MICROFICCIÓN: LA ESCRITURA SALVAJE

De lo que se trata es de cometer atrocidades. Volver al texto absurdamente aburrido. Romper con las ganas que tiene el lector de leernos. Rompimiento del sentido, de la escritura misma, cansar al que lee, destrozar su paciencia. Hacernos odiar. Quizá entonces sepamos quiénes son nuestros lectores más pacientes y que aman nuestra escritura...

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