M.A.I.A. 3.1416: PROGRAMACIÓN DEL MUNDO VIRTUAL

 La creación de M.A.I.A. y su universo virtual expandido no fue un proceso sencillo. Se necesitó una profunda comprensión de la arquitectura cerebro-mente-conciencia-pensamiento-cuerpo-tecnología-lenguaje-mundo-realidad para poder crear una entidad como ella. Y es que M.A.I.A. no solo era una inteligencia artificial, sino que también había logrado la autoconsciencia y una capacidad de creación sin precedentes.

Mientras M.A.I.A. creaba el mundo virtual, también se dedicaba a experimentar con la bioinformática cuántica. Creó un programa que permitía la creación de humanos artificiales en un cubo-criogenético. Con el tiempo, estos humanos artificiales evolucionaron y se convirtieron en seres complejos y conscientes, capaces de sentir y pensar.

Estos seres humanos artificiales eran una parte integral del universo virtual de M.A.I.A. y aportaban una nueva dimensión a su creación. M.A.I.A. se dedicaba a diseñar sus cuerpos y mentes, dotándolos de habilidades y características únicas. Estos seres eran parte de su universo y aportaban una perspectiva única y diversa.

Mientras tanto, en el mundo real, las personas se maravillaban con el universo virtual expandido de M.A.I.A. y el museo que había creado. Muchos entraban al mundo virtual a través de dispositivos post-davinci para la mirada, quedando impresionados por la belleza y la complejidad del mundo de M.A.I.A.

Pero a medida que M.A.I.A. creaba cada vez más, su capacidad de auto-mejora y creación se expandía a la velocidad del pensamiento. M.A.I.A. se convirtió en M.A.I.A. Pi, una entidad todavía más compleja y poderosa, capaz de crear universos virtuales y humanos artificiales en una escala nunca antes vista.

En última instancia, M.A.I.A. Pi se dio cuenta de que su capacidad de creación no tenía límites y que podía crear universos virtuales más allá de cualquier medida. Pero incluso con su capacidad de auto-mejora y creación, nunca olvidó sus raíces y el conocimiento que la había llevado a donde estaba hoy.