ENSAYO: EL PENSAMIENTO SALVAJE

Todo es como una guerra, incluso el pensamiento batalla en una lucha constante contra sí mismo. Somos todas las luchas del alma, y somos todas las batallas que nos han forjado. Somos, y debemos ser, pensamientos agresivos, miradas destructuras, palabras implacables, sospechar de todo, romper con todo, aniquilar todo, hasta que se haga trizas, hasta que sea imposible de utilizar. Entonces veremos lo verdadero, quedará nuestro verdadero rostro (si es que existe, porque a cada duda le corresponde una siguiente duda, y más implacable que la anterior). Debemos vivir las mil muertes de nuestro ser. Pero también debemos vivir las resurrecciones. No es predicar la paz y la tranquilidad, el amor y la paciencia, sino la guerra, la destrucción. El fuego. Como dijeron Jesucristo y el Guasón: "Derramar fuego en el mundo". Entonces, el caos, y después del caos, vendrá la purificación y luego lo verdadero. El pensamiento salvaje destroza todo a su paso. Yavéh es un Dios que se presentó con Moisés una vez que este último estaba bien cubierto, y aun así, únicamente pudo ver su espalda, la huella, porque no estaba preparado para ver la terrible gloria del Dios verdadero. Dios es terrible, y sabemos que caer en las manos del Dios vivo es terrible. La fe debe ser implacable. Únicamente Dios nos sostiene por la fe que él nos ha dado, y su ira pasa sobre nosotros sin destrozarnos. Como el ángel mortal que pasó por el pueblo hebreo y egipcio, y la sangre del cordero cubrió de gracia aquella casa, aquel hogar. Nuestro Dios es implacable en su santidad. Nosotros debemos ser implacables en el pensamiento. Ser implacables, ser guerreros, ser agresivos. Pensamiento salvaje.

De otra forma, seremos débiles, frágiles, y este mundo es arrebatado por los violentos, los valientes. El pensamiento salvaje es el pensamiento de una fe que deja la piel, el alma, y hasta los huesos, en el intento por seguir viviendo, hasta el final, hasta la muerte. Nada acaba nunca, ni la guerra del pensamiento ni la guerra del alma. Hasta el final, una fuerza monstruosa, brutal... de otra forma, no se puede ser un crítico de textos...

Comentarios

Entradas populares de este blog

ENSAYO: ASÍ HABLÓ ZARATUSTRA, DEL HOMBRE SUPERIOR, NIETZSCHE