OCÉANO DE RECUERDOS

Estando a la orilla del mar, viendo a quienes nadaban en él, y ya siendo el último día en que estaría allí, se sentó por un momento para reflexionar acerca de esos días que había vivido, buscando cuál era el sentido de todo esto. No quería perder ni el más mínimo detalle porque pensaba que en las pequeñas cosas estaba oculto el Dios, el sentido último. Allí, en ellas, el Dios trabajaba para darnos respuestas y seguro encontraría hasta en las profundidades del mar si es que pudiera llegar a ellas. No quería responder las viejas preguntas de quién era, de dónde venía y hacia dónde iba: él simplemente buscaba saber quién quería ser, y recordó aquella frase que había leído en la escuela: "El hombre debe hacerse lo que es". ¿Qué podía ser? ¿Quién podía ser? ¿Quién podía hacerse? Vio las olas, a las personas que sonreían y jugaban, vio a un niño con sus padres cargado en brazos de su madre, las aves volando cerca, el viento que llegaba hasta su cara, y por un momento sintió felicidad que se alejó con el instante del viento: "No hay respuesta", recordó, "nunca las habrá. La vida es tan profunda y compleja que sería imposible que las hubiera". Entonces escribió en su libreta: 

"Tantas veces que pensé y medité y escribí junto al mar y hoy me alejaré para siempre, y todo esto quedará en el recuerdo, pero es que la vida siempre vuelve al mar, una y otra vez, cuando no encontramos el sentido a todo esto: nadaré en los recuerdos de este océano que dejo hoy hasta encontrar respuestas"

Luego se alejó, dejando atrás todo lo que había vivido, llevándolo únicamente en su libreta de notas: la escritura solamente le quedaba como recuerdo de todo aquello que había vivido. Nada más, nada menos. El recuerdo se borraría con el tiempo, la escritura no, pero vendría alguien y la interpretaría de otro modo, entonces su vida simplemente se volvería un recuerdo mal recordado. 

Ya en la ciudad caminó de nuevo hacia las personas: sabía que no podía alejarse del mundo: allí estaba su vida. Pero siempre volvería al mar, una y otra vez, para buscar respuestas en las profundidades del océano. 


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