MICROFICCIÓN: MURAKAMI GATO UBICUO

Murakami, ese "gato ubicuo", como es llamado por sus amigos y conocidos, se dedica a diferentes cosas en el arte de ser un felino que nadie puede retener.

En sus ratos libres dibuja o escribe caligramas en forma de muchas cosas, sobre todo de aquellas que son de su interés, que es difícil saber, a ciencia cierta, cuál es este.

Si le miras a los ojos nunca sabrás exactamente qué es lo que piensa, y justo cuando crees que ya lo has comprendido del todo, siempre estará siendo de otra forma. Muchas veces lo quieres tener en la mesa de disecciones del pensamiento, y cuando te das cuenta, ya está en otro lado, sonriendo, quizá contigo, pero sientes que se burla, y sabiendo que te dice, como Foucault, "mira en otro lugar, porque donde pensabas que estaba, ya no estoy desde hace tiempo".

Camina como Don Quijote, entre la realidad y la fantasía, entre una filosofía y una literatura posmodernas, entre la imaginación fantástica de quienes lo escribe y de quienes lo leen.