MICROFICCIÓN: JESÚS Y EL DIABLO

El pastor se fue a sentar a la mesa del burdel donde Jesús estaba sentado. Continuaba buscando a María de Magdala. Entonces Jesús, sentado frente a él, vestido de saco y con lentes, le extendió al pastor una pistola y le dijo: "Quiero que busques y asesines al diablo. Me ha causado muchos problemas con los hombres últimamente. Y cuando lo encuentres y lo mates, lleva su cadáver hasta yo esté". Así salió el pastor en busca del diablo, para acabar con él, pero en el trayecto encontró a muchas personas que se confundían con el antiguo Ángel caído, y muchos fueron los que murieron. Para no hacerles el cuento más largo, el pastor recibió un mensaje de que el diablo estaba en edificio tal de la calle tal y fue hasta allá. Al entrar a la habitación, Jesús estaba ahí: "El diablo está del otro lado. Entra por la puerta y acaba con él", y así lo hizo. Cuando entró, había una mujer en una cama y el cuarto estaba cubierto de espejos. "Anda, acaba con el diablo", le dijo Jesús, "¿lo puedes ver?, es el que se refleja". El pastor entendió y antes de que jalara del gatillo sobre sí mismo, disparó a Jesús tres veces, y luego cantó el gallo dos veces. Luego el pastor hizo el amor con la mujer. "¿Por qué disparaste contra Jesús? Lo volviste a matar", le preguntó la mujer, "No te preocupes, sabes que resucitará en tres días", respondió el pastor.

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