LA MÁQUINA DE ESCRIBIR CONECTADA AL ANTIGUO CIBERESPACIO



La máquina de escribir era una reliquia del pasado, pero para su dueño, era una ventana hacia un ciberespacio antiguo y casi olvidado. A pesar de no tener acceso a la electricidad, ni mucho menos a la tecnología actual, la máquina parecía tener vida propia.

Cada vez que su dueño escribía en ella, las teclas comenzaban a moverse solas, como si alguien más estuviera escribiendo al mismo tiempo en algún otro lugar. Y aunque la pantalla era en blanco y negro y estaba formada por bulbos, su resolución era increíblemente nítida, y las formaciones holográficas que aparecían por medio del humo de las máquinas de vapor eran sorprendentemente detalladas.

El dueño de la máquina de escribir pasaba horas sumergido en este ciberespacio antiguo, explorando sus rincones y descubriendo sus secretos. A veces se encontraba con otros escritores, también conectados a través de sus propias máquinas de escribir, y juntos creaban mundos y personajes que cobraban vida en la pantalla.

Para muchos, la máquina de escribir era simplemente una herramienta obsoleta y sin valor. Pero para su dueño, era un tesoro invaluable, que le permitía explorar un mundo que, para él, era tan real como el que lo rodeaba. Y aunque nadie más parecía entenderlo, él sabía que nunca se cansaría de escribir en ella, y de explorar las maravillas del ciberespacio antiguo que había descubierto gracias a ella.

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