EL NACIMIENTO DEL SUPERHOMBRE POSMODERNO
Posmorten posmodern
"La muerte de Superman
es la muerte de todo lo sagrado"
La muerte es el momento más importante. La muerte del Capitán América y de Superman como hombres directos de la Ilustración, del Hombre como arquetipo de la naturaleza, de lo Natural.
La muerte de todos los valores se muestra en sus muertes. Porque muere todo aquello que es origen, significado absoluto o significación del sentido prototípico. El Hombre, como tal, muere en ellos, dando paso a un nuevo hombre, a una nueva clase de ser, un ser posmoderno. Un hombre que no es el Hombre, sino su simulación. Murió el superhombre original, y solamente ha quedado su simulación absoluta.
Pero no es para criticar o enjuiciar, o aun tachar de maligno este nuevo superhombre posmoderno, este hombre del siglo XXI, sino para mostrar que aun existe el superhombre, pero es imposible encontrar al superhombre fundacional, el del origen verdadero. En la muerte se Superman y el Capitán América se repite la caída de Adán, la muerte de Abel a manos de Caín, la confusión de la Torre de Babel. Buscarlo es tanto como volver a Moisés y saber que se encuentra al margen de la verdad. Ya no existe la verdad, sino contemplada de forma indirecta. Un reflejo muerto que se proyecta directamente en el casco de Iron Man, en la máscara de Batman.
¿Qué se pierde al morir Superman y el Capitán América? La razón como la más pura de las direcciones humanas; la bondad como modelo primigenio, arquetípico, para todos los hombres; la esperanza, la honestidad. Todos los valores morales que son esenciales al ser humano. Valores metafísicos. Y en su lugar queda el desierto de lo real; la realidad ya desértica, pedazos de realidad como si fueran las grafías de un pueblo antiguo, y nuestra labor es la del arqueólogo, la de Indiana Jones, la del deconstructor: la búsqueda del significado perdido, hasta que rocemos con él sin jamás encontrarlo. Saber que se ha esfumado, tanto como el Arca de la alianza.
No es de menor importancia lo que implica la muerte de estos dos superhombres, ya que se pone en duda, se sospecha abiertamente, de todo aquello que constituye al hombre como Hombre. Si muere Superman y el Capitán América, Nietzsche tiene razón, el conocimiento fue inventad, porque muere el Hombre, el Proto-Ser; nuestra verdad posible se vuelve ficción, y hacemos que surja, que nazca, la inventamos.
No es menos mágico que La casa de M, es un momento fuera del tiempo que llenó la realidad, siendo por un instante lo fantástico, lo ficticio, lo que era verdad. Pero, ¿en qué sentido lo ficticio cobra fuerza y se apodera de lo real? En el momento mágico del hechizo de la Bruja Escarlata con sus poderes que alteran lo real -"No más mutantes", y el mundo se cubrió de un sonido blanco, de una realidad blanca, un fuego blanco; "En el día M, Wanda Maximoff, la Bruja Escarlata, utilizó sus poderes mutantes para distorsionar la realidad...", "... el mundo se torna blanco. La realidad como la conocíamos se desvaneció...", "Con tres palabras, la Bruja Escarlata cambió el mundo. Utilizando sus poderes alteradores de la realidad..."-, en el instante en que Narnia entra en contacto con nuestro mundo, cuando de Neverland llega Peter Pan y el polvo de hadas toca nuestro tejido, nuestra dimensión. Cuando Alicia llega a Wonderland y un mundo se vislumbra en el otro. Cuando del Aleph se puede contemplar todo el Universo.El sueño de lo real cobra sentido, pero todo es por la muerte del superhombre verdadero.
Superman, como ser en sí mismo, tiene su origen en kripton, es decir, el lugar oculto a nuestros ojos. Kripton es el lugar de lo verdadero, pero como kripton, o cripto, es lo críptico, lo oculto. Eso oculto se da a conocer, pero le es imposible darse a conocer si no muere primero. En el conocimiento pleno está la muerte de lo que estaba oculto. Superman, como un Prometeo moderno, trae en su ser la verdad, la luz del mundo. La luz de los hombres está en él. "La luz en las tinieblas prevalece". De hecho, su nombre kriptoniano significa "El que trae la verdad de Dios", "El que es el Mensajero del Padre", "La voz de Aquel que permanece oculto". Kripton es destruido porque se ha desocultado, y se ha dado a conocer a los hombres. Superman jamás podrá volver al lugar del que viene, jamás podrá ocultar la verdad, y su destino es brillar en medio de las tinieblas que rodean al hombre, a todos los hombres. Se hará semejante a nosotros en todo, pero en su doble naturaleza estará la esencia, el origen de su manifestación, de lo que ha manifestado. Será uno de nosotros, pero será la luz de nosotros.
Ante esta reflexión, ¿qué sucede ante su muerte? ¿Qué sucede con la humanidad que dirigía a buen puerto? ¿Muere para que la humanidad madure, o porque en este mundo es imposible que siga existiendo?
Superman y el Capitán América son el sueño de lo real. Soñamos despiertos con el superhombre, pero ahora ha muerto y los valores mueren con él. Es en su muerte que se le dá paso a un nuevo hombre, otro tipo de superhombre. A partir de la muerte de lo original, de lo real, y el nacimiento de la ficción realizada, entra en acto una nueva clase de ser humano, un nuevo superhombre, una forma distinta de superhéroe.
Superman, entonces, es el Hombre natural, el Hombre original, y su muerte es el cumplimiento de lo dicho por Foucault, el hombre se ha borrado como un rostro de arena. Pero con Deleuze decimos que el nuevo superhombre no es la desaparición de los hombres reales, es el filtro de Dios y el hombre, y se espera el nacimiento de algo que vaya más allá. Batman, junto a Iron Man, por su estructura y sus avances científicos, su relación con la tecnología, son los prototipos de la simulación del superhombre, del superhéroe posmoderno. Debajo de sus trajes-armaduras, la piel es piel, su carne es débil, y su esencia fragilidad. Su rostro es un rostro ya desvanecido que necesita cambiarse por otro rostro, y así es como portan sus máscaras, transformando su ser en otro ser.
¿Cuál es la diferencia entre Superman y Batman, entre el Capitán América y Iron Man?
Primeramente, a nivel de esencia, mientras que Superman es un superhombre de forma natural, Batman necesita transformar su propio ser en otro ser, como ya dijimos más arriba. Bruce Wayne es el cascarón de Batman, del nacimiento de este último. Es el disfraz del hombre murciélago. Batman es la sublimación de todos los temores y deseos de Bruce. "Bruce murió, ahora sólo existe Batman". El Capitán América es otro que en esencia es superhombre, aun cuando inicio como el débil Steve Rogers. Pero es la posibilidad de llegar a nuevos niveles de existencia, transformando el ser de forma perfecta. Iron Man, en cambio, no se transforma en otro ser a nivel de esencia, sino a nivel corporal, cubriendo su fragilidad humana en un traje futurista.
En segundo lugar, encontramos que la esencia de Superman y Capitán América los lleva a no desear hacer otra cosa que no sea el bien. En cambio, podemos afirmar que Batman y Iron Man, en la línea entre el bien y el mal, la locura y la cordura, no distinguen el horizonte, y lo desvanecen a conciencia. Con ests elementos podemos entender ambas heroicidades, y por qué Batman y Iron Man son denominados superhombres y superhéroes posmodernos. Han sublimado su propio ser transformándolo en algo que ellos mismos no son en origen, pero se ha borrado su ser original para dar paso a lo que no eran como su nueva forma de ser y estar en el mundo. Incluso en ellos el concepto de humanidad toma otros matíces, ya que su humanidad se muestra en plena relación con la tecnología. Son hombres posmodernos, superhombres y superhéroes posmodernos, hombres-máquina, tecno-humanos. Lo vemos en las palabras de Robin, "La Baticueva. Simplemente no tiene fin... se extiende hasta el infinito... se construye a sí misma". Y las palabras que describen a Iron Man, "Está fuera de la Red... Él no se sale de la Red. Él es la Red", "El Extremis hizo que mi mente fuera capaz de intervenir, dar órdenes y controlar casi cualquier forma de tecnología digital".
El superhombre existe, y es necesario deconstruirlo a fin de observar la construcción de su arquitectura bio-tecnológica. El superhombre de la Ilustración, del modernismo, del kantianismo y descartianismo, se ha puesto en duda, ha entrado en crisis. Ahora es el superhombre nietzscheano y foucaultiano el que domina el horizonte. El que muestra que la divinidad del Hombre es gramatical y no real. Al morir Superman y el Capitán América se cumple, como ya señalábamos, lo dicho por Foucault y Nietzsche, el hombre se borra como un rostro de arena, y la realidad, el mundo real, se transforma, deviene en fábula, en ficción.
Como se puede apreciar, la muerte del superhombre superheroico tiene implicaciones mayores de las que se pueden juzgar en una simple mirada al cómic sin reflexionar en su contenido, en lo que se nos está intentando explicar. Superman ha muerto, nosotros lo matamos, el Capitán América ha muerto, larga vida al Capitán, el mundo real se ha transformado en fábula, y Batman domina esa fábula, Iron Man es el superhombre del siglo XXI, altamente sofisticado, tecnologizado, tecnocrático, y su rostro se ha borrado en la arena para dar paso a la creación de un nuevo rostro, un rostro ficticio, una piel metálica.
La metáfora es la realidad, la realidad es metáfora, fábula, ficción. El superhombre posmoderno construye su imperio...
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