El superhombre existe...

El arte no es ajeno al cómic, y viceversa. En este caso, con las imágenes que se presentan podemos ver la influencia de Leonardo Da Vinci en los trazos dentro del cómic.

La primer imagen es la llamada Hombre de vitrubio, que trazó Da Vinci. De ella partieron para hacer un diseño del Hombre Araña. La palabra Hombre implica todo el conocimiento que se tenía sobre el hombre en los años de Da Vinci. El Hombre, como centro del conocimiento, es dibujado de forma perfecta, mostrando que todo en él es perfección. Un círculo y un cuadrado, donde el Hombre se encuentra ordenado de forma absoluta, muestran la perfección que se tenía en cuanto a su concepción.

En el caso del Hombre Araña, repitiendo el orden del Hombre davinciano, no implica que se regrese a la idea del Hombre perfecto, sino que es parte de la estética de los cómics, y del uso que se tiene en cuanto al cómic-arte. El cómic contemporáneo es trazado a partir de una estética muy compleja, que profundiza en el trazo y se vuelve mucho más realista, y tal parece que son fotografías humanas. Es por eso que la estética de este cuadro-dibujo se vuelve compleja.

Como siguiente trazo dentro del cómic, vemos al Dr. Manhattan de Watchmen que repite la figura. Pero a diferencia del Hombre Araña, que se podría pensar que es parte de la estética cómic, en el Dr. Manhattan existe un elemento importante para dibujarlo de esta forma: él domina la materia. Él es el único personaje dentro de la historia que tiene superpoderes. Representa al superhombre viviendo entre nosotros, en sentido real, o sea, es una forma de pensar qué sucedería, qué implicaciones políticas, qué implicaciones psicológicas tendría, de ser realmente un ser existente entre nosotros.

Dice en Watchmen -"We repeat: The superman exists, and he`s american" - "Repetimos: El superhombre existe, y es americano". El problema se encuentra cuando pensamos que existiera un hombre que se encuentra más allá del bien y del mal, un hombre a-moral, que difiere del ser humano común y corriente. Trabajaría para aquel que él deseara trabajar, porque no habría forma de convencerlo, porque está más allá de explicaciones que le pudieramos hacer.

Si se observa de este modo, como superhombre, el Dr. Manhattan está más allá que el mismo Superman, que Batman, y que cualquier otro superhéroe, porque en el Dr. se nos muestra la realidad de lo que sería un superhombre entre nosotros. Es por eso que en la siguiente imagen se lee, Superpoderes y superpotencias.

¿Qué implicaciones tiene el hecho de que un superhombre trabajara para los gobiernos del mundo? ¿Que este superhombre fuera parte del armamento del ejército? No porque sí, en el mundo Marvel se ha reflexionado en torno a la existencia de un supersoldado, un intento de fortalecer al ser humano es su debilidad y volverlo un metahumano.

Dependería la clase de arma en este superhombre de su organismo. ¿Lanzaría llamas, tendría superfuerza, supervelocidad, superinteligente?

Podemos imaginar a todos y cada uno de los personajes de Marvel, e incluso DC, y preguntarnos si ellos serían las armas de destrucción masiva que tanto se temen. Un Superman enojado, un Wolverine sin memoria, un Batman en todo el sentido de su peligrosidad; y no como superhombre, pero la existencia de personajes como Lex Luthor, Guasón, Kingpin, Dr. Doom, Magneto, la bruja Escarlata, nos daría la perspectiva de un universo realmente caótico.

Los superhéroes están encerrados en las "cuatro paredes" de un cómic, y casi es seguro que ahí seguirán; la evolución continúa, pero no es posible que llegue a existir un superhombre. El superhombre sigue siendo un hombre de papel.

Recuerdo que Batman también surgió de los bosquejos de Leonardo Da Vinci. El superhombre vive en el papel, en el cómic, en el trazo, entre los colores; entre la hoja y nuestra imaginación. Seguiremos soñando con el día en que se levante un superhombre entre todos los hombres comunes y corrientes, y ese día será el día en que encontremos, geográficamente, Narnia, Nerverland y Wonderland. Su geografía tiene la misma dirección: nuestra imaginación, nuestra mente extendida más allá de sus propias fronteras.