Microficción El lenguaje de las invenciones

Pinocho pide un deseo a la máquina: lo que menos le importa es ser un niño de verdad. Simplemente quiere que nadie descubra sus mentiras.
Nietzsche pide el deseo más ferviente que hay en su corazón a la máquina y el cielo se queda vacío. Sin embargo, antes de eso, Dios, que conoce todos los deseos del corazón de todos los hombres, hace que la madre de Nietzsche decida nunca tener hijos.
Jesucristo, que conoce lo que hay en el corazón de los hombres, pide que la máquina cumpla su último deseo antes de ser crucificado. Justamente, antes de clavarlo a la cruz, el que antes era llamado Judas Iscariote insiste en que él no es Jesús de Nazaret.

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