MICROFICCIÓN: EL PLANETA DEL PRINCIPITO
No supimos cómo, pero cuando nos dimos cuenta, ya estabamos muy lejos de este mundo. Viajamos al espacio sin saber el por qué de todo eso. Desperté y seguía viajando. No era un sueño. Y si fuera, trataría de no despertar.
Vimos mundos lejanos que nadie ha visto. Estrellas rojas, azules, verdes; gases de mil colores. La luna estaba muy lejos, y supimos que la tierra estaba más. Pasó junto a nosotros el planeta del Principito (Mi Principito), y escuchamos que hablaba con alguien. "Dibujame un cordero". Nos alejamos.
De momento pensamos que aquello se tornaba fantástico y que era imposible detenerlo. Viajamos y parecía no tener sentido. Tú dijiste, "¿Y mi cometa? ¿Y mi viaje?". Entonces me senté a dibujar un cometa y dentro algunas personas que viajaran. Y tu voz sonó como la del Principito (Mi Principito).
Dibujé y dibujé y dibujé. Recordé que en el espacio el tiempo existe de otra forma. Espacio y tiempo se modifican. Y entonces miré tus ojos, y supe que estaban frente a mí, y observé tus labios, delgados, y tu cabello, hasta los hombros, y sentí deseos de besarte. Y te besé. Y ya no supe que viajaba porque me había perdido en ti y porque el viaje se volvía cada vez más distinto y porque ya era de noche.
Cuando regresé tú no estabas porque te habías transformado en estrella. Y entonces en mis sueños, a veces, solamente, en mis sueños, habitaba una estrella y escuchaba una voz que repetía... "¿Y mi cometa? ¿Y mi viaje?"...
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