MICROFICCIÓN: HISTORIA DEL SACERDOTE QUE SE CONVIRTIÓ EN ANTI-HÉROE


Cuando asesinaron a la hija de aquel hombre, él perdió todo el sentido en la vida y se refugió en la religión, así que se hizo Sacerdote y comenzó a cuidar de una pequeña comunidad. Un día, en el Confesionario, un hombre entró a confesar sus pecados, pero el que más le pesaba era el de haber asesinado brutalmente a la hija de un hombre al que, obviamente, no conocía. El sacerdote escuchó atentamente toda la confesión, la descripción del brutal asesinato, los detalles más macabros, de cómo pudo ver a la niña perdiendo poco a poco la vida. El Sacerdote le dijo que Dios lo perdonaba, pero que el padre de la niña no. Luego se escuchó una detonación y el hombre cayó, sin vida, sobre el suelo.

Epílogo:
Durante 10 años, cada noche había orado a Dios pidiendo por el arrepentimiento sincero de aquel hombre, y que, llegado el momento, ese hombre lo buscara para confesar sus pecados, que fuera al Confesionario a confesar que había asesinado a esa niña de apenas 7 años. Esperó durante todo ese tiempo, pacientemente, pastoreando a la Iglesia de Jesucristo, hablando del amor y del perdón que viene por el arrepentimiento sincero y mostrando caridad en todo momento por cada uno de los que asistían cada domingo y la posterior alegría por cada persona que se arrepentía. "¡Un milagro, Padre, solamente te pido! ¡Un milagro!", pedía llorando al orar cada noche. Un día, Dios lo escuchó, y al comenzar a oír la confesión de aquel hombre que sinceramente buscaba el perdón y el amor de Dios, sonrió y en silencio agradeció a Dios porque por fin había escuchado sus oraciones. Luego besó su crucifijo, besó la foto de su hija, le sonrió al hombre que no entendió por qué el Sacerdote se despedía de él. Entonces fue que se escuchó la detonación que ya hemos dicho que se escuchó.

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