POSTULADO 72: METÁFORA DE LOS REFLEJOS




Metáfora de los reflejos

Todas las mañanas se levantaba –muy temprano se levantaba a lavarse la cara–, hacía ejercicio, el suficiente, y después salía a trabajar. Era escritor. Escribía ficciones, aunque vendía poco, pero eso le gustaba.
Cierta mañana se levantó, igual que siempre, y se lavó la cara, pero en el espejo observó algo extraño, distinto, diferente. Se miró, y no se vio, pensó que era un fenómeno extraño, pero no era extraño, simplemente… era otro.
Miró primero su cabeza, ¿su cabeza? ¿La suya? Pero esta era calva. Era otra cabeza, era la de otro. Después miró su rostro, más alargado, ojos diferentes, y ya no tenía barba –extraño porque él se palpaba el rostro y aun tenía barba, y la cabeza aun tenía aquel cabello largo, pero el otro, aquel que se reflejaba, ya no tenía todo ese cabello que a él le gustaba tanto. Pero algo que le llamaba la atención era que la complexión había cambiado. Todo aquel que se reflejaba era otro.
Entonces pensó si acaso era su imaginación, si ese otro estaría en su mente, o si realmente estaba metido en el espejo. ¿Estaba dentro de su mente o afuera? Pero aun mayor era su duda, ¿estaba en el espejo, dentro del espejo, o afuera del espejo? Si estaba afuera del espejo, entonces, ¿dónde se encontraba él? ¿Adentro del espejo?
Todas las mañanas se levantaba –muy temprano se levantaba a lavarse la cara– hacía ejercicio, el suficiente, y después salía a trabajar. Era escritor. Escribía ficciones, aunque vendía poco, pero eso le gustaba.
Cierta mañana se levantó, igual que siempre, y se lavó la cara, pero en el espejo observó algo extraño, distinto, diferente. Se miró, y no se vio, pensó que era un fenómeno extraño, pero no era extraño, simplemente… era otro.
Miró primero su cabeza, ¿su cabeza? ¿La suya? Pero esta, la cabeza que veía, estaba llena de cabello. Era otra cabeza, era la de otro. Después miró su rostro, lleno de barba, ojos diferentes –extraño porque él se palpaba el rostro y seguía sin barba, y su cabeza aun estaba calva, pero el otro, aquel que se reflejaba, tenía todo ese cabello que a él le parecía tan extraño. Pero algo que le llamaba la atención era que la complexión había cambiado. Todo aquel que se reflejaba era otro.
Entonces pensó si acaso era su imaginación, si el otro estaría en su mente, o si realmente estaba metido en el espejo. ¿Estaba dentro de su mente o afuera? Pero aun mayor era su duda, ¿estaba en el espejo, dentro del espejo, o afuera del espejo? Si estaba afuera del espejo, entonces, ¿dónde se encontraba él? ¿Adentro del espejo?
Salió de la casa a buscar al vecino, pero aunque le dieron permiso de observar el baño, nada mostraba que se reflejara otra persona, es más, el baño estaba en la planta baja. Entonces todo le empezó a parecer muy extraño. No podía creer que estuviera pasando eso. Regresó a casa, entró en el baño, y siguió viendo al otro, aquel que no sabía si estaba adentro o afuera. Entonces empezó a escribir en el espejo, y vio su apellido: Cortázar.
Salió de su casa y fue a buscar al vecino, y aun cuando le dieron permiso de revisar el baño, descubrió que no tenía espejo. Todo le pareció extraño y fue al baño, entró en él y comenzó a escribir su apellido: Foucault. Pensó que aquello era parte de su locura, que en ese momento empezaba a pensar un pensamiento imposible de pensar, y entonces descubrió que el otro, aquel que estaba afuera, era la explicación.
En ese momento, al mirar hacia un lado y ver el otro espejo, no vio al otro, sino a un monstruo, un enorme Minotauro. Se espantó y cerró los ojos. Cuando los abrió descubrió aquel reflejo que lo había espantado, porque ya no era él, sino otro, un hombre.
¿Qué era aquella bestia que veía? ¿Era el lejano Minotauro? Ese ser mítico del que alguna vez escribió. Entonces cerró los ojos, creyendo que así desaparecería aquel reflejo maligno. Al abrirlos descubrió el mismo rostro que lo espantaba: el del hombre que se estaba reflejando.
El Minotauro se alejó espantado, y encontró un nuevo espejo, y temió reflejar su rostro y ver la cara de algún hombre. Se asomó y lo que vio lo espantó más aun. Miró a un hombre, pero estaba ciego. Y entonces, al mirar en medio de su ceguera, la oscuridad abarcaba el espejo, y el espejo era reflejado en otro espejo que a su vez reflejaba el primer espejo, y entonces era una ceguera que se repetía en el segundo espejo, y en el primer espejo.

Las palabras que juegan

I
El tiempo es un sueño que permite que los hombres visiten un laberinto infinito. La muerte, ese otro laberinto, es como un espacio donde se habitan mundos imposibles. La imaginación es una realidad irreal, una realidad virtual; la imaginación contiene signos que habitan el imaginario de los humanos.
La suma de las imágenes que conforman el imaginario es un número infinito de mundos posibles. La suma de las imágenes le da la inmortalidad a los hombres. Los mundos posibles y los mundos imposibles son lenguaje que se desdobla hasta el infinito. En estos dos mundos, el imposible y el posible, existen dones eternos. Dones llenos de ficciones.
En el intersticio está el Aleph infinito. El Aleph mira el universo. En el Aleph se refleja el destino de todos los hombres; es como un espejo. Sin superposición y sin transparencia, el Aleph refleja el todo.

II
El Jazz, por sí mismo, tiene vida. El Jazz, en sí mismo, es la vida. El hombre se borra, como rostro de arena, en los límites del mar, en el afuera, pero el Jazz permanece. El Jazz es inventado, reinventado, dobleinventado, retroinventado, y vuelto a inventar, hasta el infinito; el infinito es el Jazz. El infinito está jazzeado, como aquello que se ha substantivado. El ser del Jazz es invención de las palabras que habitan el silencio. El silencio es la dimensión sagital de la palabra pronunciada junto a la palabra pronunciada. Y este silencio jazzeado que es la dimensión sagital de la palabra y la palabra, es la esencia del Jazz. El Jazz es como un pájaro que migra o emigra o inmigra o transmigra o doblemigra o afueramigra o infinitamenteemigra o verdaderamentemigra. El Jazz es un punto cero, una grieta, una palabra, una cosa, un origen, un espacio ficticio, una imaginación, un saber, un conocimiento, un rostro sin rostro, un espacio invisible dentro de la visibilidad, es de Dios, es de los hombres, es un signo legible que se puede comparar a los seres visibles, es una teología, una metáfora, una eternidad, un infinito espacio que se abre a la relectura, un mortal entre nosotros, un inmortal divino, son las tres versiones de un hombre, es un tiempo circular, es una máscara, es un don, es como el libro de arena que no existe, es un secreto, es un milagro secreto, es la memoria, es la luz, es la bifurcación del alma, es la transformación del sujeto, se encuentra afuera, habita la nada, es un instante, es como la esfera, es como el reloj de arena, es un discurso musical, es un cuerpo infinitamente inmortal, es la lógica de lo ilógico, es un río que corre y que se llama Heráclito, es una sustancia, es irreal, es verdadero, es real, es virtual, es una grieta en la mente del que lo escucha, es el espejo del alma de quien lo toca, es un sueño, un tiempo, es otra cosa, está en otro lado, es un signo de muerte que es decadencia, la ficción lo acompaña, así es el Jazz.
El piemto se mete al ñueso, la tuerme se izlormatina, un balerinto tirvual se vuelve ejpeso, el desnito de la gimianación se vuelve mohbre. Un usinervo es iftinino, el dunmo imposible se une al dunmo posible; la dervad es niccióf, desaparece el ivnento en una triega insivible en su insivilibidad.
El Zazj, por sí mismo, tiene diva. El Zazj, en sí mismo, es la diva. El mohbre se rorba como sortro de narea, en los mílites del mar, en el fauera, pero el Zazj permanece. El Zazj es ivnentado, reivnentado, dobleivnentado, retroivnentado, y vuelto a ivnentar, hasta el iftinino; el iftinino es el Zazj. El iftinino está zazjeado, como aquello que se ha tubstansivado. El ser del Zazj es ivnención de las lapabras que habitan el lisencio. El lisencio es la midensión gitasal de la lapabra pronunciada junto a la lapabra pronunciada. Y este lisencio zazjeado que es la midensión gitasal de la lapabra y la lapabra, es la senecia del Zazj. El Zazj es como un japáro que grima o egrima o ingrima o transgrima o doblegrima o fauera grima o iftininamenteegrima o dervaderamentegrima. El Zazj es un nupto reco, una triega, una lapabra, una soca, un ogiren, un epsacio cifticio, una gimianación, un raseb, un moconiciento, un sortro sin sortro, un epsacio insivible dentro de la sivilibidad, es de Dois, es de los mohbres, es un gisno gelible que se puede comparar a los reses sivibles, es una geolotía, una temáfora, una neteridad, un iftinino epsacio que se abre a la leretcura, un tormal entre nosotros, un intormal vidino, son las tres serviones de un mohbre, es un piemto cucirlar, es una cásmara, es un nod, es como el bilro de anera que no xieste, es un creseto, es un lagrimo creseto, es la moremia, es la zul, es la furbicación del lama, es la formatransción del juseto, se encuentra fauera, habita la dana, es un nisnatet, es como la fesera, es como el jerol de anera, es un cursisdo sumical, es un cruepo iftininamente intormal, es la gólica de lo igólico, es un río que corre y que se llama Heclitáro, es una tansuscia, es arriel, es dervadero, es lare, es tirvual, es una triega en la mente del que lo ecsucha, es el ejpeso del lama de quien lo cota, es un ñueso, un piemto, es otra soca, está en otro dalo, es un gisno de termue que es cadedencia, la niccióf lo acompaña, así es el Zazj.

III
¿Tomaron la casa? ¿Quién la tomó? Desde el otro cielo escuché al perseguidor. Tenía en su bestiario las babas del diablo. Le vi dejar pasos en las huellas, con su cuello de gatito negro. ¿Por qué está negro el cuello del gatito? ¿O es el cuello de un gatito negro? Al perseguidor le dan cefaleas, y es que quiere tanto Glenda, que no le importa acariciarla muy profundo, si con eso se encontrará, ya que tiene un sentimiento de no estar del todo. Ellos le dicen, todo está afuera, y él les pregunta, ¿Ahí? Pero, ¿dónde? ¿Cómo es posible que esté afuera? ¿Qué es el afuera? En el afuera, le vuelven a decir, está alguien que anda por ahí. Este es el final del juego, porque los parques continúan, y es que todos han querido entrar por la puerta condenada, porque hay sentimientos fantásticos.
Hoy vi a Liliana llorando, estaba junto a Severo. Louis la acariciaba hasta el alma, muy profundo. Ella tenía un manuscrito que encontró en su bolsillo. Lo encontró en Verano. Es la cosa más triste y la ha hecho llorar. ¿por qué lloras? Le pregunté.

IV
En todo esto están tres autores: Borges, Cortázar y Foucault. Ellos han sido reinventados en un número infinito de veces. Vemos a Bortázar, Borcault, Corges, Corcault, Fouges, Foutázar, Bortázarcault, Corgescault, Fougestázar, Borcorfougestázarcault, Corgescaulttázarfoubor, Foucorgescaultbortázar, Tluacuofrazatrocsegrob, Borgescortázarfoucault, Cortázarfoucaultborges, Foucaultborgescortázar, Cortázarborgesfoucault, Borgesfoucaultcortázar, Foucaultcortázarborges, Aaabccefglooorrrsttuuz. Lo último es la deconstrucción de los nombres de nuestros queridos amigos Borges, Foucault y Cortázar.
Borges, Cortázar y Foucault están por todas partes, porque tienen el don de la ubicuidad que les prestó el Señor. Donde quiera que se les vea están como el Jazz, infinitamente adentro del ser mismo de cada uno de quienes los leen. Son gurús de todos aquellos que les aman por como escriben, relatan, cuentan, analizan, critican. Ellos son como el Jazz que como un pájaro emigra transmigra inmigra y todos los migras que a Cortázar se le ocurran.

V
Cuando toca Charlie Bird se ven colores, colores a lo Monet, a lo Van Gogh. Si tú escucharas, queridísimo Miller, con todo ese Klee, con todo ese Dalí, con todo lo Mondrian. Y Picasso, que suena a Kenny Clarke y a Oscar Peterson. Es muy bello.
Si tocan, si tocan a lo difícil de Dios, estoy seguro que su alma se viste de música y color. ¡Oh, juegos! Bellísimos juegos, jugar a que me disfrazo de Dizzy, de Satchmo, de Glen.
Glen, Glen o Leng, Kandinsky y Miró, ellos dos me dicen que no.
Van Gogh y Picasso, ellos se quedan con el zapato.
Smith y Armstrong, Goodman y Gershwin, Kenton y Beneke, Sablon y Berlin, con su música, los morados y azules, se visten de gris.
Klee, Klee, Klee, Ellington, Ellington, Klee, Klee, Klee, City Six, City Six. Klee, Klee, Klee, Dalí, Dalí, Dalí. Klee, Klee, Klee, Charlie Bird, Charlie Bird.
Miró, Miró, Miró, Bessie Smith, Bessie Smith, Miró, Miró, Miró, Dupree, Dupree, Dupree. Monet y Cezzane, Mondrian y Magritte, Art, Bix, Big.
Six, sex, sax, six, sex, sax, sax, sex, six, six, sex, sax.


El club de la serpiente: Babs, Ronald, Gregorovius Ossip, Wong, Perico, Horacio Oliveira, Lucía la Maga, Guy Monod, Etienne, Bebé Rocamadour.





1. Conceptos de Foucault, y conceptos y nombres de cuentos de Borges, Cortázar
Tiempo, sueño, muerte, inmortalidad, universo, laberinto, espejo, destino, ajedrez, infinito, lo otro, el otro, realidad, virtual, saber, arqueología, biopoder, poder, biopolítica, ciencias humanas, humanos, cuerpo, discurso, genealogía, hombre, hombres, literatura, origen, panóptico, sujeto, sexualidad, espacio, imaginación, signos, palabras, biblioteca, verdad, ficción, invención, mundos posibles, mundos imposibles, imaginario, conocimiento, saberes, intersticio, biblioteca en llamas, pintura, realidad irreal, dimensión sagital, visibilidad de lo invisible, punto cero, grieta/hiancia, substantivación, pensamiento del afuera, nada, sujeto que desaparece, lenguaje que se desdobla al infinito, el ser del lenguaje, el ser de las palabras, pliegue del discurso sobre sí mismo, palabra pasajera en infinito rumor, signos legibles y seres visibles, el hombre se borraría como en los límites del mar un rostro de arena. Jazz, superposición, transparencia, el Aleph es infinito. El inmortal, el muerto, los teólogos, la casa de Asterión, el Minotauro, la otra muerte, Dios, bifurcación, memoria, memorioso, milagro secreto, tres versiones de Judas, tiempo circular, doctrina de los ciclos, metáfora, eternidad, los dones, la máscara, libro de arena, cronopio, fama, esperanza, reloj de arena, instante, las cosas, Heráclito, el río, la esfera de Pascal. Casa tomada, El otro cielo, Ahí pero dónde, cómo, El perseguidor, Las babas del diablo, Axolotl, Liliana llorando, Manuscrito hallado en un bolsillo, Bestiario, Las fases de Severo, Final del juego, Queremos tanto a Glenda, Continuidad de los parques, Lugar llamado Kindberg, Los pasos en las huellas, Cuello de gatito negro, La puerta condenada, Cefalea, Verano, La caricia más profunda, Torito, Historias que me cuento, Apocalipsis de Solentiname, Recortes de prensa, Alguien que anda por ahí, Del sentimiento de no estar del todo, Para una antropología de bolsillo, Del sentimiento de lo fantástico, Un Julio habla de otro, Louis, enormísimo cronopio, La vuelta al piano de Thelonious Monk. El jazz es como un pájaro que migra o emigra o inmigra o transmigra, Satchmo por todas partes con el don de ubicuidad que le ha prestado el Señor.

2. Músicos de jazz y blues
Bix, Eddie Lang/Salvatore Massaro, Stan Getz, Lester Young y Kansas City Six, Lionel Hampton, Carson Mc Cullers, Miller, Raymond Queneau, Coleman Hawkins, Dizzy Gillespie, Stan Kenton, Charlie Bird Parker, Benny Goodman, Louis Armstrong Satchmo, Bessie Smith, Duke Ellington, Sidney Bechet, Bunk Johnson, Milton “Mezz” Mezzrow, Jimmy Lucenford, Count Basie, Fatz Waller, Artie Shaw, Jarry James, Tex Beneke, Glen Miller, George Gershwin, Paul Whitemann, Jerome Kern, Irving Berlin, Django Reinhardt, Jean Sablon, Gerard Leveque, Clement Doucet, Jean Wiener, Jack Laine, Jean Cocteau, El negro Vance, John Coltrane, Big Bill Broonzy, Ma Rainey, Fats Waller, Benny Carter, Chu Berry, Teddy Willson, Champion Jack Dupree, Baby Cox, Johnny Hodges, Milles Davis, René Daumal, Earl Hines, Jelly Roll Morton, Mamie Desdume, Waring`s Pennsylvanians, Freddie Keppard, Bunk Jonhson, Dixieland, Bix Beirderbecke, Thelonius Monk, Horace Silver, Thad Jones, Erroll Garner, Art Tatum, Ella Fitzgerald, Kenny Clarke, Oscar Peterson, Johnny Dodds, Albert Nicholas, Zutty Singleton.

3. Pintores
Klee, Kandinsky, Magritte, Miró, Mondrian, Van Gogh, Picasso, Dalí, Cezzane, Monet.


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