Postulado # 106 Babel y otras descripciones...

Babel y el posmodernismo: Babel es el suceso dentro de la historia mítica, y el posmodernismo es el resultado de dicho suceso; entonces, el posmodernismo es tan mítico como Babel, porque todo momento histórico que surja a partir de Babel, después de Babel, es parte de una mitología que intenta dar respuesta al origen del pensamiento que hemos llegado a construir.

Babel y el posapocalipsis: Pensar en lo posapocalíptico es pensar en la sobrevivencia humana. ¿Qué sucede con los seres humanos que quedaron después del gran acontecimiento cósmico? ¿Qué sucede con los sobrevivientes de la catástrofe que ha vivido la humanidad en su conjunto?

Babel y el posteísmo: Después de Babel, nuevamente ha nacido la pasión por la fe, pero ya no es la misma pasión por permanecer siendo de alguna religión antigua o tradicional, sino que nacen nuevas formas de religiosidad, y cada una de ellas contiene un bestiario de dioses; desde la creencia en el Dios de los cristianos, al Dios de los judíos –se vuelven dos entidades divinas diferentes–, hasta nuevos dioses, santos y ángeles, incluso vírgenes.

Babel y el neopanteísmo: El nacimiento de lo que podríamos llamar nueva espiritualidad nace en este neopanteísmo. Como segunda parte del punto precedente, aquí vemos la profundidad que permanece en el ser humano posmoderno, pero se ha enfocado a más-allá-del-Dios-conocido, para adentrarse a la infinita posibilidad de los diferentes-dioses-que-conocemos. Ya no solamente se encuentra Dios en el cielo, ahora su reinado, el nuevo reino de los cielos, se encuentra totalmente inmerso en los objetos. Y cada objeto se ha vuelto un nuevo dios, produciendo lo que llamamos neopanteísmo.

Babel y lo posteológico: Una nueva teología nace a partir de Babel. Puede ser una teología cristiana, pero hay nuevas vertientes. En estas nuevas formas del discurso teológico entran todos aquellos filósofos y teólogos que han escrito a través de los años. Pero hoy, ¿qué teología se piensa y se escribe entre todos los habitantes del posbabel?

Babel y el ultramodernismo: Después del posmodernismo, nuestro pensamiento no queda suspendido en la nada, sino que hemos avanzado hasta construir lo que hoy podemos llamar el ultramodernismo, que es la forma del modernismo llevada hasta sus últimas consecuencias, cuando el sueño del progreso no ha hecho avanzar al hombre hasta un estadio mejor, más perfecto, sino hasta el momento en que el progreso es lo único importante y el hombre se transforma en un objeto de consumo, igual que todo lo que ha construido. Porque después de Babel, el hombre se volvió objeto, ya que lo que mejor sabía hacer era reproducir la imagen, no de Dios, sino del hombre, y lo único que sabe hacer es producir y reproducir objetos de consumo.

Babel y el hipermodernismo: Lo hiper domida nuestro pensamiento; lo hiper es signo de simulación, de ficción, de un signo vacío del signo, sacudida la esencia del signo. Después de Babel, lo que podemos observar en todas las acciones del hombre es el intento por la creación de lo totalmente hiper, y en este caso, el hipermodernismo es el momento en que toda la ficción de su propio pensamiento lo atrapa, dejándolo en una dimensión dominada por un pensamiento artificial casi divino.

Babel y el hiperposmodernismo: El posmodernismo ha sido un momento dentro del análisis que se ha llevado a cabo. Volver a traer la forma de lo hiper, y unirlo al posmodernismo, es un intento por pensar más allá del mito simplemente, y, no dejarlo de pensar, sino volverlo tan evanescente, pero que ocupa un lugar en el pensamiento de lo social, que la posmodernidad alcanza esos niveles de hiper, volviendo como real, tal vez, una cierta forma de consciente colectivo.

Babel y el panteísmo hiperposmodernista: La evanescencia, que vuelve absoluta esa forma de pensamiento, se ha encarnado en los objetos que se han transformado en los nuevos dioses, vaciando al cielo de toda divinidad. Los objetos han alcanzado la máxima expresión de su esencia, volviéndose casi más reales que los consumidores de dichos objetos.

Babel y el devenir del pensamiento del vaciamiento: En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. Cuando Dios crea todas las cosas, el Verbo creó todas las cosas y las sostenía con su poder dentro de la existencia. Después de Babel, el Verbo dejó de ser el sustento de todas las cosas –específicamente, el pensamiento del hombre. Desde Babel, el hombre jamás ha vuelto a pensar con su propio pensamiento, sino que es un pensamiento totalmente otro del que se tenía en el origen, y del que ya no se puede llegar a decir ni narrar nada, porque es imposible conocerlo. Es imposible conocer el origen del hombre sobre la tierra, como es imposible conocer el más allá, donde el hombre volvería a ser perfecto, como alguna vez lo fue. El pensamiento se encuentra vacío del pensamiento mismo, así que pensamos, siempre, de forma indirecta. No podemos afirmar, con certeza absoluta, que lo que me es útil, y mi mayor herramienta, sea nuestra verdadera arma para llegar a construirnos como seres verdaderamente pensantes. Al contrario, el pensamiento del vaciamiento es el vacío de la esencia, el signo que ya no significa, el hombre ya no es hombre realmente, sino un ser artificial.

Babel y la cultura de la imagen de Coca-Cola: Después del suceso de Babel, nos sostenemos por imágenes. Nuestro ser entero estaba hecho a imagen de Dios, pero hoy, esa imagen está totalmente destrozada. Por eso podemos decir, Dios ha muerto, nace la imagen de Dios. En este caso, pensar en Coca-Cola como elemento de nuestro análisis, es para mostrar que el nuevo Dios, que es la imagen de Coca-Cola, intenta devastar el suceso apocalíptico de Babel, volviendo a construir un solo idioma, un idioma que se entienda a nivel mundial, pero que ya no puede ser el idioma o lenguaje de antes de Babel, sino uno totalmente vacío, que espera ser llenado; un lenguaje que ya no es lenguaje, sino algo totalmente distinto, y que los hombres no dejan de entender desde su propio idioma. Es un símbolo universal, reconocido como parte unificadora del mundo, pero se sigue comprendiendo con nuevos pensamientos.

Babel y el ciberespacio: La era del ciberespacio es la que vivimos actualmente. La imagen está más diluida que antes. Se ha vuelto una imagen fantasmagórica, que solamente sobrevive en la unión a Internet, y que ya no se puede escapar del mundo que se ha formado, de manera invisible, en el entrelazamiento de cables, conexiones, imágenes, comandos, programas, archivos, etc. En esa nueva dimensión espaciotemporal, el ser humano se encuentra como en casa, es su nuevo hogar. La ventana que le permite ver un mundo totalmente distinto. Son las nuevas formas en que el ser humano habita este mundo, que si continuara plano, sería demasiado aburrido, pero gracias a Dios, la tierra es redonda, pero hoy, ya no sólo es redonda, sino que hoy es ciberespacial, es decir, virtual.

Babel y la realidad-virtual: Se ha escapado el mundo virtual a nuestro mundo real, y se han fusionado. Vivimos una era en que todo se va transformando a una velocidad increíble. La realidad virtual domina el nuevo horizonte de pensamiento, y Babel hace nacer las nuevas formas, casi invisibles, casi en desaparición, casi evanescentes, del ser humano. Un ser humano que se ha vuelto digital.

Babel y la nueva humanidad: Nuestro mundo se mantiene en constante extinción; ya son muchos mundos los que han desaparecido. Pero en ese mundo habita el hombre. Aunque, después de todo el recorrido que hemos tenido por estas diferentes formas de conceptualizar nuestra realidad, debemos comenzar a entender que estamos ante la invención de un nuevo sujeto de conocimiento. Decimos sujeto de conocimiento, porque en esta era, el conocimiento es muy importante, y ya lo era, en siglos pasados, para los filósofos, porque se podían sostener en el pienso, por lo tanto existo, y conocer es el pensamiento en sentido activo, tratando de llegar a la profundidad misma de las cosas, al misterio de las cosas, como dice Pessoa en su poema. Esta nueva forma de humanidad contiene una nueva carne, tanto virtual, como metálica, y se vuelve un ser ciberespacial, como un ser artificial, naciendo conceptos tales como: robot, ciborg, androide, humanoide, tecno-humano, máquina humana, replicante. La carne artificial es parte de esta nueva humanidad, que ha nacido a partir del acontecimiento llamado Babel.

Babel que se extiende al infinito: Kierkegaard habla del hombre en un sentido filosófico y poético; el hombre es una síntesis, y lo vemos como sigue, “El hombre es una síntesis de infinito y finito, de temporal y eterno, de libertad y necesidad, en resumen, una síntesis”
[1], y también, “Si el hombre fuese un animal o un ángel, no sería nunca presa de la angustia. Pero es una síntesis y, por tanto, puede angustiarse, y cuanto más hondamente se angustia tanto más grande es el hombre”[2]. Desde la perspectiva que estamos viendo, la síntesis es “la relación de dos términos”. Nosotros nos preguntamos, ¿existe una síntesis cuando dos términos, como es la carne y la tecnología, se unen en un ser?
[1] Soren Kierkegaard, Tratado de la desesperación
[2] Soren Kierkegaard, El concepto de la angustia

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