Postulado # 67 Lenguaje iiii

Tengo que escribir rápido. Son las 4 de la mañana y tengo que escribir rápido.
Puedo escuchar el sonido; la respiración, lo que llena todo el cuarto. Sí, necesito hacerlo rápido, antes de que se despierte.
La casa tiene un gran espacio, y la habitación está al final del pasillo, así que es el lugar más oscuro el que utilizo para escribir. Pero esta noche todo tiene que ser muy rápido.
Se escucha el sonido, viene de cualquier parte de la casa; y las sombras entran por la ventana. La puerta queda detrás de mí, y parece que hay algo que late muy fuerte, como si quisiera escaparse. Todo debe ser rápido. Antes de que se despierte. Siempre se despierta en medio de la noche con un grito muy bajo, como en silencio, casi imperceptible, y solamente él lo escucha. Pero todo es tan rápido, me precipito rápidamente a la conclusión. Como si fuera un momento, un instante y luego, desvanecerme en la noche. Observo mi rostro en el espejo, escuche el sonido en la casa, las sombras que entran por la ventana y la puerta latiendo. Todo surge muy rápido, todo aquí es demasiado rápido.
Me levanto, voy al espejo, lo observo, me observo y mis manos lo rompen.

Si, me he despertado en medio de la noche, con un grito apagado, y miro al espejo. Alcanzo a ver sus ojos por un instante, por un instante me mira y su mirada es fugaz. Alcanzo a observar que me observa. Después nada, no queda nada. Solamente la noche y el sonido en la casa y la mirada que se dirige al niño en medio del cuarto y esa puerta que dejé abierta y el espejo que se rompio. Un espejo que repite un nombre roto mil veces, un nombre a medio escribir en la hoja casi blanca, un nombre que es el nombre que el sonido, el sonido de la voz, pronuncia en silencio en medio de la casa. Y mi grito nuevamente se escucha horrorizado.

Desperté una vez más. Tal vez siga soñando, o tal vez me he despertado del todo, o alguien más me sueña cuando yo estoy soñando. Pero en medio de la noche mi grito me despierta y tengo la sensación de que alguien me estuvo observando toda la noche, esperando, al acecho, a que me despertara el mismo grito silencioso que me ha despertado cada noche desde no recuerdo qué instante. Sí, mi grito se pierde en la noche y mi pensamiento se desvanece. Lo estoy oyendo respirar, en medio de la noche, y en el espejo queda guardado el reflejo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

ENSAYO: ASÍ HABLÓ ZARATUSTRA, DEL HOMBRE SUPERIOR, NIETZSCHE