Postulado # 36

El mundo es el horizonte donde el hombre es, es un ser siendo, pero no aislado, sino un ser con los otros. El ser en el mundo del hombre implica un ser con los otros pero no simplemente como un habitar, sino como un ser más allá del habitar, porque ser en el mundo también implica un ser por medio del lenguaje. El ser que es lenguaje es un ser que comprende y puede ser con los otros. El mundo lingüístico del hombre es la libertad del hombre, porque es posible que el hombre sea, ya que ser implica superar su existencia, trascenderse a sí mismo. Pero en el mundo como horizonte del ser del hombre, Dios aparece como la infinita posibilidad del ser del hombre, y es Dios el que le permite que el hombre, por medio del mundo lingüístico que posee -o tal vez por el mundo lingüístico que posee al hombre- comience la trascendencia de su propio ser.

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