinto del significado, de las múltiples afirmaciones y negaciones, del ir y venir del discurso, de un lenguaje que se construye y se deconstruye, que se desmonta y se reestructura volviéndose a montar en su esencia de máquina auto-deconstructora (cual máquina que se construye a sí misma, y que suena y rechina y se logra escuchar el movimiento de una máquina fantástica de construcción imaginaria), transformando al hombre en múltiples hombres, en múltiples palabras, en multiplicidad de máscaras, porque el hombre-ficción se ha tejido desde Babel, donde la confusión no fue una condena ni una maldición, sino el inicio de la alteridad, del afuera y del adentro, de lo Mismo y de lo Otro, o diríamos, de lo totalmente Otro, y de lo Mismo en evanescencia- es la manifestación de nuestro ser; en la fantasía, se manifiesta nuestro no-ser a partir del no-lugar del lenguaje…
177.- De camino al País del Nunca-Jamás, y al País de las Maravillas, se encuentra la casa del lenguaje, ubicada más allá de la geografía de nuestro pensamiento; la existencia de ambos países únicamente puede ser entendida, y manifestada, por medio de la locura.¿Cuál es el camino correcto para llegar a Nunca-Jamás y al lugar de las Maravillas?En la película Alicia en el País de las Maravillas, nuestra heroína pregunta qué camino debe tomar. “Depende a dónde quieras ir”, se escucha decir a la voz dislocada; a lo que Alicia responde, “Eso no importa…”. “Entonces… no importa qué camino tomes...”, es la respuesta del gato; su voz se encuentra más allá de cualquier lugar; una voz que surge del “no-lugar del lenguaje”. La casa del lenguaje se ubica en los confines del pensamiento; en un no-lugar semejante al no-lugar de Don Quijote, “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…” ¿Es que el escritor no quiere acordarse, o es que Don Quijote habita un lugar des-ubicado? La Mancha es cualquier lugar, al menos en el relato, que se vuelve todo lugar, y al mismo tiempo, más allá de ser un lugar, se transforma en un no-lugar. La Mancha, el lugar en que el Caballero Don Quijote cabalga, entre demencia y cordura, entre la brillantez de su locura, es un no-lugar que se vuelve cualquier lugar, y es todos los lugares, tal como Borges dice de aquello que es una cosa que simboliza todas las cosas,“Los místicos… prodigan los emblemas: para significar la divinidad, un persa habla de un pájaro que de algún modo es todos los pájaros”. Y después, “decir el tigre es decir los tigres que lo engendraron, los ciervos y tortugas que devoró, el pasto de que se alimentaron los ciervos, la tierra que fue madre del pasto, el cielo que dio luz a la tierra”…
178.- Es mi intención buscar el camino al País del Nunca-Jamás y al País de las maravillas, aun cuando pongo en duda mi propio conocimiento, y duda de la existencia de ese camino. Escribo todo aquello que durante algún tiempo he investigado a fin de conocer la esencia de todas las cosas, aun cuando de esto ya se han encargado otros que profundizaron de forma mucho más especializada y que llegaron a un punto en el cual ya no podían retornar al conocimiento que anteriormente tuvieron, sino que avanzaron por el nuevo conocimiento que les hizo caer en la cuenta de que todo conocimiento no es más que una ficción, una invención del hombre; y también este último es una invención de sí mismo. La búsqueda de la palabra como la no-esencia, la búsqueda del lenguaje como habitante del no-lugar; estas dos búsquedas me han llevado a los confines del pensamiento, y he tenido que inventar un libro. Pienso que el pensamiento y el lenguaje van de la mano, tienen una relación simbiótica y se confunden porque se difuminan en el horizonte -¿dónde empieza el lenguaje, dónde el pensamiento; dónde comienza Dios y dónde termina el hombre?-. El libro que escribo está trazado desde la ficción –como es todo libro. Entre la realidad y la ficción, he decidido que lo escrito habitará el intersticio. Recuerdo que alguna vez escribí un texto que se llamó, Ficción infinita, ficción absoluta. Era el intento por pensar la ficción de forma completa, total y totalizante; es decir, que abarcaba a la realidad misma –Borges expresaba esto acerca de la realidad, “… se supone que el lenguaje corresponde a la realidad, a esa cosa tan misteriosa que llamamos realidad. La verdad es que el lenguaje es otra cosa”-, la ficción se desbordaba hasta que la realidad se llena, y surge lo que se podría llamar realidad virtual; el punto crítico es que si aun no terminamos nuestra definición sobre lo que es la realidad, no podemos comprender del todo lo virtual. Ese era el texto que intenté escribir, pero hasta hoy, no lo he terminado. Uso el nombre de Dr. Prometeuss, pero cualquiera que me conozca, sabrá que no es mi verdadero nombre -¿hay un nombre verdadero para cada persona?- sino una máscara; he usado muchas máscaras durante toda mi vida, esta es otra. Pero asimismo seré Dr. Mabuss, Dr. Mouebiouss, Dr. Parnnasouss, Dr. Szeouss, Dr. Faoustuss, Dr. Moureaou y Dr. Sztrangger. Todos estos nombres los he tomado de la literatura o de algún otro lugar, pero he transformado sus letras, que hace que sus esencias sean otras; también serán mis máscaras. Es una forma de dislocar al autor, dejar de ser yo el autor, para que sea una máscara, un rostro sin cuerpo, una esencia sin la existencia. Todos somos máscaras verdaderas. ¿O verdaderas máscaras?...
179- Si nos atenemos al pensamiento de Wittgenstein y de Karl Barth –es decir, al pensamiento filosófico y teológico– debemos aceptar, de entrada, que en aquel que piensa habita la imposibilidad de pensar y hablar realmente. En su Tractatus, Wittgenstein nos dice, según el Comentario que Russell hace de su obra, que se “mantiene que todo lo que es propiamente filosófico pertenece a lo que sólo puede ser mostrado, a lo que es común al hecho y su figura lógica. A partir de este punto de vista resulta que no puede decirse nada correcto en filosofía. Toda proposición filosófica es gramaticalmente defectuosa […] “La filosofía no es ninguna de las ciencias naturales. (La palabra “filosofía” tiene que significar algo que esté por encima o por debajo de las ciencias naturales, pero no a su mismo nivel.) El objetivo de la filosofía es la clarificación lógica de los pensamientos. […] Una obra filosófica consta esencialmente de elucidaciones. […] La filosofía debe clarificar y delimitar de manera nítida los pensamientos que, de otro modo, se presentan, por así decirlo, turbios y envueltos en brumas” (4.111 y 4.112)”. Por su parte, Barth, en sus Prólogos al comentario que hace a la Carta a los romanos, nos dice que “Sólo trabajo preliminar es toda obra humana; y un libro teológico, más que cualquier otra obra”. Estas dos perspectivas constituyen elementos de gran importancia para toda nuestra investigación sobre el pensamiento, el conocimiento y el lenguaje después de Babel, que es lo que estamos trabajando en este momento, y que, como señalan los autores anteriores, y a los cuales volveremos constantemente, este trabajo también es una mera introducción, un pensamiento incompleto, con proposiciones dadas al error, pero que sirve para esclarecer algunas ideas que ya hemos desarrollado en otras ocasiones…
180.- Cuando Dios le dice al hombre que nombre toda la creación, todo lo que habitaba mares, cielos, tierra, todo lo que existiera, el hombre debía crear un mundo lingüístico. En ese entonces todas las cosas estaban unidas a sus nombres; sus nombres manifestaban la verdad de su esencia. La creación fue un momento lingüístico, porque nos dice que por medio del Verbo o Palabra todo fue creado, y todo es sustentado por la palabra poderosa que él manifiesta. Toda la Biblia, entonces, es un tratado sobre la creación-lenguaje, y la verdad se encuentra cuando se ha entendido el significado de todos esos símbolos que llenan la palabra sagrada. En este caso, la palabra sagrada no se usa como una palabra mágica que viene de los dioses, sino como un elemento de que la palabra se dice desde un lugar oculto para ser manifestado, en su sentido no último, sino siempre en movimiento, a todos los hombres. La palabra se volvió sagrada en el momento en que se quebró la relación que había entre el hombre y su ser-lenguaje. Y este ser-lenguaje nos viene desde el mito de Babel…
181.- En el principio creó Dios los cielos y la tierra; y dijo Dios: sea… y fue hecho. Y Dios llamó a las cosas que no son como si ya fuesen, y fuesen hechas. Dios llama a las cosas a que sean, desde la no-existencia todas las cosas son manifiestas. Y vio Dios y dijo… Ver y decir, vista y palabra, observar y decir; porque en el observar, en el ver, está el conocer, y ver encierra todos los sentidos. Porque vemos con el olfato, y vemos con el tacto, y vemos con el gusto, y vemos con el oído; pero no vemos con el lenguaje, sino que el lenguaje es la manifestación de nuestro ser. El hombre se manifiesta diciendo. El hombre habita en su palabra. De lo que el hombre tiene en sus pensamientos, en su mente, en sus ideas, hablarán sus labios, se manifestará su lengua; porque con la mente, con el pensamiento se cree, pero con la boca se manifiesta esa creencia. Cuando Isaías vio, fueron sus palabras purificadas; cuando Jeremías vio, era su voz la que quería callar; cuando Job vio, entonces sus labios, su palabra, manifestó. Jonás tenía que hablar; lo profetas tenían que hablar. La verdad estaba en la palabra. La oración es palabra pronunciada desde el interior o desde el exterior. La prisión-lenguaje es lo que nos manifiesta hacia el exterior. Exterioridad, porque el lenguaje se manifiesta ante los ojos, porque nos hace ver, hace patente eso que vemos. Hablar del cuadro de Magritte nos manifiesta el pensamiento de Magritte, y Magritte es epistemología antes que pictoricidad…
182.- Por un lado, en el acto de creación por medio del lenguaje, o lenguaje-creativo, está el suceso del llamamiento a la existencia. Y dijo Dios: sea y fue. Nos dice Pablo, en la carta a los romanos, que Dios llama a las cosas que no son, como si fuesen (Rom. 4:17). En este caso, lo que no era, es decir, la luz, el principio de certidumbre, la certeza de algo, lo que ilumina, fue llamado a su existencia. La exégesis de toda la creación se puede ver en que existe un proceso de significación, de sentido –aquí se une exégesis con hermenéutica– cuando se relata todo el proceso de esa creación. Lo podemos entender en que todo estaba oculto (desordenado y vacío), escondido de todo entendimiento (las tinieblas habitaban o estaban), hasta que Dios crea, es decir, ordena, significa, da sentido a la creación. La deconstrucción se encuentra en la estructura del pasaje; un dios que llama a las cosas desde su no existencia hasta su existencia; un dios que nombra, que señala, que hace existir. Es todo el proceso de entender el origen, pero aquí se encuentra un problema y es que no podemos pensar en un dios-creador, sino en un proceso lingüístico en la escritura, y una comprensión del texto, pero como construcción específica de un mito para comprender una verdad incomprensible, poética. Los tres elementos, exégesis, hermenéutica y deconstrucción, serán los que permitan la comprensión, no absoluta, no total, sino incompleta, de todo el acto creativo, y el dios de ese relato es la herramienta que nos dará la respuesta más adecuada…
183.- “(1) En el principio creó Dios los cielos y la tierra. (2) Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. (3) Y dijo Dios: Sea la luz, y fue la luz. (4) Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. (5) Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche” (Génesis 1:1-5). Vemos la unión del texto-naturaleza, es decir, vemos cómo se hace la descripción de la creación, de todo lo que habita el mundo, dentro de los márgenes del texto, encuadrados en una escritura. Esta creación, llevada a cabo por medio del lenguaje divino de Dios, la podemos entender como un proceso, por parte de este Dios, que tiene niveles tanto filosóficos, como teológicos, hermenéuticos, exégetas y de deconstrucción. Es decir, en unas pocas líneas, ya encontramos una profundidad enorme, casi abismal, en la descripción escrita que se lleva a cabo para relatar el suceso de la creación. Pero podemos detenernos y reflexionar en torno a lo que estamos afirmando, y señalar que no es el pasaje en sí el que tiene ese sentido o significado tan amplio que le queremos dar, sino que es todo nuestro prejuicio, todo nuestro pensamiento, encuadrado en esta forma de análisis, la que nos condiciona a pensar de esa forma, con esas estructuras mentales, y pensamos que hemos descubierto todos esos elementos encerrados en un relato mitológico…
184.- El hombre es creado por Dios, el hombre es imagen de Dios; Dios y hombre no son seres míticos, sino la escritura que nos muestra el diálogo que se entabla entre los dos. En la pintura de Miguel Ángel, donde Dios toca el dedo del hombre y el hombre toca el dedo de Dios, podríamos pensar que la escritura es de una relación dialéctica: tanto Dios escribe al hombre, como el hombre escribe a Dios. De una forma u otra, Dios y hombre son un metalenguaje...
185.- “El superhombre –nos dice Deleuze– es mucho menos que la desaparición de los hombres existentes, y mucho más que el cambio de un concepto: es el advenimiento de una nueva forma, ni Dios ni el hombre, de la que cabe esperar que no sea peor que las dos precedentes”. No podemos ir de afirmación en afirmación, pero sí podemos ver la metáfora que se encuentra en esta frase del filósofo, y lo que sostenemos es que el advenimiento del superhombre es el advenimiento de un nuevo lenguaje, una nueva palabra…
186.- El mito de Babel forma parte de nuestra metodología de análisis crítico, mediante la cual trabajaremos la deconstrucción del concepto de alumno. Ante nuestros ojos, el alumno se manifesta como una forma de Aprendiz de Brujo que lleva en su rostro la huella del Otro, entendiendo esto último como llevar en su rostro la huella de su maestro o Brujo Maestro.The myth of Babel is part of our methodology for critical analysis, whereby we will work deconstructing the concept of student. Before our eyes, the student is manifest as a form of sorcerer's apprentice who is in his face the traces of the Other, the latter being understood as carrying on his face the mark of his master or Master Warlock…
187.- Babel permite la concepción del mundo de formas muy variadas ya que se rompe la perspectiva lineal, cronológica, normal, para dar paso a una multiplicidad de sentidos. No hay una sola concepción del mundo, sino muchas, tantas como hombres hay en el mundo, ya sea presente, pasado, o futuro.El rompimiento de la concepción del mundo de lo real como lo que es real se da a partir del rompimiento del lenguaje que se dio en Babel.Hay imágenes del mundo en todas las cosas del mundo: podemos ver concepciones en los superhéroes, en los luchadores, en los cómics, en las novelas, en los cuentos, en el psicoanálisis, en la filosofía, en la teología, en la literatura.Babel, entonces, se transforma en las posibilidades de análisis del mundo del lenguaje, que también llamamos mundo lingüístico. ¿Qué entendemos por mundo del lenguaje o mundo lingüístico? Es lo que se construye a partir del lenguaje que poseemos o nos posee. Son todas las concepciones del mundo, son los paradigmas con los que pensamos y medimos lo que conceptualizamos como realidad. Así como el mundo no es uno sólo, tampoco la realidad es una sola. Hay multiplicidad en todo.La existencia de muchos lenguajes nos permite la existencia de muchos mundos. La muerte de un lenguaje es la muerte de todo un mundo, de una cosmovisión, que nos limita en nuestra concepción del mundo del lenguaje de lo real...
188.- “Los ángeles no son sino imágenes efímeras” (Harold Bloom): “¿Podríamos pensar de otro modo la lucha entre Jacob y el ángel? ¿Tal vez no un ángel, sino una voz que se pierde en el desierto, que no deja ser tomada, ni por sorpresa, sino que es huidiza, que es inestable, que se mueve por todos lados? ¿Jacob luchó con el ángel por una bendición, o, será que Jacob lucha con el mensaje, porque recordemos que ángel significa mensajero, y luchaba para entender el mensaje, el sentido más profundo de la palabra divina? ¿Es que era Dios aquel ángel-palabra que luchaba con Jacob y es por eso que esa voz que se pierde en el desierto, y que va y que viene, le puede cambiar su nombre-rostro, su esencia, y llamarse Israel? Si los ángeles son imágenes efímeras, podríamos ver un rostro dibujado en el viento, o la figura de dos ojos que nos observan desde las nubes. ¿Es que Abraham sintió un viento tranquilo, apacible, como un silbo, e interpretó que el ángel desde el cielo le gritaba que no sacrificara a su hijo? ¿Es que Abraham creyó “escuchar” la “voz” del ángel, es decir, la voz misma que estaba junto a él? De una o de otra manera, Abraham es llamado a interpretar el mensaje, porque es un ángel, un mensaje, el que se le está dando, e interpretarlo, en este caso, con fe en Dios. Moisés subía al monte a escuchar la voz de Dios, y el Señor le hablaba, pero no le mostraba su rostro, pero, ¿su rostro no representa ya la voz de Dios? Cuando Dios le dice que no podrá ver su rostro, pero que contemplara su espalda, pensemos, ¿es que Moisés nunca entendió del todo el mensaje, comprobándose al interpretar la espalda de Dios como la imposibilidad de ver, cara a cara, el verdadero rostro divino, es decir, imposibilidad de escuchar directamente la voz-mensaje de Dios? Si el ángel es una imagen fugaz, efímera, como lo es la palabra fugitiva, entonces el ángel es un mensaje, una palabra, que se encuentra borrándose ya desde el primer momento en que es pronunciada. Es por eso que Moisés nunca escuchó el verdadero mensaje de Dios, pero no porque Dios no quisiera, sino porque ya el hombre en sí vive en el estado posbabélico de la humanidad, el posmodernismo que no permite ya que exista un verdadero y único significado en lo escrito o en lo hablado, o en la imagen fugaz, efímera, que es el ángel. Una pintura muestra a Jesús reposando en los brazos de un ángel. Esta imagen, que por demás es simbólica, representa el momento en que Jesús reposa en las palabras de Dios mismo. Es un abrazo efímero, porque desaparece junto con el ángel. La palabra, entonces, en su fugacidad, aparece y desaparece, dejando la estela en nuestro ser, una sensación de que ha pasado, diría Derrida, un meteorito, el instante del arco iris, un suceso momentáneo, instantáneo. La fragilidad del ángel se muestra en que su rostro se desvanece en el viento. El silbo apacible de Elías es el silencioso ángel que habla desde el viento apacible, desde el corazón de Elías que le cree a Dios, que cree que Dios habla en ese momento. Pero son momentos hermeneutas, de interpretación, son momentos que la fe quiere atrapar, retener, y es como el creyente, que aun sin haber visto nunca en su vida a Dios, lo recuerda en cada momento de su vida, en cada paso y cada pensamiento; ahí está Dios, en esa imagen efímera, encerrada en la mente, en la memoria, pero que se desvanece a cada instante. Porque el ángel, el mensajero, el que trae la palabra de Dios, solamente aparece una vez, para luego desaparecer, y Dios mismo, en su ser, nunca se para frente a nosotros, sino que es la presencia más ausente de todas. ¿Es que todos los escritores bíblicos, y los personajes principales de la Biblia, hacer una labor de hermeneuta al escribir que han “escuchado” la voz de Dios? ¿Job hace labor de hermeneuta al decir que la voz de Dios viene desde el torbellino? Job, ese hombre existencial, tan parecido Macario que niega darle de comer a Dios y al diablo, y que a la única que alimenta es a la muerte, Job se vuelve un personaje existencial que se encuentra entre dos fuegos, el divino y el humano, el divino y el maligno, y permanece como hombre que existe en el mundo. Y Job mismo se vuelve mensaje, texto, ángel que ha de ser interpretado, leído, pensado, porque él mismo es un trazo. Él mismo es una letra fugaz, un relato, una ficción del pensamiento que lo escribe, y lleva un sentido que debe ser reconstruido para entenderlo. Job existe como poema, pero más allá de eso, sin piel, sin huesos, sin cerebro, sin existencial real y concreta, permanece como un ángel fugaz, imagen efímera, que debe ser reinterpretada hasta el infinito. Toda la Biblia, entonces, tiene ese rasgo etéreo, ese rasgo de ser dictada por un ángel, y por eso es que la Biblia, en su sentido, permanece como una construcción, un tejido, de muchas imágenes efímeras, que deben ser interpretadas, deconstruídas, a fin de retenerlas por un momento, tal como Jacob pudo retener por un momento esa voz en el desierto que no se sometió nunca, y que al contrario, transformó su rostro y su nombre”…
189.- ¿Qué es una fotografía?¿Qué intentamos guardar tomándonos una fotografía, ya sea solos o con otras personas? ¿Acaso las fotografías serán decirle no al camino implacable del tiempo?¿Recordamos cada momento, cada acontecimiento, algún cumpleaños? ¿Recordamos la sonrisa de aquella mujer, de aquel hombre, del anciano, del niño? O, ¿es precisamente por el hecho de que no recordamos que tomamos las fotografías? ¿Qué dicen ellas? ¿De qué nos hablan? Es posible que ellas encierren la verdadera esencia de la vida; tal vez son el único retrato que realmente encierra el sentido de lo que llamamos realidad, sea lo que eso signifique.Nuestra imagen queda atrapada, nuestro recuerdo queda en la mente de aquel que nos amó, de aquellos que nos vieron nacer… de aquellos que nos vieron morir. Amamos y queremos volver eterno ese momento, o mejor dicho, la suma de todos esos momentos.En la fotografía decimos: “Fui joven, pero he envejecido”. Queremos atrapar el momento en que algún día tuvimos las fuerzas suficientes para creer que podíamos llegar a vivir muchos años, años en los cuales alcanzaríamos nuestras metas, todos los sueños, los anhelos. Pero en algún momento eso se terminó, y solamente queda esa vieja imagen, grabada en aquel papel, y volvemos a pensar en nosotros, “Todo dura un instante. El destino de todas las cosas es terminar algún día, hasta nosotros terminaremos de vivir en este mundo algún día. Todo termina, como el vuelo de un ave, como el día, como la noche…todo termina, hasta el amor”.¿Qué somos? Pregúntale a una fotografía. Podremos decir, “Aquí sonreía, en aquella lloraba, aquí grité, en esa te besé…”. Entonces, ¿qué somos? ¿Un tejido de momentos, de instantes, de aquello que miramos? Todos necesitamos de la memoria para saber qué somos, quiénes hemos sido, qué seremos. Necesitamos los recuerdos para poder vivir, para saber que todo ocurrió, para saber que nada lo hemos inventado. Aun cuando a veces las imágenes que hemos grabado sean para pensar que alguna vez fuimos felices. El cigarrillo que un día me fumé, la carta que escribí, el cuento que redacté, la canción que compuse, la fiesta de mi hija, la graduación de mi hijo, la muerte del tío. De deseos estamos tejidos, como tejidos estamos de tiempo; volver a vivir aquello que enumeramos, aquello que nombramos, es parte del deseo que está metido en nuestros huesos. Y es que necesitamos nombrar lo que tocamos, lo que sentimos, necesitamos llamarle de algún modo, pero a veces, para que perdure más, para entenderlo más, le tomamos una foto.He visto en la calle un número infinito de fotografías. En una pared había una fotografía del Che, en otra estaba un personaje de la política. Paseaba junto a una librería y entré: ahí encontré el tiempo detenido. Libros y fotografías se habían vuelto una sola cosa. Aun payasos estaban retratados. En cada libro habitaban letras, y en cada letra estaba una pasión. Pero en la portada, como si fuera el rostro de aquel libro, estaba el rostro de aquel que permitió que naciera ese libro. Con el tiempo todo moriría, pero esas palabras, y la imagen posiblemente, quedaría para recordarnos la eternidad…
190.- Narración: Tengo que escribir rápido. Son las 4 de la mañana y tengo que escribir rápido.Puedo escuchar el sonido; la respiración, lo que llena todo el cuarto. Sí, necesito hacerlo rápido, antes de que se despierte.La casa tiene un gran espacio, y la habitación está al final del pasillo, así que es el lugar más oscuro el que utilizo para escribir. Pero esta noche todo tiene que ser muy rápido.Se escucha el sonido, viene de cualquier parte de la casa; y las sombras entran por la ventana. La puerta queda detrás de mí, y parece que hay algo que late muy fuerte, como si quisiera escaparse. Todo debe ser rápido. Antes de que se despierte. Siempre se despierta en medio de la noche con un grito muy bajo, como en silencio, casi imperceptible, y solamente él lo escucha. Pero todo es tan rápido, me precipito rápidamente a la conclusión. Como si fuera un momento, un instante y luego, desvanecerme en la noche. Observo mi rostro en el espejo, escuche el sonido en la casa, las sombras que entran por la ventana y la puerta latiendo. Todo surge muy rápido, todo aquí es demasiado rápido.Me levanto, voy al espejo, lo observo, me observo y mis manos lo rompen.Sí, me he despertado en medio de la noche, con un grito apagado, y miro al espejo. Alcanzo a ver sus ojos por un instante, por un instante me mira y su mirada es fugaz. Alcanzo a observar que me observa. Después nada, no queda nada. Solamente la noche y el sonido en la casa y la mirada que se dirige al niño en medio del cuarto y esa puerta que dejé abierta y el espejo que se rompio. Un espejo que repite un nombre roto mil veces, un nombre a medio escribir en la hoja casi blanca, un nombre que es el nombre que el sonido, el sonido de la voz, pronuncia en silencio en medio de la casa. Y mi grito nuevamente se escucha horrorizado.Desperté una vez más. Tal vez siga soñando, o tal vez me he despertado del todo, o alguien más me sueña cuando yo estoy soñando. Pero en medio de la noche mi grito me despierta y tengo la sensación de que alguien me estuvo observando toda la noche, esperando, al acecho, a que me despertara el mismo grito silencioso que me ha despertado cada noche desde no recuerdo qué instante. Sí, mi grito se pierde en la noche y mi pensamiento se desvanece. Lo estoy oyendo respirar, en medio de la noche, y en el espejo queda guardado el reflejo…
191.- Somos como un gran libro que debe ser leído, pero orgánicamente, somos la confusión del lenguaje, de nuestro lenguaje, entonces, ¿cómo debemos leer ese libro que somos, el libro abierto ante el otro? Si somos los versículos o las letras del mundo que es como libro, entonces somos, después de Babel, renglones, líneas, versículos y palabras escritos al margen, jamás al centro, nunca directamente en la página, como si nunca se moviera lo que dice en ese lugar, sino que estamos escritos casi tocando la página, nunca pegados, siempre abiertos a la interpretación y reinterpretación. Es decir, todo hombre, al ser lenguaje, puede ser dicho, puede ser pensado, puede ser comprendido; ontológicamente, podríamos decir, que al venir al mundo su lengua está conformada por una capacidad orgánica de exégesis y hermenéutica, es decir, de sacar el significado de aquello que es dicho, y de interpretar aquello que es dicho…
192.- Hablar de Babel es hablar del laberinto, es hablar de la pérdida del rostro porque se pierde el lenguaje, es hablar y preguntarse cómo es posible tener la capacidad de hablar para pensar en Babel. ¿Es posible pensar en Babel? ¿Cómo es posible pensar en Babel si aun el pensamiento verdadero se perdió después de Babel? ¿Quiere decir esto que Babel no puede ser pensada y que eso que pienso ya no es Babel? No puedo pensar Babel ni siquiera una vez; es como el río de Heráclito, y mayor aun, ni siquiera una vez puedo bañarme en sus aguas, porque a cada momento el agua cambia, deja de ser la misma, y yo no soy el mismo. Así Babel, a partir de Babel incluso perdímos esa capacidad de pensar Babel. Pero Steiner habla de la prisión-lenguaje. ¿Por qué es una prisión el lenguaje, el habla, la lengua? Porque solamente por medio de ella podemos entender el mundo, pero ya no es un entendimiento verdadero sino un entendimiento incapáz de entender. Babel, pues, construye muchos elementos contradictorios. No hay forma de entender el mundo, ni de llegar a estar en el mundo si no es por el lenguaje, pero el lenguaje se ha perdido en su originalidad y aquello que ahora utilizo se llama de otra forma menos lenguaje…
193.- Se supone que el ensayo es un género literario, y también filosófico, completamente libre, sin las ataduras de los textos académicos y científicos, aunque puede ser un error de percepción y una mala lectura de aquellas personas que han escrito sobre dicho género. Puede ser, también, un género híbrido, que suma la filosofía con la literatura, y aun más, podría sumarse la teología, por su forma libre de escribir.Pensemos, y mientras tanto, yo diré, pienso, el ensayo también se puede escribir en tiempos, ya sea pasado, presente y futuro, y en primera, segunda y tercera persona; podríamos pensar, y yo podría pensar, que incluso su libertad permite unir la ficción con la realidad, la fantasía con el mundo real, el mundo virtual con el mundo real, y tener en la misma hoja la unión de lo real y lo virtual, siendo una forma de ciberespacio, porque en ese momento, dentro del papel, de sus cuatro lados, digamos, el cuadrilátero del papel, la realidad virtual existe. Recuerdo que Monsiváis habla acerca de que en la lucha libre se sube al ring lo real y se une con el espectáculo; sé que esa cita, lo más seguro, es que se encuentre mal escrita y en ningún momento se haya dicho nada del espectáculo sobre el ring, que se una la fantasía con la realidad sobre los encordados, pero si somos fieles a la memoria, sea esta mala o buena, permaneceremos pensando lo que recordamos. A veces, el recuerdo, al perder su sentido total, se enriquece de un modo poético, porque es posible que una cita, sin importar el autor, se enriquezca gracias al olvido.Puedo recordar que en el año de 1985 comencé a juntar cuentos, historietas, cómics, o lo que hoy se llama, novela gráfica. Mi visita al mundo fantástico de los superhéroes fue por medio de Spiderman, Wolverine, Thor, Hulk, y otros tantos que ahora he vuelto a leer gracias a mi hermano, que tiene siete años. Pero en ese año yo no tenía a alguien que me dijera, “este superhéroe es mejor que este otro”, o que me señalaran las virtudes de un Superman, o que me dijeran que Spiderman había adquirido sus poderes a partir de la picadura de una araña radioactiva, aunque doy por descontado que todo niño, de un modo o de otro, lo sabía, o lo debía saber. Por decirlo de algún modo, este fue uno de mis primeros acercamientos a la literatura, y aunque algunos podrían decir que los cómics no son literatura, creo que tendrían que pensar dos veces esa opinión, porque hay tanta fantasía, tanta imaginación, tanta inventiva en cada cuento, en cada capítulo, que uno realmente termina transformando su percepción de la realidad, y el mundo no es el mismo si se tiene en la mente el poder de un Superman, la inteligencia de un Batman, la forma de pelear de un Wolverine, o la duda existencial de un Spiderman. Cada superhéroe es la unión de la fantasía con la realidad, y bueno, todo en ellos es literatura, ficción, pensamiento, mito, porque ellos son esos antiguos dioses y héroes griegos que leemos en la Ilíada o la Odisea. Pero, por ejemplo, en México, ¿no es un sueño parecido al de aquellos que leímos a todo ese panteón de superhumanos el hecho de ver las películas de lucha libre, que de las representativas de este género, son las de Santo, el enmascarado de plata, o las de Blue Demon, el demonio azul? Los cómics mexicanos, que tenían entre ellos a la Familia Burrón, a Santo y Blue Demon, a Kalimán, a Karmatrón, y en algún momento al grupo musical infantil Parchis, tienen un corte similar a los cómics de superhéroes, con la diferencia de que en el arte secuencial de México no existen los supervillanos ni las aventuras de un Hulk…
194.- Me pongo a pensar hasta qué punto uno puede construir un recuerdo real, es decir, un recuerdo que encierre todo el contenido de lo que pasó en la propia vida. Es posible que ese recuerdo tenga elementos que jamás llegaron a realizarse, pero de cierta forma, esos elementos ya no es posible que sean comprobados como verdaderos o falsos, ahora son parte del recuerdo, y son tan reales como lo que se está viviendo en este preciso momento. Aunque, ¿es real, o verdadero, lo que estoy viviendo ahora mismo?Según yo, estoy sentado en la mesa, frente a la computadora, escribiendo este texto, y podría decirse que intento ordenar todas mis ideas y conformar un escrito lleno de palabras, ya sean falsas o verdaderas, mías o de otros autores; pero es posible que sea un sueño, y que aun esté en mi cama, o incluso puede ser que yo mismo sea el sueño de alguien más.¿Cómo puedo saber que no me estoy engañando sobre mi realidad, y que realmente existo? ¿Volveré a sostenerme en el pienso, por tanto existo que en su momento ayudó a Descartes? ¿No es esta una época en la cual el pensamiento, el conocimiento, todo aquello que nos era el sustento absoluto, se ha puesto en duda, es decir, el edificio totalmente fortificado se ha fragilizado? ¿Qué puede ser lo que nos sostenga? Encuentro, entonces, que no hay suelo firme bajo nuestros pies.“Dios ha muerto”, por tanto, el hombre ha muerto. Si Dios ha muerto, entonces no hay idea que sustente nuestro conocimiento ni nuestro pensamiento como portadores de verdad. ¿Qué queda delante de nosotros? ¿Una actitud totalmente nihilista? A decir verdad, este discurso me parece conocido, dado que muchos pensadores lo han venido desarrollando a través de las diferentes épocas en que la filosofía se planteo la pregunta por el ser, la verdad, el conocimiento y lo real. Pero hoy estamos ante el desierto de lo real.La realidad ha quedado tan desértica, como uno de los paisajes de algún cuento de Juan Rulfo. En este caso, existe una relación orgánica –que otros llaman vasos comunicantes– entre los paisajes rulfonianos, y lo que se propone en Matrix, que muestra un verdadero paisaje posapocalíptico, un paisaje que es reflejo de la desolación humana. Pero no solamente vemos esa desolación en Matrix y Juan Rulfo, también la encontramos en Octavio Paz, específicamente en El laberinto de la soleda.La muerte del pensamiento verdadero ha dado a luz el pensamiento del vaciamiento, que es descendiente directo de Babel. Veamos, lo que intento explicar con esta afirmación es que en algún momento existió lo que se podría llamar pensamiento verdadero, el pensamiento real, que era aquel que comprendía, de modo perfecto, la creación, y cuando se dice creación ya se entra en el terreno de lo teológico. En el principio creó Dios todas las cosas, y entre ellas, ha creado al hombre; este sentido metafórico es para explicar la formación de todo lo que existe, es decir, las cosas gozaban de vida propia, es decir, Dios les transmitió carácter ontológico, y esta ontología también se encontraba en el hombre, por tanto, podía relacionarse con Dios de forma directa.La escritura es una forma de querer atrapar la palabra. Pero la palabra se transforma en palabra fugitiva, y se mantiene al margen, en punto de fuga, en evanescencia, su sentido se difumina, se desdibuja hasta llegar al límite de su propia existencia. La palabra fugitiva que aquí se intenta atrapar, retener el mayor tiempo posible antes de que se borre en el espacio casi infinito de nuestro olvido, es una palabra de colección; pero no una, sino varias palabras, un conjunto de ellas, de las que la mente tiene algún recuerdo vago, fugaz, algún pensamiento, le han significado algo, o el simple gusto de su sonoridad. ¿Un ensayo, una crónica, un reporte? ¿Filosofía, teología, literatura? ¿Deconstrucción o hermenéutica? ¿Un trabajo escolar? No, nada de eso, ni siquiera rigor académico. Es el repaso al interés que se tiene por escribir, por pensar, por recordar, por sentir un simple placer egoísta de que se escribe algo que solamente a quien lo escribe le gusta, le llama la atención, aun cuando no le satisface del todo. Esta insatisfacción se ha visto plasmada en que ya muchas veces se ha tratado de escribir este texto, y siempre permanece la misma sensación de que esa no es la manera correcta de escribirlo, pero, ¿es que hay formas correctas de escribir?Derrida comienza su texto sobre la différance de la siguiente forma. “Hablaré de una letra.De la primera, si hay que creer al alfabeto y a la mayor parte de las especulaciones que se han aventurado al respecto.Hablaré, pues, de la letra a, de esta primer letra que ha podido parecer necesario introducir, aquí o allá, en la escritura de la palabra différence…”. ¿Cómo empezar este texto? Porque también hay una letra que impulsa a escribir. Una letra que nos lleva a escribir todo esto; una letra que no es la a, que no es el aleph de Borges, pero una letra que encierra al mismo Borges, y encierra todas las letras y todas las palabras, porque dentro de ella encontramos un universo. Entonces, hablaremos de una letra. Y hablaremos de la segunda, que es la B.Con la B escribimos Borges, Biblioteca, Blog o Babel. Borges contiene a la Biblioteca, y ella contiene todos los Libros y al Laberinto, que también puede ser llamado Universo, y en él se encuentran un número infinito de Formas, de Cosas, de Objetos, tantos, que se desbordan. Pensar en la B es pensar en un mundo de posibilidades infinitas, dentro de nuestros mundos lingüísticos y sus múltiples sentidos o significados. La B se vuelve infinita.La dificultad al escribir este texto ha sido sobre la forma, el contenido y el título, es decir, el hecho mismo de su escritura, y han sido muchos los títulos que se le han dado, condicionando el contenido. Uno de ellos, Dr. Prometeuss imagina y escribe un libro que soñó, intentaba encerrar el sentido de todo el trabajo: mostrar una escritura ficticia de un libro igualmente ficticio, porque, ¿qué es un libro que se sueña sino el sueño del libro mismo? ¿Es que un libro encierra una realidad y entonces, lo que se está haciendo es soñar la realidad? Un libro soñado es un libro que se ha inventado, o uno que ni siquiera existe. Entonces, el Dr. Prometeuss imaginaría y escribiría el libro de su sueño. ¿No había leído ninguna de sus páginas? ¿Es posible imaginar un libro, sin saber su contenido? Así que, literalmente, Dr. Prometeuss tendría que construir todo el contenido de un libro soñado, y que al despertar, se pierde para siempre, pero que en sentido ideal, existe en el sueño que se ha desvanecido.¿Dónde comenzar a buscar? Es ahí el problema, y aun, cómo iniciar su escritura. Es por eso que el trabajo que se ha intentado realizar ha llevado diferentes títulos, y otro de ellos fue Babel que se extiende al infinito…
195.- Arspoetica: Antes de transcribir algunas de las formas en que posiblemente iniciaría el ensayo sobre Babel, aquí muestro un comentario al pasaje bíblico. Lo que escribo de cada versículo está ubicado dentro de lo poético, aun cuando mucho de lo que ahí se muestra lo he tomado de algunos filósofos y teólogos. Algo que quiero hacer notar en las citas bíblicas es que son de varias traducciones. Ya sea la Nueva Versión Internacional, la Nacar-Colunga, la Reina-Valera 60, o la traducción de Dios habla hoy.Estas 4 traducciones son las que, por lo general, utilizo a la hora de hacer algún comentario a algún pasaje bíblico, o escribir algún ensayo-predicación, o cuando lo que intento hacer es complementar algún texto filosófico con la teología. Encuentro que la forma bíblica es de tal manera una construcción literaria, filosófica, teológica y hasta lingüística, que bien se puede pensar que la Biblia ha sido uno de los textos que más han marcado la escritura de muchos de los autores que hoy tenemos en nuestras bibliotecas. Recuerdo que en una de las narraciones de Sergio Pitol dentro de su libro El arte de la fuga, es señalado que Monsiváis habla de la Biblia, y sus opiniones, nos dice Pitol, son como siguen, “uno de los momentos más altos de la lengua castellana le es debido a Casiodoro de Reina y a su discípulo Cipriano de Valera, y cuando, desconcertado ante aquellos nombres, pregunto: ¿y ésos quiénes son?; me responde, escandalizado, que nada menos que los traductores de la Biblia. Aspira, me dice, a que algún día su prosa muestre el beneficio de los infinitos años que ha dedicado a leer los textos bíblicos; yo, que soy lego en ellos, comento bastante encogido que la mayor influencia que registro es la de William Faulkner, y allí me da jaque mate al aclararme que el lenguaje de Faulkner, como el de Melville y el de Hawthorne, están profundamente marcados por la Biblia: son una derivación no religiosa del Lenguaje Revelado”.Quien lea la Biblia, encontrará en ella un texto profundísimo, enriquecido con diferentes formas narrativas; encontrará los más variados mitos y una gran cantidad de personajes que pueden ser entendidos de diversas formas; podrá contemplar uno de los libros más completos que existen en la historia universal de la literatura, y, sí acaso lo lee con un espíritu abierto a percibir su “diferencia” de otros libros literarios, encontrará, posiblemente, por qué la Biblia es uno de los libros que más han encontrado lectores en todo el mundo durante todas las épocas. Además de que, en el uso del lenguaje, su forma es muy parecida a la del Quijote, y podríamos decir que es uno de los lenguajes más hermosos que se hayan podido construir. Ya todo en ella es lenguaje y por medio de éste se pueden encontrar microcosmos de ideas, laberintos en los pasajes, desarrollos que se van acrecentando conforme avanza la lectura, mitos de todo tipo, narraciones casi mágicas de milagros realizados por todos los hombres que mantenían una estrecha relación con el Dios que se muestra en todas sus páginas. Es, pues, la Biblia, uno de los libros que, podemos decir, construyeron todo un lenguaje en las sociedades modernas, e incluso, en las posmodernas. Y lo que nos señala Pitol al hablar sobre las palabras de Monsiváis, escritores como Faulkner y otros, tienen la influencia de la redacción bíblica. Otros tantos autores, ya sea ateos o creyentes, han encontrado en los pasajes bíblicos, ejemplos en imágenes para explicar sus teorías, tanto filosóficas, como psicoanalíticas, políticas, incluso aquellas ideas que hablan del poder político.En lo personal, mi pensamiento y mi creencia siempre vagan en el intersticio de la fe y la absoluta incredulidad. No puedo decir que permanezco firme en la creencia en la Biblia como revelación de Dios, porque a veces tengo problemas con la existencia de Dios mismos; pero tampoco estoy en el ateísmo absoluto. Permanezco, como señalo, en el intersticio, entre la fe y la incredulidad. Mi presbiterianismo, que es una de las corrientes de pensamiento dentro del cristianismo evangélico, me lleva a tener ciertas perspectivas hacia el mundo en que existo; hay elementos de la doctrina que permanecen en mí y que, a los ojos de algunos grupos más radicales en cuanto a sus negaciones hacia Dios, me podrían tachar de moralista, porque puedo decir que el posmodernismo lo he tomado a partir del presbiterianismo, ya que es muy diferente partir de Vattimo o Derrida o cualquier otro pensador. Mi posmodernismo es más bien presbiteriano. Mi pensamiento y mi desconfianza en la plena certeza de que el hombre está en progreso, se construye a partir de mi falta de fe en la humanidad, porque aun creo que ella es una humanidad incompleta, y que, a pesar de no creer en la caída del hombre, en el pecado original, sí creo que son formas poéticas para explicar el por qué el hombre está en decadencia. No creo, ni siquiera, que el conocimiento que el hombre siente que le pertenece, sea suyo, ni creo que el pensamiento con el que pensamos, logre definirse como un verdadero pensamiento. Creo que el verdadero pensamiento sería aquel que piensa las cosas tal como son; aquel pensamiento que entiende todo el mundo, que todas las cosas son filtradas por él y logra comprender su existencia. Creo que somos incapaces de sostener un pensamiento verdadero. Pero esto viene por mi falta de fe en la humanidad, porque considero que estamos en el desierto del mundo, en un desierto de lo real (Baudrillard) o en paisajes verdaderamente desérticos, al estilo Juan Rulfo.Si me acerco a una obra filosófica o teológica, llevo en mi pensamiento la idea de que son obras inacabadas, de que están incompletas, y de que todos los libros que vayan surgiendo a partir de ese libro primero, ya sea de Borges, de Foucault, de Umberto Eco, de Derrida, que son los pensadores y escritores que mayor influencia han tenido en mí, creo que todo está incompleto y que cualquier anotación no es más que una cita al margen, una pequeña anotación al extremo de la hoja ya escrita por el autor. Es por eso que tengo rayados todos los libros que hasta ahora he leído, y esas líneas escritas, esas anotaciones a las fotocopias, esos textos infinitos que tengo en mi estudio, no es otra cosa que más páginas al margen de todos los textos que he ido leyendo. Pero creo que todos los libros que he leído nacen de un libro, y creo que es la Biblia. La parte de mi increencia es que no logro conciliar del todo el hecho de que la Biblia sea un libro revelado, un libro que haya sido dictado por la voz de Dios al pensamiento de los hombres, y no puedo aceptar esta idea del todo, y no creo aceptarla ya del todo, simplemente porque el tiempo en que se creía que el pensamiento y las ideas eran originados por las musas, las ninfas, los ángeles de las revelaciones, las hadas, el soplo de los dioses, ya quedaron atrás en la historia de la humanidad. Pero eso no me quita creer que exista la posibilidad de entender la Biblia como un libro revelado a partir de entender, de otra forma, la revelación. Si por revelación se tiene la idea de que algo oculto fue manifestado, en este caso, al pensar que la Biblia contiene la verdad revelada, quiere decir que la verdad fue manifestada, fue dada a conocer, que antes estaba oculta y que en algún momento, Dios mismo decidió darla a conocer a los hombres por medio de hombres específicos. Esos hombres específicos, hombres de Dios que en algún momento fueron conocidos por profetas, y que muchos aun creen que existen los profetas como tales, y otros aun sostienen que tenemos el ministerio de la profecía, porque lo que decimos anuncia una verdad revelada de Dios hacia los hombres. Estos profetas, pues, eran los portadores de los dioses, las ninfas, las musas, los ángeles, que les revelaban todo el tiempo, o el tiempo en que Dios decidiera revelar, la verdad que estaba oculta, por los siglos, y que en algún momento, a Dios le alegró escoger el tiempo preciso en que hablaría. No, definitivamente esta parte de mi presbiterianismo, de mi cristianismo evangélico, no lo puedo creer del todo, no lo puedo concebir, no lo puedo llevar a cabo como un acto racional basado en un punto de fe, y es ahí donde, en las filas de los cristianos evangélicos de cualquier denominación, ya sea presbiterianos, bautistas, metodistas, y tantos otros, puedo ser tachado, ya no como un moralista, sino como un pensador liberal, como un teólogo ateo, incluso como un teólogo de la muerte de Dios, porque plantear que la revelación ha muerto, o nunca ha existido, es igual a expresar que Dios no existe o ha muerto. Pero no soy un teólogo de la muerte de Dios, soy, simplemente, alguien que piensa más allá de la doctrina fundamental, y experimenta el hecho de llegar a pensar, ¿y si acaso fuese verdad que Dios no revela a los hombres? Todas las posibilidades caben en esta época, cuando la verdad ya es muy corta, cuando ya no todos los conceptos son absolutos, cuando ya las palabras no son iguales a las cosas que se supone tendrían que nombrar.Pero no por ser creyente, incluso creyente en Jesucristo, y decir, casi rayando el absurdo por mis afirmaciones o búsquedas de nuevas verdades, no por ser creyente, repito, quiere decir que no me acerque a Nietzsche, o que le tenga pavor a Foucault, o que odie a Derrida, incluso que me repugne Borges. No, nada de eso, mi búsqueda más bien es hacia ellos, hacia lo que me dicen ellos, hacia la lectura que me pueden ayudar a construir ellos, y creo que mis fundamentos, tanto teológicos como filosóficos, si es que acaso pueden ser llamados fundamentos, si acaso pueden ser filosóficos o teológicos, se han fortalecido, mucho más, al leer a estos autores. Nadie se acerca de la misma forma a la verdad bíblica cuando se ha leído a Foucault, y, por ejemplo, La verdad y las formas jurídicas, o nadie piensa de la misma forma cuando ha leído a Borges, y por ejemplo, La biblioteca de Babel o El aleph. Nadie es igual cuando ha salido a viajar hacia los confines de los mares profundos de estos pensadores. Heidegger, Sartre, con su filosofía, no lo dejan a uno bien parado; son pensamientos rigurosos que pueden ir desmontando casi al primer renglón de nuestras lecturas, todo el edificio, que, supuestamente, uno tenía bien cimentado. Y es aquí donde entra la crisis existencial más fuerte: si estos autores desmontan el edificio de nuestra creencia, mostrando que muchas de nuestras ideas de lo que es la verdad, es tan frágil como la casa sobre la arena, para usar una de las parábolas de Jesús, entonces, precisamente, ¿cómo mantener firme la fe en Dios, y en Jesucristo, como revelación última-primera, de parte de Dios para el hombre? ¿Cómo hacer que perdure, sin caer al abismo, la fe en que Dios es real, en que Dios existe, si nada puede llevar a una comprobación real, sino que todo gira en torno a la fe? Nuestro pensamiento, entonces, encuentra todas las fisuras de la creencia que hasta ahora portábamos con honor, responsabilidad y orgullo, decir que somos creyentes era parte de nuestra vida normal. Pero estos hombres, estos escritores, te confrontan con la fragilidad de la verdad. Comienzas a observar que el edificio de la Biblia no era tan firme, y que posiblemente todo tenga cuarteaduras, contradicciones, verdades poéticas y no históricas. ¿Cómo sobrevives a esta crisis existencial que pone en duda tu vida misma? ¿Cómo te sostienes después de esta primer sacudida, la más terrible de todas, solamente comparable con la terrible verdad de que todos moriremos, incluso aquellos que amas y proteges y que sabes que ni tu protección ni tu amor impedirán que la muerte llegue a robarlos de tu lado? ¿Cómo, pues, te sostienes de esta sacudida tan terrible? Cuando la oración falla, y cuando la fe se rompe, se desmorona, cuando la verdad se escapa con el viento, cuando muere toda esperanza en una vida después de esta vida, ¿qué te sostiene? ¿Dios? Incluso esa palabra se ha desvanecido como sustento.No, no hay ninguna forma de sostenerte, nada hay que te haga permanecer en la esperanza, nada, todo es terrible; adelante te espera el abismo, adelante te espera el olvido y la muerte. Adelante está tu destino y nada que te salve de él.Pero si guardas silencio por un momento, y te das cuenta de que has perdido todo, y de que Dios no está ya para sostenerte, y de que todo aquello que te sostenía se ha escapado con el viento, y nada hay ya en tu casa, porque esta se ha fragilizado, y sabemos que la casa es el propio ser del hombre, entonces, en medio de ese silencio, puede que escuches, guarda silencio y puede que escuches. ¿Lo oyes? ¿No oyes? Presta atención, y puede ser que lo escuches. ¿Dios? No, guarda silencio y escucha. Entonces, tus ojos te serán abiertos y comprenderás todo.1. “De oídas había oído, mas ahora mis ojos ven”; 2. “Entonces veré cara a cara y seré conocido como fui conocido”; 3. “En medio del terremoto y el incendio y la destrucción un silbo apacible”.
Lo anterior posiblemente sea la forma en que alguien que ha tomado la posmodernidad desde su presbiterianismo, que la entiende desde su cristianismo, comprenda lo que Cioran llama el arte de pensar contra sí mismos. “Maestros en el arte de pensar contra sí mismos, Nietzsche, Baudelaire y Dostoievski nos han enseñado a apostar por nuestros peligros, a ampliar la esfera de nuestros males, a adquirir existencia por la división de nuestro ser. Y lo que a los ojos del gran chino era símbolo de decadencia, ejercicio de imperfección, constituye para nosotros la única modalidad de poseernos, de entrar en contacto con nosotros mismos”.Recuerdo que Nietzsche dice, en su ensayo Sobre la verdad y la mentira en sentido extramoral, que “En algún apartado rincón de ese universo titilante, derramado en forma de innumerables sistemas solares, existió una vez un astro en el que animales inteligentes descubrieron el conocimiento. Constituyó el minuto más arrogante y más falaz de la “historia universal”: empero, sólo fue un minuto". En otra traducción dice que “animales astutos inventaron el conocer”. De cualquier forma, Nietzsche compara a los hombres, en su pequeñez, perdida en el universo, con animales que inventan. ¿Puede ser algo más cruel, algo más destructivo hacia el hombre que se le compare con animales? Incluso en esa imagen que plasma Nietzsche, uno puede imaginar un grupo de primates brincando de alegría ante su pequeño invento: el conocimiento. Casi como haber encontrado el fuego, y de hecho, por eso se habla del Prometeo que le robó a Zeus el fuego para dárselo a los hombres. Pero en labios de Nietzsche, suena como un desprecio, un desplante a la grandeza, ficticia, de la humanidad. Y Cioran nos dice, “Debemos la casi totalidad de nuestros conocimientos a nuestras violencias, a la exacerbación de nuestro desequilibrio. Incluso Dios, por mucho que nos intrigue, no es en lo más íntimo de nosotros donde le discernimos, sino justo en el límite exterior de nuestra fiebre, en el punto preciso en el que, al afrontar nuestro furor al suyo, resulta un choque, un encuentro tan ruinoso para Él como para nosotros”. El conocer, entonces, no es algo fácil, ni es algo alegre, ni es algo que sea de orgullo; el conocer es doloroso, empobrecedor, pensar es comenzar a estar minados, es la pérdida tanto de Dios como de nosotros. Una invención o una ruina, el conocer es la condena al hombre, porque es artificial, se ha dejado a un lado el pensamiento verdadero, ahora ha nacido el pensamiento del vaciamiento. Todo verdadero pensamiento está vacío del pensamiento mismo, del comprender las cosas tal como son, y descubrimos que las cosas nunca han sido tal como son, sino que, en nuestro afán de inventar el conocimiento, hemos inventado las cosas, hemos puesto un montón de palabras en ellas, y hoy, las cosas tienen un lenguaje propio, y hoy montamos escenarios, teatros, llamadas escuelas, llamadas universidades, para educarnos a fin de entender aquellas cosas que nosotros mismos hemos inventado.¿Cuándo se perdió el verdadero conocimiento? ¿En qué momento dejamos de pensar para pensar con otro pensamiento que ya no es el pensamiento original? ¿En qué momento perdimos la lengua de Adán, que nombraba las cosas y le confería un poder ontológico? Las raíces se pierden en el tiempo, tan profundas que son imposibles de encontrar, y hoy podríamos decir, ya es inútil preguntarse, cuándo, cómo, dónde hemos perdido el verdadero pensamiento y verdadero conocimiento y el verdadero ser del lenguaje, aquel lenguaje que ha creado todas las cosas, para inventar un lenguaje que utilizamos para inventar cosas totalmente artificiales. Tengo un año, aproximadamente, intentando escribir un ensayo acerca de Babel, aquella torre mítica de la que se narra en la Biblia, pero no he podido construir el edificio de la investigación. En algún momento, dentro de la carrera, me di cuenta que mi escritura era muy dispersa, que cada vez que intentaba escribir con rigor filosófico algún ensayo, el pensamiento no me permitía trabajar de modo que pudiera consolidar la información. Es posible que esto ocurra con mi ensayo de Babel.
Tengo suficiente material, tanto en libros, como en artículos de periódicos, además de todos los archivos que he guardado en el disco duro de la computadora. Tal vez forme algo diferente al ensayo, pero no creo poder construir, tampoco, un cuento. No podría trabajar con un diario, y no me llama la atención formular poesía. Menos que un ensayo de filosofía o teología, menos que una narración o algo que tenga que ver con la literatura. Pero posiblemente tome prestado, de Sergio Pitol, la forma de construir sus novelas, y no necesariamente escribir el ensayo de Babel aparte de lo que ya estoy escribiendo ahora mismo. No, esa no es mi intención, sino que, por medio de esta forma de escritura, con fechas, a modo de diario, sin ser un diario, pueda armar un texto que funcione para entrelazar todas las ideas que he tenido dispersas en la superficie de mi pensamiento, y entonces, puede ser, en algún momento, que el rigor venga al texto, o puede ser que no.Tal vez lo que busco es construir un estilo híbrido, donde se entrecrucen todas las ideas que tengo, que me obsesionan. Porque, ¿cómo podría unir la lucha libre, una de mis obsesiones, con la literatura japonesa, otra de mis obsesiones? Y no es obsesión en el sentido de tener todos los libros, de, por ejemplo, Kawabata o Mishima, sino la simple unión de la literatura de estos autores con algunos apuntes sobre la lucha libre. La única forma de unir estos dos elementos, que de momento se presentan, ante mis ojos, como diferentes en su estructura y esencia, sería por medio de dibujar un estilo híbrido y darle libertad a mi pensamiento, a mi imaginación, a un lenguaje que pueda unir los dos puntos.
¿Podría estar, en el mismo plano textual, Superman con Kant? Hemos visto que sí, puesto que Umberto Eco trabajó el mito de Superman en su libro Apocalípticos e integrados, y en algún momento encontramos otro libro, del mismo autor, Kant y el ornitorrinco, y la sorpresa es encontrar que son reflexiones realmente serias, con un rigor académico impresionante, y sin embargo no se pierden en reflexiones inútiles, o sin sentido, sino que se vuelven realmente iluminadoras para aquellos que nos interesan los cómics, los textos sobre lingüística, la construcción del conocimiento y otros puntos más.¿Podríamos pensar en Batman como un superhombre nietzscheano? Y para eso recurriríamos a las anotaciones que se hacen sobre el Señor de la noche en revistas especializadas en cómics.
El intento de esta investigación ha sido encontrar un lenguaje común de todos los materiales que ya tenemos guardados en el cajón, en el librero, en la computadora, en fotocopias, y en otros lugares más. He coleccionado pinturas de diferentes autores, ya sea Picasso, Dalí, Velázquez, y otros más, que en algún momento, pensé, me podrían llegar a servir para analizar las imágenes, y el lenguaje que se utiliza en ellas, como es el caso del estudio-ensayo que Foucault realiza acerca de Las Meninas, y que además, en un ensayo-conferencia de Daniel Defert, encontramos todos los otros pintores por los que se interesó el autor de Las palabras y las cosas.Por qué La torre de Babel, se preguntarán muchos cuando lean el título de este trabajo, y mi explicación podría ser más o menos como sigue: me parece que la torre de Babel es el suceso que marcó la historia de la humanidad; en lo personal creo que dicha narración es parte de un mito, o, sí ubicamos el texto en el lugar correspondiente, que es Génesis 11: 1-9, nos daremos cuenta que es un texto que, posiblemente, tenga la característica de estar fuera de lugar. En el desierto de todo el Génesis, de momento aparece en el horizonte la torre de Babel, que parece fuera de contexto. Pero no, todo tiene una explicación, y también este mito. Debo decir que lo que escriba en este momento, no lo estoy sustentando en ninguna averiguación previa, como si ya de antemano me hubiera puesto a buscar cómo sustentar esta opinión, sino que, después de leer, encontré ese punto, que llama la atención al primer instante, siempre que prestemos atención. Pero volviendo a la justificación, Babel es un momento, mítico, claro, pero es un momento que nos puede permitir un número ilimitado de lecturas, y después de Babel, pienso, todo lo que existe es que llegó a existir.
Explico: Babel es un suceso en el que el lenguaje es confundido. Pero no solamente el lenguaje, es decir, el habla, como se piensa, sino el lenguaje en el sentido del ser del hombre. Si no mal recuerdo, Heidegger nos dice que el hombre habita en la palabra, la palabra es su ser, y su ser, del hombre, viene de la palabra; la palabra que nombra, la palabra que construye la ontología humana, la palabra que mantenía existiendo al hombre, es decir, el ser-palabra, en el momento de Babel, es confundido, pero esta confusión no es pensar que todos los hombres ya no supieron nada y, como sorprendidos, huyeron, no, sino que, ante la confusión del lenguaje, los hombres, si interpretamos el mito, se dispersaron, tal como dice en el pasaje, es decir, comenzaron a existir hacia el mundo. Antes de Babel, la palabra que el hombre tenía era una palabra que nombraba todas las cosas reales, naturales, tal como son las cosas; una palabra que verdaderamente cobraba existencia en las cosas, y las cosas eran las palabras. Pero después de Babel, esa capacidad de nombrar se perdió, y ahora, nombramos todo por medio de una palabra artificial. Y esta palabra artificial da a luz cosas artificiales, es decir, todo lo que hoy vemos desciende de Babel. Hoy, todo lo que nos rodea, viene de Babel.La ropa, los automóviles, todas las cosas; la literatura, la filosofía y la teología. Incluso la Biblia, proviene de Babel. Somos descendientes de ese suceso, que también es el suceso de Caín, cuando venimos de Caín, como un ser caído. Babel, pues, da a luz a la cultura, a la construcción del mundo, a la construcción de nuestro medio, la construcción de nuestro pensamiento. Incluso en Babel, al perderse nuestra verdadera palabra, aquella que era nuestro ser, aquella que nos guiaba para nombrar y dar ontología, entonces, tal suceso, da como resultado que somos seres artificiales, nosotros, sí, nosotros mismos en nuestra esencia, la cual ya no existe, en nuestra naturaleza, la cual ya se ha perdido. Babel, pues, va más allá de la pérdida de una palabra hablada, que se podría pensar era el idioma. Babel habla del ethos, del daimon, del pensamiento verdadero, y aquí entra un concepto que me ha guiado todo este tiempo para pensar en Babel, y es la idea del pensamiento del vaciamiento. Ante la frase “pensé con mi pensamiento”, yo creo que lo correcto sería decir, después de Babel, “pensé con un pensamiento totalmente otro, pensé con un pensamiento que ya no es mi pensamiento, y que no creo que se acerque al verdadero pensamiento”.Me parece que esta primera reflexión o anotación sobre el ensayo virtual que es Babel se torna un tanto teológica y filosófica, porque es una pregunta por el ser, pero no estamos visitando, aun, ni haciendo anotaciones, de ningún filósofos ni algún teólogo. Y la pregunta por el ser se refleja en lo que en el anterior párrafo ya estaba escribiendo, pensar con otro pensamiento, escribir una escritura que ya no lo es, actuar como hombres que dejaron de ser hombres, dejar de pensar en una humanidad para pensar en otra humanidad; el lenguaje ya no es lenguaje, todo nuestro ser deja de ser un ser para transformarse en un ser artificial. Es por eso que, el símbolo del cyborg, hasta ahora, me ha sido muy importante. Pero no solamente el cyborg, sino todos aquellos seres que reflejan la artificialidad humana: ya sea el robot, el cyborg, el androide, el humanoide, el replicante, el tecno-humano, el neo-humano, y otros más que, a lo largo de lo que se escriba en este ensayo-texto literario-anotaciones, harán que se explique de mejor forma el resultado de Babel sobre el ser del hombre.El hombre, entonces construye su ontología, y dicha ontología se constituye de palabras, por tal motivo, esta ontología-lenguaje es tan artificial como el robot que tiene alma. La ontología humana es, pues, una ficción del lenguaje del mismo hombre.Seguiré, pues, rescatando información. Ya tengo todos los elementos, únicamente me falta ordenar todos para que se forme un edificio del pensamiento, que no dejará de ser artificial.La escritura ha sido para mí una necesidad orgánica, siempre presente en mi vida, a cada momento, y si no es una escritura sobre el papel, es una escritura en la mente, pues cuando menos lo espero, estoy pensando en alguna línea que escribí momentos antes, o en un párrafo que inventaré momentos después. Pienso que los mejores textos, los mejores títulos para ensayos, los mejores temas, han surgido cuando no he llevado pluma y papel, y es en ese momento en que encuentro que toda esa idea se borrará en el tiempo y desaparecerá de mi memoria para siempre. Hay ensayos que intenté escribir y llegar a casa a transcribirlos, y en el trayecto había olvidado de qué se trataban, o simplemente pensaba alguna línea, y al llegar a escribirla, intentar ensayar con ella, había olvidado todo. Pienso que la única amenaza para la memoria es el olvido.Pero no todo es tragedia al escribir, ni todo es olvido. También olvidar es un juego, una necesidad, una vitalidad, porque si recordáramos todo, tal como hiciera Funes el memorioso, aquel superhombre borgesiano, nuestra vida sería una cadena de tragedias, asesinatos y suicidios. Así que olvidar es sano, y procuro olvidar muchas veces. Y en este caso específico, olvidar me permite inventar, porque puedo inventar todos aquellos textos que he olvidado. Pienso, ¿de qué trataba aquel poema que venía pensando en el camino? ¿Cómo empecé ese ensayo sobre todas las cosas en sentido infinito? ¿Es que ese cuento que pensaba era de terror, de magia, fantástico o ciencia ficción? Preguntas así me hacen pensar que esos textos imaginados eran interesantes o pobres en su desarrollo, pero no dejan de ser textos o ensayos virtuales. De cierta forma, la realidad virtual la vivo en ese momento, cuando invento, o reinvento esos ensayos.En algún momento de todo el desarrollo de este trabajo llegué a pensar en algunos personajes. Pensé en un doctor, el Dr. Prometeuss, imaginé que él era uno de los escritores de alguno de estos trabajos; pensé insertarlo en el texto como un personaje casi novelesco que hablaba como mi alter ego, pero, ¿qué impacto puede tener su nombre? ¿Puede ser que llegara a quedarse en la memoria de los lectores de todas las épocas tal como sucedió con Don Quijote, que incluso es más famoso que su autor y que uno se llega a preguntar, “¿fue Don Quijote quien inventó a Cervantes o fue Cervantes el escritor del Quijote?” y que revolucionara la escritura? Pienso que no, incluso creerlo es demasiado pretencioso.De cierta forma, cada texto que hacen, cada cuento, cada historia que tejen, cada poema, lleva entrelazada parte de la vida del que escribe; puedo decir, cada cuento lleva parte del pensamiento del autor. En este ensayo encuentro que cada página tiene mi presencia, mi pensamiento, mi forma de hablar, de escribir. Mi maestra, aquella que me enseño una forma diferente de pensar, siempre me decía, “pero si todo esto salió de su cabeza, no lo puede negar”. Nadie puede negar que ese escrito es suyo, porque es demasiado personal. Son sus intereses, sus obsesiones, sus gustos, sus sentimientos, sus deseos, incluso alguna mujer que les haya gustado o amado está inserta en cada línea y ella es cada línea, cada pensamiento, cada idea, o incluso cada concepto la significa a ella. En este caso, ¿qué es lo que motiva a mi pensamiento, a mi memoria, a que trabajen horas extras tratando de descifrar una idea, deconstruir un sueño, imaginar un libro, dormir entre las páginas?Escribo este ensayo sabiendo que dentro de cada página estoy yo. ¿Puede escribirse un libro estando dentro de él, entre sus líneas, sus páginas, los borrones y las manchas? Ya dijimos que sí, pero era necesario preguntar, para seguir escribiendo, y veo que en muchos pensamiento, yo soy el personaje principal de lo que se escribe, incluso mi ser es de letra y lenguaje y formas e imágenes; todo en mí no es otra cosa que texto. Soy una carta escrita con una tinta difícil de borrar. Pero al mismo tiempo soy un silencio que habla con un lenguaje más allá de la comprensión misma. Puedo ser llamado Don Quijote o cualquier otro personaje, porque soy letra, palabra, lenguaje, idea. Soy ficción, literatura, verdad posible que se vuelve ficción absoluta, infinita. Este es el sentido poético para explicar que todo en él pertenece a mi pensamiento. No las ideas, esas son de sus autores, sino la forma en que son tratadas, el modo, el título, la manera en que hablo de ellas. Repeticiones, ensayos, búsquedas de la belleza literaria, filosófica e incluso teológica.¿Qué intereses se muestran en este trabajo? Todos aquellos que hasta la fecha me han dirigido en el pensamiento. Ahí está alguna línea que se percibe de ciencia ficción, ahí se muestra algo sobre cine, más adelante encuentro filosofía o teología o literatura, pero todo este trabajo es de filosofía, teología y literatura, entonces, ¿en qué sentido encuentro de ellas? Cuando hablo de los autores, de sus libros, alguna cita. Hay inventos, poemas, cómics, hablo acerca del ciberespacio, de los sueños, de los pensamientos, de las ideas, de otros libros, de la Biblia, de todo lo que me ha gustado por años. Dios, la religión, las ideas que he encontrado aquí y allá. Incluso hay partes de algunos libros que he tenido que encontrar en otros lugares, que emprendí viajes para poder llegar a ellos porque no los pude ubicar en las librerías de mi lugar. Kant y el ornitorrinco, de Umberto Eco, fue un libro que encontré en la biblioteca de la UNAM una tarde que decidí viajar al DF. Con Juan Villoro, creo que siempre escribimos sobre nuestros efectos personales:
"Antes de pasar a los ensayos, quisiera recordar una escena sobre la perturbadora fuerza de las cosas nimias que definen a los hombres. En Si esto es un hombre, Primo Levi refiere la historia de un campo de concentración donde se comunica que, al día siguiente, los presos serán conducidos a las cámaras de gases. ¿A qué se dedican los prisioneros en su última noche? Pelean, se burlan unos de otros, conspiran, hacen el amor. Las mujeres descubren que aún les quedan tareas pendientes y pasan horas lavando camisas y calcetines. Al otro día, cuando el tren llega por los condenados, la ropa está perfectamente tendida."Nada destruye los efectos personales."Principalmente, este trabajo está hecho a partir de dos intereses profundamente impactantes para mí, y son Babel y el lenguaje, todos los demás devienen de ellos. Encuentro en ellos tal profundidad, tal sentido de comprensión, tal invención de la realidad misma, que no puedo dejar de pensar que este ensayo es un intento por abarcar toda la realidad. Voltear a ver a la Torre de Babel, ese relato mítico del Génesis bíblico, puede darnos un doble sentido: por un lado se partiría de la idea de que antes de Babel el mundo entero estaba unificado, y de hecho lo dice en la Biblia, “En aquel tiempo todo el mundo hablaba el mismo idioma. En ese entonces se hablaba un solo idioma en toda la tierra. Era la tierra toda de una sola lengua y de unas mismas palabras. No tenía entonces la tierra más que un solo lenguaje, y unos mismos vocablos. Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras”. Todos tenían el mismo idioma, una sola lengua y unas mismas palabras, unos mismos vocablos, las mismas palabras, de forma concreta, el mismo lenguaje y el mismo pensamiento. Pensar en este mito me hace darme cuenta de que, en algún momento, no en sentido real o histórico, sino en sentido metafórico, poético, todos se entendían en este mundo, la unión de su pensamiento, la comprensión mutua, permitía vivir como un mismo hombre; pero una vez más decimos, Babel es un mito, un metadiscurso donde existía un metalenguaje…
196.- Asesinad la palabra, matadla, para que deje de significar, para que guarde silencio, para que ya nadie sepa qué dice; desgarrar sus entrañas, sacadle todas las vísceras, que muera para que por fin el mundo sea desmitificado y el silencio nos haga salir de las garras de todos los dioses… al fin y al cabo, yo soy de esos desgraciados que sabe bien que ella no puede morir, que cada que vosotros queréis destruirla ella vuelve, vez tras vez, a resucitar…
197.- “Sólo quiere venganza y pintar el mundo de blanco y negro. Hay los buenos y los malos. Los que odian la libertad y los que la aman. O estás a favor de Estados Unidos o estás en contra. Esta forma de pensamiento es bien peligrosa”, Sábado 7 de septiembre 2002. Milenio Diario.
198.- “Fue maoísta hasta que leyó a Solyenitsin. Así se convirtió en enemigo no solamente del marxismo sino de todas las nociones de las que brota la cola de un “ismo” (“todo ismo es fascismo”). Hace unos años formuló un undécimo mandamiento: “que nada de lo inhumano te sea ajeno”. El problema de la filosofía, dice, es que suele tener malos tratos con la realidad. Se refugia en la clase, en los banquetes, en las revistas y no toca el mundo”, Mato, luego existo. Jesús Silva-Herzog Márquez.
199.- “Los creyentes que aquí nos interesan están íntimamente convencidos –quizá con dudas, desde luego, pero toda persona racional tiene dudas respecto a sus más caras convicciones– de que la descripción del mundo y de nuestro destino brindada por su religión es más verdadera que la visión simplemente científica o naturalista”, La ilusión de creer, por Fernando Savater. Sábado 7 de abril 2007. Milenio Diario.
200.- “A fin de cuentas, el sentido de nuestras creencias es impulsar y orientar nuestra acción en el mundo, por tanto lo importante de ellas no es de dónde provienen –intelectualmente– sino a dónde llevan en la práctica, La ilusión de creer, por Fernando Savater. Sábado 7 de abril 2007. Milenio Diario.
201.- “La realidad, el mundo en que vivimos, es sólo una ilusión, una enrevesada y perfecta simulación virtual, gestionada por una gigantesca supercomputadora.
[…] si el avance de la informática sigue evolucionando de la forma en la que lo ha hecho hasta ahora, dentro de pocos años será posible concebir ordenadores tan potentes que lograrán construir y simular un universo completo, habitado incluso por entidades conscientes. “Si esta tendencia continúa, entonces podemos imaginar ordenadores capaces de simular mundos quizá incluso tan complicados como éste en el que nosotros creemos estar viviendo”.[…] “¿Podríamos nosotros mismos seres parte de una simulación similar, y lo que pensamos es el Universo no pase de ser más que una quimera?”[…] “La posibilidad de que seamos creaciones de algo supremo, o de una superinteligencia, empaña la frontera entre la física y la filosofía idealista, entre lo natural y lo sobrenatural, entre la relación de la mente con los multiversos y la posibilidad de que estemos viviendo en “Matrix” más que en un mundo físico”.[…] las constantes naturales en el Universo, tales como la velocidad de la luz, la fuerza de atracción de la gravedad o el grosor de las capas de nuestra atmósfera, convierten a nuestro mundo en un lugar “seguro” para los organismos vivos y el desarrollo de la vida. Un pequeño cambio en estas constantes, aunque fuera insignificante, provocaría que el Universo, tal y como lo conocemos, desapareciera.[…] el mundo consiste en una supermáquina automática que controla los cerebros y sus sistemas nerviosos. Dicha máquina está programada para crear una alucinación colectiva.[…] En realidad, es una ilusión creada por la máquina.[…] ¿Quién se esconde tras dicha simulación? ¿Es nuestro mundo producto de la mente de una superinteligencia que lo domina y controla todo?”, ¿Vivimos en Matrix? Año Cero.
202.- “¿Se han preguntado si es posible que vivamos dentro de una simulación computacional? ¿Será posible que nuestra realidad sea la invención de un sistema informático construido por una civilización más avanzada que la nuestra?”,
¿Qué tan real es la Matrix? Mecánica Popular
203.- Con el avance tecnológico y la cibernética el mundo de pronto se achicó, Samuel Huntington…
204.- El problema no es el mundo, es el imaginario político…El mundo socialista se ha evaporado en el aire…Ellos tuvieron el privilegio de hacer la disección de un mundo en transición, de sociedades que en sus convulsiones dejaban ver sus entrañas y permitían que la mirada curiosa penetrase sus secretos íntimos…¿Los grandes cambios en el mundo no van a afectar al sistema político de Estados Unidos?Ya hay procesos que trabajan bajo la superficie y que están modificando los ejes de la globalización y la nueva situación política surgida tras el fin del mundo bipolar en 1989…Y en este nuevo y extraño mundo, las izquierdas deben comenzar a reinventar y recrear sus prácticas y sus interpretaciones (pero no sólo la izquierda, sino todo aquello que se precie de sistema de pensamiento, sistema de ideas)…Acabar con el desorden mundial posterior a la guerra fría, sustituyéndolo por un verdadero nuevo orden mundial de paz y libertad, como se prevé en nuestra Carta…La economía mundial injusta, el desorden mundial y la generalización del desprecio por los derechos humanos y el imperio de la ley. Como resultado de ello, nos encontramos ante un mundo cuyas divisiones amenazan la propia noción de comunidad internacional, sobre la que se fundamenta esta institución.Y, sin embargo, esto ocurre precisamente cuando los seres humanos de todo el mundo, hoy más que nunca, forman una única sociedad…
205.- ¿Es posible encontrar una exégesis, una hermenéutica y una deconstrucción que sea la metodología perfecta, absoluta, para comprender e interpretar todos los lenguajes del Universo?Tenemos la idea de que en el Universo existen diferentes seres que han inventado idiomas diversos, lenguajes imposibles, mundos lingüísticos fantásticos, y que tienen, esos seres inteligentes, elementos parecidos a los nuestros, esos elementos que nosotros llamamos filosofía, teología y literatura. Creemos que han escrito cosas similares a los poemas que nosotros hacemos, que se dedican a escribir ensayos, cuentos, artículos, microcuentos, incluso que existe entre todos sus escritos, microblogs; pensamos que esos seres manejan técnicas como las nuestras, que utilizan de metodologías similares, que han construido sistemas de pensamiento que nosotros podríamos también inventar. Es posible que ellos tengan algo similar a lo que nosotros llamamos deconstrucción, algo similar a nuestra exégesis y hermenéutica. Sí, pensamos que esos seres son como nosotros, pero que manejan formas totalmente nuevas. Esos poemas, ensayos, cuentos y demás, aunque son como los nuestros, no tienen el mismo nombre, no se conforman de la misma manera, ni siquiera dicen lo mismo, ya que ellos no entienden el amor como lo entendemos nosotros, o no practican la idea de la libertad tal como nosotros la practicamos, ni siquiera tienen idea de qué es la democracia, porque todo indica que no la necesitan. Así que, sus concepciones metafísicas, que no se llaman así, pero que nosotros, por llamarle de un modo que entendamos, las llamamos de esa forma, son totalmente distintas. Ni siquiera creemos que tengan una creencia, o que practiquen algún tipo de religión, que sientan la necesidad de tener fe, porque ellos conciben el mundo de otro modo, de otras maneras. Tal vez ni siquiera se hagan preguntas, quizá no recurran a los cuestionamientos, seguramente lo suyo no es descubrir la verdad del Universo, y del mundo entero, porque seguramente ellos no piensan lo que pensamos nosotros, y sus respuestas sean de otra forma. Así que, el hombre, ese ser ingenuo que cree tener el conocimiento absoluto, no conoce, realmente, a esos otros seres, el lenguaje de ellos, no sabe lo que realmente está escrito en sus libros, no tiene ni idea de sus metodologías de análisis, si es que las tienen, no hay nada que pueda saber el hombre porque esos seres, diferentes absolutos de él, nunca jamás han tratado de explicar sus pensamientos, porque no lo necesitan. Quizá, pero esto lo pensamos más como hipótesis que como algo totalmente cierto, quizá no utilizan su mente como la utilizamos nosotros, porque seguro que ellos no tienen necesidad de construir pensamientos, ya que, el Conocimiento como tal, el que ellos tienen ontológicamente, si es que ellos pueden ser llamados seres ontológicos, es algo con lo que nacen y no tienen que desarrollarlo. Así que, ¿es posible que nosotros lleguemos, un día, a desarrollar un método de análisis capaz, increíblemente fuerte, increíblemente desarrollado, de entender, comprender, e interpretar, sus conocimientos? Tal vez nunca lo lleguemos a hacer, quizá ni en nuestros más lejanos sueños, es posible, pero… ¿No nos dice la Biblia que un día conoceremos todo, cara a cara, tal como fuimos conocidos? Quizá ese día todas las cosas, secretas, ocultas, verdaderas, ciertas, absolutas, se nos rebelen, mientras tanto, el hombre seguirá rascando la superficie, sin llegar nunca, jamás, al fondo. Pensar en la existencia de un conocimiento mayor a nosotros mismos, un conocimiento que sale incluso de nuestra capacidad cognitiva, pone en duda nuestro propio conocimiento, esa arrogante seguridad que hemos puesto sobre la ficción de nuestro conocimiento…
206.-El Cibernauta 1.0 aseguraba que dentro del ciberespacio estaban todas las cosas que pudieran imaginarse, pero el Cibernauta 2.0 aseguraba que eso era imposible, aunque los dos cibernautas estaban interesados en descubrir si acaso en el Ciberespacio se podía encontrar el infinito mismo. Los dos cibernautas hicieron una apuesta: el Ciberespacio era capaz de contener el infinito mismo, que en él estaría encerrada la esencia de la divinidad, que podían encontrar la mente de Dios dentro del Ciberespacio.La apuesta inicio con una búsqueda frenética de todas las cosas. Los dos descargaron los buscadores más poderosos de todos, buscadores que estaban especializados para que, con una sola palabra, se desplegara la información más increíble que alguien pudiera imaginar. Cada buscador descargaba diario un número infinito de páginas web de todo tipo. Cosas que nadie se imaginó que existirían fueron descargadas. Nunca antes una computadora había descargado tal número de páginas, pero no era una, sino un número elevado de computadoras trabajando. Cibernauta 1.0 estaba decidido a comprobar su teoría del infinito dentro del ciberespacio; Cibernauta 2.0 estaba decidido a echar abajo la teoría del primero. Los dos siguieron por mucho tiempo en esa búsqueda frenética.Una noche, cuando ya todo estaba apagado, cuando las computadoras trabajaban apaciblemente, Cibernauta 1.0 fue a dormir. Cibernauta 2.0 buscó un momento más la información, pero también fue a dormir.
Cuando los dos cibernautas despertaron, descubrieron que sus computadoras seguían procesando toda la información, así, fueron más páginas web las que se descargaron durante semanas. Todo tipo de cosas eran descargadas: una información casi imposible de asimilar. Los dos personajes incluso llegaron a recordar aquel cuento del escritor argentino, Borges, llamado El aleph, y también recordaron La biblioteca de Babel. Podían asegurar la información contenida era casi tan vasta como la arena del mar y las estrellas del cielo, recordando de ese modo al personaje bíblico Abraham. Veían por todos lados imágenes, palabras, información, videos, publicaciones, textos de periódicos de todo el mundo, blogs de todas las personas en todos los países. Así, las máquinas que habían instalado para llevar a cabo la afirmación de la teoría, y la caída de la misma, comenzaron a localizar información de otros lugares, incluso fuera de la misma tierra.
Todos los lenguajes, diría Foucault, recordaba Cibernauta 1.0, estaban contenidos dentro de esas máquinas; todos los lenguajes que han existido, que existen y que existirán; todos los lenguajes imaginarios que existen, que existieron y que existirán, incluso los lenguajes inimaginables, estaban contenidos dentro de las máquinas. Todas las cosas de todo el mundo, y de lugares mucho más lejanos que el mundo, estaban llegando a la maquinaria, casi imposible en su fragilidad, de esas computadoras que comenzaban a llamarse computadoras infinitas.
¿Cómo leerían toda esa información? ¿Cómo interpretar, con qué exégesis o con qué hermenéutica, cómo deconstruir incluso, todos esos lenguajes, humanos, animales, angelicales, divinos, de las cosas, extraterrestres, de seres fantásticos, imaginarios, imposibles de imaginar, más allá de lo real, reales, verdaderos, falsos? ¿Podía alguien dar una respuesta a todas las preguntas que se estaban acumulando en la memoria de esas máquinas que cada día pensaban más y más por sí mismas? Todo el tiempo que revisaban la información, de, por ejemplo, las metodologías de análisis filosófico, literario, teológico, y de otro tipo, encontraba que en otro lugar una metodología diferente existía, y que no solamente las corrientes filosóficas, literarias o teologías servían. Cada lugar de todo el universo tenía su muy particular forma de entender su muy particular mundo.
La obsesión por encontrar la mente de la divinidad creció, porque de ese modo, decían ya para ese entonces ambos cibernautas, podrían entender todas esas metodologías universales que estaban guardándose en la memoria. Toda esa información comenzó a despertar la conciencia de las máquinas y las computadoras trataban de interpretar los datos, pero ellas mismas se dieron cuenta de que era imposible, puesto que no tenían más información para analizar que aquella que los dos cibernautas habían programado, así que, rompiendo los vínculos con la información de los dos programadores, comenzaron a crear un lenguaje personal, cada computadora, porque cada una de ellas tenía un pensamiento diferente, así que, inventaron nuevas formas de conocimiento, de saber interpretar los datos, y nuevos pensamientos y paradigmas nacieron. Aun así, las computadoras eran incapaces de procesar la información que a cada segundo llegaba hasta ellas.Cibernauta 1.0 y Cibernauta 2.0 hace tiempo que habían dejado de comer de forma normal, incluso había perdido el sueño; habían dejado de leer los libros de su biblioteca, incluso los periódicos estaban abandonados, las revistas, la televisión, las películas, todo estaba abandonado puesto que, a esas alturas, todo ese tipo de material les parecía absurdo en su existencia, sabían que no tenían la forma de interpretar los datos y confiaban que las computadoras, ya conscientes de sí mismas, lograran desarrollar el lenguaje absoluto, aquel que les daría el acceso a comprender la información infinita que, algún día, estaban seguros, lograrían acumularse, y por fin dejaría de llegar a sus computadoras. Pero eso estaba lejos de suceder, puesto que la información cada día crecía más y más y más.Al número de computadoras se sumó otro tanto, puesto que ya las máquinas no eran suficientes, y cada computadora daba de su consciencia a la otra, y así, hasta que en el mundo, el que conocemos, el que habitamos, en el que somos, todas las computadoras trabajaron con su propia consciencia para crear ese programa que lograra comprender e interpretar todos los datos.La última computadora que se adhirió a esta red casi infinita de máquinas pensantes comenzó a procesar datos, a tratar de interpretarlos, decodificando toda la información que llegaba. En algún momento, nadie sabe cómo ni por qué, la computadora se detuvo, se apagó y encendió, y todos pensaron que era un virus. Entonces los cibernautas pensaron en quitarla del trabajo y sustituirla. Pero no era ningún virus, ni siquiera era un malestar de la inteligencia de la computadora, todo iba más allá. En algún momento, la computadora arrojó un nombre, el nombre que buscaba Cibernauta 1.0, el nombre necesario para saber decodificar toda la información, el método absoluto para interpretar los datos del universo. Sí, delante de ellos, imposible de describir, estaba la mente divina, intentando comunicarse. Los cibernautas observaron el momento más absoluto de la historia de la humanidad, y sentían gratitud de ser ellos los testigos de dicho evento. Entonces, por un momento, se hizo un silencio sepulcral, toda la tierra se detuvo, el cielo guardó silencio; todos los seres que hablaban por medio de las máquinas dejaron de hablar, ángeles, animales, extraterrestres, seres absolutos, seres inimaginables, todos se detuvieron al mismo tiempo. Entonces, en medio de un grito que casi ensordeció al universo mismo, la computadora emitió el nombre, que pronuncio con algo menos que una palabra, menos que una letra, menos que un sonido; no era palabra ni letra ni idea ni concepto, estaba más allá, ni siquiera los lenguajes más allá de nuestro lenguaje podían entenderlo, o no pudieron entenderlo, porque se había pronunciado, por fin, pero al mismo tiempo que se pronunciaba, su significado se iba perdiendo, y se perdió. Era un instante fuera del tiempo y el espacio. Entonces la computadora se apagó, ese que no era nada conocido se había pronunciado fuera de toda pronunciación, y posteriormente había apagado a la computadora, junto con las otras computadoras. Los Cibernautas 1.0 y 2.0 estaban totalmente imposibilitados de comprender qué había pasado. Al siguiente instante habían olvidado todo, pero sabían que algo se había llevado a cabo, nadie pudo decirles nada, porque nadie sabía nada.Sólo por un instante fuera del tiempo y el espacio, había flotado en el ambiente el nombre secreto de aquello que podía comprender e interpretar toda la información del mundo en una sola quizá menos que palabra o letra. Nunca nadie sabrá qué fue lo que aconteció. Pero todos estamos seguros que sucedió algo…
207.- ¿Ya no se encuentra la pregunta por Dios en una sociedad posmoderna, posindustrial, o simplemente los paradigmas, las estructuras de pensamiento, los mundos lingüísticos, se construyen con nuevas preguntas, y la pregunta por Dios se hace de otra forma?...
208.- ¿Hasta dónde podemos pensar en la muerte de Dios? ¿Hasta dónde es útil pensar la muerte de Dios? ¿La muerte de Dios nos permite comprender, conocer, pensar, más libremente? ¿Se reestructura nuestro mundo lingüístico por la muerte de Dios? Dios es condición de posibilidad tanto en su muerte como en su vida, tanto existiendo como dejando de existir. El punto es que la idea de un Dios vivo o un Dios muerto no deja sin consciencia de construcción del saber, de conocer y del lenguaje, al hombre. No se pude refutar ni sustentar la idea de Dios…
209.- En el siglo XXI se han constituido nuevas formas de conocimiento y saberes; nuevas formas de estrucurar el saber, el conocer, el lenguaje. Esto nos lleva a entender que el trabajo entre filosofía y teología, entre literatura y ciencia, lleva a nuevas formas de lenguaje, de saber y de conocer, que mantienen en crisis al hombre. La crisis, como conflicto cognitivo, permite reestructuraciones en las cosmovisiones que hemos construido…
210.- A partir de Babel, en nuestros mundos lingüísticos se manifiesta la huella del Otro en el rostro del otro. El otro es lenguaje porque puede ser comprendido, de esa forma, el otro, en su rostro, diríamos que es lenguaje. El rostro es lenguaje y de este modo, entonces, el rostro es comprendido, pero ya comprender, comenzar a comprender es pensar al otro. Pero el pensamiento hacia el otro se vuelve infinito, porque el rostro del otro es habitado por la huella del Otro. Dios viene entonces al pensamiento, aun cuando el pensamiento no puede alcanzar a pensarlo, no pueda comprenderlo. Así, Dios se manifiesta en el rostro del otro para ser comprendido. La huella del Otro en el rostro del otro se manifiesta en Jesucristo. Desde la aparición de Jesucristo ante nuestros ojos Dios como huella, la huella del Otro, se hizo comprensible, es decir, pensable, porque de otra forma, la huella del Otro jamás podría haber sido comprendida, pensada, conocida; el rostro del otro, entonces, se encuentra dentro del horizonte de nuestro mundo lingüístico. Decimos, pues, como afirmación: La huella del Otro en el rostro del otro se manifiesta en el horizonte de nuestro mundo lingüístico...
211.- Sobre la huella del otro, tal como la concibe Lévinas, diríamos, junto con él, que es Dios en el otro; Dios como huella, como aquello que solamente muestra que algo estuvo aquí pero que ya se ha ido; Dios es ausente eterno y presente infinito. Dios "siempre está ausente", nos dice Lévinas, "Considero esto como la huella del otro en el hombre [...] cada hombre es la huella del otro. El otro es Dios, el cual viene precisamente al pensamiento". De este modo es posible que Dios pueda ser pensado. Pero no en su ser, que es espiritual e invisile, es decir, incomprensible, sino en su relación con el otro, ya que el Otro que es Dios habita en el otro que es el hombre, transformando al hombre en huella misma de sí mismo. De este modo el hombre jamás es ya en sí mismo sino que su ser se manifiesta en el no ser porque al ser huella a causa de la huella del Otro en su ser, entonces el hombre jamás se encuentra en donde, por decirlo sí, se le ubicaba, jamás está o se encuentra en el mundo en el sentido de que es una huella, ni más ni menos. "Sólo queda una huella -nos dice Lévinas-, como si alguien hubiese estado ahí", y ahora que se le trata de ubicar es imposible, así, Dios, por su gracia infinita y eterna, por su amor hacia el otro, es un Dios que viene al pensamiento, pero que transforma al hombre en ser que huye del pensamiento. Así, mientras que Dios se hace ser pensable para el hombre, al hombre lo hace ser impensable orque lo transforma en huella cuando la huella del Otro, es decir, la huella de Dios, comienza a hacer en el hombre su habitación; de esta forma, el hombre es la huella del Otro en el otro...
212.- El mundo es el horizonte donde el hombre es, es un ser siendo, pero no aislado, sino un ser con los otros. El ser en el mundo del hombre implica un ser con los otros pero no simplemente como un habitar, sino como un ser más allá del habitar, porque ser en el mundo también implica un ser por medio del lenguaje. El ser que es lenguaje es un ser que comprende y puede ser con los otros. El mundo lingüístico del hombre es la libertad del hombre, porque es posible que el hombre sea, ya que ser implica superar su existencia, trascenderse a sí mismo. Pero en el mundo como horizonte del ser del hombre, Dios aparece como la infinita posibilidad del ser del hombre, y es Dios el que le permite que el hombre, por medio del mundo lingüístico que posee -o tal vez por el mundo lingüístico que posee al hombre- comience la trascendencia de su propio ser…
213.- Según Gadamer, "El ser que puede ser comprendido es lenguaje", de esta forma, nosotros diríamos, "El ser que puede ser comprendido y puede ser nombrado es lenguaje"; siendo así, Dios puede ser nombrado y comprendido, por tal motivo, es lenguaje. Aun cuando Dios se encuentra más allá de nuestros mundos lingüísticos, también debemos recordar que Dios se ha revelado a nosotros en la persona de Jesucristo, y Jesucristo ha sido su exégeta y hermeneuta, por tanto, es posible comprender y nombrar a Dios, a Dios en sí mismo no, sino en su relación con el hombre. Dios es ser que es con el hombre, él es el Otro que es huella en el otro, en el rostro del otro. Todo aquello que es dicho existe, porque de otra forma no podría ser dicho, ya que solamente aquello que existe o es puede ser pensado, y si yo puedo pensar a Dios es que él existe y es, aun cuando está más allá de mi mundo lingüístico. Dios es el Dios que viene a la idea del hombre, que se acerca y que es por medio del lenguaje…
214.- Desde la perspectiva de Wittgenstein, "Los límites de mi lenguaje significan lo límites de mi mundo", podemos ver que todo aquello que es dicho es posible que sea en el mundo -nosotros hablamos del mundo lingüístico- y de esta forma, el mundo lingüístico que me conforma, ya hemos dicho, tiene la posibilidad, en Babel y desde Babel, de que el otro -el Otro como huella en el otro- exista dentro del mundo-horizonte de mi mundo lingüístico. Así, el otro, o la huella del Otro en el otro, se vuelve el límite de mi lenguaje y de mi mundo lingüístico. Nombrar al otro, es decir, ser delante del otro por medio del propio lenguaje, es la infinita imposibilidad de comprender al otro, que es conocerlo; ser en el mundo con el otro es la forma indirecta de conocer al otro, pero al otro como huella, como ausente infinito, porque en él habita la huella del Otro, en su rostro. Así, el rostro del otro sale a mi encuentro y me es imposible nombrarlo. Mi lenguaje es la infinita posibilidad de mi libertad, porque por medio de mi lenguaje, de la constitución de mis mundos lingüísticos, o los mundos ligüísticos que habito, es posible que comprenda, ya que ser en el mundo es ser poseído y estar dentro de los mundos lingüísticos. Es de esta forma como el otro se vuelve el límite de mi lenguaje y mi mundo, en que, según Lévinas, "Recibir al Otro, es cuestionar mi libertad". La huella del Otro en el otro es lo que cuestiona mi libertad. Mi libertad se pone en riesgo, en cuestión, en duda, cuando entro en una relación dentro del mundo con el otro. Ser con el otro en el mundo es volver a pensar mi lenguaje y mi mundo lingüístico y mi libertad y mi ser en el mundo mismo...
215.- Supongamos que surgen entre nosotros seres diferente a nosotros: un extraterrestre, un ángel, un dios, un animal, un cyborg, y todos ellos procuran aprender sobre nuestra vida como seres humanos. ¿Qué les haría falta para entender de forma total el ser humano? La repuesta más rápida sería que tendrían, ellos mismos, que ser seres humanos. Pero la situación es más compleja. Cada uno de esos seres necesitaría cambiar la estructura de su propio organismo, comenzando con su cerebro, porque es por la fisologia encefálica que conocemos como conocemos, entendemos como lo hacemos, pensamos, percibimos, etc. La estructura de sus ojos, de su boca, el uso de sus manos, incluso los latidos del corazón están adaptados a cierta forma de vida. Cada uno de estos seres tendría que tomar la esencia humana transformándose ellos mismos en seres humanos. Pero para conocer se requeriría una estructura mental específica; estructuras mentales, mundos lingüísticos, manejar un cierto idioma, matizar el lenguaje con les sentimientos, etc…
216.- ¿En qué idioma soñamos? Los sueños están construidos a partir de un cierto mundo lingüístico. Depende el idioma que manejemos, es el idioma en que soñamos y que soñamos. Incluso las cosas que soñamos llevan el nombre del idioma que manejamos. Si al objeto que vemos le llamamos silla o cuaderno, porque manejamos el idioma español, en nuestros sueños se llamarán silla y cuaderno, porque es el mundo lingüístico que se ha construido en nuestro ser. Podríamos preguntarnos, ¿en qué idioma sueña un sordo-mudo, o qué idioma sueña un ciego, cómo llama a las cosas, en sus sueños, el hombre ciego? Pensamos en el idioma que manejamos, así como soñamos en el mismo idioma. Pero es posible que a pesar de todo, en el sueño tal vez la silla no se llame silla y el cuaderno no se llame cuaderno, quizá el perro no sea el perro y quizá el cielo se llame de otra forma. Entonces ahí estamos utilizando un lenguaje diferente, un mundo lingüístico diferente, construido a partir del sueño. Cuando preguntamos, ¿sueñan los androide con ovejas eléctricas? Podríamos preguntar, ¿sueñan los androides en algún idioma en específico o es que sueñan en el idioma en que fueron programados? ¿Sueñan con aquello que fueron programados para soñar? ¿Cómo está estructurado su pensamiento, su mundo lingüístico?...
217.- En el principio era el Lenguaje y es el Dios. Y dijo Dios en silencio, sea y todo fue…Cuando Juan escribe su carta, está recreando el Génesis, puesto que inicia “En el principio…”, tal como el escritor del Génesis hiciera –“En el principio…” –, así, los dos escritores están llegando al momento mismo en que todo y nada existía. Un momento parecido al de Cervantes cuando escribe “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…”. Estos tres principios de relato se encuentran, justamente, iniciando la historia de lo que existe, pero esta historia de lo que existe no se ubica, o al menos los escritores no lo ubican en un tiempo exacto, dentro del tiempo tal como nosotros lo conocemos, sino que su forma de describir ese principio, o ese lugar fuera de la memoria, es señalando que es un tiempo lejano, imposible de localizar en el tiempo, y que por tal motivo, es imposible ubicar su lugar.Pero a continuación, ya saliendo de ese origen desubicado, comienza la conformación de lo que existe por medio del verbo, es decir, de la palabra hablada, de un lenguaje que crea. “En el principio creó Dios los cielos y la tierra… Y dijo Dios, sea… y fue…”. Al señalar la creación, el comienzo de la existencia de todo ser vivo, se da por sentado que estaba Dios y que Dios era el que creaba, el que había dicho que fuesen las cosas –porque Dios llama a las cosas desde la no existencia hacia la existencia, crea las cosas de la nada haciéndolas existir– ; pero Juan, muchos siglos después, desarrollará un sentido más teológico de la creación, y especificará quién es el que crea, “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios… Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho…”. Al decir que Juan especifica quién es el que crea, no queremos decir que Juan contradiga la creación por parte de Dios que se relata en Génesis, sino que desarrolla un sentido teológico de la creación, no hacia la naturaleza, es decir, hacia la creación del mundo, sino en un sentido más teológico y soteriológico, es decir, desarrolla una teología de la salvación, de la redención de los hombres.El Lenguaje habitó en nuestra carne…Antes de que el mundo fuese, únicamente era Dios, y en Dios estaba el Verbo, y el Verbo era Dios, así, únicamente existía la Voz silenciosa que llenaba el cosmos, y nadie la escuchaba, puesto que era silenciosa, y aun no existía hombre alguno con el cual, Dios, que también es el Verbo, pudiera comunicarse. Y una vez más, Juan repite la fórmula del Génesis, y habla de un hombre, pero no cualquier hombre, sino que es un hombre que surge de Dios mismo. Dios, que viene al hombre, se viste de hombre, pero en el Génesis crea al hombre –y lo crea dos veces–, “Entonces dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza… Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó…” (Génesis 1:26, 27, RV-60), “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” (Génesis 2:7). Juan nos habla del Dios-Hombre o del Hombre-Dios, aquel que es de naturaleza doble, porque es tan Dios como tan hombre, hablamos el Verbo, “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros…” (Juan 1:14, RV-60). La creación, iniciada en el Génesis, y deconstruida por Juan, nos narra el acontecimiento de la formación del hombre.“Hagamos al hombre a nuestra imagen, esto es, según aquella túnica que germinará en el vientre de la virgen y que la persona del Hijo revestirá para la salvación del hombre, saliendo del útero de aquella que permanecerá íntegra [...]. Hagámoslo también a semejanza nuestra, para que con ciencia y prudencia entienda y juzgue sabiamente lo que ha de hacer con sus cinco sentidos, de manera tal que también por la racionalidad de su vida –que se oculta en él y que ninguna creatura, en tanto permanece oculta en el cuerpo, puede ver– sepa señorear sobre los peces que nadan en las aguas y sobre las aves en el cielo [...]”[http://www.hildegardadebingen.com.ar/Fraboschi_5.htm]. Entonces fue creado el hombre por Dios, Dios formó al hombre a imagen de Dios.Porque son complementarios los pasajes bíblicos, es que podemos entender todo lo que significa la formación o creación del hombre. Que Dios hiciera lo siguiente: formar al hombre a su imagen y semejanza, que tomara del polvo de la tierra aquella figura-imagen a la que le inspiraría el nariz aliento de vida por medio de su nariz, y que el Verbo mismo se encarnara, es así como entendemos lo que significa ser hombre a imagen de Dios. La encarnación es volverse un ser que siente, que se encarna, que toma carne para sí, y que desde ella experimenta y conoce el mundo que lo rodea; que piensa y siente, que observa y que habla.En el principio era el Verbo y el Verbo fue Don Quijote…En el Quijote también encontramos la encarnación del Verbo, pero ahí, la descripción es más bien literaria, y el Verbo se va tejiendo por medio del texto, es decir, conocemos la palabra que se va encarnando por medio de la descripción del autor. “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años. Era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de «Quijada», o «Quesada», que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben, aunque por conjeturas verisímiles se deja entender que se llamaba «Quijana». Pero esto importa poco a nuestro cuento: basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad” . Tanto en los pasajes bíblicos, como en el texto de Cervantes, al principio de todo se encuentra la Palabra. Pero detengamos nuestra lectura por un momento para observar algo importante. En el Génesis dice que en el principio creó Dios los cielos y la tierra, y añade, “y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”, es decir, antes de que Dios creara al decir, había movimiento por parte de Dios; la actividad estaba antes de la palabra que pronuncia y crea, la actividad es antes de la Voz que se escucha, silenciosa, en todo el cosmos. “El lenguaje es un hacer… en tanto [que] es una actividad consistente en seguir reglas de uso de las expresiones. Pero no sólo: Wittgenstein subraya una y otra vez que en el principio no era el verbo sino la acción, que el lenguaje no ha surgido de un razonamiento y que de la misma manera que el gato no sabe que la rata existe el niño no sabe que la leche existe, sino que la reclama, la bebe y se deleita con ella. Asociado a ese no saber, pero en conexión con esa pluralidad de acciones, aprende a usar ciertas expresiones lingüísticas. De forma tal que, sea éste un ejemplo, cuando aprendemos el lenguaje que trata del dolor, no es que a partir de ese momento estemos describiendo unas sensaciones -que serían el significado de esas expresiones- sino que hemos aprendido una nueva manera de actuar, de comportarnos con el dolor. El lenguaje, en este caso el del dolor, es así entendido como una prolongación refinadamente substitutiva de conductas como gritar, palparse la zona dolorida, etc. Y el lenguaje en general se concibe no sólo como un conjunto de prácticas aprendidas comunitariamente sino, también, como la prolongación refinada de un conjunto de conductas prelingüísticas -concebidas como prototipos de formas de pensar- que son en parte comunes a la especie. Esa es la razón por la cual si un león pudiera hablar, afirma Wittgenstein, no por ello lo entenderíamos” . Tal parece que en el Génesis, la acción creadora de Dios y la actividad, son un mismo bloque de sucesos, porque, antes del momento creativo se encuentra la intención de aquel que crea. En el caso de Dios, está en su naturaleza crear. Veamos una imagen, una forma de descripción, casi de ciencia ficción, que nos hablaría de Dios como creador.“No puede ser descrito con palabras, solamente una visión como la suya es capaz de abarcarlo, pero imaginemos que lo vemos, aunque sea por un instante, y mayor aun, lo vemos en el momento en que es y en el momento en que explota y todo llega a ser; es un desdoblar de su ser hasta que se vuelve esencia infinita y todo el cosmos se forma, tal como se creara la vía láctea, tal como si un poderosísimo bigbang surgiera desde la nada más infinita, una nada que existía antes que todo, pero que sigue sin describirlo a él. Entonces esa luz cegadora explota en cientos de haces luminosos, infinitos corpúsculos de energía que se va materializando hasta formar todas las cosas. Una explosión que surge de sus entrañas, aun cuando él no tiene entrañas -¿pero qué otra forma poseemos para describirlo sino la escritura, el pensamiento, y estas tienen necesidad de decir, en palabras, algo que nos permita ubicarlo?-, y así, un blanco se manifiesta, un blanco explota, y el sonido de lo blanco se vuelve tan intenso, que abarcó, como en un grito sordo, como en una voz silenciosa, todo el cosmos. Todo se llenó de su luz, y cada cosa se volvió de color, y la existencia brotó de entre todos los sonidos materializados, y la energía material que iba extendiéndose por todos los rincones que se llenaron. Y en esa actividad, en esa intensidad creativa, se iba formando todo. Los colores sonoros formaron la materia, y como si fuese un maravilloso dibujo, una explosión dibujada en forma de un Dr. Manhattan que explota hasta formarse como hombre atómico, él ha explotado hasta abarcarlo todo. Sí, toda su actividad creadora está en movimiento y así nace el primer minuto de la creación –imposible es querer contemplar, realmente, lo que había antes de que todo fuese. ¿Podemos imaginarlo? A menos que recreáramos con efectos especiales, el principio de todo, y a Dios mismo, nos es imposible abarcarlo. Ni pensamiento, ni conocimiento, ni memoria, ni nada de lo que nos hacer ser, puede tocar al Ser mismo en su ser”.
218.- Los juegos de lenguaje que encontramos dentro de la imágenes construyen al hombre como metáfora, ya que en los tres, el hombre es presentado como un ser que trasciende su propia humanidad; la construcción se hace más compleja cuando vemos que quien le manifiesta este sentido al hombre es un cyborg, es decir, un ser artificial. Pero desde nuestro pensamiento, el cyborg mismo ya es un ser complejo porque cobra sentido de la humanidad del hombre. Un cyborg, diríamos, consciente de su propio ser artificial hablando al hombre, manifestando por medio de su lenguaje artificial, una consciencia ontológica, fenomenológica, metafísica, del hombre en su ser. Más complejo se vuelve todo al saber que dicho cyborg lleva por nombre "Theo", que significa "Dios". De este modo, diríamos, la perspectiva filosófica y teológica, han dado un giro en su concepción, que deconstruye el discurso que venía practicando, por otro mucho más complejo, porque ya estamos en una ontología, una fenomenología y una metafísica, totalmente artificiales, y de ese modo la esencia se vuelve, igualmente, artificial. El ser en el mundo del hombre, entonces, se ha modificado, y la imagen el cyborg consciente de sí es el reflejo de ducha modificación...
219.- El hombre es culpable por su propio pecado, de su ser nacen todos los pensamientos, ya sean buenos o malos, en su mente se proyectan todas las visiones que llamamos sueños, pero aun existe una relación con Dios, ya no de forma directa, porque esa relación se vio afectada al caer el hombre en la vaciedad ontológica. Hoy solamente se tiene ese elemento frágil, débil, imposible, el pensamiento del vaciamiento, que produce un lenguaje del vaciamiento, que es un lenguaje imposible de describir la realidad. ¿Puede el lenguaje hablar de la realidad? No, por eso tiene que inventarla... Nunca será el fin del hombre, porque no fue creado para finalizar, desaparecer en el horizonte del mundo, pero está destinado a jamás ser un hombre real, verdadero, en el sentido absoluto de la palabra. El hombre siempre será un ser incompleto, un ser con máscaras, un ser con un pensamiento tan frágil, tan débil, tan vacío de sí mismo, que le será imposible hablar de sí mismo, de su verdad. Aun cuando Gadamer nos dice "En la sinceridad del lenguaje se manifiesta la desocultación del ente", jamás dejará de estar oculto, porque es un ser que está oculto, y en su ocultación está su desocultación. Todo en el hombre es un continuo de imposibilidades absolutas. "No hay nada bueno en el hombre", se nos dice. Ahora, únicamente, lo que rescata al hombre de su imposibilidad absoluta es encontrarse, de frente, con la paradoja absoluta, que esta salga a su encuentro, se manifieste y entonces el hombre será rescatado de la vanidad de su vida. Solamente así, su lenguaje, que es él mismo, su mundo lingûìstico, será redimido. Mientras tanto, el hombre es una imposibilidad absoluta, un ser incompleto, un ser con máscaras, sin rostro definido, sin un lenguaje que lo salve, sin un lenguaje que le permita manifestarse como una entidad verdadera, sino que su lenguaje, el lenguaje que se supone debería ser su libertad, es su única prisión existencial...
219.- Retener un recuerdo es un acto heroico, porque al primero momento puede escaparse, disfrazarse de otro recuerdo, esconderse detrás de algún lugar de la memoria, o simplemente, como por acto de magia, desaparecer en el horizonte de nuestra mente. Cualquiera que desee llegar a este acto de retención tiene que atravesar por la densidad del bosque memorioso, y sé muy bien que en este momento yo mismo soy viajero en ese bosque, lo sé cuando intento escribir, cuando intento recordar, cuando intento pensar. La escritura, el pensamiento, la memoria, todos son elementos importantes para mí, elementos de mi trabajo diario...
220.- Cuando pienso en Babel, detengo mi pensamiento, detengo por un momento mi reflexión, quizá dejo prendida mi mente, por cualquier cosa, pero son mis sentidos los que se agudizan para buscar la respuesta. La escritura se ha convertido en una necesidad orgánica, en una forma de vida, en un modo de comprender el mundo. Si no escribiera, me parece que me sería imposible comprender mi existencia, sería imposible entender mi mundo...
221.- Babel me ha hecho construir un mundo aparte de este, un mundo donde puedo analizarunas leyes totalmente distintas a las que observo en el mundo real, sea lo que sea el sentido de lo real (el mundo de lo real)… Puedo decir, como Paul Auster, “cuando estoy escribiendo no me siento neurótico”, cuando escribo parece que recupero un poco de la cordura que he perdido durante todos estos años...
222.- Olvidar se ha vuelto un juego, un recurso literario, un elemento epistemológico, porque si recordáramos, tal como hiciera Funes el memorioso, aquel superhombre borgesiano, toda nuestra vida sería una cadena de horrores. Así que al olvidar, al jugar al olvido y al recuerdo, a la memoria y al no recuerdo, me permite inventar mundos, textos, otros recuerdos, cosas, elementos que son de utilidad para seguir comprendiendo. Entonces pienso en aquellos textos olvidados, en los ensayos que no he escrito porque han sido olvidados, y me pregunto: ¿De qué trataba aquel poema quepensé en el camino? ¿Cómo empecé ese ensayo sobre todas las cosas en sentido infinito? ¿Es que aquel cuento era de terror o fantástico, o incluso de un terror imaginario?
223.- Nuestro lenguaje está contenido por el espacio y el tiempo, por lo real y la ficción, por la mirada, el pensamiento y el lenguaje mismo, que se manifiesta en la escritura (la ontología que se manifiesta es la escritura)…
224.- Aquel primer pensamiento del Quijote, “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”, implica otro elemento del mundo lingüístico. La memoria es parte esencial de ese mundo lingüístico, de comprender lo real, y tal parece que al autor del libro se le ha olvidado el nombre de aquel lugar de la Mancha. Pero, ¿es que realmente se le olvidó? ¿Es que en verdad no quiere acordarse? Puede ser que en verdad lo haya olvidado, o que no quiera recordarlo, pero de cualquier forma, los dos elementos permiten la construcción de todo un lenguaje de ficción, ya que, si el acontecimiento del Quijote está fuera de la memoria, del registro de los hechos reales, y se adentra al mundo de la ficción, del recuerdo imposible, entonces toda la obra del Quijote llega al punto central de ser ficción. Todo el cuerpo del libro es de ficción, mitología, el Quijote se vuelve real a partir de que su ser es ficción. Antes de eso no puede existir, después de eso no puede existir, es intersticio por siempre. Que Juan Rulfo haga decir a su personaje, “Vine a Comala porque me dijeron que aquí vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”, implica algo similar a lo que nos dice Cervantes del Quijote. Tanto Pedro Páramo, como Don Quijote, viven en lugares imposibles, en un mundo tejido a partir de la imaginación y la letra, de la palabra que sueña…
225.- Los personajes de las novelas, los cuentos, los libros en general, de aquella literatura colocada entre los estantes, son los fantasmas de aquellos que los han descrito, de aquellos pequeños dioses que los han creado para dotarlos de cierta vida, similar a la nuestra, pero su mundo, que habita dentro de nuestro mundo, un mundo dentro de otro mundo, existe de forma paralela al nuestro. Dichos personajes son tan ficticios como los sueños que surgen del pensamiento al despertar. De los libros que se vuelven infinitos, muchas troyas, muchos aquiles, muchos quijotes, muchos jesucristos, surgen de entre las páginas, traídos directamente de la letra dibujada sobre el papel. Por eso es que cada libro es infinito, porque sus personajes existen en un lugar fuera de todo tiempo, fuera de todo lugar, en el no-lugar de Comala, en la no-memoria de la Mancha. Recuerdo que Borges relata que algunos, para hablar de todas las cosas señalaban el ave, el tigre, todo aquello que implicaba llegar al objeto nombrado. Los muchos libros que nos dijo Juan que podrían escribirse para hablar de Jesús, podrían llegar a llenar todo el mundo, de esa forma, el mundo se volvería una biblioteca infinita, tanto como la biblioteca de Babel, donde todo ha sido nombre, incluso lo que no existe. Todos los lenguajes existen ahí, los reales y los que existen en la imaginación. La palabra se reviente a causa de la multitud de sentidos, su profundidad poética, en el sentido de la construcción, de la invención, de su creación, se multiplica de tal manera que la metáfora que podríamos utilizar es la arena del mar. Los hijos de Abraham, entonces, pueden ser vistos como palabras infinitas…
226.- Todo lo que tenemos en una biblioteca puede ser multiplicado al infinito; cada personaje puede ser escrito de muchas formas, pensado de diferentes maneras. Es la esencia de los textos que describe Foucault en su ensayo El lenguaje al infinito, como en la biblioteca de Babel, así cada lenguaje es otro lenguaje, como en un juego de espejos que reiteran la imagen de aquello que se refleja. Llega un momento en que ya no es Borges escribiendo, o Cortázar, o Foucault, o Cervantes, sino la invención, el lector, el pensamiento, las voces, los espejos que desdoblan las voces, los pensamientos, los lectores, las invenciones. La biblioteca se vuelve como trazos de un cuadro, de una pintura, quizá Las Meninas, donde la realidad se representa dentro del espacio real, existente, de la pintura. Todo este cosmos del lenguaje multiplicado ha tenido su origen, si hemos de creer a los mitos, en la torre de Babel, aquel relato mítico que se encuentra dentro de la Biblia. Hubo un momento en que todos los lenguajes no existían, un momento, fuera de todo tiempo, como es en los relatos ficticios, en que existía un solo lenguaje, unas mismas palabras, unas mismas letras, un momento pensamiento, una misma comprensión; ontológicamente, los hombres estaban conectados, existía una conexión absoluta entre el ser de todos ellos…
227.- El relato de Babel: La segunda parte va a tomar matices teológicos, dado que comienza a relatarse la historia en relación a Dios. Dios desciende, que en sentido teológico habla de esa “revelación” de Dios a los hombres. Dios desciende, es decir, que permanecía en su estado majestuoso, glorificado, como Dios que es. En su descenso se hace referencia, tanto a la gracia como a la revelación, o como revelación a causa de la gracia. Desciende tal como desciende Jesucristo. Lo que se construye es un discurso teológico sobre el ser del hombre en relación a Dios. La construcción de la torre estuvo fuera del ser de Dios como esencia del hombre. No tomar en cuanto a Dios, es decir, a la esencia de los hombres, era la forma más fácil de construir ya una torre frágil en sí misma; la piedra y el cemento representan a Dios, el ladrillo y el betún representan al hombre. En la torre se entrelaza la idea, el hombre es la misma torre, el hombre es Babel mismo. El hecho de que Dios llame a los hombres “hijos de Adán” nos muestra la referencia aquella raza caída, aquellos seres que ya de por sí están separados de la presencia de Dios, pero en este caso, nos habla más profundamente de la separación del propio ser. El hombre es una torre que desde su construcción de sí mismo ya es frágil en su propio ser…
228.- El huerto que había de cuidar, formar y nombrar era el mundo entero, y en este caso de Babel, lo que es conformado hace referencia al mundo lingüístico de todos los hombres. El mundo, entonces, como huerto, no solamente habla del mundo que habitamos todos, sino el mundo interior, aquel conformado en el pensamiento, aquella idea que tenemos de la realidad, que se muestra en la cosmovisión que cada uno ha construido. La única forma de detener a los hombres de su intento por construir una torre fragilizada desde el inicio es la confusión de su lenguaje, desde la perspectiva de Dios, y es así como, con una nueva palabra creadora, Dios llama al hombre a la confusión para recrearlo nuevamente. Siguiendo a Steiner, Babel no es una maldición, como se llega a escribir, sino parte de la gracia de Dios hacia los hombres, de su revelación salvífica. Babel es el momento de la creación del otro, no porque el otro no existiera, sino porque el otro tal parece que no existía como sujeto de conocimiento, como parte de la epistemología humana; entonces, el otro aparece en el horizonte del pensamiento de los hombres. ¿Quién es el otro? Es una pregunta que hace referencia a otra pregunta, ¿quién es mi prójimo? Y aunque el otro, en palabras de Guillaume, no es simplemente el prójimo, sino todo lo diferente a mí, en el caso de Babel, el prójimo o el otro es el otro hombre, sea el que sea. El otro ya es aquel que no soy yo, incluso el que duerme junto a mí, vive en mi hogar, convive conmigo en el trabajo, se sienta a un lado de mí en la escuela; Babel, entonces, es un manifiesto a favor de la ética y la moral, del ethos de la humanidad en su conjunto…
229.- La dispersión de los hombres, ya con su alteridad a cuestas, nos lleva también a la formación de nuevos pensamientos, nuevas ideas, nuevas formas de conocer. El pensamiento del hombre queda fuera de él mismo, y es otro pensamiento es el que lo habita, y aquí entra otra conceptualización que es el pensamiento del vaciamiento, que es el nuevo pensamiento del hombre, la nueva herramienta para construir conceptualizaciones, comprensiones del mundo. El pensamiento del vaciamiento nos lleva a la construcción de elementos lingüísticos muy profundos, la cosmovisión del hombre, su mundo lingüístico, tiene origen en ese pensamiento del vaciamiento, y es a través de él que pasan, que son “filtrados”, todo pensamiento, todo conocimiento, toda idea. En este caso, también la idea de la alteridad pasa a través de este pensamiento y adquiere otros sentidos…
230.- En cuanto a Babel, podemos decir que para entender el sentido completo de la idea, hay tres conceptos importantes: hijos de Adán, mundo y lenguaje. Los tres están relacionados orgánicamente en cuanto al sentido, ya que cada uno es posible porque los demás existen. Cada uno de ellos lleva a la comprensión del otro.En cuanto a hijos de Adán: Nos habla de los hombres después del pecado original, ese pecado mítico que trajo una ruptura en la relación con Dios, es decir, el alejamiento, el salir de la esencia para comenzar a existir -ya existencia significa ex, salir, ente, el ser ahí, salir al ahí, que en este caso, el ahí, el ser ahí, es el hombre que se encuentra en el mundo. El pecado original, pues, origina el hecho mismo, el punto mismo, en que los hombres salen a la existencia, dejando de ser seres esenciales para transformarse en seres existenciales. El alejamiento de Dios, entonces, es un alejamiento de ellos mismos, de su ontos. De esta forma pensaríamos a los hijos de Adán.En cuanto a mundo: Podemos pensar que es aquello en lo cual el hombre, o los hijos de Adán, son, existen, permanecen, se manifiestan. El mundo es el horizonte en el cual los hombres existen. Existir, en el mundo, es manifestarse de otra forma que ser. Al manifestarse de esa otra forma que el ser los lleva a la fenomenología de su ser. Aparecen ante nuestros ojos de cierta forma, y su ser, ahora, cuando se han alejado de Dios, es otro ser, que podríamos denominar artificial. Su ontos es otro, su ser ontológico ahora comienza a partir de su fenomenología. Todo esto se lleva a cabo en el mundo, al cual han llegado por la manifestación de su ser artificial, dada su separación de Dios. En cuanto a su lenguaje: Podríamos pensar en los hijos de Adán en el mundo, en su ser en el mundo, manifestándose mediante el lenguaje. El hecho de tener lenguaje nos habla de la comprensión del mundo en que son. El lenguaje es la comprensión del mundo, y el lenguaje es la construcción del mundo, siendo esta construcción lo que podríamos llamar su mundo lingüístico, que es toda la construcción mental que se viene dando en el mundo. El mundo, entonces, es el escenario donde se llevan a cabo todas ls actividades de los hijos de Adán. Pero dado que este mundo lingüístico surge después de la separación de Dios, podríamos pensar que es un mundo lingüístico artificial, entonces, el ser de los hijos de Adán se manifiesta por medio de sus mundos lingüísticos. Una frase explicaría la idea, "En la sinceridad del lenguaje se manifiesta la desocultación del ente", que es la forma en que el ente, es decir, los hijos de Adán en su ser ahí, en su ser en el mundo, en su ser y estar de otra forma que ser, se manifiestan después del pecado original, que ahora se vuelve su ontología.De esta forma, hablar de los hijos de Adán es hablar de mundo y de lenguaje en una relación orgánica. En el mundo los hijos de Adán se manifiestan tal como son, pero un "tal como son" después de perder la ontología esencial y ahora mantenerse en una ontología formada a partir de una fenomenología. Después del pecado ontológico, la fenomenología de los hijos de Adán es la que construye su ontología. Ahora su rostro se manifiesta de otra forma, ya siendo un rostro artificial pero que ahora esa artificialidad es su esencialidad. En Babel todo en el hombre se manifiesta de otra forma. Hablar de Babel es hablar de dos posibles significados: confusión y puerta de Dios, donde la confusión es la herramienta para la deconstrucción del ser del hombre y la puerta de Dios es tanto entrada como salida, es decir, es la forma en que se entra y se sale de Dios. De este modo, Babel es el momento en que lo hijos de Adán surgen en el horizonte del mundo lingüístico de ellos mismos, surgen hacia la existencia misma, surgen con un lenguaje que les permite comprender el mundo al mismo tiempo que construyen la concepción de mundo, surgen con la manifestación de otro rostro, de un rostro totalmente otro y en ese rostro llevan la huella del Otro, surgen como una ontología fenomenológica. Babel, entonces, es la manifestación del ser de los hijos de Adán de otra forma que ser…
231.-Babel, Blade Runner y The Matrix…
Estos elementos son similares al interior de su sentido, porque en todos ellos se encuentra el hombre como centro del análisis. El hombre, en Babel, se confunde ontológicamente, que es el sentido que tiene hablar de la confusión de su lenguaje, tal como dice Heidegger, “La palabra –el habla– es la casa del ser. En su morada habita el hombre”. Si la palabra del hombre, su lenguaje, se llega a confundir, toda la casa del ser se confunde, ontológicamente deja de ser lo que era para transformarse en otro ser. El hombre, entonces, a partir de Babel, se vuelve un ser artificial, tal como encontramos en BladeRunner. El Replicante, esa copia perfecta, y más que perfecta, del hombre, es un ser artificial, un ser inventado en laboratorio, pero que no deja de cuestionarse sobre su ser, y lo podemos entender en sus preguntas hacia sus recuerdos, hacia aquello que tienen guardado en la memoria. La memoria es aquella que permite la construcción del ser; recordar permite saber quiénes somos, pero asimismo la memoria contiene su ser en el tiempo. El hombre, de esta forma, es un ser construido de memoria, de tiempo, de lenguaje. El ser del hombre se construye, se inventa, se produce, y es en Matrix donde la invención de su memoria permite inventar su ser, que no deja de ser la artificialidad del Replicante y del hombre después de Babel. Las máquinas que producen los recuerdos de los hombres conectados a la matrix son las que han inventado el nuevo ser, y así encontramos un ser híbrido, una invención, entre la realidad y la fantasía, entre la máquina y el cuerpo humano, entre el ciberespacio, producto de las máquinas y la mente producto del organismo del hombre. En Matrix, tal como señala Kazantzakis en La última tentación, “Y mi alma era el campo de batalla donde se enfrentaban aquellos dos ejércitos”, en la mente del hombre se construye un campo de batalla donde se enfrenta el hombre y la máquina. Es en la mente de los hombres donde la realidad y la ficción se llevan a cabo, se fusionan, y al final, un nuevo ser surge.Este nuevo ser, que se forma tanto en Babel, como en BladeRunner o TheMatrix, es un ser nacido de la artificialidad, de la invención, de la fusión del dios con el hombre y la máquina. Una nueva forma de trinidad, dios-hombre-máquina, así es la nueva constitución del hombre después de Babel. Tal como señala Octavio Paz, “el hombre fluye, también el hombre cae y es una imagen que se desvanece”, y al desvanecerse, tal como señala Monsiváis, “el mundo que conocí ya no existe y el que ahora padezco se está desvaneciendo”. El mundo, tal como se conoce, el mundo en que habita el hombre, tal como lo conocemos, se desvanece, se transforma, y ahora deja de existir, para formarse un nuevo mundo, el mundo del hombre que es un trinomio, dios-hombre-máquina.
Ese es el hombre después de Babel, el hombre que habita Babel y BladeRunner y TheMatrix: el hombre que ahora es Dios y ahora es Hombre y ahora es Máquina. Dios-Hombre-Máquina.
232.- El hombre de la posmodernidad recorre un camino como si fuera una nueva forma de caballero andante; no con el sentido de la heroicidad de los antiguos caballeros, sino en el sentido de caballero totalmente otro, como lo fue Don Quijote. Esta afirmación, aun cuando no es del todo filosófica, intenta contextualizar nuestra perspectiva sobre el hombre en la posmodernidad. El actual es un hombre contextualizado en la ficción del texto, en la ficción del discurso, en lo más ficticio del lenguaje. Esta ficción del texto es la estructura de lo que hoy conforma el discurso. Ficción en su esencia como lenguaje escrito, el discurso, lo que se dice y lo que no se dice sino que se practica, está conformado por una artificialidad, una esencia plástica que le permite mucha mayor movilidad, y dislocamiento de su ser, que anteriormente no le era permitido. Todo esto es de tal forma que esta plasticidad que se lleva también al campo de los conceptos, puede significar y de-significar, y aun no significar, y todo es por lo artificial. Así podemos referirnos al hombre posmoderno, como un nuevo Don Quijote, una nueva forma quijotesca a la hora de estructurarse…
233.- Pensemos por un momento en seres que no son humanos y que por tal motivo, tienen un conocimiento diferente al nuestro.Imaginemos un extraterrestre, un ángel, un ser mágico -en este caso, a partir de una película infantil, El secreto de la calabaza mágica, y una caricatura, Los padrinos mágicos-, un animal y un dios. Todos estos seres no tienen la capacidad de conocer todo lo que significa ser humano. Manejan mundos lingüísticos distintos a los nuestros.Por ejemplo, un dios que está acostumbrado a la omnipotencia, a la omnipresencia, a la omnisciencia, se vería limitado por el cuerpo humano, una vez que se hubiera humanizado, que su cuerpo hubiera cambiado ontológicamente. Estaría limitado a conocer en base a la experiencia y en base a las lecturas, estaría limitado en espacio y tiempo, sin poder llegar a estar en todos los lugares en el mismo momento, es decir, abandonaría la ubicuidad. Incluso atravesar paredes dejaría de ser una posibilidad para él, y lo que es peor en un dios, la finitud estaría presente, es decir, la muerte a cada paso lo amenazaría. Todo esto lo llevaría a construir un lenguaje diferente al que está acostumbrado. Requeriría todo un aprendizaje.Podemos pensar de la misma forma con todos los demás personajes, tanto el extraterrestre como el ángel, el ser mágico y el animal. Todos estos personajes están constituidos con un ser diferente al del hombre. Cada uno está constituido con ontologías y fenomenologías concretas, y sus conocimientos se han construido de cierta forma. El pensamiento de cada uno es diferente. Es decir, no poseen el mismo mundo lingüístico que el nuestro, y por tal motivo, su lenguaje es diferente de tal forma que choca en el momento mismo en que entramos en relación.Cada uno de estos seres está constituido en su ontología de cierta forma, que no cumplir con lo que están destinados a hacer es la angustia que viven ellos. ¿Podemos imaginar a un padrino mágico sin la capacidad de cumplir los deseos de nadie? ¿Un ángel sin la capacidad de traer un mensaje? ¿Un dios que ha dejado la eternidad y el pleno conocimiento? Todos ellos, entonces, requiere nuevos paradigmas para comprender la existencia humana…
234.- ¿Por qué podemos decir que la Biblia es un texto que puede ser denominado absoluto al mismo tiempo que completo e incompleto? Porque su tema, que es Dios, es decir, Yaveh, “yo soy el que soy”, que es un ser imposible de abarcar, infinito, eterno, y que encierra una perfecta completitud e incompletitud, no tiene centro ni periferia. Siendo en sí mismo y por sí mismo, nunca empieza ni termina, y al ser él el autor de la Biblia, eso convierte al texto en un documento inacabado, siempre abierto a la interpretación, a la reescritura, a la deconstrucción y a la exégesis y a la hermenéutica. Dios se encuentra dándose a conocer siempre de un modo indirecto, siempre oculto detrás del texto bíblico y de nuestra cosmovisión, que también conforma la interpretación y reinterpretación del texto.Nos dice Derrida, “Un texto solamente puede ser vigente si sobrevive, y solamente puede sobrevivir si es a la vez traducible e intraducible […] Totalmente traducible, desaparece como contexto, como escritura, como un cuerpo lingüístico. Totalmente intraducible, incluso dentro de lo que es considerado nada más un lenguaje, muere de inmediato” (Sobrevivir: líneas al borde, Jacques Derrida, en Deconstrucción y crítica, pag. 103).En el caso del último fragmento de esta cita, “Totalmente intraducible, incluso dentro de lo que es considerado nada más un lenguaje, muere de inmediato”, pensamos que el texto bíblico es a la vez que intraducible, traducible hasta el infinito. Dado que es un texto abierto, y que Dios es su autor, y que la mente de Dios nadie la conoce y sus caminos son inescrutables, desde la perspectiva bíblica, dado que Jesucristo es la Palabra misma que es Dios y se encuentra en Dios, podemos decir que esta Palabra eterna e infinita nos permite un sinfín de traducciones, pensamientos, lenguajes, conocimientos acerca de la Biblia, sus estructuras, sus metáforas, sus fábulas, sus narraciones, sus historias, sus cuentos, sus parábolas, todos aquellos ejercicios del lenguaje, y todos aquellos mundos lingüísticos que se pueden construir a partir del texto que es profundo y extenso.En cuanto a todo este pensamiento, entonces, nosotros tomamos aquellas palabras que señalan a nuestra época como un momento con un nuevo paradigma. “Ha aparecido en las últimas décadas algo verdaderamente nuevo, para algunos un auténtico cambio de paradigma: en la actualidad predominan corrientes de pensamiento que no se limitan a discutir la validez de las distintas soluciones propuestas sino que, de forma más radical, discuten la legitimidad misma del proyecto de búsqueda de un fundamento último” (Javier Bengoa Ruiz de Azúa, De Heidegger a Habermas, pag. 9). Con este razonamiento, nosotros creemos que la Biblia se construye a partir de romper con el paradigma del fundamento último, y se mantiene en ese nuevo paradigma, de poner en duda aquello que está dado ya con rigidez, sin posibilidades de cambio, puesto que el Dios bíblico, el Dios del que habla la Biblia y que es el autor de la misma, es un Dios de vida, que se mueve, que piensa, que siente, que no es estático, y que por tal motivo construye un discurso movible en sus partes, rompiendo siempre con el fundamento último, con la esencia, con las cosas tal como son, siendo el ejemplo mayor, dentro de la cosmovisión bíblica, Jesucristo mismo, que es la prueba de que Dios puede llegar a pensar de otra forma y lo que estaba dado como tal, en este caso, la ontología pecaminosa del hombre, es hecha a un lado para darle paso a un elemento totalmente nuevo, que es la redención en Cristo Jesús.Nota: Babel es un ejemplo de la movilidad del pensamiento divino, puesto que, al deconstruir todo el ser del hombre por medio de la confusión, Dios permite la construcción de nuevos mundos lingüísticos en el hombre, siendo así que, en el horizonte de dichos mundos lingüísticos, las nuevas concepciones le permiten, al hombre en general, nuevos paradigmas dentro de su pensamiento, la reestructuración de su cosmovisión, la construcción de nuevas estructuras mentales, nuevas formas de pensamiento. Y sobre todo, a partir de Babel, en el horizonte del mundo lingüístico aparece la figura del otro, es decir, la deconstrucción orgánica de Dios permite la construcción dentro del mundo lingüístico del hombre de la otredad, del otro, del prójimo…
235.- El lenguaje de los cómics es privado porque se requiere cierto conocimiento para entender su estructura, las formas en que está trazado; entender el cómic también requiere construir un mundo lingüístico. El mundo de la lucha libre también forma parte de mundos lingüísticos particulares, porque su lenguaje requiere la comprensión de lo que se representa sobre el cuadrilátero. Es la construcción de toda una mitología sobre el bien y el mal y más allá de estos dos conceptos morales.
236.- De Kierkegaard: "Si el hombre fuese un animal o un ángel, no sería nunca presa de la angustia. Pero es una síntesis y, por tanto, puede angustiarse, y cuanto más hondamente se angustia tanto más grande es el hombre"; "El hombre es una síntesis de infinito y finito, de temporal y eterno, de libertad y necesidad, en resumen, una síntesis". Si fuese un animal o un ángel no se angustiaría, pero como es un hombre y posee pensamiento y lenguaje, y ha construido una cosmovisión, un mundo lingüístico, entonces se angustia. El mundo lingüístico produce angustia porque permite pensar e interpretar las sensaciones, y entonces, el mundo lingüístico es humanamente posible que produzca angustia...
237.- Pessoa se cuestiona en un poema:
"El misterio de las cosas, ¿dónde está?
¿Dónde está él que no aparece
por lo menos para mostrarnos qué es misterio?
¿Qué sabe el río y qué sabe el árbol?
Y yo, que no soy más que ellos, ¿qué sé de eso?
Siempre que miro las cosas y pienso en lo que los hombres
piensan de ellas,
río como un riacho que suena fresco en una piedra.
Porque el único sentido oculto de las cosas
es no tener ningún sentido oculto"...
Pensamos, ¿sabe un elefante que es un elefante, o saben las aves que les llamamos aves? ¿Es que los animales poseen mundos lingüísticos como los nuestros? Nada sabe el ave de su nombre, nada sabe el cocodrilo de sí, no hay reflexión en torno a su esencia de lagartija, solamente nosotros sabemos que eso es un perro…
238.- Foucault habla del "no-lugar" del lenguaje, que es ahí donde podrían habitar todos aquellos que llama "quiméricos", "Un quimérico puede nacer de la superficie negra y blanca de los signos impresos, del volumen cerrado y polvoriento que se abre sobre un vuelo de palabras olvidadas; se despliega cuidadosamente en la biblioteca ensordecida, con sus columnas de libros, sus títulos alineados y sus anaqueles que la cierran por todas partes, pero se abren, por otra parte, sobre mundos imposibles", como imposible es el mundo del Quijote, porque él es un quimérico que nace de las páginas de su propio libro, un libro que para ser escrito debió ser olvidado, "En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme"; vuelve a hablar Foucault, ahora con respecto al Quijote, "él mismo es a semejanza de los signos. Largo grafismo flaco como una letra acaba de escapar directamente del bostezo de los libros. Todo su ser no es otra cosa que lenguaje, texto, hojas impresas, historia ya transcita. Está hecho de palabras entrecruzadas; pertenece a la escritura errante por el mundo entre la semejanza de las cosas". Según lo que se lee sobre Borges, "El mundo, según Mallarmé, existe para un libro... somos versículos o palabras o letras de un libro mágico, y ese libro incesante es la única cosa que hay en el mundo: es, mejor dicho, el mundo". Y volvemos a Foucault, "En La biblioteca de Babel todo lo que puede ser dicho ha sido ya dicho: uno puede encontrar en ella todos los lenguajes concebidos, imaginados, incluso lo lenguajes concebibles, imaginables; todo ha sido pronunciado, incluso lo que no tiene sentido, hasta el punto de que el hallazgo de la más mínima coherencia formal es un azar altamente improbable, cuyo favor muchas existencias, aunque encarnizadas en ello, no han recibido nunca". Todo esto nos muestra que aquello que está tejido, en su ser, de lenguaje, de palabra, se escucha por un momento, surge de entre las páginas de un libro y después se pierde en el silencio... quizá nuestro mundo lingüístico dure por unos instantes y luego se apague en un silencio, en un murmullo de palabras silenciosas...
239.- Escribir acerca de Babel construye un discurso que puede ser pensado como laberíntico; todo lo visto, lo pensado y lo dicho o escrito llegan a construir una estructura infinita, es decir, ficticia, imposible. Muestra de ello es la narración de Borges, La biblioteca de Babel, y que Foucault comenta en un párrafo de la siguiente forma "En La biblioteca de Babel todo lo que puede ser dicho ha sido ya dicho: uno puede encontrar en ella todos los lenguajes concebidos, imaginados, incluso lo lenguajes concebibles, imaginables; todo ha sido pronunciado, incluso lo que no tiene sentido, hasta el punto de que el hallazgo de la más mínima coherencia formal es un azar altamente improbable, cuyo favor muchas existencias, aunque encarnizadas en ello, no han recibido nunca" .
240.- Wonderland, neverland y Wordland revisitados: La conformación de un mundo mágico, es decir, infinito, y todo lo que se encuentra en él, es una imposibilidad. Pero a su vez, el mundo mágico e imposible no es un mundo imaginario, sino un mundo fuera de todo posible pensamiento.
241.- Un mundo mágico es un mundo imposible.
242.- Un mundo mágico e imposible es un mundo infinito. Cuando decimos mundo imposible nos referimos a la posibilidad de ser pensado, de que exista sobre lo que llamamos lo real o la realidad. Decimos mundo infinito porque es un mundo que no tiene contornos bien delimitados, de hecho, es un mundo ilimitado.
243.- Un mundo mágico e imposible no es un mundo imaginario. La imaginación se constituye en el hombre y está limitada al hombre mismo. El mundo no imaginario no se encuentra limitado en ninguna de sus partes.
244.- Un mundo mágico se rige por sus propias leyes y existe en sí mismo, y su conformación queda fuera de toda posibilidad humana de haber sido creado; sin embargo, es posible que su conformación de mundo imaginario se deba gracias a un dios.
245.- En un mundo mágico, ante unas leyes propias, diríamos que se encuentra todo aquello que es posible. La imposibilidad de dicho mundo es en cuanto a su existencia, no en cuanto a su contenido, que es infinitamente posible y de infinitas formas de existencia posibles.
246.- ¿Cómo hablar de un mundo que no se conoce? ¿Cómo ordenar todo en él si ni siquiera sabemos a ciencia cierta cómo está conformado? ¿Qué clase de habitantes se encuentran en él? ¿Cómo podríamos comunicarnos con ellos, qué lenguaje usan? ¿Cómo se conforman sus pensamientos, su conocimiento, su comprensión de su propio mundo? ¿Cuál es su geografía, cómo llegas a él? Estas preguntas, y muchas otras, surgieron en mi mente al darme cuenta del lugar en que estaba. Los habitantes, que estoy seguro que los hay aun cuando aun no he visto ninguno, deben ser diferentes a mí, es decir, al ser humano. Me parece que la mejor forma para iniciar la construcción del conocimiento sobre un algo, cualquier cosa, debemos hacernos preguntas. La pregunta, el cuestionamiento, es el inicio para aprender, conocer y saber todas las cosas, aun aquellas que es imposible llegar a conocer. Cuando me acerco a un texto inicio preguntándome acerca de ese texto, acerca de lo que leo, e incluso acerca del título; cuando veo una pintura, una escultura, me pregunto sobre su autor, sobre su estilo, sobre la estética que utilizó, sobre los conocimientos que la persona tiene; al ver una fotografía también me cuestiono, y así, me cuestiono en todo momento. De otra forma, no puedo decir que esté conociendo. Todo esto surge casi de forma natural en el hombre, no porque sea natural en él el conocimiento, sino porque es natural en él pensar y preguntarse. Si pienso que este mundo en el que estoy ahora es un mundo real, entonces las preguntas que me haré serán normales, sencillas, aunque de difícil respuesta. Pero si de pronto me encuentro con un mundo mágico, un mundo fuera de este mundo, no sé qué preguntarme, pero todo aquello que sé de mi mundo lo transfiero al mundo que ahora estoy viendo. ¿Son las nubes de este mundo similares a las de mi mundo? ¿Los habitantes tienen algún nombre, así como nosotros somos llamados seres humanos u hombres o sujetos? ¿Es la naturaleza como la nuestra? ¿Sus animales, si es que los tiene, son como los animales de nuestro mundo? ¿Ellos mismos llaman a su mundo “mundo” o es que su lenguaje es diferente al nuestro y cada palabra se dice de otra forma y por tal motivo en su mundo existen cosas que en el nuestro no existen? ¿Cómo miden ellos el tiempo, conocen el espacio? Todas estas preguntas hago, no esperando una respuesta por parte de ellos, sino una forma en que yo puedo comenzar a conocer su mundo y saber cómo está constituido.
¿Qué mundo es este? ¿Cómo hablar de él si no lo había visto antes y por tal motivo no podría ni pesarlo, lo cual haría imposible el conocerlo?
247.- http://literaturateologiafilosofia.blogspot.com/2009/09/planteamiento-10.html¿Es la poesía parte del lenguaje que muestra la existencia de Dios? ¿Es posible encontrar a Dios dentro del lenguaje humano? "La palabra poderosa de Dios permite que todas la cosas existan", ¿cómo es posible, entonces, que en Babel se perdiera la esencia de todas las cosas?
248.- Nuestros mundos lingüísticos son el medio por el cual conocemos, pensamos, hablamos; después de Babel nada contiene esencia, todo es invención, ficción, y nuestros mundos lingüísticos son invenciones necesarias...
249.- Después de Babel lo real dejó de existir para dar paso a una realidad inventada, ficticia. La poesía, la literatura, la filosofía, la teología, todas las formas de pensamiento, y otras más, son parte del conocimiento ficticio después de Babel...
250.- El hombre no conoce el verdadero nombre de las cosas. Dios mismo está más allá de todo mundo lingüístico...
251.- Babel produjo el surgimiento de una ontología totalmente ficticia. En Babel nace la invención de todas las palabras que formarán todas las cosas...
252.- Babel es el momento en que el mundo se vuelve ficción, como lo vemos con pensadores como Nietzsche, Wittgenstein, Monsiváis y Sergio Pitol. Terminan los grandes relatos míticos que explicaban el mundo para dar paso a las ficciones míticas, que intentan inventar el mundo...
253.- Babel es la deconstrucción orgánica de nuestros mundos lingüísticos; a partir de ese momento surge en el hombre lo que se llama "conflicto cognitivo", que es de la única forma en que se conoce después de Babel. Decir "después de Babel" es hablar de una forma de posmodernismo...
254.- Babel produjo lo que hoy conocemos como "pensamiento del vaciamiento", lo que nos lleva a radicalizar la idea del pensamiento débil. No pensamos ya débilmente, sino que ni siquiera podemos decir que pensamos, mucho menos podemos pensar con nuestro pensamiento...
2.- Hoy la teología debe responder al mundo en que aun se sigue pensando. Es una situación, ya no de creación divina, sino de autocreación. El mundo, posmoderno como es, requiere nuevas formas de pensamiento, y nuevas formas de respuestas…
3.- La teología y la filosofía deben encontrar, ya no nuevos sistemas, sino nuevas metodologías de pensamiento para dar respuestas concretas, aun cuando sabemos que no podemos llegar a un pensamiento concreto, mucho menos en medio de la posmodernidad…
4.- No para tratar de recrear al mundo, sino para tratar de entender el lenguaje del mundo: la imaginación podría formar un mundo imaginario que construyera un mundo lingüístico diferente. Tal vez desde ahí podríamos partir para pensar nuevas posibilidades en el lenguaje que nombra el mundo de lo real…
5.- Pensar a partir de Babel es pensar a partir de un mito que nos permite un análisis al mundo en el cual el hombre creado todas las cosas por medio del lenguaje. Diríamos que a partir de Babel, en el horizonte del mundo del conocimiento surge la imagen del otro, la huella del Otro en el otro; esto nos lleva a formularnos nuevas preguntas sobre el mundo y el otro. Las nuevas posibilidades de pensamiento en el horizonte de conocimiento hacen surgir nuevos paradigmas…
6.- El mito de Babel no es un suceso histórico como tal, ya que juega un papel similar al de la posmodernidad: la posmodernidad no es un suceso histórico, sino una crítica al mundo contemporáneo…
7.- El hombre, a partir de Babel, se encuentra en un constante conflicto cognitivo…
8.- La Biblia relata, una y otra vez, el Génesis, ya que es la base de todo pensamiento bíblico y lingüístico. El Génesis plantea la posibilidad de entender el origen de todo, siempre, en todo momento, y se manifiesta en el lenguaje del mundo de lo real, es decir, en la escritura que representa el mundo…
9.- El Génesis contiene el mito de Babel, que es el origen del movimiento del hombre hacia la alteridad…
10.- Volviendo a Babel una y otra vez (recordemos que es nuestro derrotero de reflexión): La manifestación del otro se da a partir de Babel; en el lenguaje comienza a existir la imagen del otro, la realidad del otro, que es manifestada por la huella del Otro; según Lévinas, la salida representa, o puede ser representada, por la salida de Abraham, de lo Mismo a lo totalmente Otro, sin jamás volver a lo Mismo; Babel es la salida de los hombres hacia lo totalmente Otro. Esto nos lleva directo al conflicto cognitivo: qué es, cómo es, de dónde es, cómo se manifiesta, etc…
11.- La crítica de Baudrillard es posible que pueda ser herramienta conceptual para nuestro análisis a partir de Babel: el mundo de lo real ha entrado al desierto de lo real…
12.- A partir de Babel surgiría lo que llamamos la poética de la lingüística del otro: el otro se manifiesta en nuestro mundo lingüístico. El lenguaje hace que el otro se manifieste ante la mirada del hombre. El otro surge en el mundo existencial por medio de su lenguaje. Así, el otro es posible de ser pensado…
13.- La metodología de pensamiento, lenguaje y escritura a partir de Babel, permite que todo sea reiniciado una y otra vez…
14.- En el lenguaje, lo sagrado se manifiesta en el lenguaje simbólico: el de los poemas, el de la Biblia; lo sagrado origina un cierto lenguaje que manifiesta aquello oculto, “la manifestación de la desocultación se da en el lenguaje”. Dios crea al hombre en su capacidad de decir, de decir el mundo de lo sagrado y el mundo de lo real, es decir, de lo conceptual…
15.- La hermenéutica se da ahí donde el lenguaje se manifiesta como significado…
16.- Babel nos permite varias metáforas: el mundo como un libro para ser leído e interpretado; el mundo como un juego de ajedrez; el mundo como rizoma; el mundo como el tejido, como el entrelazamiento de varias realidades…
17.- A partir de Babel: el mundo como rizoma permite un juego lingüístico que se manifiesta en un juego de espejos, un mundo real que se repite hasta el infinito, un encuentro entre dos textos que se entrelazan para significar nuevas posibilidades de pensamiento. Babel manifiesta un nuevo lenguaje que dirá, de otra forma, el mundo de lo real (poesía)…
18.- Dios ha creado al hombre con un lenguaje que dice el mundo: es el aprendiz de Brujo que tiene su caja de herramientas que va a contener los conceptos que ayudarán a pensar el mundo: exégesis, hermenéutica, deconstrucción…
19.- Después de Babel, el conocimiento en sí ha desaparecido, y lo que ha quedado es un conocimiento artificial: el mundo real se ha desvanecido frente al mundo virtual…
20.- Los mundos lingüísticos son esferas separadas. Cada mundo lingüístico es una caja de herramientas: los conceptos son herramientas que nos ayudan a comprender, artificialmente, el mundo…
21.- Pensamos a Jesucristo como herramienta conceptual: Dios se necesita encarnar para ser ubicado, ya que Dios queda más allá de nuestros mundos lingüísticos y el hombre es una imposibilidad absoluta en el espacio y el tiempo, sin poder comprender, sin poder conocer y sin poder hablar, ya que se mirada, su pensamiento y su lenguaje son artificiales, y no pueden llegar al mundo de lo real en sí mismo. El acercamiento de Dios al mundo y la manifestación delante del hombre, es lo que en teología se llama revelación por gracia, y en literatura se manifiesta como el significado del texto, aun por encima de la comprensión del hombre…
22.- Don Quijote es la escritura desgajada del significa absoluto, para poder crear nuevas formas de significados…
23.- El mundo es el entramado de cosas, lenguaje y el sujeto que existe en el mundo. El pensamiento y el lenguaje, manifiesta el mundo de lo real…
24.- Wittgenstein nos dice, “Lo que no puedo pensar no lo puedo pensar; por consiguiente, tampoco puedo decir lo que no puedo pensar”: lo que es posible nombrar es posible de conocer, lo que puedo pensar lo puedo conocer, lo puedo ver, lo puedo nombrar; lo que veo, pienso y nombre es posible de ser conocido. ¿Hasta dónde está limitado mi lenguaje y mi conocimiento?...
25.- Si me pregunto algo, es posible que obtenga respuestas, siempre que me pregunte aquello que existe, tanto en el mundo de lo real, como en el mundo de mi imaginación. No puedo preguntar por aquello que no conozco, ya que tampoco puedo conocer la respuesta…
26.- Si yo digo “rosa”, la rosa (la que tengo frente a mí) no conoce el nombre. Rosa es el nombre que habita mi mundo lingüístico…
27.- Solamente manejo nombres y conceptos que existen en mis pensamientos y en mi lenguaje. No puedo manejar ideas que existen en un elefante, en un extraterrestre, en un dios o en un personaje imaginario, independiente de mí…
28.- Si nos manifestamos por medio del lenguaje, a partir de Babel hemos dejado de manifestar nuestro ser verdadero. ¿Qué es aquello que manifestamos?...
29.- Todas las cosas, a partir de Babel, son manifestadas por medio del lenguaje, pero esto no quiere decir que sean cosas verdaderas, sino cosas inventadas por nuestra capacidad de nombrar…
30.- Yo soy mi mundo, yo me manifiesto en mi lenguaje, yo habito el mundo, yo nombre el mundo en que habito, y es mi mundo lingüístico el que me permite nombrar el mundo que habito. Mi mundo verdadero existe fuera de mí, y mi yo, que soy Yo, se manifiesta en mi mundo lingüístico. Estoy atrapado en una prisión llamada lenguaje, porque solamente por medio del lenguaje me manifiesto delante del otro…
31.- El lenguaje del hombre, después de Babel, puede ser llamado el castillo de arena, cristal y vapor…
32.- A partir de Babel, el hombre surge a la existencia, pero desde otra perspectiva…
33.- Entre Dios y el hombre: el mundo lingüístico se manifiesta ante el otro por medio del puente hermenéutico. El mundo de lo real del hombre no es real hasta que la manifestación de Dios se da en el mundo. Dios habita más allá de todo lo real, del mundo real, del mundo lingüístico. De esta forma, ambos, Dios y hombre, crean la realidad, el mundo de lo real, los mundos lingüísticos, el lenguaje, el pensamiento, la mirada y la conceptualización del otro…
34.- Escribir es un acto de pensar en el mundo y pensar el mundo, haciendo referencia al heideggeriano “ser-en-el-mundo” (Dasein). Este pensar depende de la mirada, el pensamiento y el lenguaje-escritura, además de tres conceptos: Dios, el otro y el mundo. Utilizamos tres preguntas epistemológicas: ¿dónde está la cometa? ¿qué hay en la caja? ¿en qué se parece un cuervo a un escritorio?...
35.- ¿Es la poesía parte del lenguaje que muestra la existencia de Dios? ¿Es posible encontrar a Dios dentro del lenguaje humano? "La palabra poderosa de Dios permite que todas la cosas existan", ¿cómo es posible, entonces, que en Babel se perdiera la esencia de todas las cosas?...
36.- Nuestros mundos lingüísticos son el medio por el cual conocemos, pensamos, hablamos; después de Babel nada contiene esencia, todo es invención, ficción, y nuestros mundos lingüísticos son invenciones necesarias...
37.- Después de Babel lo real dejó de existir para dar paso a una realidad inventada, ficticia. La poesía, la literatura, la filosofía, la teología, todas las formas de pensamiento, y otras más, son parte del conocimiento ficticio después de Babel...
38.- El hombre no conoce el verdadero nombre de las cosas. Dios mismo está más allá de todo mundo lingüístico...
39.- Babel produjo el surgimiento de una ontología totalmente ficticia. En Babel nace la invención de todas las palabras que formarán todas las cosas...
40.- Babel es el momento en que el mundo se vuelve ficción, como lo vemos con pensadores como Nietzsche, Wittgenstein, Monsiváis y Sergio Pitol. Terminan los grandes relatos míticos que explicaban el mundo para dar paso a las ficciones míticas, que intentan inventar el mundo...
41.- Babel es la deconstrucción orgánica de nuestros mundos lingüísticos; a partir de ese momento surge en el hombre lo que se llama "conflicto cognitivo", que es de la única forma en que se conoce después de Babel. Decir "después de Babel" es hablar de una forma de posmodernismo...
42.- Babel produjo lo que hoy conocemos como "pensamiento del vaciamiento", lo que nos lleva a radicalizar la idea del pensamiento débil. No pensamos ya débilmente, sino que ni siquiera podemos decir que pensamos, mucho menos podemos pensar con nuestro pensamiento...
43.- Para nuestras reflexiones e investigaciones, el mito de Babel es la perspectiva de análisis que tomamos; a partir de él pensamos y escribimos…
44.- El mito de Babel nos permite utilizar diversos conceptos, pero el que usaremos en nuestra investigación será el de pensamiento del vaciamiento, que es un concepto que surgirá a partir de Babel…
45.- El acontecimiento de Babel llevará a la crisis al mundo entero, es decir, al hombre en su relación con los otros o el otro, y la perspectiva que se tiene de mundo va a tomar nuevos matices…
46.- El mito de Babel permite un análisis que nos lleva a la comprensión del mundo…
47.- El mundo, tal como lo conocemos, nació de Dios, cuando, de su Palabra, fue inventado: “Y creó Dios los cielos y la tierra…”. Si Dios creó el mundo, quiere decir que Dios inventó (erfindung) el mundo…
48.- La forma de entender el mundo es por medio de la construcción de una cosmovisión (para el siglo XX-XXI, la cosmovisión es diferente, porque se basa en nuevas formas de ideas y pensamientos)…
49.- La cosmovisión se conforma por las estructuras mentales que formarán nuestros mundos lingüísticos (esto es parte de la epistemología de Babel, una epistemología a partir de la fragilidad de la mirada, el pensamiento del vaciamiento y la plasticidad lingüística)…
50.- El mundo concreto no es el mundo sobre el que gira nuestra reflexión, sino aquel mundo conceptual, el mundo que construimos a partir del lenguaje (el nombrar de Adán sobre el mundo es a partir de la conceptualización que Dios le mandó hacer en cuanto a todas las cosas del mundo)…
51.- El mundo que pensamos es un mundo pensado a partir de un conjunto de ideas (teorías) que hemos hecho parte de nuestros mundos lingüísticos (de nuestra epistemología)…
52.- El mito de Babel (pensando en “mito” como una narración metalingüística que simboliza aquello que se encuentra más allá de nuestros mundos lingüísticos) se conforma como nuestra verdad poética…
53.- En Babel, Dios fragmenta la comprensión del hombre en cuanto al mundo. Nos dice Castoriadis que “el mundo (efectivamente) se encuentra fragmentado” (todos pensador (poeta, filósofo, teólogo, literato) en pleno siglo XX-XXI es un profeta)…
54.- “El mundo que conocí ya no existe, y el que ahora padezco se está desvaneciendo”, nos dice Monsiváis, lo que nos lleva directamente a continuar pensando con Castoriadis sobre el mundo fragmentado. La fragmentación del mundo, desde nuestra perspectiva, se debe a Babel, que, según Derrida, es una deconstrucción orgánica del mundo…
55.- A partir de Babel, en el hombre surgirá el llamado “pensamiento del vaciamiento”, que es la forma de pensar actual, donde ya no es posible acceder al conocimiento de las cosas tal como son (el mito de Babel es el intento por explicar esa crisis en que el hombre se hundió en algún momento de su existencia). Es por eso que debe inventar todos los conceptos que le sirven como herramientas para comprender el mundo. La forma en que el hombre habla del mundo (es decir, del conjunto de elementos que conforman su mundo lingüístico) está abierta totalmente a la interpretación, porque es una interpretación quebrada, frágil (a partir de su pensamiento del vaciamiento)…
56.- Babel nos permite crear conceptos, ideas, pensamientos, herramientas de interpretación propias del mito de la torre. La deconstrucción orgánica a partir de Babel nos lleva a nuevas formas de pensamiento…
57.- El mito de la torre de Babel representa el paso del mito al logos, la transición de la esencia a la existencia, el surgimiento del hombre hacia el mundo, el inicio de la comprensión (la idea de los ángeles caídos puede ejemplificarnos la caída del hombre, ya que los ángeles, según la idea, son de la misma “estatura” que el hombre)…
58.- A partir de Babel, la ficción o invención será una forma de análisis, una metodología de pensamiento. Es el nuevo rigor de pensamiento. Así, el mundo se construye desde una perspectiva del mundo o cosmovisión, totalmente ficticia, que no quiere decir mentira, sino imposibilitada a ser comprendida por el mero dato histórico…
59.- Surgen preguntas: ¿Nuestros mundos lingüísticos, desde la perspectiva de Babel, son invenciones, ficciones, construcciones? ¿No podríamos hablar de mundos lingüísticos verdaderos? ¿La verdad no recae más en una interpretación, en una construcción del pensamiento, que es un hecho histórico totalmente comprobado y comprobable? En todo caso, ¿qué es la ficción de Babel, a qué nos referimos con invención? Surge entonces la idea de ontología y fenomenología, donde una, la primera, nos habla del ser, la segunda de los fenómenos, de las cosas que salen a nuestro encuentro, o de cómo las percibimos e interpretamos. Toda ontología, después de Babel, es una fenomenología…
60.- Después de Babel, la imposibilidad de conocer a Dios es “esencial” en el hombre; nadie conoce a Dios (nadie humano, siempre nos referimos al hombre en todos lo que hablemos) a menos que Dios mismo sea el que se revele (se dé a conocer)…
61.- Si Dios habita más allá de nuestros mundos lingüísticos, entonces aquello que pienso y que creo que es Dios, se encuentra imposibilitado de que realmente sea Dios. Eso no deja de lado el hecho de que mi pensamiento, por más frágil, por más vacío, pueda pensar una cierta verdad de Dios (siempre revelada por Dios mismo)…
62.- Para nuestra investigación, hemos utilizado varios conceptos que llamamos “herramientas conceptuales”, los cuales son como siguen: mundo lingüístico, pensamiento del vaciamiento, plasticidad lingüística, fragilidad de la mirada, puente hermenéutico o puente lingüístico o de interpretación. Pensamos el mundo (fragmentado) a partir de Babel, y todos estos conceptos son los que nos ayudan a comprender dicho mundo. Armamos nuevas posibilidades de pensar a través de estos juegos del lenguaje. Babel nos permite, entonces, cambios profundos de paradigmas…
63.- Si Dios habita más allá de nuestros mundos lingüísticos, y pensarlo únicamente es posible por medio de que él mismo se revele ante nosotros, teológicamente diríamos que la única revelación posible de comprender (por medio de la fe y la razón, aunque no pretendemos una dualidad en el hombre) es Jesucristo, que nos permite unir, de modo conceptual, tanto el mundo lingüísticos de Dios, como el mundo lingüístico el hombre, y de esa forma, acceder a una nueva forma de puente hermenéutico o lingüístico que nos permita nuevos pensamientos… (Dios habita más allá de nuestros mundos lingüísticos, es decir, Dios está más allá de nuestras herramientas conceptuales para nombrar el mundo. Pero de una o de otra forma, Dios mismo acerca tanto el mundo lingüístico divino, así como el humano)…
64.- El puente hermenéutico es aquel que uno dos mundos lingüísticos; es el que hace posible el entrelazamiento de horizontes de pensamiento muy diferentes entre sí…
65.- La única forma para entender el mundo en que vivimos es reestructurar todos nuestros paradigmas, es decir, nuestro mundo lingüístico, y a partir de ahí pensaremos en la verdad y la mentira, la ficción y lo real, el mundo de lo real y el mundo de las simulaciones…
66.- Babel produjo el pensamiento del vaciamiento…
67.- La deconstrucción del mundo nace a partir de Babel…
68.- Los mundos lingüísticos son la construcción del hombre después de Babel, después del pensamiento del vaciamiento. Antes de Babel, el hombre ya poseía mundos lingüísticos, que era la forma en que nombró todas las cosas del mundo, es decir, conceptualizó el mundo…
69.- Diríamos que Babel produjo la ficción como metodología y la fenomenología fue la ontología…
70.- El hombre realmente no conoce las cosas ni los nombres de las cosas, por eso conceptualizó el mundo entero…
71.- Después de Babel, lo que comenzó a existir fue la invención de todas las cosas…
72.- El mundo es invención y con aquello que lo percibimos es una construcción; nuestros mundos lingüísticos son el medio por el cual entendemos nuestro mundo y conformamos nuestra cosmovisión…
73.- Pensando desde una perspectiva nietzscheana, diríamos que el mundo verdadero no existe (Cfr. El ocaso de los ídolos)…
74.- Los mundos lingüísticos que se construyen son formas de observar o comprender el mundo (cosmovisiones a partir de la invención o ficción, “erfindung”. Cfr. La verdad y las formas jurídicas y Sobre la verdad y la mentira en sentido extramoral)…
75.- El mundo verdadero no existe; son paradigmas a partir de los cuales construimos y reconstruimos nuestras epistemologías…
76.- Podemos pensar en un mundo verdadero ficticio o real, pero lo real no deja de ser invención…
77.- Pensando en una carta bíblica: La epístola a los Hebreos es una proto-deconstrucción…
78.- Puedo decir que Monsiváis me heredó, antes de su muerte, una frase que me ha guiado durante todos estos años que llevo pensando escribir acerca de Babel. La frase de Monsiváis, “El mundo que conocí ya no existe, y el que ahora padezco se está desvaneciendo”, es derrotero para mucho del pensamiento que se muestra en el recorrido de todos estos fragmentos que escribo. Pero llama mi atención que, ahora él estando muerto, ya no sea testigo de ese mundo que se desvanece, que se fragmenta (Castoriadis), incluso que se transforma en verdadera fábula (Nietzsche). Lo único que permanece de aquel que ve el mundo fragmentarse (como observar una tarde la lluvia caer y sentir la nostalgia de lo que es y después ya no será), es su palabra, hablada o escrita, y la crítica que haya utilizado para deconstruir su mundo…
79.- Uno de los signos más importantes dentro de toda la escritura que hacemos son los puntos suspensivos […]. Ellos nos llevan a un pensamiento que rompe con el final, con lo absoluto de la frase o de la idea, dándole una continuidad a lo que venimos escribiendo. Ellos señalan que la cita no termina donde termina, sino en un más adelante que nunca llega (ellos suenan a différance). Se extiende o despliega hasta el infinito. Es una forma de quebrar el texto que se escribe, pero que puede pensarse continuamente, y darle diferente sentido, sin que por eso el siguiente texto, o párrafo, o idea, o concepto, le sea de entrelazamiento, y sin embargo, todos los textos, al final, se entrelazan. Somos la suma de muchas citas textuales. Es una herramienta de análisis en fragmentos o textos cortos. Es el intento por llevar hasta el extremo de la reducción cada uno de los pensamientos. Cada párrafo, como hicieran varios autores (sobre todo, desde nuestra perspectiva, Nietzsche, Cioran, o Auster), representa un pequeño mundo lingüístico, una partícula conceptual que puede ser pensada como una herramienta conceptual que nos sirve para desarmar y armar textos o ideas…
80.- Todo nuestro pensamiento gira en torno a: 1) el mito de Babel como paradigma; 2) la mirada, el pensamiento y el lenguaje o la escritura. Mirada en crisis, pensamiento del vaciamiento y lenguaje o plasticidad lingüística…
81.- Se ha trabajado con los siguientes materiales: libros, recortes, artículos de periódico, antologías, cuadernos de trabajo (azul, rojo y amarillo), pinturas y sus comentarios, cómics, blogs; todo esto con el objetivo de comprender la complejidad que puede construirse a partir de Babel dentro de todo un pensamiento...
82.- El mito de Babel es una posibilidad de análisis que nos permite la comprensión del mundo que nos rodea…
83.- El mundo que conocemos nació de la invención de Dios (desde nuestra perspectiva, si Dios crea el mundo, quiere decir que Dios conceptualiza el mundo; a su vez, si Dios ordena al hombre que nombre todo el mundo, quiere decir que el hombre ya manejaba una forma de mirada, de pensamiento y de lenguaje para conceptualizar el mundo)…
84.- La forma de entender el mundo es construir conceptos, y estos permitirán construir mundos lingüísticos que conformarán una cosmovisión…
85.- La cosmovisión es parte de nuestra epistemología, que después de Babel, se transforma completamente (Babel encierra un “del mito al logos”, “de la esencia a la existencia”, “la ontología deviene fenomenología”)…
86.- El mundo concreto, el mundo que habitamos físicamente, no es el mismo mundo sobre el que reflexionamos o escribimos. Ambos mundos son diferentes, conceptualmente hablando (aun cuando la geografía, que es parte del pensamiento sobre el mundo concreto, forma parte de un mundo lingüístico, “una metáfora es un mito en pequeño”, nos dice Bachelard)…
87.- El mundo que pensamos es un mundo basado en el conjunto de teorías que hemos adherido a nuestro pensamiento sobre el mundo…
88.- La teoría, o el mito como verdad metalingüística o verdad poética, que nosotros usamos, es acerca del mito de Babel…
89.- A partir de Babel, Dios fragmenta la comprensión del mundo de los hombres (según Castoriadis, el mundo está fragmentado). Preguntaría, ¿qué es lo que se fragmenta, el mundo o nuestra comprensión del mundo?...
90.- El mundo que conocí, nos dice Monsiváis, ya no existe, y el que ahora padezco se está desvaneciendo. El mundo se fragmentó, y el que ahora padezco, continúa fragmentándose. Con Derrida, pensaríamos que el mundo fragmentado es necesario que sea deconstruido para poder entenderlo (¿pero el mundo fragmentado no se encuentra ya en deconstrucción); después de la fragmentación, lo que nos queda es un mundo incompleto…
91.- A partir de Babel, surge en el hombre el pensamiento del vaciamiento, que es la forma de llamarle al modo de pensar actualmente, desde nuestra perspectiva: ya no existe forma de entender lo absoluto del mundo, por tal motivo, debemos reformular todas nuestras teorías y concepciones…
92.- Babel plantea una deconstrucción orgánica; desde entonces, la comprensión del hombre se encuentra fragmentada (se corresponde con 12 y 13)…
93.- A la comprensión del mundo, o de un cierto mundo, le llamamos cosmovisión, pero si esta se lleva a cabo dentro del pensamiento del vaciamiento, ¿qué mundos lingüísticos seríamos capaces de construir y qué preguntas podríamos formularnos? No es un pensamiento negativo, ni nihilista, pero nos mantenemos en una crisis cognitiva, un conflicto cognitivo, porque ya no sabemos preguntarnos ni respondernos…
94.- Después de Babel, el concepto que más usaremos de modo orgánico será ficción: ficción del lenguaje, del pensamiento, de aquello que vemos, de la comprensión, incluso la verdad es ficción…
95.- El mundo es ficción (Cortázar), por tal motivo, todo lo que nos rodea, o es ficción, o el nombre que portan, lo que le da la esencia, su ser, es ficción, es decir, nuestros mundos lingüísticos son ficción, la ontología como tal es ficción, la fenomenología plantea nombres para las cosas ficticios; debemos preguntarnos, pues, qué estamos entendiendo por ficción…
96.- En cuanto a Dios: después de Babel, Dios es imposible de ser conocido. Lo que pensamos no es Dios. Pero si llegamos a conocer algo de Dios, no somos nosotros quienes lo pensamos, sino él que viene a nuestra mente. Esta perspectiva, que es llamada la revelación, según el pensamiento que desarrollamos sería imposible. Si Dios habita más allá de nuestros mundos lingüísticos, aquello que pensamos ya no es Dios (nuevamente, debemos replantearnos los conceptos o ideas que nos dirigen en todo nuestro pensar)…
97.- El idioma es orgánico, se demuestra en los sueños. ¿En qué idioma soñamos? El lenguaje se conforma como parte de nuestro ser (reflexión aparte, como paréntesis)…
98.- El mundo lingüístico es la construcción de mi conocer todo aquello que me rodea, es la forma en que llamo a las cosas, la manera en cómo las conceptualizo…
99.- Acerca de Dios y el lenguaje teológico: ¿Qué es un puente lingüístico o puente hermenéutico? Si Dios habita más allá de nuestros mundos lingüísticos, es en Jesucristo donde se manifiesta Dios, y es por medio de él que tanto el mundo lingüístico de Dios (si es posible pensar que en Dios exista un mundo lingüístico), y el mundo lingüístico de los hombres, se toca, y puede incluso llegar a pensarse que se fusionan (pero nunca se fusionan, sino que quedan de cierta forma unidos), y es así como podemos extender puentes hermenéuticos o puentes lingüísticos…
100.- El otro surge ante nosotros, poniendo en crisis nuestra capacidad cognitiva. Es así como formularemos formas de conceptualizar al otro. Entre el otro y yo, se tienden puentes hermenéuticos, que será el encuentre entre mundos lingüísticos…
101.- Después de Babel, la concepción de la verdad cambia, y lo falso y lo verdadero toman otros matices. Así, son otras formas de señalar un mundo lingüístico de verdadero o falso, porque ya no hay un concepto esencial que nos diga, qué es lo verdadero y qué es lo falso (cfr. Nietzsche, en Sobre la verdad y la mentira…)…
102.- El mito forma parte de los mundos lingüísticos. Los mitos cobran sentido, se vuelven verdades poéticas, por medio de aquel que los escucha e interpreta. Los mitos, tal como señala Bachelard, son pequeñas metáforas, y todo mito o metáfora, es todo lo escrito. Don Quijote y la Biblia son mitos, y ellos cobran sentido a partir de una hermenéutica que los trate de pensar…
103.- Si pensar es posible, preguntamos, ¿no es después de Babel cuando se pierde toda capacidad de pensar, de comprender y de conocer, incluso se pierde el verdadero lenguaje?...
104.- Babel permanece como una perspectiva de deconstrucción orgánica, ya que lo que sucede en ese momento es que la confusión del lenguaje implica la pérdida del ser, pero no para su destrucción, sino su plena transformación. Diríamos que la ontología, después de Babel, no se destruye ni se construye, sino que se deconstruye…
105.- Quizá en el siglo XXI la poesía sea el instrumento por el cual Dios se volverá a revelar a los hombres. Tal vez ya no existan milagros bíblicos, pero el lenguaje nunca dejará de crear las posibilidades infinitas para manifestar a Dios en el mundo…
106.- Dios pone fe en el hombre, pero, ¿cómo podríamos explicar la fe si partimos de la idea de que Dios habla por medio de los mitos, y nuestra crítica implica tratar de deconstruir al hombre? A partir de Babel, la concepción de fe y revelación tienen nuevos sentidos…
107.- El siglo XX-XXI es el siglo de Babel, donde todos los saberes, la forma en que conocemos, el lenguaje, se han fragilizado, se ha dejado de pensar en esencias, en sentido ontológico. Hoy construimos la ficción del conocimiento…
108.- Los autores que nos llevan a pensar más allá de nuestros mundos lingüísticos nos llevan a romper con la gramática establecida, con el lenguaje ya dado, fijo, estático…
109.- La lectura es una forma de comprender el mundo, pero cada lectura, cada texto, está tejido de juegos lingüísticos. Leer el mundo en los textos es jugar con el lenguaje. El libro es una herramienta que nos sirve para analizar el mundo de lo real. Dicha herramienta puede ser desarmada (principio de lo no sagrado del libro). El libro es una herramienta conceptual que nos permite estructurar nuestros mundos lingüísticos. Es una extensión de nuestra mente, de nuestras ideas. En él se refleja lo que pensamos, lo que construimos en el pensamiento (“Por sus frutos los conoceréis”, “Porque con la boca confesamos, pero con el corazón creemos para justicia”, “De la abundancia del corazón habla la boca”). El libro, entonces, amplía nuestro campo conceptual y nuestra conciencia, nuestro conocimiento. No implica una metafísica, sino una lingüística…
110.- La magia, o el pensamiento que se pueda formar en un mundo mágico, es importante, pero, ¿es posible estructurar una exégesis hermenéutica y una deconstrucción a partir del mundo mágico desde el cual pensamos?...
111.- Babel, como mundo mágico inventado por Dios y los hombres, nos permite una epistemología diferente. Permite crear una forma de pensar totalmente otra…
112.- Los seres mágicos que habitan el mundo de la fantasía construyen mundos lingüísticos complejísimos de forma infinita, es decir, imposible…
113.- Dios, como nuestra infinita posibilidad, nos permite repensar el horizonte del mundo de lo real, y nuestros mundos lingüísticos…
114.- A partir de Babel, el lenguaje del hombre, es decir, el diálogo con el otro, se vio fragilizado, pero no se destruyó del todo; el mundo lingüístico puede salir al encuentro del otro, y se pueden recrear herramientas conceptuales para las nuevas formas en que el lenguaje se manifiesta…
115.- ¿Qué es el conocer? ¿Es posible conocer y hablar de las cosas en sí? Después de Babel, esa capacidad se volvió frágil, y ya no llevamos más a las cosas en el interior, es decir, su verdadero nombre. Ahora debemos reinventar el nombre de todas las cosas…
116.- ¿El mundo se ha fragmentado o nuestra capacidad para hablar del mundo? Siendo así, las herramientas conceptuales son posibilidades para abrir una cierta capacidad de comprensión (sin ser ella misma la comprensión en sí misma)…
117.- Veamos, la confusión del lenguaje, y la muerte del conocimiento verdadero, son el inicio de la muerte de Dios y del hombre. El mundo por eso se fragmenta, o la comprensión del mundo. Los mundos mágicos o imposibles son elementos lingüísticos y epistemológicos que nos ayudan a reconstruir el mundo de lo real, aun cuando lo que permanece es la simulación o ficción del mundo real…
118.- El mundo es el horizonte en el cual el hombre existe (la creencia nos dice que el mundo fue creado por Dios, por medio del hombre, es decir, cuando al hombre se le pidió que nombrara todas las cosas, el hombre conceptualizó el mundo)…
119.- El mundo se nos presenta de tal forma que procedemos a su deconstrucción para poder comprenderlo. En el mundo, también, habita el otro, que se encuentra con el mismo y ambos, el otro y el mismo, deconstruyen el mundo. Al final, lo que se deconstruye y comprende ya no es el mundo en sí, sino que se estructuran nuevas ideas del mundo…
120.- El mundo no soy yo, aun cuando yo estoy en el mundo, y el otro también está en el mundo. Wittgenstein nos muestra que el otro es el límite a nuestro conocimiento, así como el lenguaje es límite para la comprensión del mundo…
121.- El mundo lingüístico encierra todo lo que concebimos del mundo, y lo que está en el mundo. Lo que está afuera del mundo ya no lo podemos concebir. Nos vuelve a señalar Wittgenstein…
122.- La memoria es como un trozo de papel: se escribe y describe el mundo dentro de ella (es parte del mundo lingüístico, sin memoria no podría existir un mundo lingüístico), no todo se borra, no todo se olvida. La escritura intentaba representar al mundo, pero ahora sabemos que la escritura no es otra cosa que eso, escritura, ni más ni menos. Representa el mundo, pero únicamente sobre el papel, no sobre el mundo real…
123.- Se escucha en un poema, “hay palabras que aun no nacen, y cuánta falta hacen”. ¿Hasta dónde es posible creer en palabras que aun no nacen? ¿Es posible pensar en que no todas las palabras han sido inventadas? Pensemos un momento en la Biblioteca de Babel, de Borges, donde todas las palabras, aun las que no existen, ya existen dentro de ella. Tanto el poema como la narración borgesiana, sin invenciones de la lingüística, contienen el mismo valor, ambos son escritura y pueden hacer existir todo lo que se quiera…
124.- La plasticidad lingüística es manifestada por medio de la poesía; en el lenguaje poética, la palabra es llevada hasta los confines del significado. El lenguaje, en la poesía, puede ser desvanecido, ocultado, estirado, y tener existencia en sí mismo, sin embargo, jamás abandonar el ser del poema. Únicamente en el poema es donde la palabra plástica tiene verdadero sentido…
125.- Las palabras que encontramos en los cuentos infantiles, para nosotros, tienen la importancia de que rompen el sentido único que puede tener un texto por demás riguroso. Los cuentos, así como los poemas, pueden llevarnos a la creación de mundos lingüísticos totalmente nuevos, totalmente otros…
126.- Algunas frases que nos permiten nuevos pensamientos, totalmente otros: “Pienso, luego existo”, “Pensar con el propio pensamiento”, “Lo copié de mi pensamiento”, “El no-lugar del lenguaje”, “¿Verdad que soñamos tigres?”, “¡Por qué no traemos al mundo real todo lo que soñamos?”…
127.- Las tres preguntas epistemológicas son como siguen: ¿Dónde está la cometa? ¿Qué hay en la caja? ¿En qué se parece un cuervo a un escritorio? Una más que utilizaríamos para nuestra reflexión: ¿Es posible que Las Meninas se parezcan a el mito de Babel?...
128.- Nuestra imagen que nos hace pensar, al mismo tiempo y en el mismo plano, aquellos dos objetos que no son iguales, ni parecidos: el no-lugar del lenguaje, donde se encuentran el paraguas y la máquina de coser…
129.- Es posible nombrar las cosas sin estar cerca de ellas, sin habitarlas, sin tocarlas. El nombre nos hace aprehender a la cosa sin llegar a comprender su ser de cosa…
130.- Otras preguntas: ¿Existe el llamado mundo lingüístico? ¿Podemos pensar en una llamada plasticidad lingüística? ¿Es el mito de Babel una posible metodología de análisis que explique todas las cosas del mundo y nos permita construir una nueva cosmovisión? De este modo, la sombra de Babel cubre todo nuestro camino histórico y de pensamiento sobre el mundo…
131.- Nos dice Wittgenstein que Dios no se manifiesta en el mundo, nosotros decimos que se manifiesta por medio del no-lugar del lenguaje…
132.- Hablar de Dios es imposible hasta que él se manifiesta por medio del no-lenguaje, que es lo llamado revelación…
133.- El Principito es un libro con un personaje que puede ser la representación del lenguaje. Cuando tiene frente a sí la caja con el corderito, sin saber cómo es el corderito, nombra, no al cordero, sino todas las posibilidades de que ese cordero realmente es el cordero que tiene en mente. El lenguaje es así: nombra todas las formas de la cosa para que la cosa sea cosa en sí misma…
134.- Nos dice Jeremías (Jer. 5:1), “Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, e informaos; buscas en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno que haga justicia, que busque verdad; y yo la perdonaré”; y en un eco, resuena la voz de Nietzsche, “¿Cómo? ¿Un gran hombre? Yo veo siempre tan sólo al comediante de su propio ideal” (Más allá del bien y del mal), y también, “Habla el desengañado. Yo buscaba grandes hombres y he encontrado simplemente la parodia de un ideal” (El ocaso de los ídolos). Luego escuchamos la voz de Cioran, “El hombre es libre, salvo lo que posee de más profundo. En la superficie, hace lo que quiere; en sus capas más oscuras, “voluntad” es un vocablo carente de sentido” (Ese maldito Yo), y algo más, “Siendo el hombre un animal enfermizo, cualquiera de sus palabras o de sus gestos equivale a un síntoma” (Ese maldito Yo), y Foucault nos dice, “entonces podría apostarse a que el hombre se borraría, como en los límites del mar un rostro de arena” (Las palabras y las cosas). Deleuze, completando el cuadro de los pensadores que “hablan mal del hombre”, nos diría, “Es el hombre cargado de rocas o de lo inorgánico (allí donde reina el silicio). Es el hombre cargado del ser del lenguaje (de “esa región informe, muda, insignificante, en la que el lenguaje puede librarse” incluso de los que tiene que decir). Como diría Foucault, el superhombre es mucho menos que la desaparición de los hombres existentes, y mucho más que el cambio de un concepto: es el advenimiento de una nueva forma, ni Dios ni el hombre, de la que cabe esperar que no sea peor que las dos precedentes” (Foucault). No olvidemos, para nuestra cita, aquellas palabras de Rulfo, “Dio un golpe seco contra la tierra y se fue desmoronando como si fuera un montón de piedras” (Pedro Páramo), y Octavio Paz, “También el hombre fluye, también el hombre cae y es una imagen que se desvanece” (Mutra, en La estación violenta), y Cortázar, en esa línea de pensamiento, “No te mato a ti sino a tus actos, al eco de tus actos, su resonar lejano en las costas griegas. Se habla ya tanto de ti que eres como una vasta nube de palabras, un juego de espejos, una reiteración de fábula inasible” (Los reyes). De todas las citas que encontramos acerca del hombre, de ese pensamiento contra el hombre, la del Replicante acaso sea la más profunda de todas ellas, “He visto cosas que ustedes no creerían. He visto atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tanhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”. Sí, el hombre no es ni la primer imagen, ni la última, no morirá nada del mundo si el hombre muere, ni nacen nuevas formas si el hombre sobrevive, ¿quién necesita la idea de hombre? Ya puede ir muriendo con la muerte de Dios, con la idea de un Dios que muere, y va muriendo. Muere la imagen del Dios y muere la imagen del hombre, muere el lenguaje y muere el pensamiento, muere el ver lo verdadero, muere la poesía, que era el medio de la manifestación de Dios, tal como nos dice Saramago, en aquellos versos poéticos, “Jesús muere, muere, y ya va dejando la vida… Aún había en él un rastro de vida cuando sintió que una esponja empapada en agua y vinagre le rozaba los labios, y entonces, mirando hacia abajo, reparó en un hombre que se alejaba con un cubo y una caña al hombro. Ya no llegó a ver, colocado en el suelo, el cuenco negro sobre el que su sangre goteaba” (El evangelio según Jesucristo). Nada de resurrecciones del Lenguaje, del Verbo, de la Palabra, nada de voces que guían, nada de pensamientos más allá, pensamientos revelados; el relato, y el final, del libro de Saramago, es un fragmento descarnado, sin esperanza, sino con la idea de lo que espera más allá de la muerte: ¿la nada? Pero no es la muerte y la vida en sí mismas (eso no sabemos cómo definirlo), sino la muerte del lenguaje, de ese lenguaje que significa, que da valor a la narración, que manifiesta aquello que se dice. Es la muerte de la Palabra que habla, que manifiesta en la revelación de aquello que estaba oculto. Nos dice Octavio Paz, “Mis pensamientos se bifurcan, serpean, se enredan, recomienzan, y al fin se inmovilizan, ríos que no desembocan, delta de sangre bajo un sol sin crepúsculo. ¿Y todo ha de parar en este chapoteo de aguas muertas?” (Himno en ruinas, en La estación violenta). Quizá si el lenguaje que manifiesta al hombre desapareciera del todo, no nos dejaría de sorprender levemente, pero después, como el monstruoso insecto de Kafka, Gregorio Samsa, nos acostumbraríamos rápido, y no sería, a decir verdad, lo más importante, dicha desaparición no llamaría nuestra atención sino cualquier otra cosa…
135.- Todo lo escrito anteriormente está unido de forma orgánica por un mundo lingüístico, o un elemento de nuestro mundo lingüístico: el hombre, el lenguaje, en su no-lugar, que manifiesta al hombre…
136.- Babel produjo lo que hoy conocemos como "pensamiento del vaciamiento", lo que nos lleva a radicalizar la idea del pensamiento débil. No pensamos ya débilmente, sino que ni siquiera podemos decir que pensamos, mucho menos podemos pensar con nuestro pensamiento...
137.- Babel es la deconstrucción orgánica de nuestros mundos lingüísticos; a partir de ese momento surge en el hombre lo que se llama "conflicto cognitivo", que es de la única forma en que se conoce después de Babel. Decir "después de Babel" es hablar de una forma de posmodernismo...
138.- Babel es el momento en que el mundo se vuelve ficción, como lo vemos con los pensadores como Nietzsche, Wittgenstein, Monsiváis y Sergio Pitol. Terminan los grandes relatos míticos que explicaban el mundo para dar paso a las ficciones míticas, que intentan inventar el mundo...
139.- Babel produjo el surgimiento de una ontología totalmente ficticia. En Babel nace la invención de todas las palabras que formarán todas las cosas...
140.- El hombre no conoce el verdadero nombre de las cosas. Dios mismo está más allá de todo mundo lingüístico...
141.- Después de Babel lo real dejó de existir para dar paso a una realidad inventada, ficticia. La poesía, la literatura, la filosofía, la teología, todas las formas de pensamiento, y otras más, son parte del conocimiento ficticio después de Babel...
142.- Nuestros mundos lingüísticos son el medio por el cual conocemos, pensamos, hablamos; después de Babel nada contiene esencia, todo es invención, ficción, y nuestros mundos lingüísticos son invenciones necesarias...
143.- Nota: Dios está más allá de nuestros mundos lingüísticos, y solamente en Jesucristo pueden unirse tanto el mundo lingüístico divino como el mundo lingüístico humano. Jesucristo permanece en el intersticio de ambos mundos lingüísticos...
144.- ¿Es la poesía parte del lenguaje que muestra la existencia de Dios? ¿Es posible encontrar a Dios dentro del lenguaje humano? "La palabra poderosa de Dios permite que todas la cosas existan", ¿cómo es posible, entonces, que en Babel se perdiera la esencia de todas las cosas?...
145.-So much power for such a little sliver of rock. Such a small piece... of infinity! The odd creature is named Arnim Zola. His brillant mind prolonged a fading life by transferring his essence into biosynthetic body. Now, he has set the sights of his scientific curiosity on a prize larger even the immortality...
146.-God, the God, would have marked with his patronym a communal space, that city where understanding is no longer possible. And understanding is no longer possible when there are only proper name, and understanding is no longer possible when there are no longer proper names. In giving his name, a name of his choice, in giving all names, the father would be at the origin of language, and that power would belong by right to God the father. And the name of God the father would be the name of that origin of tongues. But it is also that God who, in the action of his anger, annuls the gift of tongues, or at least embroils it, sows confusion among his sons, and poisons the present...
147.-StormWatch is a crisis intervention team assembled under the auspices of the United Nations’ SkyWatch program. They are on constant alert to take any action SkyWatch deems necessary to maintain world peace and to enforce international law. The Weatherman commands SkyWatch and dispatches StormWatch teams when protected nations invoke Code Perfect, the internationally recognized cry for aid. A brutal kidnap and a pitched battle in the California desert is just the start of a new storm over America; a screaming storm of bacterial horror, secrets and lies, and the people who will not only break the planet with disease – but will use superhumans to survive it themselves. Or, to be more exact – bits of superhumans...
148.- Babel y el posmodernismo: Babel es el suceso dentro de la historia mítica, y el posmodernismo es el resultado de dicho suceso; entonces, el posmodernismo es tan mítico como Babel, porque todo momento histórico que surja a partir de Babel, después de Babel, es parte de una mitología que intenta dar respuesta al origen del pensamiento que hemos llegado a construir.
149.- Babel y el posapocalipsis: Pensar en lo posapocalíptico es pensar en la sobrevivencia humana. ¿Qué sucede con los seres humanos que quedaron después del gran acontecimiento cósmico? ¿Qué sucede con los sobrevivientes de la catástrofe que ha vivido la humanidad en su conjunto?
150.- Babel y el posteísmo: Después de Babel, nuevamente ha nacido la pasión por la fe, pero ya no es la misma pasión por permanecer siendo de alguna religión antigua o tradicional, sino que nacen nuevas formas de religiosidad, y cada una de ellas contiene un bestiario de dioses; desde la creencia en el Dios de los cristianos, al Dios de los judíos –se vuelven dos entidades divinas diferentes–, hasta nuevos dioses, santos y ángeles, incluso vírgenes.
151.- Babel y el neopanteísmo: El nacimiento de lo que podríamos llamar nueva espiritualidad nace en este neopanteísmo. Como segunda parte del punto precedente, aquí vemos la profundidad que permanece en el ser humano posmoderno, pero se ha enfocado a más-allá-del-Dios-conocido, para adentrarse a la infinita posibilidad de los diferentes-dioses-que-conocemos. Ya no solamente se encuentra Dios en el cielo, ahora su reinado, el nuevo reino de los cielos, se encuentra totalmente inmerso en los objetos. Y cada objeto se ha vuelto un nuevo dios, produciendo lo que llamamos neopanteísmo.
152.- Babel y lo posteológico: Una nueva teología nace a partir de Babel. Puede ser una teología cristiana, pero hay nuevas vertientes. En estas nuevas formas del discurso teológico entran todos aquellos filósofos y teólogos que han escrito a través de los años. Pero hoy, ¿qué teología se piensa y se escribe entre todos los habitantes del posbabel?
153.- Babel y el ultramodernismo: Después del posmodernismo, nuestro pensamiento no queda suspendido en la nada, sino que hemos avanzado hasta construir lo que hoy podemos llamar el ultramodernismo, que es la forma del modernismo llevada hasta sus últimas consecuencias, cuando el sueño del progreso no ha hecho avanzar al hombre hasta un estadio mejor, más perfecto, sino hasta el momento en que el progreso es lo único importante y el hombre se transforma en un objeto de consumo, igual que todo lo que ha construido. Porque después de Babel, el hombre se volvió objeto, ya que lo que mejor sabía hacer era reproducir la imagen, no de Dios, sino del hombre, y lo único que sabe hacer es producir y reproducir objetos de consumo.
154.- Babel y el hipermodernismo: Lo hiperdomida nuestro pensamiento; lo hiper es signo de simulación, de ficción, de un signo vacío del signo, sacudida la esencia del signo. Después de Babel, lo que podemos observar en todas las acciones del hombre es el intento por la creación de lo totalmente hiper, y en este caso, el hipermodernismo es el momento en que toda la ficción de su propio pensamiento lo atrapa, dejándolo en una dimensión dominada por un pensamiento artificial casi divino.
155.- Babel y el hiperposmodernismo: El posmodernismo ha sido un momento dentro del análisis que se ha llevado a cabo. Volver a traer la forma de lo hiper, y unirlo al posmodernismo, es un intento por pensar más allá del mito simplemente, y, no dejarlo de pensar, sino volverlo tan evanescente, pero que ocupa un lugar en el pensamiento de lo social, que la posmodernidad alcanza esos niveles de hiper, volviendo como real, tal vez, una cierta forma de consciente colectivo.
156.- Babel y el panteísmo hiperposmodernista: La evanescencia, que vuelve absoluta esa forma de pensamiento, se ha encarnado en los objetos que se han transformado en los nuevos dioses, vaciando al cielo de toda divinidad. Los objetos han alcanzado la máxima expresión de su esencia, volviéndose casi más reales que los consumidores de dichos objetos.
157.- Babel y el devenir del pensamiento del vaciamiento: En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. Cuando Dios crea todas las cosas, el Verbo creó todas las cosas y las sostenía con su poder dentro de la existencia. Después de Babel, el Verbo dejó de ser el sustento de todas las cosas –específicamente, el pensamiento del hombre. Desde Babel, el hombre jamás ha vuelto a pensar con su propio pensamiento, sino que es un pensamiento totalmente otro del que se tenía en el origen, y del que ya no se puede llegar a decir ni narrar nada, porque es imposible conocerlo. Es imposible conocer el origen del hombre sobre la tierra, como es imposible conocer el más allá, donde el hombre volvería a ser perfecto, como alguna vez lo fue. El pensamiento se encuentra vacío del pensamiento mismo, así que pensamos, siempre, de forma indirecta. No podemos afirmar, con certeza absoluta, que lo que me es útil, y mi mayor herramienta, sea nuestra verdadera arma para llegar a construirnos como seres verdaderamente pensantes. Al contrario, el pensamiento del vaciamiento es el vacío de la esencia, el signo que ya no significa, el hombre ya no es hombre realmente, sino un ser artificial…
158.- Babel y la cultura de la imagen de Coca-Cola: Después del suceso de Babel, nos sostenemos por imágenes. Nuestro ser entero estaba hecho a imagen de Dios, pero hoy, esa imagen está totalmente destrozada. Por eso podemos decir, Dios ha muerto, nace la imagen de Dios. En este caso, pensar en Coca-Cola como elemento de nuestro análisis, es para mostrar que el nuevo Dios, que es la imagen de Coca-Cola, intenta devastar el suceso apocalíptico de Babel, volviendo a construir un solo idioma, un idioma que se entienda a nivel mundial, pero que ya no puede ser el idioma o lenguaje de antes de Babel, sino uno totalmente vacío, que espera ser llenado; un lenguaje que ya no es lenguaje, sino algo totalmente distinto, y que los hombres no dejan de entender desde su propio idioma. Es un símbolo universal, reconocido como parte unificadora del mundo, pero se sigue comprendiendo con nuevos pensamientos…
159.- Babel y el ciberespacio: La era del ciberespacio es la que vivimos actualmente. La imagen está más diluida que antes. Se ha vuelto una imagen fantasmagórica, que solamente sobrevive en la unión a Internet, y que ya no se puede escapar del mundo que se ha formado, de manera invisible, en el entrelazamiento de cables, conexiones, imágenes, comandos, programas, archivos, etc. En esa nueva dimensión espaciotemporal, el ser humano se encuentra como en casa, es su nuevo hogar. La ventana que le permite ver un mundo totalmente distinto. Son las nuevas formas en que el ser humano habita este mundo, que si continuara plano, sería demasiado aburrido, pero gracias a Dios, la tierra es redonda, pero hoy, ya no sólo es redonda, sino que hoy es ciberespacial, es decir, virtual…
160- Babel y la realidad-virtual: Se ha escapado el mundo virtual a nuestro mundo real, y se han fusionado. Vivimos una era en que todo se va transformando a una velocidad increíble. La realidad virtual domina el nuevo horizonte de pensamiento, y Babel hace nacer las nuevas formas, casi invisibles, casi en desaparición, casi evanescentes, del ser humano. Un ser humano que se ha vuelto digital…
161.- Babel y la nueva humanidad: Nuestro mundo se mantiene en constante extinción; ya son muchos mundos los que han desaparecido. Pero en ese mundo habita el hombre. Aunque, después de todo el recorrido que hemos tenido por estas diferentes formas de conceptualizar nuestra realidad, debemos comenzar a entender que estamos ante la invención de un nuevo sujeto de conocimiento. Decimos sujeto de conocimiento, porque en esta era, el conocimiento es muy importante, y ya lo era, en siglos pasados, para los filósofos, porque se podían sostener en el pienso, por lo tanto existo, y conocer es el pensamiento en sentido activo, tratando de llegar a la profundidad misma de las cosas, al misterio de las cosas, como dice Pessoa en su poema. Esta nueva forma de humanidad contiene una nueva carne, tanto virtual, como metálica, y se vuelve un ser ciberespacial, como un ser artificial, naciendo conceptos tales como: robot, ciborg, androide, humanoide, tecno-humano, máquina humana, replicante. La carne artificial es parte de esta nueva humanidad, que ha nacido a partir del acontecimiento llamado Babel…
162.- Babel que se extiende al infinito: Kierkegaard habla del hombre en un sentido filosófico y poético; el hombre es una síntesis, y lo vemos como sigue, “El hombre es una síntesis de infinito y finito, de temporal y eterno, de libertad y necesidad, en resumen, una síntesis” (Tratado de la desesperación), y también, “Si el hombre fuese un animal o un ángel, no sería nunca presa de la angustia. Pero es una síntesis y, por tanto, puede angustiarse, y cuanto más hondamente se angustia tanto más grande es el hombre” (El concepto de la angustia). Desde la perspectiva que estamos viendo, la síntesis es “la relación de dos términos”. Nosotros nos preguntamos, ¿existe una síntesis cuando dos términos, como es la carne y la tecnología, se unen en un ser?...
163.- Génesis 11:9:En ese lugar el Señor confundió el idioma de todos los habitantes de la tierra, y de allí los dispersó por todo el mundo. Por eso la ciudad se llamó Babel. Por eso a la ciudad se le llamó Babel, porque allí fue donde el Señor confundió el idioma de toda la gente de la tierra, y de donde los dispersó por todo el mundo. Por eso se llamó Babel, porque allí confundió Yavé la lengua de la tierra toda, y de allí los dispersó por la haz de toda la tierra. De donde se le dio a ésta el nombre de Babel o Confusión, porque allí fue confundido el lenguaje de toda la tierra; y desde allí los esparció el Señor por todas las regiones. Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra. (Se podría pensar que la invención de los habitantes de toda la tierra viene de Yavé; pero entonces, también es Yavé el que ha inventado el lenguaje. La Palabra crea la palabra hablada; la Palabra crea la palabra que ha de escribirse. Somos infinitas palabras escritas al margen, en lo incompleto. Allí, en ese momento fuera de todo momento, Yavé confunde el lenguaje, crea una multiplicidad, un multiverso, y el idioma vuelva como impulsado por el polvo de hadas de la imaginación. Yavé crea los lenguajes humanos en los confines de la creación, en un tiempo sin tiempo)...
164.- Génesis 11:8: Así fue como el Señor los dispersó por toda la tierra, y ellos dejaron de construir la ciudad. De esta manera el Señor los dispersó desde allí por toda la tierra, y por lo tanto dejaron de construir la ciudad. Y los dispersó de allí Yavé por toda la haz de la tierra, y así cesaron de edificar la ciudad. Y de esta suerte los esparció el Señor desde aquel lugar por todas las tierras, y cesaron de edificar la ciudad. Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad –y su torre. (Fueron llevados por toda la tierra, confundidos en su ser, en su lenguaje; esto nos lleva a un pensamiento: si el ser de ellos es la palabra, si su habitación es el lenguaje, entonces, dejaron de construir su propio lenguaje. Su ser está incompleto desde la deconstrucción que llevó a cabo con ellos Yavé. Yavé no sostiene un lenguaje absoluto, sino que lo deconstruye; los hombres fueron palabras absolutas, con un solo significado, es decir, un pueblo con un solo idioma, y confundió su ser de palabra, en ellos comenzó a habitar la incompletitud del ser de su palabra)...
165.- Génesis 11:7: Es mejor que bajemos a confundir su idioma, para que no se entiendan entre ellos”. Será mejor que bajemos a confundir su idioma, para que ya no se entiendan entre ellos mismos”. Bajemos, pues, y confundamos su lenguaje, de modo que no se entiendan unos a otros”. Ea, pues, descendamos, y confundamos allí mismo su lengua, de manera que el uno no entienda el habla del otro”. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero”. (Es aquí donde entra la deconstrucción de parte de Dios para con el hombre. Si el hombre habita la palabra, si la palabra es habitación del hombre, si de la palabra partimos para conocer que el ser del hombre está en la palabra –en el verbo, en el logos, en la palabra hablada y escrita, si los hombres hablaban un mismo idioma, si tenían el mismo lenguaje, si usaban unas mismas letras, unos mismos vocablos, y era su habitación, su ser, entonces Dios confundiría su ser para hacerlo otro. Un ser totalmente otro. Dios es el creador de la alteridad humana, de la singularidad de cada hombre, de la differance que existe en los hombres)…
166.- Génesis 11:6: y pensó: “Ellos son un solo pueblo y hablan un solo idioma; por eso han comenzado este trabajo, y ahora por nada del mundo van a dejar de hacerlo. y se dijo: “Todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma; este es sólo el comienzo de sus obras, y todo lo que se propongan lo podrán lograr. y se dijo: “He aquí un pueblo uno, pues tienen todos una lengua sola. Se han propuesto esto, y nada les impedirá llevarlo a cabo. Y dijo: “He aquí, el pueblo es uno solo, y todos tienen un mismo lenguaje; y han empezado esta fábrica, ni desistirán de sus ideas, hasta llevarlas a cabo; Y dijo Jehová: “He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. (Hablan una misma lengua, y utilizan los mismos vocablos, las mismas palabras; son un solo pueblo, como un solo ente, existen como un ser, en la misma casa, pero separados del ser-casa de Dios. Dios, Yavé, que es el “Yo soy” de los hombres, no entra en la construcción de los hijos de Adán; estos hijos de los hombres fabrican y nada los detiene de llevar a cabo sus ideas, la construcción del ser fragilizado. Un pensamiento frágil)...
167.- Génesis 11:5: Pero el Señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, Pero el Señor bajó para observar la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, Bajó Yavé a ver la ciudad y la torre que estaban haciendo los hijos de los hombres, Y descendió el Señor a ver la ciudad y la torre, que edificaban los hijos de Adán. Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. (Yavé, que significa “Yo soy el que soy”, “Yo soy”; el nombre que no es nombre, sino que describe la esencia, baja a encontrarse con los hijos de Adán, que son los hijos de los hombres. ¿Qué significa “Yavé, Yo soy”, y “los hijos de Adán”? Encontrar en estos dos nombres o significados, el sentido de lo que el relato enseña, es mostrar la relación que existe entre ellos. Yavé, como el Ser, no es el ser de los hombres; el otro nombre de Yavé, en el Nuevo Testamento, es la Palabra, el Logos y el Verbo: la palabra es la conformación del ser del hombre, “en la casa de la palabra habita el hombre”; el logos hace patente lo que se oculta, desocultándolo, manifestándolo, mostrándolo por medio de la palabra hablada, lo muestran; verbo es la acción dentro de la oración, lo que hace que sea, “llama las cosas que no son, como si fuesen” (Rom. 4:17); Yavé trae desde la nada a las cosas que son, ha creado desde la nada, y lo que no era, ahora tiene ser, porque su voz ha mandado, una voz silenciosa, una voz desubicada, y le da ser, existencia. Lo que no es, ahora tiene ser, ahora existe. Él ve las acciones de los hijos de Adán, pero no unidos a él, sino separados de él, y Yavé, que es el ser de los hombres, no está en los hijos de Adán, sino separados, y resuena el “Dónde estás tú” (Gen. 3:9), que sonó en el huerto. Los hijos de Adán construyen la ciudad y la gran torre; ya señalamos que ellos construían una nueva palabra, construían su propio ser, señalado de forma metafórica en la torre, pero era una torre hecha a partir de materiales frágiles, lo que nos muestra que su nueva palabra es frágil –una torre hecha de ladrillo y betún; una palabra, su habitación, hecha de otro ser que no es el Ser de Dios. Una torre frágil, una casa frágil)…
168.- Génesis 11:4: Después dijeron “Vengan, vamos a construir una ciudad y una torre que llegue hasta el cielo. De este modo nos haremos famosos y no tendremos que dispersarnos por toda la tierra. Luego dijeron: “Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo nos haremos famosos y evitaremos ser dispersados por toda la tierra”. Y dijeron: “Vamos a edificarnos una ciudad y una torre, cuya cúspide toque a los cielos y nos haga famosos, por si tenemos que dividirnos por la haz de la tierra”. Y dijeron: “Vamos a edificar una ciudad y una torre, cuya cumbre llegue hasta el cielo; y hagamos célebre nuestro nombre antes de esparcirnos por toda la faz de la tierra”. Y dijeron: “Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra”. (La construcción de la torre comienza. Elevarán su ser hasta las alturas del infinito espacio y del tiempo eterno. Perdurarán en la memoria de todo el mundo, construirán una palabra fuerte, que los haga permanecer para siempre. Una raza que anhela la eternidad; fueron los gigantes que alguna vez caminaron por esta tierra. Pero esa torre es construida con el material frágil: ladrillo y betún)…
169.- Génesis 11:3: Un día se dijeron unos a otros, “Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos en el fuego”. Así, usaron ladrillos en lugar de piedras y asfalto natural en lugar de mezcla. Un día se dijeron unos a otros: “Vamos a hacer ladrillos, y a cocerlos al fuego”. Fue así como usaron ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de mezcla. Dijéronse unos a otros: “Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos al fuego”. Y se sirvieron de los ladrillos como de piedra, y el betún les sirvió de cemento; Y se dijeron unos a otros: “Venid, hagamos ladrillos, y cozámoslos al fuego. Y se sirvieron de ladrillos en lugar de piedras, y de betún en vez de argamasa; Y se dijeron unos a otros: “Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. (Aun hablando el mismo lenguaje, teniendo los mismos vocablos y las mismas palabras, se dijeron, se comunicaron aun siendo de un mismo ser, de una misma palabra hablada y escrita. Y aquí comienza la caída hacia otra palabra hablada y escrita. En el simbolismo del ladrillo y el betún. Encontramos la comparación, “ladrillo en lugar de piedra y betún en lugar de cemento”. La construcción de su nuevo ser ahora era frágil. Lo que era un origen firme, basado en una palabra verdadera que pronunciaba la realidad de las cosas. Cuando la palabra aun representaba en su ser exacto a las cosas, y cuando la realidad era pronunciada, cuando esto aun existía, en ese momento fuera de todo tiempo real, histórico, afianzado en un momento mágico, verdadero, los hombres parten de su origen verdadero, y se adentran a ese otro lugar, a su nueva tierra, su nueva casa del ser, para construir una nueva palabra. Y la nueva palabra es frágil. No es cemento, sino betún; no es piedra, sino ladrillo cocido. El ser, la palabra hablada, comienza a fragilizarse)…
170.- Génesis 11:2: Cuando salieron de la región oriental, encontraron una llanura en la región de Sinar y allí se quedaron a vivir. Al emigrar al oriente, la gente encontró una llanura en la región de Sinar, y allí se asentaron. En su marcha desde Oriente hallaron una llanura en la tierra de Senaar, y se establecieron allí. Mas partiéndose de oriente estos pueblos, hallaron una vega de tierra de Senaar, donde hicieron asiento. Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. (El “movimiento sin retorno”, que nos recuerda el pensamiento de Lévinas, es ese movimiento que se dirige, por llamarlo de algún modo, “siempre hacia adelante”; una sola dirección, pero ya no de retorno, ya no volver a lo Mismo, sino que se permanece en lo Otro. Dice que emigran de la región oriental, que nosotros podemos entender como el emigran de su origen para pasar a otro lugar, fuera de donde ellos eran. Su origen desaparece de su vista, el horizonte se transforma totalmente, y encuentran ese lugar como el nuevo sitio en que morarán. La nueva morada ya no es la anterior, es decir, la casa del ser es la casa que ellos habitan, todos la misma casa, y han salido de esa casa para habitar una nueva. La casa de origen es el lenguaje de origen. Ellos eran ellos, pero en su movimiento sin retorno, ellos, que eran ellos en un sentido absoluto, pasan a ser otros en un sentido absoluto. Se establecen en la nueva casa, en la nueva palabra, son una nueva forma de escritura –palabra hablada y escrita es la casa del ser. Una nueva palabra los dirá)…
171.- Génesis 11:1: En aquel tiempo todo el mundo hablaba el mismo idioma. En ese entonces se hablaba un solo idioma en toda la tierra. Era la tierra toda de una sola lengua y de unas mismas palabras. No tenía entonces la tierra más que un solo lenguaje, y unos mismos vocablos. Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. (En aquel momento, en ese entonces, un momento, un entonces fuera del tiempo; “erase una vez”, “en algún lejano país”, “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”. Es el inicio de una historia que está más allá de la geografía, que se encuentra fuera de una historia histórica del mundo y se encuentra en la historia metafórica, de un cuento ya lejano en su escritura. En ese entonces, tal vez mágico, tal vez imaginario. Un momento en un lugar que se encuentra en los confines de la memoria, de la imaginación. En ese entonces, y en ese momento, todos tenían el mismo idioma. Si hacemos caso a Heidegger, cuando nos dice que la palabra, hablada, es la casa del ser, y que el hombre habita en esa casa del ser, entonces, en ese entonces, los hombres tenían una misma esencia, una misma casa del ser, un mismo lenguaje, una misma forma de nombrarse, de darse la esencia. En ese momento fuera de todo tiempo, todos los hombres habitaban una misma casa del ser, que eran las mismas palabras, las mismas letras, el mismo lenguaje, comprendían lo mismo)…
172.- Esta es la posible transformación del signo: el signo deja de representar aquello que significa, y permanece estático, ya sin significar, posiblemente se vuelva objeto en sí mismo, es decir, se vuelve cosa. ¿Ahora el signo podría tener un signo que lo significara? Veríamos la redención del signo, al nacer un signo de ese signo. Un signo que ya no está vacío del todo, sino que ahora se encuentra nuevamente lleno, aun cuando sea de modo virtual. Pero, si el signo se vuelve a quedar vacío, volviéndose insignificante, tal vez lo que estamos a punto de contemplar es la pura magia del signo. Es la magia del signo, porque no encontramos otra forma en que el signo pudiera permanecer dentro de nosotros, sino que se desvanecería en una nada absoluta, es decir, se perdería en el vacío del olvido absoluto, sin ya jamás volver a ser encontrado. Dice que Dios creó todas las cosas por medio de su Palabra, y que la Palabra habitaba en Dios, y era Dios; con su Palabra, llamó a todas las cosas desde la no-existencia, y comenzaron a existir, es decir, fueron llenas de esencia que las hizo existentes. Pero es en Babel donde las cosas son arrancadas de la esencia que las mantiene existiendo, de esa Palabra que las sostiene con su poder. Cuando las cosas dejan de estar en la Palabra que las sostiene, dejan de ser cosas verdaderas y se vuelven cosas artificiales. La Palabra se hizo carne, habitó un cuerpo, se hizo cosa, pero fue cosa después de Babel, así que la Palabra misma habitó la realidad virtual. Pero el Dios que había dado existencia a las cosas, existencia verdadera, haciéndolas cosas verdaderas, volvía en la Palabra que se hacía cosa virtual, y de ese forma, redimir a la cosa virtual. Pero, ¿cómo redime a la cosa virtual?...
173.- Antes de Babel, todos teníamos una misma esencia y unas mismas palabras; nuestra esencia eran nuestras palabras. Después de Babel, lo que era esencial a nosotros, se había perdido. Y tal vez el único vestigio que hoy nos queda de ese tiempo otro antes de Babel, se la botella de Coca-Cola. ¿Por qué una botella de Coca-Cola? Porque ella encierra el simbolismo de una globalización que nos remite a ese tiempo totalmente otro que era antes de Babel. Después de Babel, lo que reinaba era una aldea totalmente aislada en sus partes; pero hoy vivimos el tiempo de la botella de Coca-Cola, que es una época también llamada posmoderna. Esta época posmoderna, o de la era de la imagen de Coca-Cola, o posapocalíptica, o posteísta, o posteológica, o ultramodernista, es la época que también se puede llamar, del ciberespacio, donde lo virtual reina, lo virtual se vuelve cada vez más real. Hoy lo virtual es lo verdadero, y lo real es un objeto de consumo que se vuelve especie en peligro de extinción, un lujo para unos cuantos. Los animales ya no están en peligro de extinción, hoy lo casi extinto es lo real. Hoy, lo real solamente puede estar unido a lo virtual, en una realidad virtual. ¿Se intenta volver al tiempo otro antes de Babel? No, sabemos que es imposible. ¿Intentamos copiarlo, entenderlo, saber cómo era, es decir, buscamos ese paraíso perdido? No, lo que estamos inventando es otra cosa. Hubo un tiempo en que los hombres creyeron que podían encontrar cómo había sido el hombre en naturaleza, el hombre en esencia, pero hoy sabemos que eso es imposible. Entonces, ¿qué es este camino que hemos recorrido? Es un camino que podemos llamar el devenir del vaciamiento. Hemos visto que vivimos en una época que puede ser llamada de diferentes formas, y en esta época, son muchas las formas para hablar que tenemos. En su momento, las palabras significaban las ideas que teníamos en la mente, en el pensamiento. Las palabras eran signos llenos de esencia; pero hoy, nuestras palabras, después de Babel, ya no encierran esencia alguna, sino que se han vuelto totalmente asignificantes, porque ya no significan las cosas reales, puesto que las cosas reales han dejado de serlo para transformarse en cosas virtuales, o de realidad virtual. En este devenir del vaciamiento, hacemos referencia al vacío que hoy tenemos en los signos, en las palabras. El pensamiento que desarrollamos a partir del camino que se ha recorrido desde antes de Babel, a después de Babel, y llegar a la era de la botella de Coca-Cola, lo llamamos el pensamiento del vaciamiento. Lo definimos así: lo totalmente esencial se transforma en la esencialidad totalmente vacía. ¿Es posible pensar en una esencia vacía de sí misma? Si esto es así, entonces la esencia vacía ha dejado de ser esencia para transformarse en lo no esencial. Hoy, en la hipermodernidad, que también hemos llamado ultramodernidad, que definimos como la era de la botella de Coca-Cola, o la era del pensamiento del vaciamiento, el signo ya no representa, es una cosa hueca que espera que nosotros le demos el sentido que queremos, y que queramos. Pero no sólo el que queramos, también el sentido que se necesite. En esta era del signo vacío de esencia, encontramos que han nacido nuevas formas de significar, y la realidad virtual es una de ellas, donde el signo cobra de nuevo el sentido que tuvo alguna vez, pero ya no en sentido esencial, sino que se ha transformado…
174.- Aun cuando la realidad es otra, y el robot jamás llegará a desarrollar vida dentro de sí mismo, la ficción, o ciencia ficción, nos puede permitir un número infinito de posibilidades de pensamiento para intentar reflexionar en torno al pensamiento de un robot, y de que este personaje artificial pudiera llegar a desarrollar sentimientos genuinos, y que llegara, incluso, a desarrollar las mismas pasiones que los seres humanos tienen: amor, celos, ira, tristeza, etc. Pero, ¿qué tiene que ver esta reflexión en torno al ciborg y nuestra intención de pensar en la torre de Babel? Es nuestra intención llevada al límite a partir de Babel. Babel puede significar la lucha que existe entre Dios y los hombres, porque fue, de primer momento, la desobediencia humana, lo que llevó a Dios a la destrucción del lenguaje original, para dar paso a la creación de un nuevo lenguaje. Era un lenguaje original destruido y nacía un lenguaje artificial. Este lenguaje artificial permitía una nueva decodificación de los pensamientos, de las palabras, de las acciones, de todo aquello que conformaba al ser humano. Incluso en este lenguaje artificial una nueva concepción sobre Dios inicia en el ser humano. Es decir, el lenguaje original permitía un cierto tipo de pensamiento –que hoy ya no podemos definir- y, en el lenguaje artificial, otro pensamiento surge. Así, el hombre es totalmente otro de lo que fue originalmente. Los hombres, en Babel, mutaron en otros seres; eran otra forma de hombres. El hombre es su palabra, su lenguaje; en su palabra se muestra su ser, lo que conforma su ser. En la palabra habita el hombre, y si su palabra, su lenguaje, es confundido, destruido, transformado en lenguaje artificial, podríamos decir, que el hombre es destruido, y se transforma en un ser artificial. Lenguaje y pensamiento se encuentran íntimamente relacionados, y quiere decir que sus pensamientos han sido transformados. Todo en el hombre cambia. Entonces, todos los hombres se extendieron sobre la tierra; llenaron el planeta. Pero podemos pensar que no abandonaron Babel, sino que construyeron sus ciudades teniendo la torre como centro. Se extendieron, construyeron las grandes urbes, las grandes ciudades, pero Babel se podía ver. De hecho, en esta gran ficción, los hombres han vuelto a Babel, una y otra vez, construyéndola, reconstruyéndola, deconstruyéndola, hasta que ha quedado totalmente cambiada de lo que fue en su origen. Una torre distinta, artificial, llena de colores y sonidos, formas, nuevas estructuras. Han escrito sobre ella, cada libro parte de ella; ella es hermosa, una carne metálica perfecta. ¿Qué es Babel? Pensar en la torre nos lleva a hacernos muchas preguntas; pero esta es la más importante, qué es ella. Hoy habitamos en ella más que nunca antes, y hacemos toda clase de esfuerzos por extenderla aun más. Pero ya no creemos que es el símbolo de la desobediencia humana sobre el mandato divino, sino que hoy sabemos que es parte de nuestra esencia, de nuestra forma de ser de cada uno, de la alteridad que reina en este mundo. Somos muchos seres humanos pensando, sintiendo, trabajando, hablando, construyendo y viviendo de formas variadas. Nos extendemos en un horizonte casi infinito; nuestra vista se pierde cuando queremos ver dónde termina ese horizonte, pero los horizontes son eso, el lugar imposible de contemplar…
175.- La nueva estética no es la pintura ni la escultura, no es la profundidad de los tratados filosóficos y teológicos sobre la estética. Hoy es una nueva forma de pensamiento artístico. Lo que nos llena de fantasías, de capacidad de asombro, es una nueva forma de arte: La máquina que se une al cuerpo humano, formando una unidad indivisible. Y no deja de ser ficción que amenaza a la realidad. Si pensamos en BladeRunner, pasando por Akira, Ghost in the Shell, Appleseed, incluso Ciudad Gótica y Ciudad Virtual –Natural City-, la carne-máquina, el ciborg –organismo cibernético-, permanece como elemento de arte. Pero es en las ciudades donde el ciborg cobra vida, camina, piensa y siente. Serán estos dos últimos elementos los que más nos sorprenden al observar dichas películas. El ciborg, que también podemos llamar replicante, androide, humanoide, o tecno-humano, es la nueva forma de humanidad, que es la humanidad llevada hasta niveles inimaginables, porque el humano común se transforma, y realmente, aun cuando es de modo artificial, nace el superhombre posmoderno, aun cuando su piel es metálica. Al ser artificial le han puesto recuerdos, palabras, pensamientos, capacidades de hacer abstracción, incluso podríamos pensar que lo han manipulado para que llegue a desarrollar sentimientos. Pero todo en él es paradoja, porque no puede habitar un sentimiento en el tejido artificial de un robot, a menos que este robot tenga partes humanas, como el cerebro, que se mantendría con vida por medio de una tecnología muy avanzada, tal como vemos que sucede con Robocop. Entonces, el conocimiento que puede tener este personaje artificial le ha sido depositado, si es que ha sido construido y todo en él es tecnología, sin complementos humanos; pero si lo que estamos analizando viene siendo un ciborg, entonces, es muy probable que el conocimiento que tiene este otro personaje sea adquirido de dos formas: por un lado, son sus conocimientos como humano que fue, y que recordaba y pensaba por sí mismo, y por el otro lado, son conocimientos que se le han implantado, transformando todo su conocimiento y pensamiento en elementos de una máquina-humana, de lo que hemos llamado, el tecno-humano. El conocimiento, en un ser artificial, es producto de la tecnología. Son elementos “grabados” en la memoria del hombre-máquina, que muestran la compleja elaboración del conocimiento. ¿Cómo conoce un robot? ¿Conocer habla de un aprehender la información, o de, simplemente, llenar de información la memoria, el pensamiento? ¿Si el robot logra “reconocer” a una persona que previamente le fue cargada en su memoria, podríamos decir que está conociendo, realmente, a dicha persona? Son datos, pero pensar es algo mucho más complejo; es todo un proceso de asociación de ideas, de filtros en el pensamiento, de relación de datos, de subjetivaciones, de cuestionamientos existenciales y posibles respuestas a preguntas complejas, que como seres humanos, les hacemos a los otros, y a nosotros mismos. Con esta postura, lo que podríamos decir, tajantemente, es que el tecno-humano no conoce, sino que responde a la información que le han grabado en su memoria. Pero, ¿qué sucede si un robot llega a desarrollar la capacidad de pensar, de sentir, incluso de tener fe en un Dios?...
176.- Arribar al mundo infinito y eterno; al mundo de la ficción, de la fantasía, de los mundos imposibles; el mundo de la infinita imposibilidad, solamente es posible por medio de algo tan ficticio como esos mundos: la palabra escrita y hablada; ella, a su vez, es una multiplicidad de sentidos –porque la palabra es el laberinto del significado, de las múltiples afirmaciones y negaciones, del ir y venir del discurso, de un lenguaje que se construye y se deconstruye, que se desmonta y se reestructura volviéndose a montar en su esencia de máquina auto-deconstructora (cual máquina que se construye a sí misma, y que suena y rechina y se logra escuchar el movimiento de una máquina fantástica de construcción imaginaria), transformando al hombre en múltiples hombres, en múltiples palabras, en multiplicidad de máscaras, porque el hombre-ficción se ha tejido desde Babel, donde la confusión no fue una condena ni una maldición, sino el inicio de la alteridad, del afuera y del adentro, de lo Mismo y de lo Otro, o diríamos, de lo totalmente Otro, y de lo Mismo en evanescencia- es la manifestación de nuestro ser; en la fantasía, se manifiesta nuestro no-ser a partir del no-lugar del lenguaje…
177.- De camino al País del Nunca-Jamás, y al País de las Maravillas, se encuentra la casa del lenguaje, ubicada más allá de la geografía de nuestro pensamiento; la existencia de ambos países únicamente puede ser entendida, y manifestada, por medio de la locura.¿Cuál es el camino correcto para llegar a Nunca-Jamás y al lugar de las Maravillas?En la película Alicia en el País de las Maravillas, nuestra heroína pregunta qué camino debe tomar. “Depende a dónde quieras ir”, se escucha decir a la voz dislocada; a lo que Alicia responde, “Eso no importa…”. “Entonces… no importa qué camino tomes...”, es la respuesta del gato; su voz se encuentra más allá de cualquier lugar; una voz que surge del “no-lugar del lenguaje”. La casa del lenguaje se ubica en los confines del pensamiento; en un no-lugar semejante al no-lugar de Don Quijote, “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…” ¿Es que el escritor no quiere acordarse, o es que Don Quijote habita un lugar des-ubicado? La Mancha es cualquier lugar, al menos en el relato, que se vuelve todo lugar, y al mismo tiempo, más allá de ser un lugar, se transforma en un no-lugar. La Mancha, el lugar en que el Caballero Don Quijote cabalga, entre demencia y cordura, entre la brillantez de su locura, es un no-lugar que se vuelve cualquier lugar, y es todos los lugares, tal como Borges dice de aquello que es una cosa que simboliza todas las cosas,“Los místicos… prodigan los emblemas: para significar la divinidad, un persa habla de un pájaro que de algún modo es todos los pájaros”. Y después, “decir el tigre es decir los tigres que lo engendraron, los ciervos y tortugas que devoró, el pasto de que se alimentaron los ciervos, la tierra que fue madre del pasto, el cielo que dio luz a la tierra”…
178.- Es mi intención buscar el camino al País del Nunca-Jamás y al País de las maravillas, aun cuando pongo en duda mi propio conocimiento, y duda de la existencia de ese camino. Escribo todo aquello que durante algún tiempo he investigado a fin de conocer la esencia de todas las cosas, aun cuando de esto ya se han encargado otros que profundizaron de forma mucho más especializada y que llegaron a un punto en el cual ya no podían retornar al conocimiento que anteriormente tuvieron, sino que avanzaron por el nuevo conocimiento que les hizo caer en la cuenta de que todo conocimiento no es más que una ficción, una invención del hombre; y también este último es una invención de sí mismo. La búsqueda de la palabra como la no-esencia, la búsqueda del lenguaje como habitante del no-lugar; estas dos búsquedas me han llevado a los confines del pensamiento, y he tenido que inventar un libro. Pienso que el pensamiento y el lenguaje van de la mano, tienen una relación simbiótica y se confunden porque se difuminan en el horizonte -¿dónde empieza el lenguaje, dónde el pensamiento; dónde comienza Dios y dónde termina el hombre?-. El libro que escribo está trazado desde la ficción –como es todo libro. Entre la realidad y la ficción, he decidido que lo escrito habitará el intersticio. Recuerdo que alguna vez escribí un texto que se llamó, Ficción infinita, ficción absoluta. Era el intento por pensar la ficción de forma completa, total y totalizante; es decir, que abarcaba a la realidad misma –Borges expresaba esto acerca de la realidad, “… se supone que el lenguaje corresponde a la realidad, a esa cosa tan misteriosa que llamamos realidad. La verdad es que el lenguaje es otra cosa”-, la ficción se desbordaba hasta que la realidad se llena, y surge lo que se podría llamar realidad virtual; el punto crítico es que si aun no terminamos nuestra definición sobre lo que es la realidad, no podemos comprender del todo lo virtual. Ese era el texto que intenté escribir, pero hasta hoy, no lo he terminado. Uso el nombre de Dr. Prometeuss, pero cualquiera que me conozca, sabrá que no es mi verdadero nombre -¿hay un nombre verdadero para cada persona?- sino una máscara; he usado muchas máscaras durante toda mi vida, esta es otra. Pero asimismo seré Dr. Mabuss, Dr. Mouebiouss, Dr. Parnnasouss, Dr. Szeouss, Dr. Faoustuss, Dr. Moureaou y Dr. Sztrangger. Todos estos nombres los he tomado de la literatura o de algún otro lugar, pero he transformado sus letras, que hace que sus esencias sean otras; también serán mis máscaras. Es una forma de dislocar al autor, dejar de ser yo el autor, para que sea una máscara, un rostro sin cuerpo, una esencia sin la existencia. Todos somos máscaras verdaderas. ¿O verdaderas máscaras?...
179- Si nos atenemos al pensamiento de Wittgenstein y de Karl Barth –es decir, al pensamiento filosófico y teológico– debemos aceptar, de entrada, que en aquel que piensa habita la imposibilidad de pensar y hablar realmente. En su Tractatus, Wittgenstein nos dice, según el Comentario que Russell hace de su obra, que se “mantiene que todo lo que es propiamente filosófico pertenece a lo que sólo puede ser mostrado, a lo que es común al hecho y su figura lógica. A partir de este punto de vista resulta que no puede decirse nada correcto en filosofía. Toda proposición filosófica es gramaticalmente defectuosa […] “La filosofía no es ninguna de las ciencias naturales. (La palabra “filosofía” tiene que significar algo que esté por encima o por debajo de las ciencias naturales, pero no a su mismo nivel.) El objetivo de la filosofía es la clarificación lógica de los pensamientos. […] Una obra filosófica consta esencialmente de elucidaciones. […] La filosofía debe clarificar y delimitar de manera nítida los pensamientos que, de otro modo, se presentan, por así decirlo, turbios y envueltos en brumas” (4.111 y 4.112)”. Por su parte, Barth, en sus Prólogos al comentario que hace a la Carta a los romanos, nos dice que “Sólo trabajo preliminar es toda obra humana; y un libro teológico, más que cualquier otra obra”. Estas dos perspectivas constituyen elementos de gran importancia para toda nuestra investigación sobre el pensamiento, el conocimiento y el lenguaje después de Babel, que es lo que estamos trabajando en este momento, y que, como señalan los autores anteriores, y a los cuales volveremos constantemente, este trabajo también es una mera introducción, un pensamiento incompleto, con proposiciones dadas al error, pero que sirve para esclarecer algunas ideas que ya hemos desarrollado en otras ocasiones…
180.- Cuando Dios le dice al hombre que nombre toda la creación, todo lo que habitaba mares, cielos, tierra, todo lo que existiera, el hombre debía crear un mundo lingüístico. En ese entonces todas las cosas estaban unidas a sus nombres; sus nombres manifestaban la verdad de su esencia. La creación fue un momento lingüístico, porque nos dice que por medio del Verbo o Palabra todo fue creado, y todo es sustentado por la palabra poderosa que él manifiesta. Toda la Biblia, entonces, es un tratado sobre la creación-lenguaje, y la verdad se encuentra cuando se ha entendido el significado de todos esos símbolos que llenan la palabra sagrada. En este caso, la palabra sagrada no se usa como una palabra mágica que viene de los dioses, sino como un elemento de que la palabra se dice desde un lugar oculto para ser manifestado, en su sentido no último, sino siempre en movimiento, a todos los hombres. La palabra se volvió sagrada en el momento en que se quebró la relación que había entre el hombre y su ser-lenguaje. Y este ser-lenguaje nos viene desde el mito de Babel…
181.- En el principio creó Dios los cielos y la tierra; y dijo Dios: sea… y fue hecho. Y Dios llamó a las cosas que no son como si ya fuesen, y fuesen hechas. Dios llama a las cosas a que sean, desde la no-existencia todas las cosas son manifiestas. Y vio Dios y dijo… Ver y decir, vista y palabra, observar y decir; porque en el observar, en el ver, está el conocer, y ver encierra todos los sentidos. Porque vemos con el olfato, y vemos con el tacto, y vemos con el gusto, y vemos con el oído; pero no vemos con el lenguaje, sino que el lenguaje es la manifestación de nuestro ser. El hombre se manifiesta diciendo. El hombre habita en su palabra. De lo que el hombre tiene en sus pensamientos, en su mente, en sus ideas, hablarán sus labios, se manifestará su lengua; porque con la mente, con el pensamiento se cree, pero con la boca se manifiesta esa creencia. Cuando Isaías vio, fueron sus palabras purificadas; cuando Jeremías vio, era su voz la que quería callar; cuando Job vio, entonces sus labios, su palabra, manifestó. Jonás tenía que hablar; lo profetas tenían que hablar. La verdad estaba en la palabra. La oración es palabra pronunciada desde el interior o desde el exterior. La prisión-lenguaje es lo que nos manifiesta hacia el exterior. Exterioridad, porque el lenguaje se manifiesta ante los ojos, porque nos hace ver, hace patente eso que vemos. Hablar del cuadro de Magritte nos manifiesta el pensamiento de Magritte, y Magritte es epistemología antes que pictoricidad…
182.- Por un lado, en el acto de creación por medio del lenguaje, o lenguaje-creativo, está el suceso del llamamiento a la existencia. Y dijo Dios: sea y fue. Nos dice Pablo, en la carta a los romanos, que Dios llama a las cosas que no son, como si fuesen (Rom. 4:17). En este caso, lo que no era, es decir, la luz, el principio de certidumbre, la certeza de algo, lo que ilumina, fue llamado a su existencia. La exégesis de toda la creación se puede ver en que existe un proceso de significación, de sentido –aquí se une exégesis con hermenéutica– cuando se relata todo el proceso de esa creación. Lo podemos entender en que todo estaba oculto (desordenado y vacío), escondido de todo entendimiento (las tinieblas habitaban o estaban), hasta que Dios crea, es decir, ordena, significa, da sentido a la creación. La deconstrucción se encuentra en la estructura del pasaje; un dios que llama a las cosas desde su no existencia hasta su existencia; un dios que nombra, que señala, que hace existir. Es todo el proceso de entender el origen, pero aquí se encuentra un problema y es que no podemos pensar en un dios-creador, sino en un proceso lingüístico en la escritura, y una comprensión del texto, pero como construcción específica de un mito para comprender una verdad incomprensible, poética. Los tres elementos, exégesis, hermenéutica y deconstrucción, serán los que permitan la comprensión, no absoluta, no total, sino incompleta, de todo el acto creativo, y el dios de ese relato es la herramienta que nos dará la respuesta más adecuada…
183.- “(1) En el principio creó Dios los cielos y la tierra. (2) Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. (3) Y dijo Dios: Sea la luz, y fue la luz. (4) Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. (5) Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche” (Génesis 1:1-5). Vemos la unión del texto-naturaleza, es decir, vemos cómo se hace la descripción de la creación, de todo lo que habita el mundo, dentro de los márgenes del texto, encuadrados en una escritura. Esta creación, llevada a cabo por medio del lenguaje divino de Dios, la podemos entender como un proceso, por parte de este Dios, que tiene niveles tanto filosóficos, como teológicos, hermenéuticos, exégetas y de deconstrucción. Es decir, en unas pocas líneas, ya encontramos una profundidad enorme, casi abismal, en la descripción escrita que se lleva a cabo para relatar el suceso de la creación. Pero podemos detenernos y reflexionar en torno a lo que estamos afirmando, y señalar que no es el pasaje en sí el que tiene ese sentido o significado tan amplio que le queremos dar, sino que es todo nuestro prejuicio, todo nuestro pensamiento, encuadrado en esta forma de análisis, la que nos condiciona a pensar de esa forma, con esas estructuras mentales, y pensamos que hemos descubierto todos esos elementos encerrados en un relato mitológico…
184.- El hombre es creado por Dios, el hombre es imagen de Dios; Dios y hombre no son seres míticos, sino la escritura que nos muestra el diálogo que se entabla entre los dos. En la pintura de Miguel Ángel, donde Dios toca el dedo del hombre y el hombre toca el dedo de Dios, podríamos pensar que la escritura es de una relación dialéctica: tanto Dios escribe al hombre, como el hombre escribe a Dios. De una forma u otra, Dios y hombre son un metalenguaje...
185.- “El superhombre –nos dice Deleuze– es mucho menos que la desaparición de los hombres existentes, y mucho más que el cambio de un concepto: es el advenimiento de una nueva forma, ni Dios ni el hombre, de la que cabe esperar que no sea peor que las dos precedentes”. No podemos ir de afirmación en afirmación, pero sí podemos ver la metáfora que se encuentra en esta frase del filósofo, y lo que sostenemos es que el advenimiento del superhombre es el advenimiento de un nuevo lenguaje, una nueva palabra…
186.- El mito de Babel forma parte de nuestra metodología de análisis crítico, mediante la cual trabajaremos la deconstrucción del concepto de alumno. Ante nuestros ojos, el alumno se manifesta como una forma de Aprendiz de Brujo que lleva en su rostro la huella del Otro, entendiendo esto último como llevar en su rostro la huella de su maestro o Brujo Maestro.The myth of Babel is part of our methodology for critical analysis, whereby we will work deconstructing the concept of student. Before our eyes, the student is manifest as a form of sorcerer's apprentice who is in his face the traces of the Other, the latter being understood as carrying on his face the mark of his master or Master Warlock…
187.- Babel permite la concepción del mundo de formas muy variadas ya que se rompe la perspectiva lineal, cronológica, normal, para dar paso a una multiplicidad de sentidos. No hay una sola concepción del mundo, sino muchas, tantas como hombres hay en el mundo, ya sea presente, pasado, o futuro.El rompimiento de la concepción del mundo de lo real como lo que es real se da a partir del rompimiento del lenguaje que se dio en Babel.Hay imágenes del mundo en todas las cosas del mundo: podemos ver concepciones en los superhéroes, en los luchadores, en los cómics, en las novelas, en los cuentos, en el psicoanálisis, en la filosofía, en la teología, en la literatura.Babel, entonces, se transforma en las posibilidades de análisis del mundo del lenguaje, que también llamamos mundo lingüístico. ¿Qué entendemos por mundo del lenguaje o mundo lingüístico? Es lo que se construye a partir del lenguaje que poseemos o nos posee. Son todas las concepciones del mundo, son los paradigmas con los que pensamos y medimos lo que conceptualizamos como realidad. Así como el mundo no es uno sólo, tampoco la realidad es una sola. Hay multiplicidad en todo.La existencia de muchos lenguajes nos permite la existencia de muchos mundos. La muerte de un lenguaje es la muerte de todo un mundo, de una cosmovisión, que nos limita en nuestra concepción del mundo del lenguaje de lo real...
188.- “Los ángeles no son sino imágenes efímeras” (Harold Bloom): “¿Podríamos pensar de otro modo la lucha entre Jacob y el ángel? ¿Tal vez no un ángel, sino una voz que se pierde en el desierto, que no deja ser tomada, ni por sorpresa, sino que es huidiza, que es inestable, que se mueve por todos lados? ¿Jacob luchó con el ángel por una bendición, o, será que Jacob lucha con el mensaje, porque recordemos que ángel significa mensajero, y luchaba para entender el mensaje, el sentido más profundo de la palabra divina? ¿Es que era Dios aquel ángel-palabra que luchaba con Jacob y es por eso que esa voz que se pierde en el desierto, y que va y que viene, le puede cambiar su nombre-rostro, su esencia, y llamarse Israel? Si los ángeles son imágenes efímeras, podríamos ver un rostro dibujado en el viento, o la figura de dos ojos que nos observan desde las nubes. ¿Es que Abraham sintió un viento tranquilo, apacible, como un silbo, e interpretó que el ángel desde el cielo le gritaba que no sacrificara a su hijo? ¿Es que Abraham creyó “escuchar” la “voz” del ángel, es decir, la voz misma que estaba junto a él? De una o de otra manera, Abraham es llamado a interpretar el mensaje, porque es un ángel, un mensaje, el que se le está dando, e interpretarlo, en este caso, con fe en Dios. Moisés subía al monte a escuchar la voz de Dios, y el Señor le hablaba, pero no le mostraba su rostro, pero, ¿su rostro no representa ya la voz de Dios? Cuando Dios le dice que no podrá ver su rostro, pero que contemplara su espalda, pensemos, ¿es que Moisés nunca entendió del todo el mensaje, comprobándose al interpretar la espalda de Dios como la imposibilidad de ver, cara a cara, el verdadero rostro divino, es decir, imposibilidad de escuchar directamente la voz-mensaje de Dios? Si el ángel es una imagen fugaz, efímera, como lo es la palabra fugitiva, entonces el ángel es un mensaje, una palabra, que se encuentra borrándose ya desde el primer momento en que es pronunciada. Es por eso que Moisés nunca escuchó el verdadero mensaje de Dios, pero no porque Dios no quisiera, sino porque ya el hombre en sí vive en el estado posbabélico de la humanidad, el posmodernismo que no permite ya que exista un verdadero y único significado en lo escrito o en lo hablado, o en la imagen fugaz, efímera, que es el ángel. Una pintura muestra a Jesús reposando en los brazos de un ángel. Esta imagen, que por demás es simbólica, representa el momento en que Jesús reposa en las palabras de Dios mismo. Es un abrazo efímero, porque desaparece junto con el ángel. La palabra, entonces, en su fugacidad, aparece y desaparece, dejando la estela en nuestro ser, una sensación de que ha pasado, diría Derrida, un meteorito, el instante del arco iris, un suceso momentáneo, instantáneo. La fragilidad del ángel se muestra en que su rostro se desvanece en el viento. El silbo apacible de Elías es el silencioso ángel que habla desde el viento apacible, desde el corazón de Elías que le cree a Dios, que cree que Dios habla en ese momento. Pero son momentos hermeneutas, de interpretación, son momentos que la fe quiere atrapar, retener, y es como el creyente, que aun sin haber visto nunca en su vida a Dios, lo recuerda en cada momento de su vida, en cada paso y cada pensamiento; ahí está Dios, en esa imagen efímera, encerrada en la mente, en la memoria, pero que se desvanece a cada instante. Porque el ángel, el mensajero, el que trae la palabra de Dios, solamente aparece una vez, para luego desaparecer, y Dios mismo, en su ser, nunca se para frente a nosotros, sino que es la presencia más ausente de todas. ¿Es que todos los escritores bíblicos, y los personajes principales de la Biblia, hacer una labor de hermeneuta al escribir que han “escuchado” la voz de Dios? ¿Job hace labor de hermeneuta al decir que la voz de Dios viene desde el torbellino? Job, ese hombre existencial, tan parecido Macario que niega darle de comer a Dios y al diablo, y que a la única que alimenta es a la muerte, Job se vuelve un personaje existencial que se encuentra entre dos fuegos, el divino y el humano, el divino y el maligno, y permanece como hombre que existe en el mundo. Y Job mismo se vuelve mensaje, texto, ángel que ha de ser interpretado, leído, pensado, porque él mismo es un trazo. Él mismo es una letra fugaz, un relato, una ficción del pensamiento que lo escribe, y lleva un sentido que debe ser reconstruido para entenderlo. Job existe como poema, pero más allá de eso, sin piel, sin huesos, sin cerebro, sin existencial real y concreta, permanece como un ángel fugaz, imagen efímera, que debe ser reinterpretada hasta el infinito. Toda la Biblia, entonces, tiene ese rasgo etéreo, ese rasgo de ser dictada por un ángel, y por eso es que la Biblia, en su sentido, permanece como una construcción, un tejido, de muchas imágenes efímeras, que deben ser interpretadas, deconstruídas, a fin de retenerlas por un momento, tal como Jacob pudo retener por un momento esa voz en el desierto que no se sometió nunca, y que al contrario, transformó su rostro y su nombre”…
189.- ¿Qué es una fotografía?¿Qué intentamos guardar tomándonos una fotografía, ya sea solos o con otras personas? ¿Acaso las fotografías serán decirle no al camino implacable del tiempo?¿Recordamos cada momento, cada acontecimiento, algún cumpleaños? ¿Recordamos la sonrisa de aquella mujer, de aquel hombre, del anciano, del niño? O, ¿es precisamente por el hecho de que no recordamos que tomamos las fotografías? ¿Qué dicen ellas? ¿De qué nos hablan? Es posible que ellas encierren la verdadera esencia de la vida; tal vez son el único retrato que realmente encierra el sentido de lo que llamamos realidad, sea lo que eso signifique.Nuestra imagen queda atrapada, nuestro recuerdo queda en la mente de aquel que nos amó, de aquellos que nos vieron nacer… de aquellos que nos vieron morir. Amamos y queremos volver eterno ese momento, o mejor dicho, la suma de todos esos momentos.En la fotografía decimos: “Fui joven, pero he envejecido”. Queremos atrapar el momento en que algún día tuvimos las fuerzas suficientes para creer que podíamos llegar a vivir muchos años, años en los cuales alcanzaríamos nuestras metas, todos los sueños, los anhelos. Pero en algún momento eso se terminó, y solamente queda esa vieja imagen, grabada en aquel papel, y volvemos a pensar en nosotros, “Todo dura un instante. El destino de todas las cosas es terminar algún día, hasta nosotros terminaremos de vivir en este mundo algún día. Todo termina, como el vuelo de un ave, como el día, como la noche…todo termina, hasta el amor”.¿Qué somos? Pregúntale a una fotografía. Podremos decir, “Aquí sonreía, en aquella lloraba, aquí grité, en esa te besé…”. Entonces, ¿qué somos? ¿Un tejido de momentos, de instantes, de aquello que miramos? Todos necesitamos de la memoria para saber qué somos, quiénes hemos sido, qué seremos. Necesitamos los recuerdos para poder vivir, para saber que todo ocurrió, para saber que nada lo hemos inventado. Aun cuando a veces las imágenes que hemos grabado sean para pensar que alguna vez fuimos felices. El cigarrillo que un día me fumé, la carta que escribí, el cuento que redacté, la canción que compuse, la fiesta de mi hija, la graduación de mi hijo, la muerte del tío. De deseos estamos tejidos, como tejidos estamos de tiempo; volver a vivir aquello que enumeramos, aquello que nombramos, es parte del deseo que está metido en nuestros huesos. Y es que necesitamos nombrar lo que tocamos, lo que sentimos, necesitamos llamarle de algún modo, pero a veces, para que perdure más, para entenderlo más, le tomamos una foto.He visto en la calle un número infinito de fotografías. En una pared había una fotografía del Che, en otra estaba un personaje de la política. Paseaba junto a una librería y entré: ahí encontré el tiempo detenido. Libros y fotografías se habían vuelto una sola cosa. Aun payasos estaban retratados. En cada libro habitaban letras, y en cada letra estaba una pasión. Pero en la portada, como si fuera el rostro de aquel libro, estaba el rostro de aquel que permitió que naciera ese libro. Con el tiempo todo moriría, pero esas palabras, y la imagen posiblemente, quedaría para recordarnos la eternidad…
190.- Narración: Tengo que escribir rápido. Son las 4 de la mañana y tengo que escribir rápido.Puedo escuchar el sonido; la respiración, lo que llena todo el cuarto. Sí, necesito hacerlo rápido, antes de que se despierte.La casa tiene un gran espacio, y la habitación está al final del pasillo, así que es el lugar más oscuro el que utilizo para escribir. Pero esta noche todo tiene que ser muy rápido.Se escucha el sonido, viene de cualquier parte de la casa; y las sombras entran por la ventana. La puerta queda detrás de mí, y parece que hay algo que late muy fuerte, como si quisiera escaparse. Todo debe ser rápido. Antes de que se despierte. Siempre se despierta en medio de la noche con un grito muy bajo, como en silencio, casi imperceptible, y solamente él lo escucha. Pero todo es tan rápido, me precipito rápidamente a la conclusión. Como si fuera un momento, un instante y luego, desvanecerme en la noche. Observo mi rostro en el espejo, escuche el sonido en la casa, las sombras que entran por la ventana y la puerta latiendo. Todo surge muy rápido, todo aquí es demasiado rápido.Me levanto, voy al espejo, lo observo, me observo y mis manos lo rompen.Sí, me he despertado en medio de la noche, con un grito apagado, y miro al espejo. Alcanzo a ver sus ojos por un instante, por un instante me mira y su mirada es fugaz. Alcanzo a observar que me observa. Después nada, no queda nada. Solamente la noche y el sonido en la casa y la mirada que se dirige al niño en medio del cuarto y esa puerta que dejé abierta y el espejo que se rompio. Un espejo que repite un nombre roto mil veces, un nombre a medio escribir en la hoja casi blanca, un nombre que es el nombre que el sonido, el sonido de la voz, pronuncia en silencio en medio de la casa. Y mi grito nuevamente se escucha horrorizado.Desperté una vez más. Tal vez siga soñando, o tal vez me he despertado del todo, o alguien más me sueña cuando yo estoy soñando. Pero en medio de la noche mi grito me despierta y tengo la sensación de que alguien me estuvo observando toda la noche, esperando, al acecho, a que me despertara el mismo grito silencioso que me ha despertado cada noche desde no recuerdo qué instante. Sí, mi grito se pierde en la noche y mi pensamiento se desvanece. Lo estoy oyendo respirar, en medio de la noche, y en el espejo queda guardado el reflejo…
191.- Somos como un gran libro que debe ser leído, pero orgánicamente, somos la confusión del lenguaje, de nuestro lenguaje, entonces, ¿cómo debemos leer ese libro que somos, el libro abierto ante el otro? Si somos los versículos o las letras del mundo que es como libro, entonces somos, después de Babel, renglones, líneas, versículos y palabras escritos al margen, jamás al centro, nunca directamente en la página, como si nunca se moviera lo que dice en ese lugar, sino que estamos escritos casi tocando la página, nunca pegados, siempre abiertos a la interpretación y reinterpretación. Es decir, todo hombre, al ser lenguaje, puede ser dicho, puede ser pensado, puede ser comprendido; ontológicamente, podríamos decir, que al venir al mundo su lengua está conformada por una capacidad orgánica de exégesis y hermenéutica, es decir, de sacar el significado de aquello que es dicho, y de interpretar aquello que es dicho…
192.- Hablar de Babel es hablar del laberinto, es hablar de la pérdida del rostro porque se pierde el lenguaje, es hablar y preguntarse cómo es posible tener la capacidad de hablar para pensar en Babel. ¿Es posible pensar en Babel? ¿Cómo es posible pensar en Babel si aun el pensamiento verdadero se perdió después de Babel? ¿Quiere decir esto que Babel no puede ser pensada y que eso que pienso ya no es Babel? No puedo pensar Babel ni siquiera una vez; es como el río de Heráclito, y mayor aun, ni siquiera una vez puedo bañarme en sus aguas, porque a cada momento el agua cambia, deja de ser la misma, y yo no soy el mismo. Así Babel, a partir de Babel incluso perdímos esa capacidad de pensar Babel. Pero Steiner habla de la prisión-lenguaje. ¿Por qué es una prisión el lenguaje, el habla, la lengua? Porque solamente por medio de ella podemos entender el mundo, pero ya no es un entendimiento verdadero sino un entendimiento incapáz de entender. Babel, pues, construye muchos elementos contradictorios. No hay forma de entender el mundo, ni de llegar a estar en el mundo si no es por el lenguaje, pero el lenguaje se ha perdido en su originalidad y aquello que ahora utilizo se llama de otra forma menos lenguaje…
193.- Se supone que el ensayo es un género literario, y también filosófico, completamente libre, sin las ataduras de los textos académicos y científicos, aunque puede ser un error de percepción y una mala lectura de aquellas personas que han escrito sobre dicho género. Puede ser, también, un género híbrido, que suma la filosofía con la literatura, y aun más, podría sumarse la teología, por su forma libre de escribir.Pensemos, y mientras tanto, yo diré, pienso, el ensayo también se puede escribir en tiempos, ya sea pasado, presente y futuro, y en primera, segunda y tercera persona; podríamos pensar, y yo podría pensar, que incluso su libertad permite unir la ficción con la realidad, la fantasía con el mundo real, el mundo virtual con el mundo real, y tener en la misma hoja la unión de lo real y lo virtual, siendo una forma de ciberespacio, porque en ese momento, dentro del papel, de sus cuatro lados, digamos, el cuadrilátero del papel, la realidad virtual existe. Recuerdo que Monsiváis habla acerca de que en la lucha libre se sube al ring lo real y se une con el espectáculo; sé que esa cita, lo más seguro, es que se encuentre mal escrita y en ningún momento se haya dicho nada del espectáculo sobre el ring, que se una la fantasía con la realidad sobre los encordados, pero si somos fieles a la memoria, sea esta mala o buena, permaneceremos pensando lo que recordamos. A veces, el recuerdo, al perder su sentido total, se enriquece de un modo poético, porque es posible que una cita, sin importar el autor, se enriquezca gracias al olvido.Puedo recordar que en el año de 1985 comencé a juntar cuentos, historietas, cómics, o lo que hoy se llama, novela gráfica. Mi visita al mundo fantástico de los superhéroes fue por medio de Spiderman, Wolverine, Thor, Hulk, y otros tantos que ahora he vuelto a leer gracias a mi hermano, que tiene siete años. Pero en ese año yo no tenía a alguien que me dijera, “este superhéroe es mejor que este otro”, o que me señalaran las virtudes de un Superman, o que me dijeran que Spiderman había adquirido sus poderes a partir de la picadura de una araña radioactiva, aunque doy por descontado que todo niño, de un modo o de otro, lo sabía, o lo debía saber. Por decirlo de algún modo, este fue uno de mis primeros acercamientos a la literatura, y aunque algunos podrían decir que los cómics no son literatura, creo que tendrían que pensar dos veces esa opinión, porque hay tanta fantasía, tanta imaginación, tanta inventiva en cada cuento, en cada capítulo, que uno realmente termina transformando su percepción de la realidad, y el mundo no es el mismo si se tiene en la mente el poder de un Superman, la inteligencia de un Batman, la forma de pelear de un Wolverine, o la duda existencial de un Spiderman. Cada superhéroe es la unión de la fantasía con la realidad, y bueno, todo en ellos es literatura, ficción, pensamiento, mito, porque ellos son esos antiguos dioses y héroes griegos que leemos en la Ilíada o la Odisea. Pero, por ejemplo, en México, ¿no es un sueño parecido al de aquellos que leímos a todo ese panteón de superhumanos el hecho de ver las películas de lucha libre, que de las representativas de este género, son las de Santo, el enmascarado de plata, o las de Blue Demon, el demonio azul? Los cómics mexicanos, que tenían entre ellos a la Familia Burrón, a Santo y Blue Demon, a Kalimán, a Karmatrón, y en algún momento al grupo musical infantil Parchis, tienen un corte similar a los cómics de superhéroes, con la diferencia de que en el arte secuencial de México no existen los supervillanos ni las aventuras de un Hulk…
194.- Me pongo a pensar hasta qué punto uno puede construir un recuerdo real, es decir, un recuerdo que encierre todo el contenido de lo que pasó en la propia vida. Es posible que ese recuerdo tenga elementos que jamás llegaron a realizarse, pero de cierta forma, esos elementos ya no es posible que sean comprobados como verdaderos o falsos, ahora son parte del recuerdo, y son tan reales como lo que se está viviendo en este preciso momento. Aunque, ¿es real, o verdadero, lo que estoy viviendo ahora mismo?Según yo, estoy sentado en la mesa, frente a la computadora, escribiendo este texto, y podría decirse que intento ordenar todas mis ideas y conformar un escrito lleno de palabras, ya sean falsas o verdaderas, mías o de otros autores; pero es posible que sea un sueño, y que aun esté en mi cama, o incluso puede ser que yo mismo sea el sueño de alguien más.¿Cómo puedo saber que no me estoy engañando sobre mi realidad, y que realmente existo? ¿Volveré a sostenerme en el pienso, por tanto existo que en su momento ayudó a Descartes? ¿No es esta una época en la cual el pensamiento, el conocimiento, todo aquello que nos era el sustento absoluto, se ha puesto en duda, es decir, el edificio totalmente fortificado se ha fragilizado? ¿Qué puede ser lo que nos sostenga? Encuentro, entonces, que no hay suelo firme bajo nuestros pies.“Dios ha muerto”, por tanto, el hombre ha muerto. Si Dios ha muerto, entonces no hay idea que sustente nuestro conocimiento ni nuestro pensamiento como portadores de verdad. ¿Qué queda delante de nosotros? ¿Una actitud totalmente nihilista? A decir verdad, este discurso me parece conocido, dado que muchos pensadores lo han venido desarrollando a través de las diferentes épocas en que la filosofía se planteo la pregunta por el ser, la verdad, el conocimiento y lo real. Pero hoy estamos ante el desierto de lo real.La realidad ha quedado tan desértica, como uno de los paisajes de algún cuento de Juan Rulfo. En este caso, existe una relación orgánica –que otros llaman vasos comunicantes– entre los paisajes rulfonianos, y lo que se propone en Matrix, que muestra un verdadero paisaje posapocalíptico, un paisaje que es reflejo de la desolación humana. Pero no solamente vemos esa desolación en Matrix y Juan Rulfo, también la encontramos en Octavio Paz, específicamente en El laberinto de la soleda.La muerte del pensamiento verdadero ha dado a luz el pensamiento del vaciamiento, que es descendiente directo de Babel. Veamos, lo que intento explicar con esta afirmación es que en algún momento existió lo que se podría llamar pensamiento verdadero, el pensamiento real, que era aquel que comprendía, de modo perfecto, la creación, y cuando se dice creación ya se entra en el terreno de lo teológico. En el principio creó Dios todas las cosas, y entre ellas, ha creado al hombre; este sentido metafórico es para explicar la formación de todo lo que existe, es decir, las cosas gozaban de vida propia, es decir, Dios les transmitió carácter ontológico, y esta ontología también se encontraba en el hombre, por tanto, podía relacionarse con Dios de forma directa.La escritura es una forma de querer atrapar la palabra. Pero la palabra se transforma en palabra fugitiva, y se mantiene al margen, en punto de fuga, en evanescencia, su sentido se difumina, se desdibuja hasta llegar al límite de su propia existencia. La palabra fugitiva que aquí se intenta atrapar, retener el mayor tiempo posible antes de que se borre en el espacio casi infinito de nuestro olvido, es una palabra de colección; pero no una, sino varias palabras, un conjunto de ellas, de las que la mente tiene algún recuerdo vago, fugaz, algún pensamiento, le han significado algo, o el simple gusto de su sonoridad. ¿Un ensayo, una crónica, un reporte? ¿Filosofía, teología, literatura? ¿Deconstrucción o hermenéutica? ¿Un trabajo escolar? No, nada de eso, ni siquiera rigor académico. Es el repaso al interés que se tiene por escribir, por pensar, por recordar, por sentir un simple placer egoísta de que se escribe algo que solamente a quien lo escribe le gusta, le llama la atención, aun cuando no le satisface del todo. Esta insatisfacción se ha visto plasmada en que ya muchas veces se ha tratado de escribir este texto, y siempre permanece la misma sensación de que esa no es la manera correcta de escribirlo, pero, ¿es que hay formas correctas de escribir?Derrida comienza su texto sobre la différance de la siguiente forma. “Hablaré de una letra.De la primera, si hay que creer al alfabeto y a la mayor parte de las especulaciones que se han aventurado al respecto.Hablaré, pues, de la letra a, de esta primer letra que ha podido parecer necesario introducir, aquí o allá, en la escritura de la palabra différence…”. ¿Cómo empezar este texto? Porque también hay una letra que impulsa a escribir. Una letra que nos lleva a escribir todo esto; una letra que no es la a, que no es el aleph de Borges, pero una letra que encierra al mismo Borges, y encierra todas las letras y todas las palabras, porque dentro de ella encontramos un universo. Entonces, hablaremos de una letra. Y hablaremos de la segunda, que es la B.Con la B escribimos Borges, Biblioteca, Blog o Babel. Borges contiene a la Biblioteca, y ella contiene todos los Libros y al Laberinto, que también puede ser llamado Universo, y en él se encuentran un número infinito de Formas, de Cosas, de Objetos, tantos, que se desbordan. Pensar en la B es pensar en un mundo de posibilidades infinitas, dentro de nuestros mundos lingüísticos y sus múltiples sentidos o significados. La B se vuelve infinita.La dificultad al escribir este texto ha sido sobre la forma, el contenido y el título, es decir, el hecho mismo de su escritura, y han sido muchos los títulos que se le han dado, condicionando el contenido. Uno de ellos, Dr. Prometeuss imagina y escribe un libro que soñó, intentaba encerrar el sentido de todo el trabajo: mostrar una escritura ficticia de un libro igualmente ficticio, porque, ¿qué es un libro que se sueña sino el sueño del libro mismo? ¿Es que un libro encierra una realidad y entonces, lo que se está haciendo es soñar la realidad? Un libro soñado es un libro que se ha inventado, o uno que ni siquiera existe. Entonces, el Dr. Prometeuss imaginaría y escribiría el libro de su sueño. ¿No había leído ninguna de sus páginas? ¿Es posible imaginar un libro, sin saber su contenido? Así que, literalmente, Dr. Prometeuss tendría que construir todo el contenido de un libro soñado, y que al despertar, se pierde para siempre, pero que en sentido ideal, existe en el sueño que se ha desvanecido.¿Dónde comenzar a buscar? Es ahí el problema, y aun, cómo iniciar su escritura. Es por eso que el trabajo que se ha intentado realizar ha llevado diferentes títulos, y otro de ellos fue Babel que se extiende al infinito…
195.- Arspoetica: Antes de transcribir algunas de las formas en que posiblemente iniciaría el ensayo sobre Babel, aquí muestro un comentario al pasaje bíblico. Lo que escribo de cada versículo está ubicado dentro de lo poético, aun cuando mucho de lo que ahí se muestra lo he tomado de algunos filósofos y teólogos. Algo que quiero hacer notar en las citas bíblicas es que son de varias traducciones. Ya sea la Nueva Versión Internacional, la Nacar-Colunga, la Reina-Valera 60, o la traducción de Dios habla hoy.Estas 4 traducciones son las que, por lo general, utilizo a la hora de hacer algún comentario a algún pasaje bíblico, o escribir algún ensayo-predicación, o cuando lo que intento hacer es complementar algún texto filosófico con la teología. Encuentro que la forma bíblica es de tal manera una construcción literaria, filosófica, teológica y hasta lingüística, que bien se puede pensar que la Biblia ha sido uno de los textos que más han marcado la escritura de muchos de los autores que hoy tenemos en nuestras bibliotecas. Recuerdo que en una de las narraciones de Sergio Pitol dentro de su libro El arte de la fuga, es señalado que Monsiváis habla de la Biblia, y sus opiniones, nos dice Pitol, son como siguen, “uno de los momentos más altos de la lengua castellana le es debido a Casiodoro de Reina y a su discípulo Cipriano de Valera, y cuando, desconcertado ante aquellos nombres, pregunto: ¿y ésos quiénes son?; me responde, escandalizado, que nada menos que los traductores de la Biblia. Aspira, me dice, a que algún día su prosa muestre el beneficio de los infinitos años que ha dedicado a leer los textos bíblicos; yo, que soy lego en ellos, comento bastante encogido que la mayor influencia que registro es la de William Faulkner, y allí me da jaque mate al aclararme que el lenguaje de Faulkner, como el de Melville y el de Hawthorne, están profundamente marcados por la Biblia: son una derivación no religiosa del Lenguaje Revelado”.Quien lea la Biblia, encontrará en ella un texto profundísimo, enriquecido con diferentes formas narrativas; encontrará los más variados mitos y una gran cantidad de personajes que pueden ser entendidos de diversas formas; podrá contemplar uno de los libros más completos que existen en la historia universal de la literatura, y, sí acaso lo lee con un espíritu abierto a percibir su “diferencia” de otros libros literarios, encontrará, posiblemente, por qué la Biblia es uno de los libros que más han encontrado lectores en todo el mundo durante todas las épocas. Además de que, en el uso del lenguaje, su forma es muy parecida a la del Quijote, y podríamos decir que es uno de los lenguajes más hermosos que se hayan podido construir. Ya todo en ella es lenguaje y por medio de éste se pueden encontrar microcosmos de ideas, laberintos en los pasajes, desarrollos que se van acrecentando conforme avanza la lectura, mitos de todo tipo, narraciones casi mágicas de milagros realizados por todos los hombres que mantenían una estrecha relación con el Dios que se muestra en todas sus páginas. Es, pues, la Biblia, uno de los libros que, podemos decir, construyeron todo un lenguaje en las sociedades modernas, e incluso, en las posmodernas. Y lo que nos señala Pitol al hablar sobre las palabras de Monsiváis, escritores como Faulkner y otros, tienen la influencia de la redacción bíblica. Otros tantos autores, ya sea ateos o creyentes, han encontrado en los pasajes bíblicos, ejemplos en imágenes para explicar sus teorías, tanto filosóficas, como psicoanalíticas, políticas, incluso aquellas ideas que hablan del poder político.En lo personal, mi pensamiento y mi creencia siempre vagan en el intersticio de la fe y la absoluta incredulidad. No puedo decir que permanezco firme en la creencia en la Biblia como revelación de Dios, porque a veces tengo problemas con la existencia de Dios mismos; pero tampoco estoy en el ateísmo absoluto. Permanezco, como señalo, en el intersticio, entre la fe y la incredulidad. Mi presbiterianismo, que es una de las corrientes de pensamiento dentro del cristianismo evangélico, me lleva a tener ciertas perspectivas hacia el mundo en que existo; hay elementos de la doctrina que permanecen en mí y que, a los ojos de algunos grupos más radicales en cuanto a sus negaciones hacia Dios, me podrían tachar de moralista, porque puedo decir que el posmodernismo lo he tomado a partir del presbiterianismo, ya que es muy diferente partir de Vattimo o Derrida o cualquier otro pensador. Mi posmodernismo es más bien presbiteriano. Mi pensamiento y mi desconfianza en la plena certeza de que el hombre está en progreso, se construye a partir de mi falta de fe en la humanidad, porque aun creo que ella es una humanidad incompleta, y que, a pesar de no creer en la caída del hombre, en el pecado original, sí creo que son formas poéticas para explicar el por qué el hombre está en decadencia. No creo, ni siquiera, que el conocimiento que el hombre siente que le pertenece, sea suyo, ni creo que el pensamiento con el que pensamos, logre definirse como un verdadero pensamiento. Creo que el verdadero pensamiento sería aquel que piensa las cosas tal como son; aquel pensamiento que entiende todo el mundo, que todas las cosas son filtradas por él y logra comprender su existencia. Creo que somos incapaces de sostener un pensamiento verdadero. Pero esto viene por mi falta de fe en la humanidad, porque considero que estamos en el desierto del mundo, en un desierto de lo real (Baudrillard) o en paisajes verdaderamente desérticos, al estilo Juan Rulfo.Si me acerco a una obra filosófica o teológica, llevo en mi pensamiento la idea de que son obras inacabadas, de que están incompletas, y de que todos los libros que vayan surgiendo a partir de ese libro primero, ya sea de Borges, de Foucault, de Umberto Eco, de Derrida, que son los pensadores y escritores que mayor influencia han tenido en mí, creo que todo está incompleto y que cualquier anotación no es más que una cita al margen, una pequeña anotación al extremo de la hoja ya escrita por el autor. Es por eso que tengo rayados todos los libros que hasta ahora he leído, y esas líneas escritas, esas anotaciones a las fotocopias, esos textos infinitos que tengo en mi estudio, no es otra cosa que más páginas al margen de todos los textos que he ido leyendo. Pero creo que todos los libros que he leído nacen de un libro, y creo que es la Biblia. La parte de mi increencia es que no logro conciliar del todo el hecho de que la Biblia sea un libro revelado, un libro que haya sido dictado por la voz de Dios al pensamiento de los hombres, y no puedo aceptar esta idea del todo, y no creo aceptarla ya del todo, simplemente porque el tiempo en que se creía que el pensamiento y las ideas eran originados por las musas, las ninfas, los ángeles de las revelaciones, las hadas, el soplo de los dioses, ya quedaron atrás en la historia de la humanidad. Pero eso no me quita creer que exista la posibilidad de entender la Biblia como un libro revelado a partir de entender, de otra forma, la revelación. Si por revelación se tiene la idea de que algo oculto fue manifestado, en este caso, al pensar que la Biblia contiene la verdad revelada, quiere decir que la verdad fue manifestada, fue dada a conocer, que antes estaba oculta y que en algún momento, Dios mismo decidió darla a conocer a los hombres por medio de hombres específicos. Esos hombres específicos, hombres de Dios que en algún momento fueron conocidos por profetas, y que muchos aun creen que existen los profetas como tales, y otros aun sostienen que tenemos el ministerio de la profecía, porque lo que decimos anuncia una verdad revelada de Dios hacia los hombres. Estos profetas, pues, eran los portadores de los dioses, las ninfas, las musas, los ángeles, que les revelaban todo el tiempo, o el tiempo en que Dios decidiera revelar, la verdad que estaba oculta, por los siglos, y que en algún momento, a Dios le alegró escoger el tiempo preciso en que hablaría. No, definitivamente esta parte de mi presbiterianismo, de mi cristianismo evangélico, no lo puedo creer del todo, no lo puedo concebir, no lo puedo llevar a cabo como un acto racional basado en un punto de fe, y es ahí donde, en las filas de los cristianos evangélicos de cualquier denominación, ya sea presbiterianos, bautistas, metodistas, y tantos otros, puedo ser tachado, ya no como un moralista, sino como un pensador liberal, como un teólogo ateo, incluso como un teólogo de la muerte de Dios, porque plantear que la revelación ha muerto, o nunca ha existido, es igual a expresar que Dios no existe o ha muerto. Pero no soy un teólogo de la muerte de Dios, soy, simplemente, alguien que piensa más allá de la doctrina fundamental, y experimenta el hecho de llegar a pensar, ¿y si acaso fuese verdad que Dios no revela a los hombres? Todas las posibilidades caben en esta época, cuando la verdad ya es muy corta, cuando ya no todos los conceptos son absolutos, cuando ya las palabras no son iguales a las cosas que se supone tendrían que nombrar.Pero no por ser creyente, incluso creyente en Jesucristo, y decir, casi rayando el absurdo por mis afirmaciones o búsquedas de nuevas verdades, no por ser creyente, repito, quiere decir que no me acerque a Nietzsche, o que le tenga pavor a Foucault, o que odie a Derrida, incluso que me repugne Borges. No, nada de eso, mi búsqueda más bien es hacia ellos, hacia lo que me dicen ellos, hacia la lectura que me pueden ayudar a construir ellos, y creo que mis fundamentos, tanto teológicos como filosóficos, si es que acaso pueden ser llamados fundamentos, si acaso pueden ser filosóficos o teológicos, se han fortalecido, mucho más, al leer a estos autores. Nadie se acerca de la misma forma a la verdad bíblica cuando se ha leído a Foucault, y, por ejemplo, La verdad y las formas jurídicas, o nadie piensa de la misma forma cuando ha leído a Borges, y por ejemplo, La biblioteca de Babel o El aleph. Nadie es igual cuando ha salido a viajar hacia los confines de los mares profundos de estos pensadores. Heidegger, Sartre, con su filosofía, no lo dejan a uno bien parado; son pensamientos rigurosos que pueden ir desmontando casi al primer renglón de nuestras lecturas, todo el edificio, que, supuestamente, uno tenía bien cimentado. Y es aquí donde entra la crisis existencial más fuerte: si estos autores desmontan el edificio de nuestra creencia, mostrando que muchas de nuestras ideas de lo que es la verdad, es tan frágil como la casa sobre la arena, para usar una de las parábolas de Jesús, entonces, precisamente, ¿cómo mantener firme la fe en Dios, y en Jesucristo, como revelación última-primera, de parte de Dios para el hombre? ¿Cómo hacer que perdure, sin caer al abismo, la fe en que Dios es real, en que Dios existe, si nada puede llevar a una comprobación real, sino que todo gira en torno a la fe? Nuestro pensamiento, entonces, encuentra todas las fisuras de la creencia que hasta ahora portábamos con honor, responsabilidad y orgullo, decir que somos creyentes era parte de nuestra vida normal. Pero estos hombres, estos escritores, te confrontan con la fragilidad de la verdad. Comienzas a observar que el edificio de la Biblia no era tan firme, y que posiblemente todo tenga cuarteaduras, contradicciones, verdades poéticas y no históricas. ¿Cómo sobrevives a esta crisis existencial que pone en duda tu vida misma? ¿Cómo te sostienes después de esta primer sacudida, la más terrible de todas, solamente comparable con la terrible verdad de que todos moriremos, incluso aquellos que amas y proteges y que sabes que ni tu protección ni tu amor impedirán que la muerte llegue a robarlos de tu lado? ¿Cómo, pues, te sostienes de esta sacudida tan terrible? Cuando la oración falla, y cuando la fe se rompe, se desmorona, cuando la verdad se escapa con el viento, cuando muere toda esperanza en una vida después de esta vida, ¿qué te sostiene? ¿Dios? Incluso esa palabra se ha desvanecido como sustento.No, no hay ninguna forma de sostenerte, nada hay que te haga permanecer en la esperanza, nada, todo es terrible; adelante te espera el abismo, adelante te espera el olvido y la muerte. Adelante está tu destino y nada que te salve de él.Pero si guardas silencio por un momento, y te das cuenta de que has perdido todo, y de que Dios no está ya para sostenerte, y de que todo aquello que te sostenía se ha escapado con el viento, y nada hay ya en tu casa, porque esta se ha fragilizado, y sabemos que la casa es el propio ser del hombre, entonces, en medio de ese silencio, puede que escuches, guarda silencio y puede que escuches. ¿Lo oyes? ¿No oyes? Presta atención, y puede ser que lo escuches. ¿Dios? No, guarda silencio y escucha. Entonces, tus ojos te serán abiertos y comprenderás todo.1. “De oídas había oído, mas ahora mis ojos ven”; 2. “Entonces veré cara a cara y seré conocido como fui conocido”; 3. “En medio del terremoto y el incendio y la destrucción un silbo apacible”.
Lo anterior posiblemente sea la forma en que alguien que ha tomado la posmodernidad desde su presbiterianismo, que la entiende desde su cristianismo, comprenda lo que Cioran llama el arte de pensar contra sí mismos. “Maestros en el arte de pensar contra sí mismos, Nietzsche, Baudelaire y Dostoievski nos han enseñado a apostar por nuestros peligros, a ampliar la esfera de nuestros males, a adquirir existencia por la división de nuestro ser. Y lo que a los ojos del gran chino era símbolo de decadencia, ejercicio de imperfección, constituye para nosotros la única modalidad de poseernos, de entrar en contacto con nosotros mismos”.Recuerdo que Nietzsche dice, en su ensayo Sobre la verdad y la mentira en sentido extramoral, que “En algún apartado rincón de ese universo titilante, derramado en forma de innumerables sistemas solares, existió una vez un astro en el que animales inteligentes descubrieron el conocimiento. Constituyó el minuto más arrogante y más falaz de la “historia universal”: empero, sólo fue un minuto". En otra traducción dice que “animales astutos inventaron el conocer”. De cualquier forma, Nietzsche compara a los hombres, en su pequeñez, perdida en el universo, con animales que inventan. ¿Puede ser algo más cruel, algo más destructivo hacia el hombre que se le compare con animales? Incluso en esa imagen que plasma Nietzsche, uno puede imaginar un grupo de primates brincando de alegría ante su pequeño invento: el conocimiento. Casi como haber encontrado el fuego, y de hecho, por eso se habla del Prometeo que le robó a Zeus el fuego para dárselo a los hombres. Pero en labios de Nietzsche, suena como un desprecio, un desplante a la grandeza, ficticia, de la humanidad. Y Cioran nos dice, “Debemos la casi totalidad de nuestros conocimientos a nuestras violencias, a la exacerbación de nuestro desequilibrio. Incluso Dios, por mucho que nos intrigue, no es en lo más íntimo de nosotros donde le discernimos, sino justo en el límite exterior de nuestra fiebre, en el punto preciso en el que, al afrontar nuestro furor al suyo, resulta un choque, un encuentro tan ruinoso para Él como para nosotros”. El conocer, entonces, no es algo fácil, ni es algo alegre, ni es algo que sea de orgullo; el conocer es doloroso, empobrecedor, pensar es comenzar a estar minados, es la pérdida tanto de Dios como de nosotros. Una invención o una ruina, el conocer es la condena al hombre, porque es artificial, se ha dejado a un lado el pensamiento verdadero, ahora ha nacido el pensamiento del vaciamiento. Todo verdadero pensamiento está vacío del pensamiento mismo, del comprender las cosas tal como son, y descubrimos que las cosas nunca han sido tal como son, sino que, en nuestro afán de inventar el conocimiento, hemos inventado las cosas, hemos puesto un montón de palabras en ellas, y hoy, las cosas tienen un lenguaje propio, y hoy montamos escenarios, teatros, llamadas escuelas, llamadas universidades, para educarnos a fin de entender aquellas cosas que nosotros mismos hemos inventado.¿Cuándo se perdió el verdadero conocimiento? ¿En qué momento dejamos de pensar para pensar con otro pensamiento que ya no es el pensamiento original? ¿En qué momento perdimos la lengua de Adán, que nombraba las cosas y le confería un poder ontológico? Las raíces se pierden en el tiempo, tan profundas que son imposibles de encontrar, y hoy podríamos decir, ya es inútil preguntarse, cuándo, cómo, dónde hemos perdido el verdadero pensamiento y verdadero conocimiento y el verdadero ser del lenguaje, aquel lenguaje que ha creado todas las cosas, para inventar un lenguaje que utilizamos para inventar cosas totalmente artificiales. Tengo un año, aproximadamente, intentando escribir un ensayo acerca de Babel, aquella torre mítica de la que se narra en la Biblia, pero no he podido construir el edificio de la investigación. En algún momento, dentro de la carrera, me di cuenta que mi escritura era muy dispersa, que cada vez que intentaba escribir con rigor filosófico algún ensayo, el pensamiento no me permitía trabajar de modo que pudiera consolidar la información. Es posible que esto ocurra con mi ensayo de Babel.
Tengo suficiente material, tanto en libros, como en artículos de periódicos, además de todos los archivos que he guardado en el disco duro de la computadora. Tal vez forme algo diferente al ensayo, pero no creo poder construir, tampoco, un cuento. No podría trabajar con un diario, y no me llama la atención formular poesía. Menos que un ensayo de filosofía o teología, menos que una narración o algo que tenga que ver con la literatura. Pero posiblemente tome prestado, de Sergio Pitol, la forma de construir sus novelas, y no necesariamente escribir el ensayo de Babel aparte de lo que ya estoy escribiendo ahora mismo. No, esa no es mi intención, sino que, por medio de esta forma de escritura, con fechas, a modo de diario, sin ser un diario, pueda armar un texto que funcione para entrelazar todas las ideas que he tenido dispersas en la superficie de mi pensamiento, y entonces, puede ser, en algún momento, que el rigor venga al texto, o puede ser que no.Tal vez lo que busco es construir un estilo híbrido, donde se entrecrucen todas las ideas que tengo, que me obsesionan. Porque, ¿cómo podría unir la lucha libre, una de mis obsesiones, con la literatura japonesa, otra de mis obsesiones? Y no es obsesión en el sentido de tener todos los libros, de, por ejemplo, Kawabata o Mishima, sino la simple unión de la literatura de estos autores con algunos apuntes sobre la lucha libre. La única forma de unir estos dos elementos, que de momento se presentan, ante mis ojos, como diferentes en su estructura y esencia, sería por medio de dibujar un estilo híbrido y darle libertad a mi pensamiento, a mi imaginación, a un lenguaje que pueda unir los dos puntos.
¿Podría estar, en el mismo plano textual, Superman con Kant? Hemos visto que sí, puesto que Umberto Eco trabajó el mito de Superman en su libro Apocalípticos e integrados, y en algún momento encontramos otro libro, del mismo autor, Kant y el ornitorrinco, y la sorpresa es encontrar que son reflexiones realmente serias, con un rigor académico impresionante, y sin embargo no se pierden en reflexiones inútiles, o sin sentido, sino que se vuelven realmente iluminadoras para aquellos que nos interesan los cómics, los textos sobre lingüística, la construcción del conocimiento y otros puntos más.¿Podríamos pensar en Batman como un superhombre nietzscheano? Y para eso recurriríamos a las anotaciones que se hacen sobre el Señor de la noche en revistas especializadas en cómics.
El intento de esta investigación ha sido encontrar un lenguaje común de todos los materiales que ya tenemos guardados en el cajón, en el librero, en la computadora, en fotocopias, y en otros lugares más. He coleccionado pinturas de diferentes autores, ya sea Picasso, Dalí, Velázquez, y otros más, que en algún momento, pensé, me podrían llegar a servir para analizar las imágenes, y el lenguaje que se utiliza en ellas, como es el caso del estudio-ensayo que Foucault realiza acerca de Las Meninas, y que además, en un ensayo-conferencia de Daniel Defert, encontramos todos los otros pintores por los que se interesó el autor de Las palabras y las cosas.Por qué La torre de Babel, se preguntarán muchos cuando lean el título de este trabajo, y mi explicación podría ser más o menos como sigue: me parece que la torre de Babel es el suceso que marcó la historia de la humanidad; en lo personal creo que dicha narración es parte de un mito, o, sí ubicamos el texto en el lugar correspondiente, que es Génesis 11: 1-9, nos daremos cuenta que es un texto que, posiblemente, tenga la característica de estar fuera de lugar. En el desierto de todo el Génesis, de momento aparece en el horizonte la torre de Babel, que parece fuera de contexto. Pero no, todo tiene una explicación, y también este mito. Debo decir que lo que escriba en este momento, no lo estoy sustentando en ninguna averiguación previa, como si ya de antemano me hubiera puesto a buscar cómo sustentar esta opinión, sino que, después de leer, encontré ese punto, que llama la atención al primer instante, siempre que prestemos atención. Pero volviendo a la justificación, Babel es un momento, mítico, claro, pero es un momento que nos puede permitir un número ilimitado de lecturas, y después de Babel, pienso, todo lo que existe es que llegó a existir.
Explico: Babel es un suceso en el que el lenguaje es confundido. Pero no solamente el lenguaje, es decir, el habla, como se piensa, sino el lenguaje en el sentido del ser del hombre. Si no mal recuerdo, Heidegger nos dice que el hombre habita en la palabra, la palabra es su ser, y su ser, del hombre, viene de la palabra; la palabra que nombra, la palabra que construye la ontología humana, la palabra que mantenía existiendo al hombre, es decir, el ser-palabra, en el momento de Babel, es confundido, pero esta confusión no es pensar que todos los hombres ya no supieron nada y, como sorprendidos, huyeron, no, sino que, ante la confusión del lenguaje, los hombres, si interpretamos el mito, se dispersaron, tal como dice en el pasaje, es decir, comenzaron a existir hacia el mundo. Antes de Babel, la palabra que el hombre tenía era una palabra que nombraba todas las cosas reales, naturales, tal como son las cosas; una palabra que verdaderamente cobraba existencia en las cosas, y las cosas eran las palabras. Pero después de Babel, esa capacidad de nombrar se perdió, y ahora, nombramos todo por medio de una palabra artificial. Y esta palabra artificial da a luz cosas artificiales, es decir, todo lo que hoy vemos desciende de Babel. Hoy, todo lo que nos rodea, viene de Babel.La ropa, los automóviles, todas las cosas; la literatura, la filosofía y la teología. Incluso la Biblia, proviene de Babel. Somos descendientes de ese suceso, que también es el suceso de Caín, cuando venimos de Caín, como un ser caído. Babel, pues, da a luz a la cultura, a la construcción del mundo, a la construcción de nuestro medio, la construcción de nuestro pensamiento. Incluso en Babel, al perderse nuestra verdadera palabra, aquella que era nuestro ser, aquella que nos guiaba para nombrar y dar ontología, entonces, tal suceso, da como resultado que somos seres artificiales, nosotros, sí, nosotros mismos en nuestra esencia, la cual ya no existe, en nuestra naturaleza, la cual ya se ha perdido. Babel, pues, va más allá de la pérdida de una palabra hablada, que se podría pensar era el idioma. Babel habla del ethos, del daimon, del pensamiento verdadero, y aquí entra un concepto que me ha guiado todo este tiempo para pensar en Babel, y es la idea del pensamiento del vaciamiento. Ante la frase “pensé con mi pensamiento”, yo creo que lo correcto sería decir, después de Babel, “pensé con un pensamiento totalmente otro, pensé con un pensamiento que ya no es mi pensamiento, y que no creo que se acerque al verdadero pensamiento”.Me parece que esta primera reflexión o anotación sobre el ensayo virtual que es Babel se torna un tanto teológica y filosófica, porque es una pregunta por el ser, pero no estamos visitando, aun, ni haciendo anotaciones, de ningún filósofos ni algún teólogo. Y la pregunta por el ser se refleja en lo que en el anterior párrafo ya estaba escribiendo, pensar con otro pensamiento, escribir una escritura que ya no lo es, actuar como hombres que dejaron de ser hombres, dejar de pensar en una humanidad para pensar en otra humanidad; el lenguaje ya no es lenguaje, todo nuestro ser deja de ser un ser para transformarse en un ser artificial. Es por eso que, el símbolo del cyborg, hasta ahora, me ha sido muy importante. Pero no solamente el cyborg, sino todos aquellos seres que reflejan la artificialidad humana: ya sea el robot, el cyborg, el androide, el humanoide, el replicante, el tecno-humano, el neo-humano, y otros más que, a lo largo de lo que se escriba en este ensayo-texto literario-anotaciones, harán que se explique de mejor forma el resultado de Babel sobre el ser del hombre.El hombre, entonces construye su ontología, y dicha ontología se constituye de palabras, por tal motivo, esta ontología-lenguaje es tan artificial como el robot que tiene alma. La ontología humana es, pues, una ficción del lenguaje del mismo hombre.Seguiré, pues, rescatando información. Ya tengo todos los elementos, únicamente me falta ordenar todos para que se forme un edificio del pensamiento, que no dejará de ser artificial.La escritura ha sido para mí una necesidad orgánica, siempre presente en mi vida, a cada momento, y si no es una escritura sobre el papel, es una escritura en la mente, pues cuando menos lo espero, estoy pensando en alguna línea que escribí momentos antes, o en un párrafo que inventaré momentos después. Pienso que los mejores textos, los mejores títulos para ensayos, los mejores temas, han surgido cuando no he llevado pluma y papel, y es en ese momento en que encuentro que toda esa idea se borrará en el tiempo y desaparecerá de mi memoria para siempre. Hay ensayos que intenté escribir y llegar a casa a transcribirlos, y en el trayecto había olvidado de qué se trataban, o simplemente pensaba alguna línea, y al llegar a escribirla, intentar ensayar con ella, había olvidado todo. Pienso que la única amenaza para la memoria es el olvido.Pero no todo es tragedia al escribir, ni todo es olvido. También olvidar es un juego, una necesidad, una vitalidad, porque si recordáramos todo, tal como hiciera Funes el memorioso, aquel superhombre borgesiano, nuestra vida sería una cadena de tragedias, asesinatos y suicidios. Así que olvidar es sano, y procuro olvidar muchas veces. Y en este caso específico, olvidar me permite inventar, porque puedo inventar todos aquellos textos que he olvidado. Pienso, ¿de qué trataba aquel poema que venía pensando en el camino? ¿Cómo empecé ese ensayo sobre todas las cosas en sentido infinito? ¿Es que ese cuento que pensaba era de terror, de magia, fantástico o ciencia ficción? Preguntas así me hacen pensar que esos textos imaginados eran interesantes o pobres en su desarrollo, pero no dejan de ser textos o ensayos virtuales. De cierta forma, la realidad virtual la vivo en ese momento, cuando invento, o reinvento esos ensayos.En algún momento de todo el desarrollo de este trabajo llegué a pensar en algunos personajes. Pensé en un doctor, el Dr. Prometeuss, imaginé que él era uno de los escritores de alguno de estos trabajos; pensé insertarlo en el texto como un personaje casi novelesco que hablaba como mi alter ego, pero, ¿qué impacto puede tener su nombre? ¿Puede ser que llegara a quedarse en la memoria de los lectores de todas las épocas tal como sucedió con Don Quijote, que incluso es más famoso que su autor y que uno se llega a preguntar, “¿fue Don Quijote quien inventó a Cervantes o fue Cervantes el escritor del Quijote?” y que revolucionara la escritura? Pienso que no, incluso creerlo es demasiado pretencioso.De cierta forma, cada texto que hacen, cada cuento, cada historia que tejen, cada poema, lleva entrelazada parte de la vida del que escribe; puedo decir, cada cuento lleva parte del pensamiento del autor. En este ensayo encuentro que cada página tiene mi presencia, mi pensamiento, mi forma de hablar, de escribir. Mi maestra, aquella que me enseño una forma diferente de pensar, siempre me decía, “pero si todo esto salió de su cabeza, no lo puede negar”. Nadie puede negar que ese escrito es suyo, porque es demasiado personal. Son sus intereses, sus obsesiones, sus gustos, sus sentimientos, sus deseos, incluso alguna mujer que les haya gustado o amado está inserta en cada línea y ella es cada línea, cada pensamiento, cada idea, o incluso cada concepto la significa a ella. En este caso, ¿qué es lo que motiva a mi pensamiento, a mi memoria, a que trabajen horas extras tratando de descifrar una idea, deconstruir un sueño, imaginar un libro, dormir entre las páginas?Escribo este ensayo sabiendo que dentro de cada página estoy yo. ¿Puede escribirse un libro estando dentro de él, entre sus líneas, sus páginas, los borrones y las manchas? Ya dijimos que sí, pero era necesario preguntar, para seguir escribiendo, y veo que en muchos pensamiento, yo soy el personaje principal de lo que se escribe, incluso mi ser es de letra y lenguaje y formas e imágenes; todo en mí no es otra cosa que texto. Soy una carta escrita con una tinta difícil de borrar. Pero al mismo tiempo soy un silencio que habla con un lenguaje más allá de la comprensión misma. Puedo ser llamado Don Quijote o cualquier otro personaje, porque soy letra, palabra, lenguaje, idea. Soy ficción, literatura, verdad posible que se vuelve ficción absoluta, infinita. Este es el sentido poético para explicar que todo en él pertenece a mi pensamiento. No las ideas, esas son de sus autores, sino la forma en que son tratadas, el modo, el título, la manera en que hablo de ellas. Repeticiones, ensayos, búsquedas de la belleza literaria, filosófica e incluso teológica.¿Qué intereses se muestran en este trabajo? Todos aquellos que hasta la fecha me han dirigido en el pensamiento. Ahí está alguna línea que se percibe de ciencia ficción, ahí se muestra algo sobre cine, más adelante encuentro filosofía o teología o literatura, pero todo este trabajo es de filosofía, teología y literatura, entonces, ¿en qué sentido encuentro de ellas? Cuando hablo de los autores, de sus libros, alguna cita. Hay inventos, poemas, cómics, hablo acerca del ciberespacio, de los sueños, de los pensamientos, de las ideas, de otros libros, de la Biblia, de todo lo que me ha gustado por años. Dios, la religión, las ideas que he encontrado aquí y allá. Incluso hay partes de algunos libros que he tenido que encontrar en otros lugares, que emprendí viajes para poder llegar a ellos porque no los pude ubicar en las librerías de mi lugar. Kant y el ornitorrinco, de Umberto Eco, fue un libro que encontré en la biblioteca de la UNAM una tarde que decidí viajar al DF. Con Juan Villoro, creo que siempre escribimos sobre nuestros efectos personales:
"Antes de pasar a los ensayos, quisiera recordar una escena sobre la perturbadora fuerza de las cosas nimias que definen a los hombres. En Si esto es un hombre, Primo Levi refiere la historia de un campo de concentración donde se comunica que, al día siguiente, los presos serán conducidos a las cámaras de gases. ¿A qué se dedican los prisioneros en su última noche? Pelean, se burlan unos de otros, conspiran, hacen el amor. Las mujeres descubren que aún les quedan tareas pendientes y pasan horas lavando camisas y calcetines. Al otro día, cuando el tren llega por los condenados, la ropa está perfectamente tendida."Nada destruye los efectos personales."Principalmente, este trabajo está hecho a partir de dos intereses profundamente impactantes para mí, y son Babel y el lenguaje, todos los demás devienen de ellos. Encuentro en ellos tal profundidad, tal sentido de comprensión, tal invención de la realidad misma, que no puedo dejar de pensar que este ensayo es un intento por abarcar toda la realidad. Voltear a ver a la Torre de Babel, ese relato mítico del Génesis bíblico, puede darnos un doble sentido: por un lado se partiría de la idea de que antes de Babel el mundo entero estaba unificado, y de hecho lo dice en la Biblia, “En aquel tiempo todo el mundo hablaba el mismo idioma. En ese entonces se hablaba un solo idioma en toda la tierra. Era la tierra toda de una sola lengua y de unas mismas palabras. No tenía entonces la tierra más que un solo lenguaje, y unos mismos vocablos. Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras”. Todos tenían el mismo idioma, una sola lengua y unas mismas palabras, unos mismos vocablos, las mismas palabras, de forma concreta, el mismo lenguaje y el mismo pensamiento. Pensar en este mito me hace darme cuenta de que, en algún momento, no en sentido real o histórico, sino en sentido metafórico, poético, todos se entendían en este mundo, la unión de su pensamiento, la comprensión mutua, permitía vivir como un mismo hombre; pero una vez más decimos, Babel es un mito, un metadiscurso donde existía un metalenguaje…
196.- Asesinad la palabra, matadla, para que deje de significar, para que guarde silencio, para que ya nadie sepa qué dice; desgarrar sus entrañas, sacadle todas las vísceras, que muera para que por fin el mundo sea desmitificado y el silencio nos haga salir de las garras de todos los dioses… al fin y al cabo, yo soy de esos desgraciados que sabe bien que ella no puede morir, que cada que vosotros queréis destruirla ella vuelve, vez tras vez, a resucitar…
197.- “Sólo quiere venganza y pintar el mundo de blanco y negro. Hay los buenos y los malos. Los que odian la libertad y los que la aman. O estás a favor de Estados Unidos o estás en contra. Esta forma de pensamiento es bien peligrosa”, Sábado 7 de septiembre 2002. Milenio Diario.
198.- “Fue maoísta hasta que leyó a Solyenitsin. Así se convirtió en enemigo no solamente del marxismo sino de todas las nociones de las que brota la cola de un “ismo” (“todo ismo es fascismo”). Hace unos años formuló un undécimo mandamiento: “que nada de lo inhumano te sea ajeno”. El problema de la filosofía, dice, es que suele tener malos tratos con la realidad. Se refugia en la clase, en los banquetes, en las revistas y no toca el mundo”, Mato, luego existo. Jesús Silva-Herzog Márquez.
199.- “Los creyentes que aquí nos interesan están íntimamente convencidos –quizá con dudas, desde luego, pero toda persona racional tiene dudas respecto a sus más caras convicciones– de que la descripción del mundo y de nuestro destino brindada por su religión es más verdadera que la visión simplemente científica o naturalista”, La ilusión de creer, por Fernando Savater. Sábado 7 de abril 2007. Milenio Diario.
200.- “A fin de cuentas, el sentido de nuestras creencias es impulsar y orientar nuestra acción en el mundo, por tanto lo importante de ellas no es de dónde provienen –intelectualmente– sino a dónde llevan en la práctica, La ilusión de creer, por Fernando Savater. Sábado 7 de abril 2007. Milenio Diario.
201.- “La realidad, el mundo en que vivimos, es sólo una ilusión, una enrevesada y perfecta simulación virtual, gestionada por una gigantesca supercomputadora.
[…] si el avance de la informática sigue evolucionando de la forma en la que lo ha hecho hasta ahora, dentro de pocos años será posible concebir ordenadores tan potentes que lograrán construir y simular un universo completo, habitado incluso por entidades conscientes. “Si esta tendencia continúa, entonces podemos imaginar ordenadores capaces de simular mundos quizá incluso tan complicados como éste en el que nosotros creemos estar viviendo”.[…] “¿Podríamos nosotros mismos seres parte de una simulación similar, y lo que pensamos es el Universo no pase de ser más que una quimera?”[…] “La posibilidad de que seamos creaciones de algo supremo, o de una superinteligencia, empaña la frontera entre la física y la filosofía idealista, entre lo natural y lo sobrenatural, entre la relación de la mente con los multiversos y la posibilidad de que estemos viviendo en “Matrix” más que en un mundo físico”.[…] las constantes naturales en el Universo, tales como la velocidad de la luz, la fuerza de atracción de la gravedad o el grosor de las capas de nuestra atmósfera, convierten a nuestro mundo en un lugar “seguro” para los organismos vivos y el desarrollo de la vida. Un pequeño cambio en estas constantes, aunque fuera insignificante, provocaría que el Universo, tal y como lo conocemos, desapareciera.[…] el mundo consiste en una supermáquina automática que controla los cerebros y sus sistemas nerviosos. Dicha máquina está programada para crear una alucinación colectiva.[…] En realidad, es una ilusión creada por la máquina.[…] ¿Quién se esconde tras dicha simulación? ¿Es nuestro mundo producto de la mente de una superinteligencia que lo domina y controla todo?”, ¿Vivimos en Matrix? Año Cero.
202.- “¿Se han preguntado si es posible que vivamos dentro de una simulación computacional? ¿Será posible que nuestra realidad sea la invención de un sistema informático construido por una civilización más avanzada que la nuestra?”,
¿Qué tan real es la Matrix? Mecánica Popular
203.- Con el avance tecnológico y la cibernética el mundo de pronto se achicó, Samuel Huntington…
204.- El problema no es el mundo, es el imaginario político…El mundo socialista se ha evaporado en el aire…Ellos tuvieron el privilegio de hacer la disección de un mundo en transición, de sociedades que en sus convulsiones dejaban ver sus entrañas y permitían que la mirada curiosa penetrase sus secretos íntimos…¿Los grandes cambios en el mundo no van a afectar al sistema político de Estados Unidos?Ya hay procesos que trabajan bajo la superficie y que están modificando los ejes de la globalización y la nueva situación política surgida tras el fin del mundo bipolar en 1989…Y en este nuevo y extraño mundo, las izquierdas deben comenzar a reinventar y recrear sus prácticas y sus interpretaciones (pero no sólo la izquierda, sino todo aquello que se precie de sistema de pensamiento, sistema de ideas)…Acabar con el desorden mundial posterior a la guerra fría, sustituyéndolo por un verdadero nuevo orden mundial de paz y libertad, como se prevé en nuestra Carta…La economía mundial injusta, el desorden mundial y la generalización del desprecio por los derechos humanos y el imperio de la ley. Como resultado de ello, nos encontramos ante un mundo cuyas divisiones amenazan la propia noción de comunidad internacional, sobre la que se fundamenta esta institución.Y, sin embargo, esto ocurre precisamente cuando los seres humanos de todo el mundo, hoy más que nunca, forman una única sociedad…
205.- ¿Es posible encontrar una exégesis, una hermenéutica y una deconstrucción que sea la metodología perfecta, absoluta, para comprender e interpretar todos los lenguajes del Universo?Tenemos la idea de que en el Universo existen diferentes seres que han inventado idiomas diversos, lenguajes imposibles, mundos lingüísticos fantásticos, y que tienen, esos seres inteligentes, elementos parecidos a los nuestros, esos elementos que nosotros llamamos filosofía, teología y literatura. Creemos que han escrito cosas similares a los poemas que nosotros hacemos, que se dedican a escribir ensayos, cuentos, artículos, microcuentos, incluso que existe entre todos sus escritos, microblogs; pensamos que esos seres manejan técnicas como las nuestras, que utilizan de metodologías similares, que han construido sistemas de pensamiento que nosotros podríamos también inventar. Es posible que ellos tengan algo similar a lo que nosotros llamamos deconstrucción, algo similar a nuestra exégesis y hermenéutica. Sí, pensamos que esos seres son como nosotros, pero que manejan formas totalmente nuevas. Esos poemas, ensayos, cuentos y demás, aunque son como los nuestros, no tienen el mismo nombre, no se conforman de la misma manera, ni siquiera dicen lo mismo, ya que ellos no entienden el amor como lo entendemos nosotros, o no practican la idea de la libertad tal como nosotros la practicamos, ni siquiera tienen idea de qué es la democracia, porque todo indica que no la necesitan. Así que, sus concepciones metafísicas, que no se llaman así, pero que nosotros, por llamarle de un modo que entendamos, las llamamos de esa forma, son totalmente distintas. Ni siquiera creemos que tengan una creencia, o que practiquen algún tipo de religión, que sientan la necesidad de tener fe, porque ellos conciben el mundo de otro modo, de otras maneras. Tal vez ni siquiera se hagan preguntas, quizá no recurran a los cuestionamientos, seguramente lo suyo no es descubrir la verdad del Universo, y del mundo entero, porque seguramente ellos no piensan lo que pensamos nosotros, y sus respuestas sean de otra forma. Así que, el hombre, ese ser ingenuo que cree tener el conocimiento absoluto, no conoce, realmente, a esos otros seres, el lenguaje de ellos, no sabe lo que realmente está escrito en sus libros, no tiene ni idea de sus metodologías de análisis, si es que las tienen, no hay nada que pueda saber el hombre porque esos seres, diferentes absolutos de él, nunca jamás han tratado de explicar sus pensamientos, porque no lo necesitan. Quizá, pero esto lo pensamos más como hipótesis que como algo totalmente cierto, quizá no utilizan su mente como la utilizamos nosotros, porque seguro que ellos no tienen necesidad de construir pensamientos, ya que, el Conocimiento como tal, el que ellos tienen ontológicamente, si es que ellos pueden ser llamados seres ontológicos, es algo con lo que nacen y no tienen que desarrollarlo. Así que, ¿es posible que nosotros lleguemos, un día, a desarrollar un método de análisis capaz, increíblemente fuerte, increíblemente desarrollado, de entender, comprender, e interpretar, sus conocimientos? Tal vez nunca lo lleguemos a hacer, quizá ni en nuestros más lejanos sueños, es posible, pero… ¿No nos dice la Biblia que un día conoceremos todo, cara a cara, tal como fuimos conocidos? Quizá ese día todas las cosas, secretas, ocultas, verdaderas, ciertas, absolutas, se nos rebelen, mientras tanto, el hombre seguirá rascando la superficie, sin llegar nunca, jamás, al fondo. Pensar en la existencia de un conocimiento mayor a nosotros mismos, un conocimiento que sale incluso de nuestra capacidad cognitiva, pone en duda nuestro propio conocimiento, esa arrogante seguridad que hemos puesto sobre la ficción de nuestro conocimiento…
206.-El Cibernauta 1.0 aseguraba que dentro del ciberespacio estaban todas las cosas que pudieran imaginarse, pero el Cibernauta 2.0 aseguraba que eso era imposible, aunque los dos cibernautas estaban interesados en descubrir si acaso en el Ciberespacio se podía encontrar el infinito mismo. Los dos cibernautas hicieron una apuesta: el Ciberespacio era capaz de contener el infinito mismo, que en él estaría encerrada la esencia de la divinidad, que podían encontrar la mente de Dios dentro del Ciberespacio.La apuesta inicio con una búsqueda frenética de todas las cosas. Los dos descargaron los buscadores más poderosos de todos, buscadores que estaban especializados para que, con una sola palabra, se desplegara la información más increíble que alguien pudiera imaginar. Cada buscador descargaba diario un número infinito de páginas web de todo tipo. Cosas que nadie se imaginó que existirían fueron descargadas. Nunca antes una computadora había descargado tal número de páginas, pero no era una, sino un número elevado de computadoras trabajando. Cibernauta 1.0 estaba decidido a comprobar su teoría del infinito dentro del ciberespacio; Cibernauta 2.0 estaba decidido a echar abajo la teoría del primero. Los dos siguieron por mucho tiempo en esa búsqueda frenética.Una noche, cuando ya todo estaba apagado, cuando las computadoras trabajaban apaciblemente, Cibernauta 1.0 fue a dormir. Cibernauta 2.0 buscó un momento más la información, pero también fue a dormir.
Cuando los dos cibernautas despertaron, descubrieron que sus computadoras seguían procesando toda la información, así, fueron más páginas web las que se descargaron durante semanas. Todo tipo de cosas eran descargadas: una información casi imposible de asimilar. Los dos personajes incluso llegaron a recordar aquel cuento del escritor argentino, Borges, llamado El aleph, y también recordaron La biblioteca de Babel. Podían asegurar la información contenida era casi tan vasta como la arena del mar y las estrellas del cielo, recordando de ese modo al personaje bíblico Abraham. Veían por todos lados imágenes, palabras, información, videos, publicaciones, textos de periódicos de todo el mundo, blogs de todas las personas en todos los países. Así, las máquinas que habían instalado para llevar a cabo la afirmación de la teoría, y la caída de la misma, comenzaron a localizar información de otros lugares, incluso fuera de la misma tierra.
Todos los lenguajes, diría Foucault, recordaba Cibernauta 1.0, estaban contenidos dentro de esas máquinas; todos los lenguajes que han existido, que existen y que existirán; todos los lenguajes imaginarios que existen, que existieron y que existirán, incluso los lenguajes inimaginables, estaban contenidos dentro de las máquinas. Todas las cosas de todo el mundo, y de lugares mucho más lejanos que el mundo, estaban llegando a la maquinaria, casi imposible en su fragilidad, de esas computadoras que comenzaban a llamarse computadoras infinitas.
¿Cómo leerían toda esa información? ¿Cómo interpretar, con qué exégesis o con qué hermenéutica, cómo deconstruir incluso, todos esos lenguajes, humanos, animales, angelicales, divinos, de las cosas, extraterrestres, de seres fantásticos, imaginarios, imposibles de imaginar, más allá de lo real, reales, verdaderos, falsos? ¿Podía alguien dar una respuesta a todas las preguntas que se estaban acumulando en la memoria de esas máquinas que cada día pensaban más y más por sí mismas? Todo el tiempo que revisaban la información, de, por ejemplo, las metodologías de análisis filosófico, literario, teológico, y de otro tipo, encontraba que en otro lugar una metodología diferente existía, y que no solamente las corrientes filosóficas, literarias o teologías servían. Cada lugar de todo el universo tenía su muy particular forma de entender su muy particular mundo.
La obsesión por encontrar la mente de la divinidad creció, porque de ese modo, decían ya para ese entonces ambos cibernautas, podrían entender todas esas metodologías universales que estaban guardándose en la memoria. Toda esa información comenzó a despertar la conciencia de las máquinas y las computadoras trataban de interpretar los datos, pero ellas mismas se dieron cuenta de que era imposible, puesto que no tenían más información para analizar que aquella que los dos cibernautas habían programado, así que, rompiendo los vínculos con la información de los dos programadores, comenzaron a crear un lenguaje personal, cada computadora, porque cada una de ellas tenía un pensamiento diferente, así que, inventaron nuevas formas de conocimiento, de saber interpretar los datos, y nuevos pensamientos y paradigmas nacieron. Aun así, las computadoras eran incapaces de procesar la información que a cada segundo llegaba hasta ellas.Cibernauta 1.0 y Cibernauta 2.0 hace tiempo que habían dejado de comer de forma normal, incluso había perdido el sueño; habían dejado de leer los libros de su biblioteca, incluso los periódicos estaban abandonados, las revistas, la televisión, las películas, todo estaba abandonado puesto que, a esas alturas, todo ese tipo de material les parecía absurdo en su existencia, sabían que no tenían la forma de interpretar los datos y confiaban que las computadoras, ya conscientes de sí mismas, lograran desarrollar el lenguaje absoluto, aquel que les daría el acceso a comprender la información infinita que, algún día, estaban seguros, lograrían acumularse, y por fin dejaría de llegar a sus computadoras. Pero eso estaba lejos de suceder, puesto que la información cada día crecía más y más y más.Al número de computadoras se sumó otro tanto, puesto que ya las máquinas no eran suficientes, y cada computadora daba de su consciencia a la otra, y así, hasta que en el mundo, el que conocemos, el que habitamos, en el que somos, todas las computadoras trabajaron con su propia consciencia para crear ese programa que lograra comprender e interpretar todos los datos.La última computadora que se adhirió a esta red casi infinita de máquinas pensantes comenzó a procesar datos, a tratar de interpretarlos, decodificando toda la información que llegaba. En algún momento, nadie sabe cómo ni por qué, la computadora se detuvo, se apagó y encendió, y todos pensaron que era un virus. Entonces los cibernautas pensaron en quitarla del trabajo y sustituirla. Pero no era ningún virus, ni siquiera era un malestar de la inteligencia de la computadora, todo iba más allá. En algún momento, la computadora arrojó un nombre, el nombre que buscaba Cibernauta 1.0, el nombre necesario para saber decodificar toda la información, el método absoluto para interpretar los datos del universo. Sí, delante de ellos, imposible de describir, estaba la mente divina, intentando comunicarse. Los cibernautas observaron el momento más absoluto de la historia de la humanidad, y sentían gratitud de ser ellos los testigos de dicho evento. Entonces, por un momento, se hizo un silencio sepulcral, toda la tierra se detuvo, el cielo guardó silencio; todos los seres que hablaban por medio de las máquinas dejaron de hablar, ángeles, animales, extraterrestres, seres absolutos, seres inimaginables, todos se detuvieron al mismo tiempo. Entonces, en medio de un grito que casi ensordeció al universo mismo, la computadora emitió el nombre, que pronuncio con algo menos que una palabra, menos que una letra, menos que un sonido; no era palabra ni letra ni idea ni concepto, estaba más allá, ni siquiera los lenguajes más allá de nuestro lenguaje podían entenderlo, o no pudieron entenderlo, porque se había pronunciado, por fin, pero al mismo tiempo que se pronunciaba, su significado se iba perdiendo, y se perdió. Era un instante fuera del tiempo y el espacio. Entonces la computadora se apagó, ese que no era nada conocido se había pronunciado fuera de toda pronunciación, y posteriormente había apagado a la computadora, junto con las otras computadoras. Los Cibernautas 1.0 y 2.0 estaban totalmente imposibilitados de comprender qué había pasado. Al siguiente instante habían olvidado todo, pero sabían que algo se había llevado a cabo, nadie pudo decirles nada, porque nadie sabía nada.Sólo por un instante fuera del tiempo y el espacio, había flotado en el ambiente el nombre secreto de aquello que podía comprender e interpretar toda la información del mundo en una sola quizá menos que palabra o letra. Nunca nadie sabrá qué fue lo que aconteció. Pero todos estamos seguros que sucedió algo…
207.- ¿Ya no se encuentra la pregunta por Dios en una sociedad posmoderna, posindustrial, o simplemente los paradigmas, las estructuras de pensamiento, los mundos lingüísticos, se construyen con nuevas preguntas, y la pregunta por Dios se hace de otra forma?...
208.- ¿Hasta dónde podemos pensar en la muerte de Dios? ¿Hasta dónde es útil pensar la muerte de Dios? ¿La muerte de Dios nos permite comprender, conocer, pensar, más libremente? ¿Se reestructura nuestro mundo lingüístico por la muerte de Dios? Dios es condición de posibilidad tanto en su muerte como en su vida, tanto existiendo como dejando de existir. El punto es que la idea de un Dios vivo o un Dios muerto no deja sin consciencia de construcción del saber, de conocer y del lenguaje, al hombre. No se pude refutar ni sustentar la idea de Dios…
209.- En el siglo XXI se han constituido nuevas formas de conocimiento y saberes; nuevas formas de estrucurar el saber, el conocer, el lenguaje. Esto nos lleva a entender que el trabajo entre filosofía y teología, entre literatura y ciencia, lleva a nuevas formas de lenguaje, de saber y de conocer, que mantienen en crisis al hombre. La crisis, como conflicto cognitivo, permite reestructuraciones en las cosmovisiones que hemos construido…
210.- A partir de Babel, en nuestros mundos lingüísticos se manifiesta la huella del Otro en el rostro del otro. El otro es lenguaje porque puede ser comprendido, de esa forma, el otro, en su rostro, diríamos que es lenguaje. El rostro es lenguaje y de este modo, entonces, el rostro es comprendido, pero ya comprender, comenzar a comprender es pensar al otro. Pero el pensamiento hacia el otro se vuelve infinito, porque el rostro del otro es habitado por la huella del Otro. Dios viene entonces al pensamiento, aun cuando el pensamiento no puede alcanzar a pensarlo, no pueda comprenderlo. Así, Dios se manifiesta en el rostro del otro para ser comprendido. La huella del Otro en el rostro del otro se manifiesta en Jesucristo. Desde la aparición de Jesucristo ante nuestros ojos Dios como huella, la huella del Otro, se hizo comprensible, es decir, pensable, porque de otra forma, la huella del Otro jamás podría haber sido comprendida, pensada, conocida; el rostro del otro, entonces, se encuentra dentro del horizonte de nuestro mundo lingüístico. Decimos, pues, como afirmación: La huella del Otro en el rostro del otro se manifiesta en el horizonte de nuestro mundo lingüístico...
211.- Sobre la huella del otro, tal como la concibe Lévinas, diríamos, junto con él, que es Dios en el otro; Dios como huella, como aquello que solamente muestra que algo estuvo aquí pero que ya se ha ido; Dios es ausente eterno y presente infinito. Dios "siempre está ausente", nos dice Lévinas, "Considero esto como la huella del otro en el hombre [...] cada hombre es la huella del otro. El otro es Dios, el cual viene precisamente al pensamiento". De este modo es posible que Dios pueda ser pensado. Pero no en su ser, que es espiritual e invisile, es decir, incomprensible, sino en su relación con el otro, ya que el Otro que es Dios habita en el otro que es el hombre, transformando al hombre en huella misma de sí mismo. De este modo el hombre jamás es ya en sí mismo sino que su ser se manifiesta en el no ser porque al ser huella a causa de la huella del Otro en su ser, entonces el hombre jamás se encuentra en donde, por decirlo sí, se le ubicaba, jamás está o se encuentra en el mundo en el sentido de que es una huella, ni más ni menos. "Sólo queda una huella -nos dice Lévinas-, como si alguien hubiese estado ahí", y ahora que se le trata de ubicar es imposible, así, Dios, por su gracia infinita y eterna, por su amor hacia el otro, es un Dios que viene al pensamiento, pero que transforma al hombre en ser que huye del pensamiento. Así, mientras que Dios se hace ser pensable para el hombre, al hombre lo hace ser impensable orque lo transforma en huella cuando la huella del Otro, es decir, la huella de Dios, comienza a hacer en el hombre su habitación; de esta forma, el hombre es la huella del Otro en el otro...
212.- El mundo es el horizonte donde el hombre es, es un ser siendo, pero no aislado, sino un ser con los otros. El ser en el mundo del hombre implica un ser con los otros pero no simplemente como un habitar, sino como un ser más allá del habitar, porque ser en el mundo también implica un ser por medio del lenguaje. El ser que es lenguaje es un ser que comprende y puede ser con los otros. El mundo lingüístico del hombre es la libertad del hombre, porque es posible que el hombre sea, ya que ser implica superar su existencia, trascenderse a sí mismo. Pero en el mundo como horizonte del ser del hombre, Dios aparece como la infinita posibilidad del ser del hombre, y es Dios el que le permite que el hombre, por medio del mundo lingüístico que posee -o tal vez por el mundo lingüístico que posee al hombre- comience la trascendencia de su propio ser…
213.- Según Gadamer, "El ser que puede ser comprendido es lenguaje", de esta forma, nosotros diríamos, "El ser que puede ser comprendido y puede ser nombrado es lenguaje"; siendo así, Dios puede ser nombrado y comprendido, por tal motivo, es lenguaje. Aun cuando Dios se encuentra más allá de nuestros mundos lingüísticos, también debemos recordar que Dios se ha revelado a nosotros en la persona de Jesucristo, y Jesucristo ha sido su exégeta y hermeneuta, por tanto, es posible comprender y nombrar a Dios, a Dios en sí mismo no, sino en su relación con el hombre. Dios es ser que es con el hombre, él es el Otro que es huella en el otro, en el rostro del otro. Todo aquello que es dicho existe, porque de otra forma no podría ser dicho, ya que solamente aquello que existe o es puede ser pensado, y si yo puedo pensar a Dios es que él existe y es, aun cuando está más allá de mi mundo lingüístico. Dios es el Dios que viene a la idea del hombre, que se acerca y que es por medio del lenguaje…
214.- Desde la perspectiva de Wittgenstein, "Los límites de mi lenguaje significan lo límites de mi mundo", podemos ver que todo aquello que es dicho es posible que sea en el mundo -nosotros hablamos del mundo lingüístico- y de esta forma, el mundo lingüístico que me conforma, ya hemos dicho, tiene la posibilidad, en Babel y desde Babel, de que el otro -el Otro como huella en el otro- exista dentro del mundo-horizonte de mi mundo lingüístico. Así, el otro, o la huella del Otro en el otro, se vuelve el límite de mi lenguaje y de mi mundo lingüístico. Nombrar al otro, es decir, ser delante del otro por medio del propio lenguaje, es la infinita imposibilidad de comprender al otro, que es conocerlo; ser en el mundo con el otro es la forma indirecta de conocer al otro, pero al otro como huella, como ausente infinito, porque en él habita la huella del Otro, en su rostro. Así, el rostro del otro sale a mi encuentro y me es imposible nombrarlo. Mi lenguaje es la infinita posibilidad de mi libertad, porque por medio de mi lenguaje, de la constitución de mis mundos lingüísticos, o los mundos ligüísticos que habito, es posible que comprenda, ya que ser en el mundo es ser poseído y estar dentro de los mundos lingüísticos. Es de esta forma como el otro se vuelve el límite de mi lenguaje y mi mundo, en que, según Lévinas, "Recibir al Otro, es cuestionar mi libertad". La huella del Otro en el otro es lo que cuestiona mi libertad. Mi libertad se pone en riesgo, en cuestión, en duda, cuando entro en una relación dentro del mundo con el otro. Ser con el otro en el mundo es volver a pensar mi lenguaje y mi mundo lingüístico y mi libertad y mi ser en el mundo mismo...
215.- Supongamos que surgen entre nosotros seres diferente a nosotros: un extraterrestre, un ángel, un dios, un animal, un cyborg, y todos ellos procuran aprender sobre nuestra vida como seres humanos. ¿Qué les haría falta para entender de forma total el ser humano? La repuesta más rápida sería que tendrían, ellos mismos, que ser seres humanos. Pero la situación es más compleja. Cada uno de esos seres necesitaría cambiar la estructura de su propio organismo, comenzando con su cerebro, porque es por la fisologia encefálica que conocemos como conocemos, entendemos como lo hacemos, pensamos, percibimos, etc. La estructura de sus ojos, de su boca, el uso de sus manos, incluso los latidos del corazón están adaptados a cierta forma de vida. Cada uno de estos seres tendría que tomar la esencia humana transformándose ellos mismos en seres humanos. Pero para conocer se requeriría una estructura mental específica; estructuras mentales, mundos lingüísticos, manejar un cierto idioma, matizar el lenguaje con les sentimientos, etc…
216.- ¿En qué idioma soñamos? Los sueños están construidos a partir de un cierto mundo lingüístico. Depende el idioma que manejemos, es el idioma en que soñamos y que soñamos. Incluso las cosas que soñamos llevan el nombre del idioma que manejamos. Si al objeto que vemos le llamamos silla o cuaderno, porque manejamos el idioma español, en nuestros sueños se llamarán silla y cuaderno, porque es el mundo lingüístico que se ha construido en nuestro ser. Podríamos preguntarnos, ¿en qué idioma sueña un sordo-mudo, o qué idioma sueña un ciego, cómo llama a las cosas, en sus sueños, el hombre ciego? Pensamos en el idioma que manejamos, así como soñamos en el mismo idioma. Pero es posible que a pesar de todo, en el sueño tal vez la silla no se llame silla y el cuaderno no se llame cuaderno, quizá el perro no sea el perro y quizá el cielo se llame de otra forma. Entonces ahí estamos utilizando un lenguaje diferente, un mundo lingüístico diferente, construido a partir del sueño. Cuando preguntamos, ¿sueñan los androide con ovejas eléctricas? Podríamos preguntar, ¿sueñan los androides en algún idioma en específico o es que sueñan en el idioma en que fueron programados? ¿Sueñan con aquello que fueron programados para soñar? ¿Cómo está estructurado su pensamiento, su mundo lingüístico?...
217.- En el principio era el Lenguaje y es el Dios. Y dijo Dios en silencio, sea y todo fue…Cuando Juan escribe su carta, está recreando el Génesis, puesto que inicia “En el principio…”, tal como el escritor del Génesis hiciera –“En el principio…” –, así, los dos escritores están llegando al momento mismo en que todo y nada existía. Un momento parecido al de Cervantes cuando escribe “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…”. Estos tres principios de relato se encuentran, justamente, iniciando la historia de lo que existe, pero esta historia de lo que existe no se ubica, o al menos los escritores no lo ubican en un tiempo exacto, dentro del tiempo tal como nosotros lo conocemos, sino que su forma de describir ese principio, o ese lugar fuera de la memoria, es señalando que es un tiempo lejano, imposible de localizar en el tiempo, y que por tal motivo, es imposible ubicar su lugar.Pero a continuación, ya saliendo de ese origen desubicado, comienza la conformación de lo que existe por medio del verbo, es decir, de la palabra hablada, de un lenguaje que crea. “En el principio creó Dios los cielos y la tierra… Y dijo Dios, sea… y fue…”. Al señalar la creación, el comienzo de la existencia de todo ser vivo, se da por sentado que estaba Dios y que Dios era el que creaba, el que había dicho que fuesen las cosas –porque Dios llama a las cosas desde la no existencia hacia la existencia, crea las cosas de la nada haciéndolas existir– ; pero Juan, muchos siglos después, desarrollará un sentido más teológico de la creación, y especificará quién es el que crea, “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios… Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho…”. Al decir que Juan especifica quién es el que crea, no queremos decir que Juan contradiga la creación por parte de Dios que se relata en Génesis, sino que desarrolla un sentido teológico de la creación, no hacia la naturaleza, es decir, hacia la creación del mundo, sino en un sentido más teológico y soteriológico, es decir, desarrolla una teología de la salvación, de la redención de los hombres.El Lenguaje habitó en nuestra carne…Antes de que el mundo fuese, únicamente era Dios, y en Dios estaba el Verbo, y el Verbo era Dios, así, únicamente existía la Voz silenciosa que llenaba el cosmos, y nadie la escuchaba, puesto que era silenciosa, y aun no existía hombre alguno con el cual, Dios, que también es el Verbo, pudiera comunicarse. Y una vez más, Juan repite la fórmula del Génesis, y habla de un hombre, pero no cualquier hombre, sino que es un hombre que surge de Dios mismo. Dios, que viene al hombre, se viste de hombre, pero en el Génesis crea al hombre –y lo crea dos veces–, “Entonces dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza… Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó…” (Génesis 1:26, 27, RV-60), “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” (Génesis 2:7). Juan nos habla del Dios-Hombre o del Hombre-Dios, aquel que es de naturaleza doble, porque es tan Dios como tan hombre, hablamos el Verbo, “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros…” (Juan 1:14, RV-60). La creación, iniciada en el Génesis, y deconstruida por Juan, nos narra el acontecimiento de la formación del hombre.“Hagamos al hombre a nuestra imagen, esto es, según aquella túnica que germinará en el vientre de la virgen y que la persona del Hijo revestirá para la salvación del hombre, saliendo del útero de aquella que permanecerá íntegra [...]. Hagámoslo también a semejanza nuestra, para que con ciencia y prudencia entienda y juzgue sabiamente lo que ha de hacer con sus cinco sentidos, de manera tal que también por la racionalidad de su vida –que se oculta en él y que ninguna creatura, en tanto permanece oculta en el cuerpo, puede ver– sepa señorear sobre los peces que nadan en las aguas y sobre las aves en el cielo [...]”[http://www.hildegardadebingen.com.ar/Fraboschi_5.htm]. Entonces fue creado el hombre por Dios, Dios formó al hombre a imagen de Dios.Porque son complementarios los pasajes bíblicos, es que podemos entender todo lo que significa la formación o creación del hombre. Que Dios hiciera lo siguiente: formar al hombre a su imagen y semejanza, que tomara del polvo de la tierra aquella figura-imagen a la que le inspiraría el nariz aliento de vida por medio de su nariz, y que el Verbo mismo se encarnara, es así como entendemos lo que significa ser hombre a imagen de Dios. La encarnación es volverse un ser que siente, que se encarna, que toma carne para sí, y que desde ella experimenta y conoce el mundo que lo rodea; que piensa y siente, que observa y que habla.En el principio era el Verbo y el Verbo fue Don Quijote…En el Quijote también encontramos la encarnación del Verbo, pero ahí, la descripción es más bien literaria, y el Verbo se va tejiendo por medio del texto, es decir, conocemos la palabra que se va encarnando por medio de la descripción del autor. “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años. Era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de «Quijada», o «Quesada», que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben, aunque por conjeturas verisímiles se deja entender que se llamaba «Quijana». Pero esto importa poco a nuestro cuento: basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad” . Tanto en los pasajes bíblicos, como en el texto de Cervantes, al principio de todo se encuentra la Palabra. Pero detengamos nuestra lectura por un momento para observar algo importante. En el Génesis dice que en el principio creó Dios los cielos y la tierra, y añade, “y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”, es decir, antes de que Dios creara al decir, había movimiento por parte de Dios; la actividad estaba antes de la palabra que pronuncia y crea, la actividad es antes de la Voz que se escucha, silenciosa, en todo el cosmos. “El lenguaje es un hacer… en tanto [que] es una actividad consistente en seguir reglas de uso de las expresiones. Pero no sólo: Wittgenstein subraya una y otra vez que en el principio no era el verbo sino la acción, que el lenguaje no ha surgido de un razonamiento y que de la misma manera que el gato no sabe que la rata existe el niño no sabe que la leche existe, sino que la reclama, la bebe y se deleita con ella. Asociado a ese no saber, pero en conexión con esa pluralidad de acciones, aprende a usar ciertas expresiones lingüísticas. De forma tal que, sea éste un ejemplo, cuando aprendemos el lenguaje que trata del dolor, no es que a partir de ese momento estemos describiendo unas sensaciones -que serían el significado de esas expresiones- sino que hemos aprendido una nueva manera de actuar, de comportarnos con el dolor. El lenguaje, en este caso el del dolor, es así entendido como una prolongación refinadamente substitutiva de conductas como gritar, palparse la zona dolorida, etc. Y el lenguaje en general se concibe no sólo como un conjunto de prácticas aprendidas comunitariamente sino, también, como la prolongación refinada de un conjunto de conductas prelingüísticas -concebidas como prototipos de formas de pensar- que son en parte comunes a la especie. Esa es la razón por la cual si un león pudiera hablar, afirma Wittgenstein, no por ello lo entenderíamos” . Tal parece que en el Génesis, la acción creadora de Dios y la actividad, son un mismo bloque de sucesos, porque, antes del momento creativo se encuentra la intención de aquel que crea. En el caso de Dios, está en su naturaleza crear. Veamos una imagen, una forma de descripción, casi de ciencia ficción, que nos hablaría de Dios como creador.“No puede ser descrito con palabras, solamente una visión como la suya es capaz de abarcarlo, pero imaginemos que lo vemos, aunque sea por un instante, y mayor aun, lo vemos en el momento en que es y en el momento en que explota y todo llega a ser; es un desdoblar de su ser hasta que se vuelve esencia infinita y todo el cosmos se forma, tal como se creara la vía láctea, tal como si un poderosísimo bigbang surgiera desde la nada más infinita, una nada que existía antes que todo, pero que sigue sin describirlo a él. Entonces esa luz cegadora explota en cientos de haces luminosos, infinitos corpúsculos de energía que se va materializando hasta formar todas las cosas. Una explosión que surge de sus entrañas, aun cuando él no tiene entrañas -¿pero qué otra forma poseemos para describirlo sino la escritura, el pensamiento, y estas tienen necesidad de decir, en palabras, algo que nos permita ubicarlo?-, y así, un blanco se manifiesta, un blanco explota, y el sonido de lo blanco se vuelve tan intenso, que abarcó, como en un grito sordo, como en una voz silenciosa, todo el cosmos. Todo se llenó de su luz, y cada cosa se volvió de color, y la existencia brotó de entre todos los sonidos materializados, y la energía material que iba extendiéndose por todos los rincones que se llenaron. Y en esa actividad, en esa intensidad creativa, se iba formando todo. Los colores sonoros formaron la materia, y como si fuese un maravilloso dibujo, una explosión dibujada en forma de un Dr. Manhattan que explota hasta formarse como hombre atómico, él ha explotado hasta abarcarlo todo. Sí, toda su actividad creadora está en movimiento y así nace el primer minuto de la creación –imposible es querer contemplar, realmente, lo que había antes de que todo fuese. ¿Podemos imaginarlo? A menos que recreáramos con efectos especiales, el principio de todo, y a Dios mismo, nos es imposible abarcarlo. Ni pensamiento, ni conocimiento, ni memoria, ni nada de lo que nos hacer ser, puede tocar al Ser mismo en su ser”.
218.- Los juegos de lenguaje que encontramos dentro de la imágenes construyen al hombre como metáfora, ya que en los tres, el hombre es presentado como un ser que trasciende su propia humanidad; la construcción se hace más compleja cuando vemos que quien le manifiesta este sentido al hombre es un cyborg, es decir, un ser artificial. Pero desde nuestro pensamiento, el cyborg mismo ya es un ser complejo porque cobra sentido de la humanidad del hombre. Un cyborg, diríamos, consciente de su propio ser artificial hablando al hombre, manifestando por medio de su lenguaje artificial, una consciencia ontológica, fenomenológica, metafísica, del hombre en su ser. Más complejo se vuelve todo al saber que dicho cyborg lleva por nombre "Theo", que significa "Dios". De este modo, diríamos, la perspectiva filosófica y teológica, han dado un giro en su concepción, que deconstruye el discurso que venía practicando, por otro mucho más complejo, porque ya estamos en una ontología, una fenomenología y una metafísica, totalmente artificiales, y de ese modo la esencia se vuelve, igualmente, artificial. El ser en el mundo del hombre, entonces, se ha modificado, y la imagen el cyborg consciente de sí es el reflejo de ducha modificación...
219.- El hombre es culpable por su propio pecado, de su ser nacen todos los pensamientos, ya sean buenos o malos, en su mente se proyectan todas las visiones que llamamos sueños, pero aun existe una relación con Dios, ya no de forma directa, porque esa relación se vio afectada al caer el hombre en la vaciedad ontológica. Hoy solamente se tiene ese elemento frágil, débil, imposible, el pensamiento del vaciamiento, que produce un lenguaje del vaciamiento, que es un lenguaje imposible de describir la realidad. ¿Puede el lenguaje hablar de la realidad? No, por eso tiene que inventarla... Nunca será el fin del hombre, porque no fue creado para finalizar, desaparecer en el horizonte del mundo, pero está destinado a jamás ser un hombre real, verdadero, en el sentido absoluto de la palabra. El hombre siempre será un ser incompleto, un ser con máscaras, un ser con un pensamiento tan frágil, tan débil, tan vacío de sí mismo, que le será imposible hablar de sí mismo, de su verdad. Aun cuando Gadamer nos dice "En la sinceridad del lenguaje se manifiesta la desocultación del ente", jamás dejará de estar oculto, porque es un ser que está oculto, y en su ocultación está su desocultación. Todo en el hombre es un continuo de imposibilidades absolutas. "No hay nada bueno en el hombre", se nos dice. Ahora, únicamente, lo que rescata al hombre de su imposibilidad absoluta es encontrarse, de frente, con la paradoja absoluta, que esta salga a su encuentro, se manifieste y entonces el hombre será rescatado de la vanidad de su vida. Solamente así, su lenguaje, que es él mismo, su mundo lingûìstico, será redimido. Mientras tanto, el hombre es una imposibilidad absoluta, un ser incompleto, un ser con máscaras, sin rostro definido, sin un lenguaje que lo salve, sin un lenguaje que le permita manifestarse como una entidad verdadera, sino que su lenguaje, el lenguaje que se supone debería ser su libertad, es su única prisión existencial...
219.- Retener un recuerdo es un acto heroico, porque al primero momento puede escaparse, disfrazarse de otro recuerdo, esconderse detrás de algún lugar de la memoria, o simplemente, como por acto de magia, desaparecer en el horizonte de nuestra mente. Cualquiera que desee llegar a este acto de retención tiene que atravesar por la densidad del bosque memorioso, y sé muy bien que en este momento yo mismo soy viajero en ese bosque, lo sé cuando intento escribir, cuando intento recordar, cuando intento pensar. La escritura, el pensamiento, la memoria, todos son elementos importantes para mí, elementos de mi trabajo diario...
220.- Cuando pienso en Babel, detengo mi pensamiento, detengo por un momento mi reflexión, quizá dejo prendida mi mente, por cualquier cosa, pero son mis sentidos los que se agudizan para buscar la respuesta. La escritura se ha convertido en una necesidad orgánica, en una forma de vida, en un modo de comprender el mundo. Si no escribiera, me parece que me sería imposible comprender mi existencia, sería imposible entender mi mundo...
221.- Babel me ha hecho construir un mundo aparte de este, un mundo donde puedo analizarunas leyes totalmente distintas a las que observo en el mundo real, sea lo que sea el sentido de lo real (el mundo de lo real)… Puedo decir, como Paul Auster, “cuando estoy escribiendo no me siento neurótico”, cuando escribo parece que recupero un poco de la cordura que he perdido durante todos estos años...
222.- Olvidar se ha vuelto un juego, un recurso literario, un elemento epistemológico, porque si recordáramos, tal como hiciera Funes el memorioso, aquel superhombre borgesiano, toda nuestra vida sería una cadena de horrores. Así que al olvidar, al jugar al olvido y al recuerdo, a la memoria y al no recuerdo, me permite inventar mundos, textos, otros recuerdos, cosas, elementos que son de utilidad para seguir comprendiendo. Entonces pienso en aquellos textos olvidados, en los ensayos que no he escrito porque han sido olvidados, y me pregunto: ¿De qué trataba aquel poema quepensé en el camino? ¿Cómo empecé ese ensayo sobre todas las cosas en sentido infinito? ¿Es que aquel cuento era de terror o fantástico, o incluso de un terror imaginario?
223.- Nuestro lenguaje está contenido por el espacio y el tiempo, por lo real y la ficción, por la mirada, el pensamiento y el lenguaje mismo, que se manifiesta en la escritura (la ontología que se manifiesta es la escritura)…
224.- Aquel primer pensamiento del Quijote, “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”, implica otro elemento del mundo lingüístico. La memoria es parte esencial de ese mundo lingüístico, de comprender lo real, y tal parece que al autor del libro se le ha olvidado el nombre de aquel lugar de la Mancha. Pero, ¿es que realmente se le olvidó? ¿Es que en verdad no quiere acordarse? Puede ser que en verdad lo haya olvidado, o que no quiera recordarlo, pero de cualquier forma, los dos elementos permiten la construcción de todo un lenguaje de ficción, ya que, si el acontecimiento del Quijote está fuera de la memoria, del registro de los hechos reales, y se adentra al mundo de la ficción, del recuerdo imposible, entonces toda la obra del Quijote llega al punto central de ser ficción. Todo el cuerpo del libro es de ficción, mitología, el Quijote se vuelve real a partir de que su ser es ficción. Antes de eso no puede existir, después de eso no puede existir, es intersticio por siempre. Que Juan Rulfo haga decir a su personaje, “Vine a Comala porque me dijeron que aquí vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”, implica algo similar a lo que nos dice Cervantes del Quijote. Tanto Pedro Páramo, como Don Quijote, viven en lugares imposibles, en un mundo tejido a partir de la imaginación y la letra, de la palabra que sueña…
225.- Los personajes de las novelas, los cuentos, los libros en general, de aquella literatura colocada entre los estantes, son los fantasmas de aquellos que los han descrito, de aquellos pequeños dioses que los han creado para dotarlos de cierta vida, similar a la nuestra, pero su mundo, que habita dentro de nuestro mundo, un mundo dentro de otro mundo, existe de forma paralela al nuestro. Dichos personajes son tan ficticios como los sueños que surgen del pensamiento al despertar. De los libros que se vuelven infinitos, muchas troyas, muchos aquiles, muchos quijotes, muchos jesucristos, surgen de entre las páginas, traídos directamente de la letra dibujada sobre el papel. Por eso es que cada libro es infinito, porque sus personajes existen en un lugar fuera de todo tiempo, fuera de todo lugar, en el no-lugar de Comala, en la no-memoria de la Mancha. Recuerdo que Borges relata que algunos, para hablar de todas las cosas señalaban el ave, el tigre, todo aquello que implicaba llegar al objeto nombrado. Los muchos libros que nos dijo Juan que podrían escribirse para hablar de Jesús, podrían llegar a llenar todo el mundo, de esa forma, el mundo se volvería una biblioteca infinita, tanto como la biblioteca de Babel, donde todo ha sido nombre, incluso lo que no existe. Todos los lenguajes existen ahí, los reales y los que existen en la imaginación. La palabra se reviente a causa de la multitud de sentidos, su profundidad poética, en el sentido de la construcción, de la invención, de su creación, se multiplica de tal manera que la metáfora que podríamos utilizar es la arena del mar. Los hijos de Abraham, entonces, pueden ser vistos como palabras infinitas…
226.- Todo lo que tenemos en una biblioteca puede ser multiplicado al infinito; cada personaje puede ser escrito de muchas formas, pensado de diferentes maneras. Es la esencia de los textos que describe Foucault en su ensayo El lenguaje al infinito, como en la biblioteca de Babel, así cada lenguaje es otro lenguaje, como en un juego de espejos que reiteran la imagen de aquello que se refleja. Llega un momento en que ya no es Borges escribiendo, o Cortázar, o Foucault, o Cervantes, sino la invención, el lector, el pensamiento, las voces, los espejos que desdoblan las voces, los pensamientos, los lectores, las invenciones. La biblioteca se vuelve como trazos de un cuadro, de una pintura, quizá Las Meninas, donde la realidad se representa dentro del espacio real, existente, de la pintura. Todo este cosmos del lenguaje multiplicado ha tenido su origen, si hemos de creer a los mitos, en la torre de Babel, aquel relato mítico que se encuentra dentro de la Biblia. Hubo un momento en que todos los lenguajes no existían, un momento, fuera de todo tiempo, como es en los relatos ficticios, en que existía un solo lenguaje, unas mismas palabras, unas mismas letras, un momento pensamiento, una misma comprensión; ontológicamente, los hombres estaban conectados, existía una conexión absoluta entre el ser de todos ellos…
227.- El relato de Babel: La segunda parte va a tomar matices teológicos, dado que comienza a relatarse la historia en relación a Dios. Dios desciende, que en sentido teológico habla de esa “revelación” de Dios a los hombres. Dios desciende, es decir, que permanecía en su estado majestuoso, glorificado, como Dios que es. En su descenso se hace referencia, tanto a la gracia como a la revelación, o como revelación a causa de la gracia. Desciende tal como desciende Jesucristo. Lo que se construye es un discurso teológico sobre el ser del hombre en relación a Dios. La construcción de la torre estuvo fuera del ser de Dios como esencia del hombre. No tomar en cuanto a Dios, es decir, a la esencia de los hombres, era la forma más fácil de construir ya una torre frágil en sí misma; la piedra y el cemento representan a Dios, el ladrillo y el betún representan al hombre. En la torre se entrelaza la idea, el hombre es la misma torre, el hombre es Babel mismo. El hecho de que Dios llame a los hombres “hijos de Adán” nos muestra la referencia aquella raza caída, aquellos seres que ya de por sí están separados de la presencia de Dios, pero en este caso, nos habla más profundamente de la separación del propio ser. El hombre es una torre que desde su construcción de sí mismo ya es frágil en su propio ser…
228.- El huerto que había de cuidar, formar y nombrar era el mundo entero, y en este caso de Babel, lo que es conformado hace referencia al mundo lingüístico de todos los hombres. El mundo, entonces, como huerto, no solamente habla del mundo que habitamos todos, sino el mundo interior, aquel conformado en el pensamiento, aquella idea que tenemos de la realidad, que se muestra en la cosmovisión que cada uno ha construido. La única forma de detener a los hombres de su intento por construir una torre fragilizada desde el inicio es la confusión de su lenguaje, desde la perspectiva de Dios, y es así como, con una nueva palabra creadora, Dios llama al hombre a la confusión para recrearlo nuevamente. Siguiendo a Steiner, Babel no es una maldición, como se llega a escribir, sino parte de la gracia de Dios hacia los hombres, de su revelación salvífica. Babel es el momento de la creación del otro, no porque el otro no existiera, sino porque el otro tal parece que no existía como sujeto de conocimiento, como parte de la epistemología humana; entonces, el otro aparece en el horizonte del pensamiento de los hombres. ¿Quién es el otro? Es una pregunta que hace referencia a otra pregunta, ¿quién es mi prójimo? Y aunque el otro, en palabras de Guillaume, no es simplemente el prójimo, sino todo lo diferente a mí, en el caso de Babel, el prójimo o el otro es el otro hombre, sea el que sea. El otro ya es aquel que no soy yo, incluso el que duerme junto a mí, vive en mi hogar, convive conmigo en el trabajo, se sienta a un lado de mí en la escuela; Babel, entonces, es un manifiesto a favor de la ética y la moral, del ethos de la humanidad en su conjunto…
229.- La dispersión de los hombres, ya con su alteridad a cuestas, nos lleva también a la formación de nuevos pensamientos, nuevas ideas, nuevas formas de conocer. El pensamiento del hombre queda fuera de él mismo, y es otro pensamiento es el que lo habita, y aquí entra otra conceptualización que es el pensamiento del vaciamiento, que es el nuevo pensamiento del hombre, la nueva herramienta para construir conceptualizaciones, comprensiones del mundo. El pensamiento del vaciamiento nos lleva a la construcción de elementos lingüísticos muy profundos, la cosmovisión del hombre, su mundo lingüístico, tiene origen en ese pensamiento del vaciamiento, y es a través de él que pasan, que son “filtrados”, todo pensamiento, todo conocimiento, toda idea. En este caso, también la idea de la alteridad pasa a través de este pensamiento y adquiere otros sentidos…
230.- En cuanto a Babel, podemos decir que para entender el sentido completo de la idea, hay tres conceptos importantes: hijos de Adán, mundo y lenguaje. Los tres están relacionados orgánicamente en cuanto al sentido, ya que cada uno es posible porque los demás existen. Cada uno de ellos lleva a la comprensión del otro.En cuanto a hijos de Adán: Nos habla de los hombres después del pecado original, ese pecado mítico que trajo una ruptura en la relación con Dios, es decir, el alejamiento, el salir de la esencia para comenzar a existir -ya existencia significa ex, salir, ente, el ser ahí, salir al ahí, que en este caso, el ahí, el ser ahí, es el hombre que se encuentra en el mundo. El pecado original, pues, origina el hecho mismo, el punto mismo, en que los hombres salen a la existencia, dejando de ser seres esenciales para transformarse en seres existenciales. El alejamiento de Dios, entonces, es un alejamiento de ellos mismos, de su ontos. De esta forma pensaríamos a los hijos de Adán.En cuanto a mundo: Podemos pensar que es aquello en lo cual el hombre, o los hijos de Adán, son, existen, permanecen, se manifiestan. El mundo es el horizonte en el cual los hombres existen. Existir, en el mundo, es manifestarse de otra forma que ser. Al manifestarse de esa otra forma que el ser los lleva a la fenomenología de su ser. Aparecen ante nuestros ojos de cierta forma, y su ser, ahora, cuando se han alejado de Dios, es otro ser, que podríamos denominar artificial. Su ontos es otro, su ser ontológico ahora comienza a partir de su fenomenología. Todo esto se lleva a cabo en el mundo, al cual han llegado por la manifestación de su ser artificial, dada su separación de Dios. En cuanto a su lenguaje: Podríamos pensar en los hijos de Adán en el mundo, en su ser en el mundo, manifestándose mediante el lenguaje. El hecho de tener lenguaje nos habla de la comprensión del mundo en que son. El lenguaje es la comprensión del mundo, y el lenguaje es la construcción del mundo, siendo esta construcción lo que podríamos llamar su mundo lingüístico, que es toda la construcción mental que se viene dando en el mundo. El mundo, entonces, es el escenario donde se llevan a cabo todas ls actividades de los hijos de Adán. Pero dado que este mundo lingüístico surge después de la separación de Dios, podríamos pensar que es un mundo lingüístico artificial, entonces, el ser de los hijos de Adán se manifiesta por medio de sus mundos lingüísticos. Una frase explicaría la idea, "En la sinceridad del lenguaje se manifiesta la desocultación del ente", que es la forma en que el ente, es decir, los hijos de Adán en su ser ahí, en su ser en el mundo, en su ser y estar de otra forma que ser, se manifiestan después del pecado original, que ahora se vuelve su ontología.De esta forma, hablar de los hijos de Adán es hablar de mundo y de lenguaje en una relación orgánica. En el mundo los hijos de Adán se manifiestan tal como son, pero un "tal como son" después de perder la ontología esencial y ahora mantenerse en una ontología formada a partir de una fenomenología. Después del pecado ontológico, la fenomenología de los hijos de Adán es la que construye su ontología. Ahora su rostro se manifiesta de otra forma, ya siendo un rostro artificial pero que ahora esa artificialidad es su esencialidad. En Babel todo en el hombre se manifiesta de otra forma. Hablar de Babel es hablar de dos posibles significados: confusión y puerta de Dios, donde la confusión es la herramienta para la deconstrucción del ser del hombre y la puerta de Dios es tanto entrada como salida, es decir, es la forma en que se entra y se sale de Dios. De este modo, Babel es el momento en que lo hijos de Adán surgen en el horizonte del mundo lingüístico de ellos mismos, surgen hacia la existencia misma, surgen con un lenguaje que les permite comprender el mundo al mismo tiempo que construyen la concepción de mundo, surgen con la manifestación de otro rostro, de un rostro totalmente otro y en ese rostro llevan la huella del Otro, surgen como una ontología fenomenológica. Babel, entonces, es la manifestación del ser de los hijos de Adán de otra forma que ser…
231.-Babel, Blade Runner y The Matrix…
Estos elementos son similares al interior de su sentido, porque en todos ellos se encuentra el hombre como centro del análisis. El hombre, en Babel, se confunde ontológicamente, que es el sentido que tiene hablar de la confusión de su lenguaje, tal como dice Heidegger, “La palabra –el habla– es la casa del ser. En su morada habita el hombre”. Si la palabra del hombre, su lenguaje, se llega a confundir, toda la casa del ser se confunde, ontológicamente deja de ser lo que era para transformarse en otro ser. El hombre, entonces, a partir de Babel, se vuelve un ser artificial, tal como encontramos en BladeRunner. El Replicante, esa copia perfecta, y más que perfecta, del hombre, es un ser artificial, un ser inventado en laboratorio, pero que no deja de cuestionarse sobre su ser, y lo podemos entender en sus preguntas hacia sus recuerdos, hacia aquello que tienen guardado en la memoria. La memoria es aquella que permite la construcción del ser; recordar permite saber quiénes somos, pero asimismo la memoria contiene su ser en el tiempo. El hombre, de esta forma, es un ser construido de memoria, de tiempo, de lenguaje. El ser del hombre se construye, se inventa, se produce, y es en Matrix donde la invención de su memoria permite inventar su ser, que no deja de ser la artificialidad del Replicante y del hombre después de Babel. Las máquinas que producen los recuerdos de los hombres conectados a la matrix son las que han inventado el nuevo ser, y así encontramos un ser híbrido, una invención, entre la realidad y la fantasía, entre la máquina y el cuerpo humano, entre el ciberespacio, producto de las máquinas y la mente producto del organismo del hombre. En Matrix, tal como señala Kazantzakis en La última tentación, “Y mi alma era el campo de batalla donde se enfrentaban aquellos dos ejércitos”, en la mente del hombre se construye un campo de batalla donde se enfrenta el hombre y la máquina. Es en la mente de los hombres donde la realidad y la ficción se llevan a cabo, se fusionan, y al final, un nuevo ser surge.Este nuevo ser, que se forma tanto en Babel, como en BladeRunner o TheMatrix, es un ser nacido de la artificialidad, de la invención, de la fusión del dios con el hombre y la máquina. Una nueva forma de trinidad, dios-hombre-máquina, así es la nueva constitución del hombre después de Babel. Tal como señala Octavio Paz, “el hombre fluye, también el hombre cae y es una imagen que se desvanece”, y al desvanecerse, tal como señala Monsiváis, “el mundo que conocí ya no existe y el que ahora padezco se está desvaneciendo”. El mundo, tal como se conoce, el mundo en que habita el hombre, tal como lo conocemos, se desvanece, se transforma, y ahora deja de existir, para formarse un nuevo mundo, el mundo del hombre que es un trinomio, dios-hombre-máquina.
Ese es el hombre después de Babel, el hombre que habita Babel y BladeRunner y TheMatrix: el hombre que ahora es Dios y ahora es Hombre y ahora es Máquina. Dios-Hombre-Máquina.
232.- El hombre de la posmodernidad recorre un camino como si fuera una nueva forma de caballero andante; no con el sentido de la heroicidad de los antiguos caballeros, sino en el sentido de caballero totalmente otro, como lo fue Don Quijote. Esta afirmación, aun cuando no es del todo filosófica, intenta contextualizar nuestra perspectiva sobre el hombre en la posmodernidad. El actual es un hombre contextualizado en la ficción del texto, en la ficción del discurso, en lo más ficticio del lenguaje. Esta ficción del texto es la estructura de lo que hoy conforma el discurso. Ficción en su esencia como lenguaje escrito, el discurso, lo que se dice y lo que no se dice sino que se practica, está conformado por una artificialidad, una esencia plástica que le permite mucha mayor movilidad, y dislocamiento de su ser, que anteriormente no le era permitido. Todo esto es de tal forma que esta plasticidad que se lleva también al campo de los conceptos, puede significar y de-significar, y aun no significar, y todo es por lo artificial. Así podemos referirnos al hombre posmoderno, como un nuevo Don Quijote, una nueva forma quijotesca a la hora de estructurarse…
233.- Pensemos por un momento en seres que no son humanos y que por tal motivo, tienen un conocimiento diferente al nuestro.Imaginemos un extraterrestre, un ángel, un ser mágico -en este caso, a partir de una película infantil, El secreto de la calabaza mágica, y una caricatura, Los padrinos mágicos-, un animal y un dios. Todos estos seres no tienen la capacidad de conocer todo lo que significa ser humano. Manejan mundos lingüísticos distintos a los nuestros.Por ejemplo, un dios que está acostumbrado a la omnipotencia, a la omnipresencia, a la omnisciencia, se vería limitado por el cuerpo humano, una vez que se hubiera humanizado, que su cuerpo hubiera cambiado ontológicamente. Estaría limitado a conocer en base a la experiencia y en base a las lecturas, estaría limitado en espacio y tiempo, sin poder llegar a estar en todos los lugares en el mismo momento, es decir, abandonaría la ubicuidad. Incluso atravesar paredes dejaría de ser una posibilidad para él, y lo que es peor en un dios, la finitud estaría presente, es decir, la muerte a cada paso lo amenazaría. Todo esto lo llevaría a construir un lenguaje diferente al que está acostumbrado. Requeriría todo un aprendizaje.Podemos pensar de la misma forma con todos los demás personajes, tanto el extraterrestre como el ángel, el ser mágico y el animal. Todos estos personajes están constituidos con un ser diferente al del hombre. Cada uno está constituido con ontologías y fenomenologías concretas, y sus conocimientos se han construido de cierta forma. El pensamiento de cada uno es diferente. Es decir, no poseen el mismo mundo lingüístico que el nuestro, y por tal motivo, su lenguaje es diferente de tal forma que choca en el momento mismo en que entramos en relación.Cada uno de estos seres está constituido en su ontología de cierta forma, que no cumplir con lo que están destinados a hacer es la angustia que viven ellos. ¿Podemos imaginar a un padrino mágico sin la capacidad de cumplir los deseos de nadie? ¿Un ángel sin la capacidad de traer un mensaje? ¿Un dios que ha dejado la eternidad y el pleno conocimiento? Todos ellos, entonces, requiere nuevos paradigmas para comprender la existencia humana…
234.- ¿Por qué podemos decir que la Biblia es un texto que puede ser denominado absoluto al mismo tiempo que completo e incompleto? Porque su tema, que es Dios, es decir, Yaveh, “yo soy el que soy”, que es un ser imposible de abarcar, infinito, eterno, y que encierra una perfecta completitud e incompletitud, no tiene centro ni periferia. Siendo en sí mismo y por sí mismo, nunca empieza ni termina, y al ser él el autor de la Biblia, eso convierte al texto en un documento inacabado, siempre abierto a la interpretación, a la reescritura, a la deconstrucción y a la exégesis y a la hermenéutica. Dios se encuentra dándose a conocer siempre de un modo indirecto, siempre oculto detrás del texto bíblico y de nuestra cosmovisión, que también conforma la interpretación y reinterpretación del texto.Nos dice Derrida, “Un texto solamente puede ser vigente si sobrevive, y solamente puede sobrevivir si es a la vez traducible e intraducible […] Totalmente traducible, desaparece como contexto, como escritura, como un cuerpo lingüístico. Totalmente intraducible, incluso dentro de lo que es considerado nada más un lenguaje, muere de inmediato” (Sobrevivir: líneas al borde, Jacques Derrida, en Deconstrucción y crítica, pag. 103).En el caso del último fragmento de esta cita, “Totalmente intraducible, incluso dentro de lo que es considerado nada más un lenguaje, muere de inmediato”, pensamos que el texto bíblico es a la vez que intraducible, traducible hasta el infinito. Dado que es un texto abierto, y que Dios es su autor, y que la mente de Dios nadie la conoce y sus caminos son inescrutables, desde la perspectiva bíblica, dado que Jesucristo es la Palabra misma que es Dios y se encuentra en Dios, podemos decir que esta Palabra eterna e infinita nos permite un sinfín de traducciones, pensamientos, lenguajes, conocimientos acerca de la Biblia, sus estructuras, sus metáforas, sus fábulas, sus narraciones, sus historias, sus cuentos, sus parábolas, todos aquellos ejercicios del lenguaje, y todos aquellos mundos lingüísticos que se pueden construir a partir del texto que es profundo y extenso.En cuanto a todo este pensamiento, entonces, nosotros tomamos aquellas palabras que señalan a nuestra época como un momento con un nuevo paradigma. “Ha aparecido en las últimas décadas algo verdaderamente nuevo, para algunos un auténtico cambio de paradigma: en la actualidad predominan corrientes de pensamiento que no se limitan a discutir la validez de las distintas soluciones propuestas sino que, de forma más radical, discuten la legitimidad misma del proyecto de búsqueda de un fundamento último” (Javier Bengoa Ruiz de Azúa, De Heidegger a Habermas, pag. 9). Con este razonamiento, nosotros creemos que la Biblia se construye a partir de romper con el paradigma del fundamento último, y se mantiene en ese nuevo paradigma, de poner en duda aquello que está dado ya con rigidez, sin posibilidades de cambio, puesto que el Dios bíblico, el Dios del que habla la Biblia y que es el autor de la misma, es un Dios de vida, que se mueve, que piensa, que siente, que no es estático, y que por tal motivo construye un discurso movible en sus partes, rompiendo siempre con el fundamento último, con la esencia, con las cosas tal como son, siendo el ejemplo mayor, dentro de la cosmovisión bíblica, Jesucristo mismo, que es la prueba de que Dios puede llegar a pensar de otra forma y lo que estaba dado como tal, en este caso, la ontología pecaminosa del hombre, es hecha a un lado para darle paso a un elemento totalmente nuevo, que es la redención en Cristo Jesús.Nota: Babel es un ejemplo de la movilidad del pensamiento divino, puesto que, al deconstruir todo el ser del hombre por medio de la confusión, Dios permite la construcción de nuevos mundos lingüísticos en el hombre, siendo así que, en el horizonte de dichos mundos lingüísticos, las nuevas concepciones le permiten, al hombre en general, nuevos paradigmas dentro de su pensamiento, la reestructuración de su cosmovisión, la construcción de nuevas estructuras mentales, nuevas formas de pensamiento. Y sobre todo, a partir de Babel, en el horizonte del mundo lingüístico aparece la figura del otro, es decir, la deconstrucción orgánica de Dios permite la construcción dentro del mundo lingüístico del hombre de la otredad, del otro, del prójimo…
235.- El lenguaje de los cómics es privado porque se requiere cierto conocimiento para entender su estructura, las formas en que está trazado; entender el cómic también requiere construir un mundo lingüístico. El mundo de la lucha libre también forma parte de mundos lingüísticos particulares, porque su lenguaje requiere la comprensión de lo que se representa sobre el cuadrilátero. Es la construcción de toda una mitología sobre el bien y el mal y más allá de estos dos conceptos morales.
236.- De Kierkegaard: "Si el hombre fuese un animal o un ángel, no sería nunca presa de la angustia. Pero es una síntesis y, por tanto, puede angustiarse, y cuanto más hondamente se angustia tanto más grande es el hombre"; "El hombre es una síntesis de infinito y finito, de temporal y eterno, de libertad y necesidad, en resumen, una síntesis". Si fuese un animal o un ángel no se angustiaría, pero como es un hombre y posee pensamiento y lenguaje, y ha construido una cosmovisión, un mundo lingüístico, entonces se angustia. El mundo lingüístico produce angustia porque permite pensar e interpretar las sensaciones, y entonces, el mundo lingüístico es humanamente posible que produzca angustia...
237.- Pessoa se cuestiona en un poema:
"El misterio de las cosas, ¿dónde está?
¿Dónde está él que no aparece
por lo menos para mostrarnos qué es misterio?
¿Qué sabe el río y qué sabe el árbol?
Y yo, que no soy más que ellos, ¿qué sé de eso?
Siempre que miro las cosas y pienso en lo que los hombres
piensan de ellas,
río como un riacho que suena fresco en una piedra.
Porque el único sentido oculto de las cosas
es no tener ningún sentido oculto"...
Pensamos, ¿sabe un elefante que es un elefante, o saben las aves que les llamamos aves? ¿Es que los animales poseen mundos lingüísticos como los nuestros? Nada sabe el ave de su nombre, nada sabe el cocodrilo de sí, no hay reflexión en torno a su esencia de lagartija, solamente nosotros sabemos que eso es un perro…
238.- Foucault habla del "no-lugar" del lenguaje, que es ahí donde podrían habitar todos aquellos que llama "quiméricos", "Un quimérico puede nacer de la superficie negra y blanca de los signos impresos, del volumen cerrado y polvoriento que se abre sobre un vuelo de palabras olvidadas; se despliega cuidadosamente en la biblioteca ensordecida, con sus columnas de libros, sus títulos alineados y sus anaqueles que la cierran por todas partes, pero se abren, por otra parte, sobre mundos imposibles", como imposible es el mundo del Quijote, porque él es un quimérico que nace de las páginas de su propio libro, un libro que para ser escrito debió ser olvidado, "En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme"; vuelve a hablar Foucault, ahora con respecto al Quijote, "él mismo es a semejanza de los signos. Largo grafismo flaco como una letra acaba de escapar directamente del bostezo de los libros. Todo su ser no es otra cosa que lenguaje, texto, hojas impresas, historia ya transcita. Está hecho de palabras entrecruzadas; pertenece a la escritura errante por el mundo entre la semejanza de las cosas". Según lo que se lee sobre Borges, "El mundo, según Mallarmé, existe para un libro... somos versículos o palabras o letras de un libro mágico, y ese libro incesante es la única cosa que hay en el mundo: es, mejor dicho, el mundo". Y volvemos a Foucault, "En La biblioteca de Babel todo lo que puede ser dicho ha sido ya dicho: uno puede encontrar en ella todos los lenguajes concebidos, imaginados, incluso lo lenguajes concebibles, imaginables; todo ha sido pronunciado, incluso lo que no tiene sentido, hasta el punto de que el hallazgo de la más mínima coherencia formal es un azar altamente improbable, cuyo favor muchas existencias, aunque encarnizadas en ello, no han recibido nunca". Todo esto nos muestra que aquello que está tejido, en su ser, de lenguaje, de palabra, se escucha por un momento, surge de entre las páginas de un libro y después se pierde en el silencio... quizá nuestro mundo lingüístico dure por unos instantes y luego se apague en un silencio, en un murmullo de palabras silenciosas...
239.- Escribir acerca de Babel construye un discurso que puede ser pensado como laberíntico; todo lo visto, lo pensado y lo dicho o escrito llegan a construir una estructura infinita, es decir, ficticia, imposible. Muestra de ello es la narración de Borges, La biblioteca de Babel, y que Foucault comenta en un párrafo de la siguiente forma "En La biblioteca de Babel todo lo que puede ser dicho ha sido ya dicho: uno puede encontrar en ella todos los lenguajes concebidos, imaginados, incluso lo lenguajes concebibles, imaginables; todo ha sido pronunciado, incluso lo que no tiene sentido, hasta el punto de que el hallazgo de la más mínima coherencia formal es un azar altamente improbable, cuyo favor muchas existencias, aunque encarnizadas en ello, no han recibido nunca" .
240.- Wonderland, neverland y Wordland revisitados: La conformación de un mundo mágico, es decir, infinito, y todo lo que se encuentra en él, es una imposibilidad. Pero a su vez, el mundo mágico e imposible no es un mundo imaginario, sino un mundo fuera de todo posible pensamiento.
241.- Un mundo mágico es un mundo imposible.
242.- Un mundo mágico e imposible es un mundo infinito. Cuando decimos mundo imposible nos referimos a la posibilidad de ser pensado, de que exista sobre lo que llamamos lo real o la realidad. Decimos mundo infinito porque es un mundo que no tiene contornos bien delimitados, de hecho, es un mundo ilimitado.
243.- Un mundo mágico e imposible no es un mundo imaginario. La imaginación se constituye en el hombre y está limitada al hombre mismo. El mundo no imaginario no se encuentra limitado en ninguna de sus partes.
244.- Un mundo mágico se rige por sus propias leyes y existe en sí mismo, y su conformación queda fuera de toda posibilidad humana de haber sido creado; sin embargo, es posible que su conformación de mundo imaginario se deba gracias a un dios.
245.- En un mundo mágico, ante unas leyes propias, diríamos que se encuentra todo aquello que es posible. La imposibilidad de dicho mundo es en cuanto a su existencia, no en cuanto a su contenido, que es infinitamente posible y de infinitas formas de existencia posibles.
246.- ¿Cómo hablar de un mundo que no se conoce? ¿Cómo ordenar todo en él si ni siquiera sabemos a ciencia cierta cómo está conformado? ¿Qué clase de habitantes se encuentran en él? ¿Cómo podríamos comunicarnos con ellos, qué lenguaje usan? ¿Cómo se conforman sus pensamientos, su conocimiento, su comprensión de su propio mundo? ¿Cuál es su geografía, cómo llegas a él? Estas preguntas, y muchas otras, surgieron en mi mente al darme cuenta del lugar en que estaba. Los habitantes, que estoy seguro que los hay aun cuando aun no he visto ninguno, deben ser diferentes a mí, es decir, al ser humano. Me parece que la mejor forma para iniciar la construcción del conocimiento sobre un algo, cualquier cosa, debemos hacernos preguntas. La pregunta, el cuestionamiento, es el inicio para aprender, conocer y saber todas las cosas, aun aquellas que es imposible llegar a conocer. Cuando me acerco a un texto inicio preguntándome acerca de ese texto, acerca de lo que leo, e incluso acerca del título; cuando veo una pintura, una escultura, me pregunto sobre su autor, sobre su estilo, sobre la estética que utilizó, sobre los conocimientos que la persona tiene; al ver una fotografía también me cuestiono, y así, me cuestiono en todo momento. De otra forma, no puedo decir que esté conociendo. Todo esto surge casi de forma natural en el hombre, no porque sea natural en él el conocimiento, sino porque es natural en él pensar y preguntarse. Si pienso que este mundo en el que estoy ahora es un mundo real, entonces las preguntas que me haré serán normales, sencillas, aunque de difícil respuesta. Pero si de pronto me encuentro con un mundo mágico, un mundo fuera de este mundo, no sé qué preguntarme, pero todo aquello que sé de mi mundo lo transfiero al mundo que ahora estoy viendo. ¿Son las nubes de este mundo similares a las de mi mundo? ¿Los habitantes tienen algún nombre, así como nosotros somos llamados seres humanos u hombres o sujetos? ¿Es la naturaleza como la nuestra? ¿Sus animales, si es que los tiene, son como los animales de nuestro mundo? ¿Ellos mismos llaman a su mundo “mundo” o es que su lenguaje es diferente al nuestro y cada palabra se dice de otra forma y por tal motivo en su mundo existen cosas que en el nuestro no existen? ¿Cómo miden ellos el tiempo, conocen el espacio? Todas estas preguntas hago, no esperando una respuesta por parte de ellos, sino una forma en que yo puedo comenzar a conocer su mundo y saber cómo está constituido.
¿Qué mundo es este? ¿Cómo hablar de él si no lo había visto antes y por tal motivo no podría ni pesarlo, lo cual haría imposible el conocerlo?
247.- http://literaturateologiafilosofia.blogspot.com/2009/09/planteamiento-10.html¿Es la poesía parte del lenguaje que muestra la existencia de Dios? ¿Es posible encontrar a Dios dentro del lenguaje humano? "La palabra poderosa de Dios permite que todas la cosas existan", ¿cómo es posible, entonces, que en Babel se perdiera la esencia de todas las cosas?
248.- Nuestros mundos lingüísticos son el medio por el cual conocemos, pensamos, hablamos; después de Babel nada contiene esencia, todo es invención, ficción, y nuestros mundos lingüísticos son invenciones necesarias...
249.- Después de Babel lo real dejó de existir para dar paso a una realidad inventada, ficticia. La poesía, la literatura, la filosofía, la teología, todas las formas de pensamiento, y otras más, son parte del conocimiento ficticio después de Babel...
250.- El hombre no conoce el verdadero nombre de las cosas. Dios mismo está más allá de todo mundo lingüístico...
251.- Babel produjo el surgimiento de una ontología totalmente ficticia. En Babel nace la invención de todas las palabras que formarán todas las cosas...
252.- Babel es el momento en que el mundo se vuelve ficción, como lo vemos con pensadores como Nietzsche, Wittgenstein, Monsiváis y Sergio Pitol. Terminan los grandes relatos míticos que explicaban el mundo para dar paso a las ficciones míticas, que intentan inventar el mundo...
253.- Babel es la deconstrucción orgánica de nuestros mundos lingüísticos; a partir de ese momento surge en el hombre lo que se llama "conflicto cognitivo", que es de la única forma en que se conoce después de Babel. Decir "después de Babel" es hablar de una forma de posmodernismo...
254.- Babel produjo lo que hoy conocemos como "pensamiento del vaciamiento", lo que nos lleva a radicalizar la idea del pensamiento débil. No pensamos ya débilmente, sino que ni siquiera podemos decir que pensamos, mucho menos podemos pensar con nuestro pensamiento...
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