MICROFICCIÓN: “B” DE BIBLIOTECA BORGESIANA DE BABEL
Borges concibe el mundo como una biblioteca fantástica, constituida por un número infinito de libros que construyen un laberinto. En La biblioteca de Babelse muestra lo infinito de la biblioteca borgesiana.
Tenía días que caminaba con la inspiración entre los dedos; con ella metida en los ojos; con el cerebro bañado de ideas por ella, por su presencia, por su voz, por su recuerdo. Metida en mi memoria. Me siento en la computadora, e intento escribir algo. No me inspiro. Pongo un disco de Paul van Dyk, de Paul Oakenfold, de Dj Tiësto. Intento que la inspiración me llene, pero no logro ni una línea. Los poemas y las narraciones de Borges las reviso; vuelvo a leer Rayuela, de Cortázar; releo La biblioteca fantástica de Foucault. La inspiración se me fue. Ni una letra ha salido de mi mano. Reviso las pinturas de Miró, Klee, Kandinsky, Dalí; mis propias pinturas, mis fotografías; libros, pinturas, películas, periódicos. Uno a uno, todo lo que tengo es revisado. ¿Qué busco? ¿La inspiración? No escribir me pone ansioso. Que no tenga ideas me vuelve un hombre sin sentido. Mi pluma ya no tira más tinta. El desierto de mis hojas se vuelve cada vez más largo. Y pienso en la “B”. “B” borgesiana. “B” de biblioteca. “B” de Borges. “B” de Babel. Pienso en La biblioteca de Babel. ¿Podría empezar de la “B”? ¿Puede formarse alguna poesía de la “B”? Puede ser que sí. Empiezo. Biblioteca y Borges son con “B”. Babel también es con “B”. Biblioteca y Borges son Laberinto. Los libros que contiene una biblioteca, para Borges, son infinitos. Y una biblioteca que es infinita, se vuelve fantástica. Me podría preguntar, ¿qué tiene que ver Borges con Paul van Dyk? ¿Borges con la música electrónica? ¿Podría ser que Borges pensó en el infinito, y esta música se va al infinito?
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