ALFREDO MARTÍNEZ: ENSAYO SOBRE EL PAPEL DE LA FILOSOFÍA EN LA EDUCACIÓN ACTUALMENTE
En la actualidad se puede observar un déficit en el sistema educativo puesto que se basa en una educación lineal y poco comprensiva para los estudiantes, ya que se dejan de lado los métodos que utilizaban los grandes filósofos acerca del cuestionamiento a sus discípulos, y que estos, a su vez, pudieran desarrollar una postura analítica y crítica sobre lo que le planteaba su maestro. Sabemos que hoy en día la filosofía ocupa un papel de suma importancia para el educador puesto que esta ciencia le permite tener un mejor desarrollo educativo, pero que el Sistema Educativo de nuestros días – me refiero a la reforma educativa que ha dado pie a un sinfín de interpretaciones que vuelve cada vez más compleja la comprensión de lo que implica una práctica pedagógica realmente eficaz – poco a poco ha ido dándole un papel secundario.
Actualmente podemos observar en los diferentes niveles educativos que los estudiantes son reprimidos a la hora de expresarse o dar su punto de vista acerca de un tema impartido por el docente, provocando en el alumno un síntoma de inseguridad y falta de confianza en sí mismo. En la mayor parte de las ocasiones se tiene al docente en un papel autoritario y se le culpa del bajo rendimiento estudiantil sin darnos cuenta que él se rige bajo las normas impuestas por el sistema. El Sistema Educativo a nivel Primaria, Secundaria y nivel Medio Superior, se ha encargado de poner a la filosofía como una materia no tan importante para el desarrollo estudiantil ya que es otra manera de ejercer el control en los estudiantes y profesores, puesto que así dejarán de haber personas críticas y reflexivas acerca de las demás materias. Se han dejado de lado aquellas teorías que los grandes filósofos – Sócrates, Platón o Aristóteles, por mencionar solamente algunos – proponían para llevar a la reflexión a los individuos. El verdadero ciudadano debía ser capaz de dar solución a los problemas mediante el análisis, la comprensión y su relación con la naturaleza.
Lo que se acaba de mencionar ya no se observa en las instituciones educativas. Al contrario, podemos encontrar, en más de una escuela, alumnos que no tienen derecho a opinar ni a proponer mejoras en clase para construir una forma de aprendizaje más eficiente; sus ideas son reprimidas por la autoridad a cargo. Se tiene al alumno considerado como un objeto donde simplemente se depositan datos que no se enseña a utilizar; la educación ya no es divertida, y por tal motivo, el modelo educativo, partiendo desde el nivel Primaria hasta nivel Medio Superior ha dejado de ser atractivo para los estudiantes, incluso es poco común el invitar al alumno a opinar, es decir, que sea crítico de la manera en cómo está siendo formado académicamente. Poco a poco se le ha ido deshumanizando, y en realidad son muy pocos los docentes que se detienen a observar el lado humano del niño; investigar a fondo la razón del porqué cuenta con un bajo rendimiento; entender que no todos aprenden de la misma manera.
En las instituciones no se prepara al estudiante para enfrentarse al mundo, para crear nuevas habilidades de desarrollo, que sepa cómo emplear lo visto dentro del aula y lo sepa interpretar y utilizar en el mundo real de la sociedad. Realmente se prepara a los alumnos para realizar una tarea y no para pensar; se pretende elevar el nivel académico implementando la educación por competencias haciendo de esto un reto y el estudiar deja de ser una actividad placentera, se llegan a presentar casos de discriminación por parte de los alumnos que obtienen una nota alta hacia quienes tienen un promedio bajo haciendo que esto sea un síntoma de deserción escolar.
A los profesores se les prepara para transmitir un cumulo de conocimientos al estudiante siendo muy pocos los que explican para que les puede servir, las áreas sociales en las que las pueden ocupar, se habla mucho de matemáticas, algebra, algoritmos que muy pocos ocuparan en la vida cotidiana, la pregunta es, ¿Qué lugar ocupan hoy en día la ética, la moral, la filosofía?, se ha desgastado mucho el discurso de que se tiene que respetar a los demás, de la tolerancia, la aceptación, cuando muchas veces quienes tienen que predicar con el ejemplo hacen todo lo contrario privatizando la libertad de expresión de sus alumnos, el tolerar y aceptar las diferentes capacidades con las que cuentan, el docente elabora su programa con el cual trabajara a lo largo del curso sin antes consultar o escuchar opiniones diversas con el objetivo de mejorar y enriquecer la materia, pero no todo es culpa del profesor puesto que existen alumnos que tienen una negativa enorme con la idea de estudiar, también hay que entender que los grupos escolares cuentan con una cifra excesiva, ¿Cómo es posible que una sola persona trabaje con grupos de hasta 60 alumnos?, estoy de acuerdo con que los altos mandos quieran que la mayor parte del país cuente con una educación de calidad, se le exigen resultados efectivos al docente, pero no se dan cuenta que no contamos con las suficientes escuelas para satisfacer a la población haciendo que saturen las aulas, si quieren ver resultados de calidad lo menos que pedimos son instalaciones de calidad.
La falta de oportunidades ha llevado a las nuevas generaciones a tener una mentalidad conformista buscando el camino fácil a través de la delincuencia, es muy común escuchar en las calles la frase “el que no transa no avanza”, de que caigan en una zona de confort, son pocos los jóvenes que siguen el camino de la superación, de plantearse objetivos elevados y de generar sus propios éxitos. No basta con imitar los sistemas académicos de otros países para que seamos un estado preparado, antes de querer imitar lo que hacen bien otros hay que analizar en donde está el problema que no nos permite avanzar como sociedad, confiar en nuestra juventud cobijarlos y que sientan una gran seguridad de que pueden ser mejores, apoyarlos, escuchar sus opiniones y puntos de vista, corregirlos cuando estén perdiendo el rumbo, brindarles nuevas oportunidades y que se sientan atraídos por la idea de estudiar y de superarse, tener una filosofía con la cual ellos puedan analizar, ser críticos con una idea más completa, que puedan convivir en sociedad, hacer un país de pensadores y no de simples personas que están preparados para realizar una tarea sin el objetivo de ver más allá de lo que se les pide.
La filosofía en la educación actual seria de suma importancia para generar en la juventud estudiantil una mentalidad diferente para que puedan tener un mejor desarrollo académico y social, cambiar los métodos de enseñanza-aprendizaje hacer que los alumnos vean el mundo de otra perspectiva salir de la rutina y no solo hacer clases teóricas, poder implementar métodos prácticos, romper ese paradigma de que el alumno solo tiene que escuchar y hacer lo que se le ordena si se quiere conseguir un cambio efectivo hay que prepara a los estudiantes para que piensen, analicen y pongan en práctica las enseñanzas que se les brindan. Es una tarea sumamente compleja porque estamos acostumbrados a seguir la planificación que nos da el sistema, estamos tan acostumbrados a hacer siempre los mismo a tal grado que nos atemoriza tanto la idea de perder el control del alumnado, tenemos miedo de expresar nuestras ideas porque vivimos en una sociedad de privatización en la cual se le castiga al que pretende generar un cambio, a quien aporta nuevas ideas y métodos para hacer más satisfactoria la vida escolar, como sociedad nos falta mucho por evolucionar, estamos en un país en el cual te pagan por hacer siempre las mismas tareas que te ordenan y no por pensar, se tiene que dejar de ver al alumno como una máquina y empezar a comprender que se está trabajando con personas, adoptar el pensamiento filosófico que mantenía Sócrates el cual era de cuestionar al alumno para que pudiera pensar y mantener una postura firme en sus ideas, buscar la razón del porqué de las cosas y dejar de darles todas las respuestas, utilizar el método de Aristóteles,salir de esas cuatro paredes que nos mantienen como prisioneros, empezar a convivir más con nuestra naturaleza y con el entorno que nos rodea e iniciar una etapa del cambio sin temor a ser reprimidos o ser objeto de burla de quienes creen saberlo todo, debemos de cambiar nuestra filosofía de vida, humanizarnos, confiar en quienes nos rodean y dejar de sentirnos más o menos dependiendo de la calificación escolar que obtengamos, un diez o un seis no nos hace mejor o peor ante los demás, sino más bien nuestro esfuerzo y nuestro deseo de superación es el que podrá generar un verdadero cambio, tenemos que empezar a ser una sociedad que se distinga por pensar y buscar un bien común. Para obtener un mejor desarrollo académico hay que empezar por pensar y aportar nuevas ideas.
BIBLIOGRAFÍA
Doin, G. (2012). La educación prohibida [video]. Disponible en:
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