Otros tantos ecos de la misma poesía beatnik...

primero fueron tus ojos
luego fue tu boca
tu cabello siguió después
tus manos en mis manos
y tus labios en mis labios
luego las caderas y los senos
después el púbis
el ombligo
la lengua
y al final mi propia mente
que en un sueño te imaginó
y en su vigilia te volvíste
una evanescencia
desaparecio tu rostro
cual vapor que
se eleva en el aire
tu rostro que era tuyo
eras tú
pero te volviste sueño
y la vigialia te deshizo
y desde aquella noche
ya jamás te volví a soñar
y quedaste como aroma
que impregna todo mi ser
pero evanescencia eres
y de ahí no surgirás...

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