ENSAYO: EL ETHOS EN BATMAN
Acabo de escribir algo muy breve aquí mismo donde hablo de Batman como un genio que no debe morir al tipo Dalí de Mecano. Te paso un pequeño ensayo de Grant Morrison, quien escribió durante unos años sobre Batman y te explica más o menos esa santidad. Mi idea de lo santo en Batman es precisamente ese aspecto ontológico que describía Heidegger sobre lo de "el ethos es el daimon del hombre", donde "ethos" es el ser o la construcción del ser, de la forma de ser de alguien, y el "daimon", no solo traducido como demonio, sino como destino; entonces, la forma de ser de Batman es su destino. Ahora, en el sentido de lo santo, ya no religiosamente, sino en su sentido de significado, que sería "el apartado", o "el separado", si lo unimos al "ethos", entonces Batman es un ser apartado o que se separa a sí mismo de quizá lo que estaba destinado a ser, por pertenecer a una familia adinerada, aristocrática, un empresario simplemente, y el acontecimiento de perder a sus padres lo lleva a un nivel diferente de vida y de autoconciencia o cuidado de sí, que ya no a la locura, como se pensaría, y sí a la búsqueda constante, ya no de venganza, sino de redención de lo malo en el hombre, lo "malo" ontológicamente hablando, para que nadie volviera a cometer ningún crimen, pues su idea de justicia no es tanto impartir justicia por sí mismo sino de rescatar a todo aquel que esté en situación de peligro. No se siente mesiánico puesto que no manifiesta que esté destinado para salvar, sino que se siente más bien protector -como vemos en la película con el Guasón, él es protector, no líder y salvador; el salvador es el que gobierna, o al menos es el que debería ver cómo salvar, y entonces, al ya no ser necesario dejaría de ser protector. Entonces, a causa de la muerte de sus padres, él siente, quizá no el llamado, sino el impulso que al final viene de sí mismo de proteger, cuidar, rescatar, redimir aunque no de salvación ontológica al estilo Jesucristo. De ahí que convierta su "ethos" en una forma de ser que lucha a favor de otros. Esto lo lleva a a clásica separación que tiene todo aquel que es santo o santificado -el que es santificado significa que ha sido separado para cumplir una misión; Karl Barth utiliza a Kierkegaard para explicar la santidad del apóstol Pablo cuando dice que ontológicamente Pablo es separado, transformado. Todo esto seguro lo podrás pensar desde algunos teóricos del psicoanálisis. Quizá Jung, y quizá no le llame "santidad", quizá tenga otro nombre. Entonces, como ser santo por sí mismo pues se autoseparó de todo para llevar a cabo lo que llaman "La cruzada del Murciélago", que es una cruzada contra el crimen y contra toda forma de maldad sin poner en riesgo toda forma de vida, diría que de esto partiríamos para pensar en que Batman es un ser santo, sin connotación cristiana sino de etomologías y sentido de la palabra "santo" en sí. Y lo mismo sucede con lo "sagrado" en Batman, que tiene que ver con aquello que está oculto, pero que le es des-ocultado a causa de que entra en relación directa, tal como diría Gadamer, que la desocultación de lo oculto viene por la palabra, aunque en este caso la desocultación de lo sagrado es el mundo de Batman, y que se da también por esa separación. Lo sagrado es tenebroso porque es lo desconocido. El sentido que le daba el pueblo de Israel a Jehová como Dios sagrado era precisamente que no lo conocían, que era imposible porque cualquiera que lo conociera moriría, pero Moisés demostró que a Dios se le podía conocer. Entonces, lo sagrado es eso que permanece en lo oculto, y Batman lo conoce. El mundo de Batman suele verse tenebroso, incluso su mente es sagrada porque es tenebrosa, tan tenebrosa o sagrada es que Superman mismo siente temor, un temor casi sagrado. Todo pensamiento de Batman tiene un por qué, toda acción tiene un por qué; nunca hará nada que no haya medido, calculado antes. Por eso está hasta la cima del desarrollo humano. Así, por eso mismo enseguida cae en el aspecto del superhombre nietzscheano, porque deviene ser transformado, porque pasa del "ethos" común al "ethos santificado", separado, autoapartado, para convertirse a sí mismo en su propio destino, sin llegar por esto nunca a ser egoísta sino justo consigo mismo a causa del cuidado que tiene de sí. Si las palabras délficas del "conócete a ti mismo" se cumple en el "cuida de ti mismo", tal como señala Foucault, es en Batman, y así, Batman vive las transformaciones del camello, el león y el niño para llegar a ser el superhombre nietzscheano de valores propios, de voluntad propia e inquebrantable, de ser la transformación de su humanidad primera para pasar a ser su humanidad transformada en otra. La santidad también es vista como "lo totalmente otro", que en ese aspecto, el superhombre nietzscheano es el totalmente otro, y es por eso que es rodeado por lo sagrado, y de hecho, vive en lo sagrado, porque permanece oculto para nosotros, imposible de ser visto con nuestra mirada común sino que debemos mirarlo de otro modo, con otros ojos. Y la prueba de que ha sido transformado es el hecho de, como me cuentas, su inconciente es el que se sabe, "se sabe" a sí mismo, se autoconoce y se sabe Batman, es decir, otro ser totalmente otro de sí mismo. De ahí que Batman sea un ser santo sin necesidad de ser cristiano. Aunque dicen que es católico episcopal, pero a mí me suena más a calvinista, pero no lo sé a ciencia cierta.
El día que decidan que es momento de que Batman muera, sin vistas a su resurrección, ese día lloraré mucho, porque como le dijo Ana Torroja a Dalí, "los genios no deben morir", y me podrían decir que Batman es un personaje de ficción, pero, ¿quién convencerá a mi mente de que no es así?
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