ENSAYO: EL HÉROE, ÉTICA, MORAL, VIOLENCIA

para Emanuel Hernández, mi pequeño hermano


El siguiente ensayo trata sobre tres conceptos: la ética, la moral y la violencia.

En este caso específico, trata sobre los tres, vistos o pensados desde el cine. Y en cuanto al cine, sobre todo en películas de superhéroes y héroes antiguos. Películas basadas en cómics, y películas históricas, a las películas que se les ha llamado “épica moderna”.

¿Qué tienen en común héroes de la pantalla, algunos históricos, otros ficticios, tales como Máximo, de Gladiador, Leónidas, de 300, el Hombre Araña, de las películas y cómics del mismo nombre, o Hulk, etc.? Lo que tienen en común es el ethos, de donde proviene la ética, la moral, y de cierta forma, la violencia.

Pero, ¿qué es el ethos, y cómo podríamos aplicar dicho concepto a héroes de la cinematografía? ¿Cómo podríamos entender que estos héroes, personificados por actores, o a veces realizados por computadora, están regidos por el ethos, dando como resultado que sus acciones estén basadas en cierta ética o moral, o incluso que sus acciones sean catalogadas de violentas? Y en cuanto a que son héroes, ¿su heroicidad es parte de su ethos? En este caso, preguntaríamos, también, ¿qué significa ser héroe?

Para llegar a responder las anteriores preguntas, pensaremos algunas escenas de películas épicas y de superhéroes. Pero antes de observar las escenas, utilizaremos los siguientes puntos de análisis:

1. veremos el significado de ethos; las diferentes formas en que el ethos ha sido interpretado y cómo, a partir de dicho concepto, podemos llegar a pensar sobre la ética y la moral;

2. observaremos lo que nos dice Foucault, en su libro Hermenéutica del sujeto, sobre el conocerse a sí mismo y el cuidado de sí mismo, y lo que esto significa;

3. Martin Heidegger, en El concepto de tiempo, reflexiona en torno al ser-ahí como ser-en-el-mundo, y sus implicaciones para el hombre;

4. en su texto, El existencialismo es un humanismo, Jean Paul Sartre escribe un fragmento sobre la elección de Abraham y cómo tiene que tomar una decisión sobre creer o no creer en que la voz que escucha es de Dios;

5. en el Comentario a los romanos, Karl Barth, tomando un pequeño punto sobre la doctrina de Kierkegaard, mostrará que la vocación hacia el apostolado, o hacia otra forma de vocación, cae fuera de la propia personalidad del sujeto;

6. Albert Camus escribe, en El mito de Sísifo, una reflexión en torno al héroe absurdo, y cómo este héroe logra vencer su tragedia, su destino trágico, aun a costa de ir contra los dioses;

7. la división que hay en el corazón humano, el cómo es una lucha constante por retornar a su existencia, lo vemos en el Prefacio a La última tentación, escrito por Niko Kazantzakis;

8. Nietzsche, en Sobre la verdad y la mentira…, plantea que no existe una esencia llamada “La Hoja”, por lo tanto, no existen los valores absolutos como La Valentía, La Esperanza, o un anti-valor como sería el caso de La Violencia;

9. Identidad del héroe es una columna que escribe Eduardo Scheffler dentro de la revista “Cine Premiere”, donde analiza la heroicidad de algunos personajes del cine, explicándonos lo que significa ser héroe y por qué esos personajes son llamados héroes.

A partir de estos nueve puntos conformaremos nuestro cuerpo de análisis en torno a la ética, la moral y la violencia. Son estos puntos los que nos permitirán entender a los personajes que hemos visto en el cine. Podríamos decir que existen varias diferentes éticas; la ética del director o artista (Tarkovski escribe, en Esculpir el tiempo, sobre la enorme responsabilidad del artista, y en este caso, se está refiriendo, específicamente, al director, al realizador de la película, ya que es él quien le pondrá su sello personal, teniendo una “enorme responsabilidad” con el público, y esta responsabilidad será lo que lleve al director o artista a responder por su película ); la ética del espectador; la ética de los actores; por último, la ética que es representada en la película y que corresponde a los personajes que son parte del desarrollo de toda la trama.

La ética que nosotros analizaremos en el presente ensayo es la del personaje del cine, y son los nueve puntos que ya hemos descrito más arriba los que nos ayudarán a entenderla.

1. ¿Qué es el ethos? El concepto de ethos es multisignificativo, ya que contiene diferentes formas de interpretarlo y explicarlo. Pero principalmente, ethos nos habla de habitación y hábito o costumbre, todos sus otros sentidos parten de estos dos primeros elementos.

El hombre, al habitar, puede estar resguardado de la intemperie, de este modo simbólico, el ethos-habitación sería el habitar, el estar resguardado en su propio ser, una habitación, un lugar para morar; pero este morar o permanecer habitando, se refiere a la interioridad, a su psique. Es “el lugar que el hombre lleva en sí mismo”. En este aspecto, el ethos habla de su “morada”, de un lugar “moral”.

Como hábito o costumbre, el ethos es el acto, la acción, un acto reiterado, que lo lleva a una fidelidad a sí mismo. Las dos formas serían como decir: el hombre habita en su hábito, es decir, el hombre habita o se encuentra en su acción, que se entendería como una acción en la cual permanece siendo.

El ethos como carácter sería la identidad, con la forma en que el hombre se identifica. Lo distintivo de cada uno. El propio modo de ser. En cuanto a lo anterior, el hombre habita en su hábito que lo identifica, sería como explicar que el hombre, cada uno en particular, es distinguido en su propia forma de ser.

Este propio modo de ser que surge a partir de habitar en un hábito o acción, puede ser la disposición que el hombre tenga hacia algo o alguien. Esto se puede pensar como “estar ante”, “ser para”, “ser con”, “estar con”. El ser-ahí, entendido como ser-en-el-mundo tiene una relación profunda en cuanto al ethos, pero esto lo explicaremos más adelante.

El ethos como auto-creación es pasar por encima de su naturaleza, es como tomar una segunda naturaleza que lo lleva a una trascendencia de sí mismo. Es una auto-creación del propio ser del hombre. El hombre se inventa a sí mismo. Habita en un hábito que lo identifica, pero tiene la libertad de auto-crearse, auto-inventarse. La decisión de ser “alguien” más. (Con esto podemos entender el sentido de lo que explicaremos en torno a los personajes del cine, ya sean héroes o héroes antiguos).

Cuando se dice que “el ethos es para el hombre su daimon”, debemos entender lo siguiente: daimon puede ser entendido como genio, dios, demonio, hado, destino. Nosotros lo interpretamos de la siguiente forma: aquella forma de ser que el hombre habita y que lo caracteriza y que lo lleva a tener cierta relación con los otros será su destino, su dios, su demonio, es decir, su hábito, su propia forma de ser será lo que lo conforme en su forma de estar en el mundo.

Ahora, lo moral es una ética reflexionada, una ética ya pensada, digamos, que tiene un fundamento teórico para conducir una práctica. En este caso, al hablar de los personajes de películas, lo que estamos viendo, es la plena conformación de un ethos, porque tanto el Hombre Araña, como Batman, como Alejandro Magno o Máximo, están guiados por su ethos, su forma tan particular de actuar, y es su ethos el que los ha dirigido para escoger como estar-en-el-mundo. Y su forma de ser o estar en el mundo está constituida por su heroicidad. Pero más adelante veremos cómo se constituiría su “heroicidad”.

2. El cuidado de uno mismo surge de la conciencia de sí mismo. “Conócete a ti mismo” da como resultado el cuidado de sí mismo.

Cuidar de sí mismo “equivale a una actitud general, a un determinado modo de enfrentarse al mundo – o ser en el mundo – a un determinado modo de comportarse, de establecer relaciones con los otros”. También podemos decir que “Preocuparse por uno mismo implica que uno reconvierta su mirada y la desplace desde el exterior, desde el mundo, y desde los otros, hacia sí mismo. La preocupación por uno mismo implica una cierta forma de vigilancia sobre lo que uno piensa y sobre lo que acontece en el pensamiento”. Y ya por último, podemos hablar de un “determinado modo de actuar, una forma de comportarse que se ejerce sobre uno mismo, a través del cual uno se hace cargo de sí mismo, se modifica, se purifica, se transforma o se transfigura” .

El ocuparse de uno mismo, como estamos viendo en Foucault, implica dos elementos: a) significa ocuparse de su propia alma, “yo soy mi alma”; b) significa conocerse, y para conocerse hay que conocer lo divino en uno mismo .

Hasta aquí, vemos que lo que nos dice Foucault está en una relación muy profunda con lo que hemos visto sobre el ethos. El conocerse a sí mismo, el ser consciente de sí mismo, el ocuparse o cuidarse a sí mismo, tiene que ver con el ethos, ¿por qué? Porque es conociéndose y ocupándose de sí mismo como un llega a conocer y conformar su propio ethos; es una relación continua. Yo conozco mi ethos, el ethos que me conforma, y de esa forma me voy auto-inventando. El conocerse y cuidarse a sí mismo es la forma más profunda en que el sujeto, el hombre, se relaciona consigo mismo, y esto lleva como consecuencia, una relación profunda y compleja con los otros.

3. Resumiendo las palabras de Heidegger: El ser-ahí es el ente que es en el mundo. No es por medio de una hazaña, sino por el hecho de estar en el mundo; en el mundo hace, piensa, actúa; en el mundo existe. Este ser en el mundo implica ser con los otros, es decir, ser de cierta forma con los otros, como ya lo vimos con Foucault más arriba. Este ser con los otros, aparte de la acción ante los otros, se encuentra en el hablar. Hablar es la forma en que el ente se manifiesta a los otros. (dice una frase que ahora mismo se nos escapa de quién es, “en la sinceridad del lenguaje se manifiesta la desocultación del ente”, es decir, hablando es como el ente se da a conocer a los otros, se vuelve existente, ya que existir es “lo que está ahí fuera”, exist-ente, el ente que es hacia los otros). Este ser con los otros es un ser ahí propio, que sería como la propiedad o identidad del ethos como acción que identifica al hombre. Pero al mismo tiempo, el ser con los otros hace un ser-ahí que se conjuga con “todos”, y en este “todos”, el ser-con-los-otros, implica un cuidar-se, y este cuidar-se es, como diría Foucault, a partir de un cuidado de sí que proviene de una conciencia de sí. El ser-ahí se muestra en el hablar-se, en el experimentar-se, en el saber-se, es decir, en el saber de los otros y en el saber de sí mismo, en el experimentar a los otros y en el experimentar su ser propio .

El ser-ahí del héroe está conformado por su ethos, y su ethos es aquello que conforma su heroicidad. El héroe es héroe por sus acciones y sus palabras; lo conforma una sinceridad, es decir, ser real ante los otros, ser honesto, ser honorable. La verdad está en él. Esto va conformando su heroísmo, ya que el héroe es un ente que está en una profunda relación con los otros. Más adelante profundizaremos al respecto, hablando sobre algunas escenas o resumiéndolas.

4. Jean Paul Sartre nos dice que sería imposible comprobar, si acaso alguien escucha una voz, que sea la voz de Dios, de un ángel o de una enfermedad de la mente. “No encontraré jamás ninguna prueba, ningún signo para convencerme de ello. Si una voz se dirige a mí, siempre seré yo quien decida que esta voz es el ángel; si considero que tal o cual acto es bueno, soy yo el que elegiré decir que este acto es bueno y no malo” . La elección de ser un héroe está delante del hombre que se conforma como héroe. Karl Barth nos dice, “La vocación al apostolado es un hecho paradójico que en el primer instante de su vida y en el último cae fuera de su identidad personal consigo mismo” (Kierkegaard). Él es y sigue siendo él mismo” . Desde estas dos perspectivas, preguntaríamos, ¿es el Hombre Araña dueño de la decisión de transformarse en el “Hombre Araña”? ¿Su identidad como héroe cae fuera de su propio ser? A partir de lo que hemos visto, ¿no sería, Daredevil, el ethos que va conformando una segunda naturaleza? ¿Decide, Leónidas, de la película 300, ser un héroe o su ethos está conformado para ser un héroe? ¿Los héroes se han inventado a sí mismos, han decidido serlo, su ethos los guía, es su daimon para llegar a ser héroes?

5. ¿Qué pasa cuando el héroe se encuentra a merced de un destino trágico? ¿Qué sucede cuando está condenado a ser un héroe invadido por la tragedia? Nos dice Camus “Los dioses condenaron a Sísifo a empujar eternamente una roca hasta lo alto de una montaña, desde donde la piedra volvía a caer por su propio peso. Pensaron, con cierta razón, que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza” . ¿Qué pasa, por ejemplo, en el caso de Bruce Banner, que se transforma, que parece haber sido destinado para convertirse en el héroe o anti-héroe que es, y mantenerse siendo en el mundo con un castigo como el convertirse en el Hulk? ¿Qué sucede cuando el Hombre Araña se da cuenta que su “don” es al mismo tiempo su “maldición”? ¿Qué sentido tiene ser un superhéroe su acarreará el mal a todos aquellos que ama? ¿Tiene sentido, le da cierto sentido a Wolverine ser un héroe si no sabe quién es, si no tiene memoria de su pasado, si vive en una constante angustia al intentar recordar? ¿Es consciente de su ceguera Daredevil y se enfrenta a ella como Sísifo se enfrenta a los dioses? ¿Ha encontrado Batman sentido en su heroicidad, de cierta forma, se ha curado la profunda herida al saber que ha perdido a sus padres, al ser, él mismo, el testigo del asesinato de sus seres queridos? Estos personajes, ¿qué es lo que los hace héroes?

6. En el corazón de los héroes se lleva a cabo una batalla. Las palabras de Kazantzakis nos describen esa batalla. “… el deseo apasionado de los hombres, tan humano, tan sobrehumano, de llegar hasta Dios, o más exactamente, de retornar a Dios para identificarse con él… Llevaba en mí las fuerzas tenebrosas del Maligno (y) las fuerzas luminosas de Dios… Y mi alma era el campo de batalla donde se enfrentaban aquellos dos ejércitos… Era una angustia abrumadora… Todo hombre es un hombre-Dios, carne y espíritu… En cada hombre estalla la lucha entre Dios y el hombre, inseparable de su deseo ansioso de reconciliación” .

7. David Cronenberg (Extraños placeres, Una historia de violencia, La mosca), en una entrevista para La jornada de en medio y ¡hey!, suplemento de espectáculos de Diario Milenio, he expresado lo siguiente, “La fragilidad es una de las partes importantes del ser… (es parte de la condición humana) la condición como ser vivo” (La jornada de en medio, sábado 7 de junio 2003); “La violencia surge de la condición humana” (¡hey! En Diario Milenio, jueves 17 de noviembre de 2005). ¿Cuál es el punto central de estas dos afirmaciones? Que conciben una cierta esencia humana, una naturaleza del hombre que lo hace hombre. Esa naturaleza que conforma al hombre es parte de una complejidad que constituye al hombre. La condición humana es en el estado en que todo hombre se encuentra. Uniendo las dos afirmaciones, podríamos decir que para Cronenberg, la violencia surge de la fragilidad humana. Pero nos encontramos con un problema al leer a Nietzsche diciéndonos que no hay un modelo primigenio en la naturaleza para calificar las cosas (Baudrillard diría “La metafísica ha desaparecido” quedando sólo lo hiperreal); también, el mismo Nietzsche, nos dirá que “El mundo verdadero se ha convertido en fábula”. ¿A qué problemática nos lleva estas observaciones? A la problemática de darnos cuenta que la heroicidad de los personajes del cine es puesta en duda, bajo sospecha, ya que Aquiles (Brad Pitt en Troya) no estaría regido por la valentía, sino que sus acciones serían calificadas de valientes; en Máximo (Russell Crowe en Gladiador) no se encontraría la firmeza y la dignidad, sino que permanecería con una actitud que se podría traducir como actitud de firmeza y de dignidad; Leónidas (Gerard Butler en 300), al pedir ser recordado no viviría por siempre en la memoria, porque se volvería un simple recuerdo, pero su esencia no estaría en los hombres, en su pueblo, en Esparta; y así, cada uno de los héroes, todo lo que los constituye, lo que los conforma y transforma en héroes, se pondría bajo sospecha, y entonces, su heroicidad misma no existiría.

Si se pierde todo esto, ¿cuál es el sentido de que aun existan héroes retratados o representados en películas épicas o de superhéroes? ¿No se vuelve esto un simple retrato de una realidad imposible de existir? ¿No se vuelve inútil, como en Sísifo si se deja vencer por la roca y por el destino, toda su acción, todo su heroísmo, toda su existencia? Si todo es puesto en duda, si su vida se vuelve inútil, entonces cada héroe ya puede ir decidiendo dejar de serlo para volverse un personaje más dentro de la Ciudad a la que salvan; cada héroe puede correr a esconderse en su “disfraz” de hombre, y Bruce Wayne dejar de ser Batman, Peter Parker dejar de ser el Hombre Araña, Leónidas ya puede dejar de luchar por la libertad y la democracia (en lo que cree y lo que lo mueve) de Esparta y dejarse vencer por el Rey-Dios Jerjes, Máximo puede regalarle Roma a Cómodus y olvidarse del sueño ideal que tenía Marco Aurelio (diría el apóstol Pablo, “Si no hay vida eterna, bebamos, comamos y durmamos, que mañana moriremos”).

En Hellboy escuchamos la frase, casi al final de la película, “¿Qué hace a un hombre ser hombre? Son sus actitudes, sus decisiones lo que los hacen ser un hombre”. ¿Qué hace a un héroe ser un héroe? Nos dice Eduardo Scheffler que la palabra héroe significa “servir y proteger”. ¿Es Katsumoto, de El último Samurai , un héroe? Katsumoto servía y protegía a su gente. ¿Qué conforma a un héroe? Y aquí empieza nuestra reflexión en torno a la ética, a la moral y a la violencia.

Los héroes, los personajes

El héroe de cine (sea Batman, sea Spiderman, sea Jesucristo mismo, sea Aquiles o Héctor, sea Máximo o Leónidas) representa al hombre común que ha atravesado un “umbral”, y de no ha vuelto a ser el mismo. Ha pasado de vida a muerte y de muerte a vida; resurge como otro ser, envuelto en una forma de existencia diferente. Un ser apartado, santificado.

Si la violencia es parte de su fragilidad como hombre; si la violencia es parte de su condición humana, diríamos que el héroe es alguien que está “luchando” en contra de esa fragilidad. El ser humano es violento por naturaleza, porque es con violencia como sale adelante. En esto, Cronenberg tiene razón. El cine comercial ha justificado la violencia como parte del ser humano, y la explota, a fin de poder tener adeptos, y los grandes productores y directores se vuelven millonarios a causa de ella. Pero no todas las películas que muestran violencia son comerciales. Por ejemplo, Naranja mecánica, Doberman, y las mismas películas épicas y de superhéroes la muestran.

Los héroes tienen un ethos violento, y se muestra en la pantalla. Pero los héroes luchan contra ese ethos para conformar una nueva naturaleza. No así los “villanos” de las películas, que matan, destruyen, aniquilan, utilizan su poder, conquistan, buscan dominar el planeta; tales personajes, podrían ser, el Dr. Pulpo (Spiderman), el Duende Verde (Spiderman), Jerjes (300), Cómodus (Gladiador), etc. Todos ellos utilizan la violencia para llevar a cabo sus planes. Ellos se han conformado con un ethos violento que se opone a los héroes (contra su ética y su moral).

Cada personaje lleva un proceso de auto-conocimiento, de auto-creación; cada uno “habita” en un “hábito”, y eso lo “caracteriza” ante los otros; no es el disfraz lo que hace al Hombre Araña, sino su ethos, lo mismo podríamos decir de todos los demás. Pero en el caso de los villanos, tal vez no los podríamos juzgar como faltos de conocimiento de sí mismos y de cuidado de sí mismos, simplemente, que como los héroes, han elegido (como señalábamos con Sartre) que sus acciones son las correctas, además de representar, en el cine, la batalla entre el bien y el mal.

La respuesta a la batalla que se lleva a cabo en el alma (como vimos en el autor de La última tentación) será condicionada por su ethos, ya que “el ethos es el daimon” de cada personaje. ¿Quién gana en Hulk? ¿El bien o el mal? O, ¿tal vez un héroe y un villano se encuentran más allá del bien y del mal, en una condición humana, demasiado humana? Tanto el héroe como el villano están en la búsqueda de su propio ser. Ellos “habitan cerca de los dioses”.

Como dijimos al principio, lo que hace a un héroe o a un villano, ser lo que deciden ser, son sus elecciones. Tal como vemos en Las Guerras de las galaxias , en algún momento Anakin decidió “estar” o “habitar” o “ser” en el Lado Oscuro; esta decisión lo llevó al auto-conocimiento y a la auto-creación de sí mismo como Darth Vader; Bruce Wayne, en algún momento, decidió transformarse (pasar de la forma original a otra forma) en Batman y luchar en contra de lo que él concebía como “la maldad”. Son las decisiones de estos personajes los que los hacen ser héroes o villanos, vencer sobre la violencia o hacer uso de ella para salir adelante (la violencia, un hombre violento, puede permanecer en una cierta voluntad de poder, de fuerza).

A continuación, hablamos de algunas escenas de las películas que hemos estado señalando a lo largo de todo este trabajo. Al hablar de las escenas, intentamos adentrar al personaje en el análisis que hemos venido realizando.

1. Daredevil /Matt Murdock es un superhéroe ciego, que tras un accidente con material químico que daña sus ojos, los otros cuatro sentidos se ven incrementados, de tal forma que aun siendo o estando ciego, él puede “ver” de una forma muy especial: a partir de una especie de radar que detecta el movimiento y se traduce en “imágenes”. El punto es que Daredevil es llamado El hombre sin miedo, The Man without fear!, que nosotros podríamos traducir como “El hombre con el miedo fuera”, ¿fuera de qué lugar, de dónde? Fuera de sí mismo. El miedo no se encuentra en su esencia, en su ser hombre; como “superhéroe” o “superhombre”, ha superado cierta fragilidad característica en el hombre: el miedo. Es decir, su ethos (su ética y su moral), se ha transformado. El miedo no lo habita y puede enfrentar a su destino, a sus “dioses”, con el valor suficiente.

2. Spiderman /Peter Parker es un joven estudiante que es picado por una araña y llega a obtener el “poder” del arácnido. En la primer película, que muestra el origen de este superhéroe, la araña está siendo manipulada genéticamente, cuando en el cómic era una araña con radiación. Podemos ver, en la escena de la “transformación” de Peter Parker en el Hombre Araña, cómo el ADN de la araña se fusiona al ADN humano, siendo este el punto que contiene la profundidad de la transformación: Peter Parker es el Hombre Araña de forma genética, es decir, su cuerpo ha sido transformado, su mente también; todo su ser, su esencia humana, ha sido transmutada. En la segunda película encontramos a un Peter Parker que se encuentra renegando de su heroicidad e intenta “ocultarse” bajo la forma de Peter Parker. Esta idea es paradójica, dado que el disfraz, en este caso, es Peter Parker, y la verdadera personalidad es la del Hombre Araña. Una escena incluso muestra cuando deja en un bote de basura su traje de superhéroe y comienza una vida “normal”. Pero Parker no siempre fue el Hombre Araña; tuvo que sufrir la pérdida de su tío y vencer su propio ego para llegar a ser el héroe en que se va transformando. Existen dos frases que el Hombre Araña/Peter Parker utiliza. “Un enorme poder conlleva una enorme responsabilidad”, y “Ser el Hombre Araña es mi don y mi maldición”. El Hombre Araña es un ser que vive en una crisis existencial, entre volverse simplemente Peter Parker o asumir su personalidad como el Hombre Araña. Y mientras tanto, Mary Jeana, en la última secuencia de Spiderman 2, lo salvará de su aislamiento, de ese aislamiento en que su ser-en-el-mundo-un-superhéroe lo ha “arrojado”, y vemos sus palabras, “Salvas a todos, ¿no crees que ya sea tiempo de que alguien te salve a ti?”. Y así, surge un nuevo problema, inicia una nueva prueba para convencerse que él es el Hombre Araña, nace una nueva situación que lo devuelve a su realidad de hombre normal y superhéroe, y lo vemos alejarse, columpiándose en su telaraña, alejándose hacia su destino.

3. Hulk /Bruce Banner es un héroe, pero al mismo tiempo es un anti-héroe o héroe trágico. Los rayos gamma lo han “llenado”, y Banner se “transforma” en el increíble Hulk. Los rayos han desatado toda su fuerza oculta, su verdadero “yo”, su verdadero ser que estaba dormido en el fondo de su conciencia. En ciertas escenas de la película de Ang Lee se van a mostrar algunas imágenes que son producto del inconsciente de Banner, y simbolizan todos sus problemas existenciales. Pero la tragedia rodea a este héroe; su odio, su rencor, su frustración, su dolor, es lo que “mueve” cada una de sus acciones cuando el ser que es Hulk ha tomado pleno control de su lado consciente. ¿Cuál es su destino? ¿Es su destino transformarse, para siempre, en Hulk? Como el Hombre Araña, Bruce Banner vive en una crisis existencial que lo domina. Busca una “cura” para su “mal”; pero su “mal”, al igual que el del Hombre Araña, viene desde sus genes; está en él, en su ser. Vive en esta dualidad esquizofrénica. Cuando es “normal”, es Bruce Banner; cuando es anormal, cuando se “transforma”, es el Hulk. Banner ha emprendido el camino que lo llevará a su propia destrucción o a su propia redención. Como héroe o anti-héroe, Banner tiene una misión, y es precisamente por eso que “camina”, para descubrir por qué él, precisamente él, se ha vuelto un ser “extraño” para su mundo; un “extranjero” en su propia tierra. Como nos señala Eduardo Scheffler , “el verdadero héroe no es aquel que extermina a sus monstruos, sino aquel que los entiende” . De esta forma, ¿Bruce Banner logrará volverse un héroe entendiendo su propio monstruo, o perderá su propia vida al intentar entenderlo y de ese modo solamente será un héroe inconcluso, un anti-héroe, un héroe trágico? La vida de un héroe o anti-héroe está construida a partir de las decisiones que llega a tomar.

4. Los cuatro fantásticos / Reed Richard (Mr. Fantástico), Sue Storm (La mujer invisible), Johnny Storm (La antorcha humana) y Ben Grimm (La mole), fueron al espacio y al estar expuestos a una radiación cósmica, sus cuerpos, literalmente, son transformados. Al llegar a la tierra siguen siendo normales, o al menos, eso aparentan. Al revisar ciertos cómics, se puede ver que los cuatro héroes caminan, hablan, participan, son con la gente que los rodean. No tienen que ocultar sus personalidades. Y cada determinado tiempo, Richard, y los hermanos Storm, pueden vestir de forma normal. El único imposibilitado para ser normal es Ben Grimm, La Mole. De los cuatro, tal como lo muestra la película de Tim Story, él es el héroe trágico. Su tragedia se encuentra, precisamente, en que jamás dejará de ser un superhéroe. No tiene disfraz, pero no hace falta, ya que todo su cuerpo es de piedra. Así como hay héroes que no tienen necesidad de nada, como es el caso de Superman, el Capitán América, y las películas dan cuenta de ello al mostrarlos como seres perfectamente evolucionados, hay otros héroes, los anti-héroes, que a simple vista no lo parecen, o que podríamos caer en la tentación de pensar que ser héroe, como ellos, es algo “fantástico”; pero una reflexión en torno a ellos, a sus sentimientos, a sus deseos, a sus necesidades, a sus sacrificios, nos haría comprender que su heroicidad no es nada fácil. Las películas de superhéroes nos muestran una cierta realidad sobre esos seres diferentes. Y estos héroes que sufren, lloran, se desesperan, cargan con un destino trágico, con una vida que no es sencilla. Estos héroes son la metáfora de la existencia. Héroes como Hulk, como el Hombre Araña, como La Mole, como Wolverine, como Batman, nos muestran sus tormentos, sus dudas, sus crisis, sus búsquedas.

5. Wolverine es un personaje trágico, ya que busca su pasado. No sabe a ciencia cierta quién es ni qué hace en este mundo. Incluso esa búsqueda de respuestas se ha vuelto el motivo de su existencia. Tiene un don y una maldición, así como el Hombre Araña: tiene un sistema inmunológico totalmente sano, perfectamente sano, absolutamente sano; ninguna enfermedad ni accidente lo puede llegar siquiera a dañar, menos puede llegar a morir. Fuma, y jamás tendrá enfisema pulmonar. Como vemos en las escenas de las dos películas de los X Men , ni las balas lo pueden dañar. Es invencible. ¿Es una tentación esa existencia imposible de dañar? De primer momento, sí lo es. Pero pensemos. Wolverine fue torturado a fin de “meter” en su organismo el adamantium, material que hace resistente su esqueleto; pero él ya era indestructible. En el proceso su memoria fue borrada. Ahora ha perdido su pasado; quién es, de dónde viene, hacia dónde se dirige, son preguntas imposibles de contestar. Y dado que ninguna enfermedad ni tampoco arma alguna lo puede dañar, porque la parte de su cuerpo que tenga daño se reestructura, no es seguro saber qué edad tiene ni en qué año nació ni nada sobre su origen. En una escena de la película Hulk, Betty y Banner están platicando, y ella comenta algo interesante, “Hay problemas mentales que pueden reflejarse en problemas físicos”. Si esto es así, ahora pensemos que Wolverine tiene la capacidad de restituir partes de su cuerpo, y los traumas que sufrió pueden ser entendidos como “heridas” psicológicas. Entonces, ¿Wolverine ha perdido, para siempre, su capacidad de recordar su pasado, dado que es un acontecimiento tan doloroso, tan traumático, que su psicología lo ha “sanado”, así como sana partes de su cuerpo también herido? La tragedia de Wolverine no esta en su vida, que puede llegar a ser “eterna”, sino en que esa “eternidad” que le viene a causa de su capacidad de regenerarse, es su don-maldición; su maldición, porque verá a todos aquellos que ama cuando mueran, y él seguirá vivo; porque su capacidad de regenerarse llega hasta su psicología y “sana” todos sus recuerdos, y así, vivirá en una angustia existencial de la cual no podrá salir nunca, porque causa angustia no poder recordar. Después de todo, Wolverine, como superhéroe, es un hombre que sufre pero que tiene que aprender a vivir con su heroicidad, si es que realmente su existencia es heroica.

6. Batman /Bruce Wayne, es un personaje atormentado al ser testigo directo de la muerte de sus padres. Su dolor y su miedo los canaliza luchando contra la “maldad” que existe en su mundo. Un mundo que es su mundo, su lugar vital. La película de Batman Begins nos muestra el origen y evolución del personaje. Su encuentro con el maestro oriental Ras As Gul lo hará, como le dice el propio maestro en la escena en que Bruce Wayne está en la cárcel, “Transfórmate en una leyenda”, surgir como un héroe. Bruce desea vengarse, pero sabe que su código moral no se lo permitiría, pero necesita trazar un plan para terminar con lo que él cree que es la maldad. Es así como se va transformando en Batman. Vemos en la película el momento en que Bruce abre la puerta donde se encuentra guardada la máscara de Batman. La toma y es así como todo su ser se vuelve otro ser; un nuevo ser surge de su ser; una nueva naturaleza, una segunda naturaleza pasa sobre su antigua naturaleza.

7. Entre los héroes antiguos, tal como los muestran las películas sobre épica moderna, el factor común es el discurso. Así vemos a un Máximo, de la película Gladiador , que exhorta a su ejército a mantenerse “Firmes y dignos”. Vemos a Máximo, antes de comenzar la batalla, que toma entre sus manos un poco de tierra, la frota y acto seguido la huele, simbolizando esa unión que tiene a la tierra, ya que es campesino; Máximo es un guerrero que comprende el deseo de Roma de poseer tierras, ya que él mismo desea su tierra, que es su origen, su habitación, su morada. Sus palabras al ejército son “Hermanos, lo que hagamos en la vida tiene eco en la eternidad”.

8. Alejandro Magno, de la película Alexander , pronuncia palabras de aliento a su ejército. Cada líder que van mostrando las películas épicas tiene un discurso, y el valor se sostiene por el discurso. “Todos ustedes, honren a su país. Y a sus ancestros… No estamos aquí hoy como esclavos. ¡Hoy estamos aquí como macedonios libres!… Algunos de ustedes, tal vez yo mismo, no vivirá para ver la puesta de sol detrás de esas montañas hoy. Pero les digo lo que todo guerrero sabe de siempre. ¡Conquisten sus miedos, y les prometo que conquistarán a la muerte! Cuando venzan en esta batalla valientemente podrán decir: Yo estuve aquí hoy en Gaugamela. Por la libertad. ¡Y la gloria! ¡Y Grecia! ¡Que la victoria esté con nosotros!”

9. Arturo, de Rey Arturo , al igual que los anteriores guerreros, construye un discurso que tiene el objetivo de llenar el alma de sus guerreros con el valor suficiente para la batalla. “Caballeros, se ganaron el derecho de ser libres. Pero el hogar que buscamos no reside en una tierra lejana. Sino en nosotros y en lo que hagamos hoy. Si este ha de ser nuestro destino, que así sea. Pero haremos que la historia recuerde que lo elegimos como hombres libres”.

10. En Cruzada , Balian luchará a favor de Jerusalén. Su discurso es hacia todo el pueblo y hacia cada uno de los que conforman el pueblo. Es un discurso hacia la comunidad y hacia el alma. Primer discurso: “Nos ha tocado a nosotros defender Jerusalén… ¿Qué es Jerusalén? ¿A quién le pertenecen los lugares santos? A nadie le pertenecen. ¡Le pertenecen a todos! Defendemos esta ciudad, no para proteger estas piedras, sino a la gente que vive dentro de estas murallas”. Segundo discurso: “No tengas miedo de encarar a tus enemigos. Sé valiente y recto, para que Dios te ame. Di la verdad, aunque te acarree la muerte. Protege al indefenso. Ése es tu juramento. (Golpea al muchacho) Y eso es para que lo recuerdes. ¡Levántate caballero!”.

11. Primer escenario de un cómic: Es el 11 de septiembre y el Hombre Araña observa, atónito, la caída de las Torres gemelas. Al bajar a la ciudad, se encuentra de frente a dos personas corriendo, que le preguntan, “¿Dónde estabas? ¿Cómo pudiste permitir que sucediera esto?” El Hombre Araña solamente se queda con un simple “yo…”, sin poder articular otra frase. En ese momento piensa, “¿Cómo decirles que no podía saberlo, que no estaba preparado? Que no podía imaginarlo”. Vemos a varios héroes, entre ellos Wolverine y Cíclope, el Hombre Araña les ayuda a levantar los escombros. Se lee su pensamiento nuevamente, “Es imposible distinguirnos entre los escombros, pero aquí estamos. No es posible oírnos entre los gritos, pero aquí estamos”. Después vemos que junto a las Torres caídas se encuentran el Dr. Doom, King Pin, Magneto, Dr. Pulpo, Jurgenaut. Todos ellos ven la destrucción. “Incluso a quienes considerábamos nuestros enemigos están aquí, porque hay cosas que sobrepasan los límites y las rivalidades. Porque la historia de la humanidad no se escribe con torres, sino con lágrimas. Con una moneda común: la de sangre y hueso. Es la voz que surge incluso entre los de la peor ralea, para clamar que esto no es correcto. Porque, incluso entre ellos, por muy dañados que estén, aún son humanos. Aún sienten. Y guardan luto por la muerte tan arbitraria de inocentes”. El Dr. Doom derrama una lágrima por aquellos que han muerto. La voz en off del Hombre Araña se escucha, o se lee, en todo el cómic. Narra el sentir de todos los que se encuentran en ese lugar. Camina entre los escombros, abraza a un niño que se ha dado cuenta que perdió a su padre y comienza a llorar, el mismo Hombre Araña llora. Bebe agua y toma la mano de un hombre que está en camilla. La máscara la tiene a medio rostro, pero no importaría que no la tuviera. Ahora su heroicidad no es subir muros ni arrojar telaraña, sino estar con todos los caídos, con los que sufren, lloran, pierden .

12. Segundo escenario de un cómic: Eddie Brock le ha confesado a Spiderman que tiene cáncer. Al darse cuenta de eso, Spiderman tiene que decidir. El simbiote desea fusionarse con Spiderman, y si esta vez lo logra, será para siempre. Spiderman llega al momento de la decisión: dejar que Eddi muera o hacer que el simbiote y Edie vuelvan a estar juntos, y de esa forma existirá, para siempre, Venom. Decide salvar la vida de Eddie Brock. El simbiote y Eddie, ya como Venom, le dicen al Hombre Araña, “Tú nos condenaste al cáncer, al miedo, al odio”. Entonces se lee el pensamiento de Spiderman. Es una duda muy compleja sobre su heroísmo. “Siempre pensé que intentaba jugar a ser un héroe. Quizá todo el tiempo he intentado jugar a ser Dios. Oigo dos mentes separadas dentro de un solo cuerpo. Eddie y el simbiote ahora están reunidos definitivamente, y comparten un propósito nuevo; proteger a su vástago. Como Venom, se desplazan encubiertos por la noche, dirigiéndose a un futuro incierto junto con el resto de nosotros. No puedo evitar preguntarme, ¿qué he hecho? ¿Acabo de solucionar un problema o de crearlo? ¿Acabo de salvar la vida de Eddi Brock? ¿O acabo de mandarlo al infierno?”


Conclusión personal

El cine es una metáfora, una forma de explicar la vida; es toda una epistemología. Además, el cine es una ficción. Ficción que solamente se construye para mostrar una segunda realidad (Tarkovski). Una segunda realidad es entender que hay una primera realidad, que es en la que vivimos, aun cuando no sepamos lo que es en sí la “realidad”. Pero el cine busca una respuesta.

Este ensayo sobre héroes épicos y superhéroes es un intento por entender el cine que desde hace tiempo ha llamado mi atención. Desde niño, los cómics, los superhéroes, los héroes trágicos, los héroes antiguos, me han gustado. Siempre he visto como una historia de ciencia-ficción libros como La Iliada o La Odisea. Los dioses bajan y hablan con los humanos; los hombres que engendran los dioses son los héroes antiguos, gigantes y poderoso, perfectos, bellos, santos totalmente.

Pero así como los héroes antiguos y los superhéroes me han gustado desde pequeño (a tal punto de que he soñado con ellos, que vuelo junto con ellos; los superhéroes y los héroes son una búsqueda onírica de mi realidad), también me ha interesado la ética y la moral, e incluso la violencia. Pero ahora, al vivir en un estado que podrían llamar de cinéfilo, he encontrado respuestas, muy “profundas”, en ese tipo de películas. E incluso actualmente no tienen que ser simplemente de héroes y mitos, también pueden ser películas de anti-héroes, tal como lo mostró la película Colateral , con Tom Cruise; un héroe decepcionado de la vida, nihilista a más no poder, sarcástico de su propio fatal destino. En ese aspecto, en mi propia concepción, me parece que el cine se parece un poco a la vida.

Tarkovski, en su libro Esculpir el tiempo, escribe sobre el artista de una forma muy “espiritual”. Lleva al artista a niveles de responsabilidad casi heróicos. Yo no concibo así la responsabilidad, porque me parece que esa responsabilidad, de la que él habla, sería imposible alcanzar. Creo en las acciones responsables, pero estas acciones se llevarán a cabo en ciertos momentos, no creo que vivamos en un mundo de esencias donde la responsabilidad nos llena siempre.

El interés que tengo por el ethos y el cine sé que se ha reflejado en mi ensayo. Y no podría ser de otra manera: creo que la escritura es la expresión del escritor, así como la película es la expresión del artista o director. Pero el ethos (ya sea en cuanto a lo ético, a lo moral o a lo violento) me interesa porque encuentro una profunda respuesta. Pero cuando lo veo plasmado en una película, me sorprendo y me interesa mucho más. Ya lo expliqué más arriba, pero profundizo ahora.

El ethos, como el “hábito” en que se “habita” (como lo vimos en el desarrollo de este trabajo), es para mí esencial para comprender mi forma de estar-en-el-mundo, y cuando veo alguna película de héroes antiguos o superhéroes, me doy cuenta de que nuestro paso por el mundo, nuestro estar en el mundo, no es para nada pacífico, tranquilo, sino violento, de lucha; una batalla sin cuartel (esto me recuerda las palabras de García Lorca, que dicen algo así, “Vine al mundo para no resignarme… pero cuando ya esté en un ataúd, cuando mis manos y mis pies estén atados (y yo esté muerto), entonces me habré resignado, pero mientras tanto, vine al mundo para no resignarme”).

Creo que todos, en algún momento, somos “héroes”; no porque hagamos alguna hazaña habilidosa que nos gane la confianza de todos a causa de nuestro “superpoder”, sino por el hecho de lo que significa “héroe”, servir y proteger. Y creo que al “héroe” lo que lo mueve es el amor; no el amor romántico ni soñador ni enamoradizo, sino el amor como acción; pero también lo mueve la confianza. El amor y la confianza son los dos “valores” que yo me quedaría para vivir en este mundo; con esos dos “valores”, creo que ya he vencido al mundo.

Entonces veo a Spiderman, a Batman, a Hulk, a Wolverine, a Daredevil, a Máximo, a Leónidas, a Aquiles o Héctor, a Jesucristo, y mi corazón se llena de alegría, de tranquilidad, de confianza, de fe, de esperanza y de amor. Descubro ideales maravillosos que nos explican una forma de existencia diferente. (De cierta forma, por eso “amo” el cine). No necesito superpoderes que me hagan vencer todos los obstáculos; no necesito una fuerza descomunal que me haga quitar todo aquello que me estorba. No. Únicamente necesito estar consciente de mí (como ellos lo van estando); únicamente necesito dejarme llenar por el sentido de la vida, de la afirmación por la vida; aun cuando la vida no tuviera sentido, como Sísifo, lucharía en contra de ese sin-sentido existencial; también eso nos enseñan los héroes de la pantalla-gigante. ¡Eso para mí es más heroico! Y creo que eso es lo que ha hecho a nuestros héroes ser Héroes.

Recuerdo la escena de La pasión de Cristo, donde va Jesús cargando su cruz.

Juan le dice a María, la madre de Jesús, que está cerca su hijo; la mujer lo duda por un instante, duda acercarse a su hijo, duda llegar hasta él, tal vez teme, tal vez no cree, tal vez… pero el recuerdo de ver caer a su pequeño hijo, y ella correr tras él gritando “¡Jesús! ¡Hijo!”, y volver a ver su caída, esta vez sangrando, lleno de dolor, vencido, vuelve a hacer que corra tras su “pequeño” hijo. Entonces, al llegar junto a él, le dice “Aquí estoy, hijo”. Jesús oye su voz y la reconoce, vuelve la mirada y la observa junto a él, y como cuando era niño, la toma del rostro, la mira fijamente a los ojos, y en medio de su dolor, volviendo a cargar su cruz, exclama, “¿Lo ves Madre?… ¡Yo hago nuevas todas las cosas!” ¡Qué heroísmo! ¡Que maravilla! ¡Qué sentido de la existencia! ¿Van entendiendo por qué me gusta el cine?

La música le da fuerza a una escena, que sin sonido, podría ser débil. La música llena de misticismo toda la escena y transforma el sentimiento del espectador. Ya Nietzsche lo dijo, “El arte es la tarea suprema y la actividad propiamente metafísica de esta vida”. La música llega hasta nuestro ser y nos “arrebata” en un “éxtasis” parecido a los místicos de la antigüedad. Una escena se transforma a partir de la música que la acompañe. Y es la música la que puede dar vida a la película, o simplemente, asesinarla.
Cuando vi la película de Gladiador fue la música la que me hacía sentir muchas emociones. Pero fue el final con esa maravillosa música hecha por Hans Zimmer la que me hizo sentir maravillas en el “estómago”. Al escuchar al hombre que Máximo ha liberado decir “Ya somos libres. Nos volveremos a ver. Pero todavía no. Todavía no”, siento ganas aplaudir, de levantarme y caminar, me da sed, me maravillo. No he perdido la oportunidad de comprar la banda sonora que me haya gustado de alguna película que me haya fascinado. La música, no toda, pero la música, es simplemente genial.

Ahora, pensar en el heroísmo, con música, imprime fuerza al pensamiento. Pensar en el ethos, con música, le da fuerza a la reflexión. Ver, con música de fondo, la caída de un Hombre Araña, de un Batman, de un Máximo o un Leónidas, vuelve el momento sublime. Las máscaras, las armas, las capas, los disfraces adquieren otro sentido si son vestidos por el héroe cuando hay música, porque descubren su transformación, porque la música le llama al espíritu y la escena, en sí, le habla también a nuestro espíritu.

Al ver la película La última tentación de Cristo , al contemplar la forma en que Jesús lucha para creer en sí mismo como Mesías, llama a uno a las profundidades de su alma, mostrando que el destino puede existir, o bien, puede que no exista. Pero llama la atención la lucha, tan fuerte, tan violenta, que Jesús tuvo que pasar, para transformarse en el Mesías, aceptarse a sí mismo. Y aquí vuelvo a descubrir el maravilloso ethos. Porque el héroe, que es Jesús, tiene que decidir, tiene que luchar en el alma, tiene que ir en contra de su propia naturaleza, y como él diría, “No mato… porque tengo miedo”. Una película, con música, hace que esa concepción te sea más fácil de asimilar a tu propio ser, a tu propia perspectiva.

Me preguntarían, ¿qué héroe me gustaría ser? Les respondería que ninguno. Creo que ya cada uno es un “héroe”; ya cada quien tiene que ir por la vida tomando decisiones; ya cada uno debe ir por la vida conociéndose y siendo responsable de sí mismo; ya cada uno tiene una forma de ser en el mundo, de ser con los otros; ya cada uno tiene que luchar por ser sincero para manifestar su verdadera esencia. Ya cada uno tiene que constituirse como un ser heroico. ¿Para qué quiero superpoderes? Aunque es una tentación que a veces me habita, que a veces imagino, creo que no los necesito; creo que tenemos suficiente poder con el amor y la confianza que haya en nuestro interior.

Somos heroicos cuando vamos contra el destino. Porque aun si existiera un dios contra nosotros, sé que lucharíamos contra él, y tal vez no venceríamos, pero lucharíamos. Ya vivir, en nuestros días, es una acción heroica.

El ethos nos conforma, es nuestra habitación, es nuestro hábito, es nuestro destino, es nuestra transformación, es parte de nuestro propio conocimiento, es parte de nuestro ser en el mundo, dirige nuestras decisiones, nos hace ir contra la tragedia; ¿qué le pedimos a los héroes que han inventado los hombres? Nada. ¿Qué le pedimos a héroes como Batman, Aquiles, o algún otro? Nada.

Estamos, vivimos, somos existentes, confiamos y amamos, somos imperfectos pero aspiramos a la gloria. Y tendremos que enfrentar, como los héroes, un día, nuestra muerte. Encararla sin miedo es el acto final de nuestro heroísmo en este mundo. Como grita Alejandro a su ejército, “¡Venzan sus miedos y les prometo que vencerán a la muerte!” Como héroes, simplemente debemos permanecer confiando. Si todo está en nuestra contra, confiar; si tenemos un destino trágico, confiar; ya somos héroes, como ellos, ya nos rige el ethos y es nuestro daimon. Vivamos en nuestro propio ser, en nuestra propia morada, siendo violentos. ¡Heroico!

Las palabras del Replicante son una forma de ética y moral en la cual permanece el héroe del cine:

“He visto cosas que ustedes no creerían.
He visto naves de ataque en llamas más allá de Orión.
He observado rayos de mar brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tanhüser.
Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia.
Es hora de morir”.

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