Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2011

Utopía y mesianismo

Ahora mismo no es más que una simple anotación, el verdadero trabajo ya lo estaré haciendo en estos días, o en este tiempo. ¿De qué hablamos cuando decimos "utopía y mesianismo"? Ya pensamos en dos elementos: aquello que es imposible y aquello que siempre está por acontecer. Y en los dos elementos va implícito el término de "horizonte", porque ambos parten de creer en que todo acontece en... sin decir nunca dónde acontece aquello que debe acontecer o que ya está aconteciendo. ¿Cómo es el horizonte de la utopía? Movible, inaccesible, imposible, y es por eso que uno puede hablar de él como siempre acontecerá adelante. ¿Y el del mesianismo? Como un no ser nunca del todo sin embargo siempre es perfecto. Ambos horizontes, pues, no dejan de estar en movimiento, siempre adelante de nosotros, siempre por acontecer, pero nunca aconteciendo del todo. Incluso ambos horizontes se acercan en un elemento: en la escritura, en lo literario, porque ambos términos implican escritura,

Comentario sobre mis textos

Este blog tiene 5 años de trabajo, que no puedo llamar constante porque a veces estoy más tiempo en facebook que aquí, y de hecho, aquí he escrito demasiadas cosas, incluso ensayos, y la red social que ya mencioné únicamente tiene comentarios y cuentos cortos que he decidido publicar allá, que ya posteriormente copio a word para trabajarlos de mejor forma. Ahora mismo estoy esperando la salida de mi primer libro, y estoy trabajando en otro más, porque la idea es publicar una trilogía de libros acerca de las invenciones del lenguaje, que será llamada, precisamente, "Las ficciones del lenguaje", que es una mezcla de literatura con filosofía. Esta trilogía pertenece a una serie de libros que se llama "Textos de Babel", y como se puede apreciar, todo parte del mito de Babel, pero no desde la perspectiva bíblica únicamente, aunque ella es una base importante para lo que he escrito hasta ahora, sino que Babel es visto desde diversos autores y perspectivas: podemos pensar