ENSAYO: TEXTO A CUATRO MANOS ACERCA DEL ARTE

Dorian Gray estaba encerrado en el cuadro
y su imagen andaba suelta en el mundo
y me recuerda a Las Meninas

(No es del todo un aforinema ni una microficción, pero lo pensé en base a que trataremos de dialogar sobre pintura, arte, literatura, o al menos es la propuesta que tengo, para desarrollar la temática)


Introducción.- Hemos estado estudiando, en las últimas dos sesiones, la "escritura para perder el rostro" en base a lo que nos dice Foucault al final de la Introducción de su libro "La arqueología del saber" (pienso que debería llamarse "Una arqueología del saber" porque no está planteando la arqueología absoluta, sin embargo, quizá lo hizo así porque él está planteando una metodología única en ese momento, pero esto es otro punto), y hemos discutido sobre lo que significaría esta forma de escritura, incluso se nos ha planteado que la escritura es un dispositivo y que hemos pensado como "dispositivo para las prácticas de libertad". En otro momento hice el planteamiento de una temática sobre escritura, pintura, cine y cómics, y dejando de lado por ahora estos dos últimos puntos volvería a los dos primeros:
P.1.- ¿Hasta qué punto la pintura se acerca a la escritura y lleva al pintor a perder el rostro? En el mismo sentido de la escritura, ¿la pintura puede ser un dispositivo para perder el rostro, un dispositivo para las prácticas de libertad para perder el rostro?
R.1.-Hace unos minutos recibí un correo con imágenes de "Guernica", obra monumental de Picasso, y un texto que pretende "explicar" la obra (Ya he enviado el correo). Esto viene a modo para tratar de responder a las preguntas del punto anterior.
¿Cuánto de lo escrito, sobre el trabajo de otro, es escribir sobre sí? El texto es anónimo, lo que me sugiere que el autor perdió el rostro, no pretende erigirse como crítico de arte, ha expresado su sentir, quizá con la idea subyacente de que es compartido por los lectores eventuales que conozcan el "Guernica". Desde su perspectiva anónima, interpreta el posible significado de las figuras haciendo uso, no cabe duda, de una práctica de libertad.
Fotografías y reproducciones del "Guernica" han circulado profusamente y la obra es reconocida por todo el mundo como trabajo de Picasso. Desde ésta perspectiva, el pintor "asoma" a la obra de manera indefectible. ¿Qué pasaría si ésta pintura apareciera en algún muro, digamos, como "pintura urbana"? Desde luego no tendría la misma difusión, no por falta de mérito artístico, sino por su anonimato. Esta consideración nos lleva a pensar que la obra en discusión puede ser considerada un dispositivo para perder el rostro y convertirse en un medio que abraza un sentimiento colectivo y por ello anónimo.
Pintura y escritura, aun siendo lenguajes diferentes en cuanto a forma, comparten la intención de expresar una idea, una crítica, una provocación o un sentir acerca de algo. Escribir sobre lo que ocurrió en Guernica en 1937 puede generar reflexiones y emociones igualmente provocadoras que el cuadro de Picasso. Las dos son prácticas de libertad y en ambas se puede perder el rostro.

P.2.- Tocas puntos importantes, como el del anonimato y el de las “pinturas urbanas” partiendo de pensar que el artista se vuelve anónimo por pintar en la calle. Además, es interesante que señales la monumental pintura de Picasso como ejemplo de perder el rostro tanto en pintura como escritura. Y algo más, el anonimato del escritor que pretende analizar dicha pintura. En base a todos estos puntos podría escribirse una reflexión, pero ahora mismo los utilizo para formular la siguiente pregunta. Los artistas de “pinturas urbanas” (ahora mismo pienso en Jean-Michel Basquiat) pierden el rostro por su anonimato, pero, ¿esta forma de perderlo obedece a un sistema que hace permanecer al artista en el anonimato, es decir, por no estar en la “verdad” del “sistema artístico”, por llamarlo de algún modo, nunca adquiere un rostro? ¿O debemos verlo como que el artista callejero, el pintor urbano, permanece en el anonimato como forma discursiva y esa es su intención, permanecer como artista marginal y nunca formar parte de los “sistemas artísticos” fundados por el poder?

R.2.- Bajo la perspectiva foucaultiana de las relaciones de poder, creo que el artista callejero pierde el rostro, quizá sin pensar en ello, sometido al anonimato por no pertenecer a la élite de los artistas reconocidos o que han expuesto su obra en espacios cerrados, públicos o privados. Estos artistas tendrán el apoyo de la difusión en los medios locales, podrán circular invitaciones, dar algún coctel de inauguración, etc.
Es difícil pensar que un artista callejero rehusara la invitación para que expusiera sus trabajos en alguna galería o espacio cerrado, y quizá piense en el beneficio que puede significarle dejar el anonimato. No faltará, sin embargo, el artista bohemio que desdeñe entrar en la "verdad del sistema" como le llamas.
Creo que el tipo de aliento que recibe de la heterogeneidad de su público callejero, no lo obtendrá de los galeristas, críticos de arte y público "de cuello duro".

P.3.- Me parece interesante este planteamiento que haces sobre el artista que desea entrar a la “verdad” del sistema artístico y que hables de algunos de los signos del poder en el arte: galerías, coctel, invitaciones, etc. En cuanto al artista que idealiza su obra, que se deslinda de toda relación de poder para permanecer en su práctica de libertad del anonimato rechazando toda oportunidad dada por el sistema, recuerdo ahora mismo a Jean Paul Sartre al rechazar el Premio Nobel.
En base a tu respuesta y a lo que te he comentado aquí, te preguntaría, ¿perder el rostro es parte de las relaciones de poder? Es decir, alguien puede perder el rostro porque así lo desea pero hay otros que lo pierden, o que nunca han tenido un rostro, simplemente porque no son tomados en cuenta, en cuanto a esto, ¿crees que el “anonimato” en que viven algunos artistas sea parte de su postura como escritores o pintores, es una forma de discurso, una forma de discurso marginal, o es el resultado de su situación ante el poder que mantiene un cierto discurso de verdad en la escritura y en el arte, específicamente la pintura?
Para complementar mis preguntas ahora mismo pienso en “Las Meninas”, donde el pintor (Velázquez) muestra un cierto discurso de poder y de verdad en el hecho de pintarse él al centro del cuadro y a los reyes “enterrados en el espejo” (recordando a Carlos Fuentes en su libro). Aquí vemos una forma de pintura para “perder el rostro” y que efectivamente utiliza el artista para hacer perder el rostro, en su discurso artístico, primero, de los reyes, y segundo, de él mismo.  

R.3.- Tengo la impresión de que actitudes como la que adoptó J.P. Sartre al rechazar el Premio Nobel de Literatura, (no) sea(n) algo parecido a "perder el rostro", más bien pienso que en su caso particular fue lo contrario, puesto que él ya era reconocido ampliamente por la crítica y por el público. Con su rechazo al premio aumentó su popularidad y obtuvo un "halo" de rebeldía frente al mismo sistema que lo encumbró (William Foulkner, también rechazó el premio, pero creo que en su caso sí corresponde a una confrontación con las relaciones de poder).
Perder el rostro, estar en el anonimato, puede ser una situación que se acepta de buen grado en la medida que permite una total libertad, es decir, desatendiendo las demandas de la "moda" impuestas por el poder. En éste sentido, parece que su actitud frente al poder es más bien contestataria.
Con relación a "Las Meninas", me parece que ahí hay un doble discurso de Velázquez. El pintor se retrata a sí mismo y no muchos lo sabrán. "Soy yo" parece decirnos, pero "estoy de incógnito, ustedes (Los espectadores) será mi modelo" (No sé si esto sea algo parecido a perder el rostro). Por otra parte representa al poder "enterrado en el espejo", pero como compensación coloca a personajes de La Corte frente a él. El perro en primer plano parece una alusión excesiva a su desdén por la aristocracia. 

1.- El retrato, en pintura, es una práctica con implicaciones predominantemente subjetivas. Basilio Hallward, personaje autor del retrato de Dorian Gray declara que no desea deshacerse del cuadro, porque ha puesto demasiado de él en su ejecución. ¿A quién retrata el pintor? ¿A su modelo tal cual, pintando lo que él ve en su modelo, o hace un autorretrato sin percatarse de ello?


2.- Esta pregunta, antes de responderla, tiene la intención de pensar acerca del pintor y su obra, y me parece que es parecido a lo que sucede con el escritor, que pone en su escritura demasiado de sí, y en algunos momentos su escritura puede ser reflejo de sus pensamientos, aun cuando quisiera escaparse por medio de escribir, entonces, si pensamos en lo que nos dice Foucault, ¿cómo escribiremos para perder el rostro? Basilio no podía escaparse de pintar un autorretrato, y Dorian Gray no pudo escaparse de la pintura. Hay más implicaciones de las que pensamos superficialmente en una obra de arte, ya sea escrita o plasmada en el lienzo, y se podría problematizar acerca de cómo perder el rostro al escribir o al pintar. Pienso una posible respuesta ahora mismo: tal como hiciera Magritte, nombrando sus pinturas de tal forma que no coincidía el nombre y lo que estaba trazado.


3.- Es cierto, una obra plástica o literaria, contiene muchas implicaciones, más de las que el lector/observador ha captado en un momento dado. Quizá en una segunda lectura/observación caiga en cuenta de nuevas maneras de interpretar el uso de ciertas palabras o descubrir un signo, un matiz que había pasado desapercibido. Este proceso de observación podrá repetirse cuantas veces se desee. Entonces el observador, de la mano con el autor, va perdiendo el rostro. La pintura y la escritura como juegos de verdad, a la manera de Foucault, se expresan en libertad, y paradójicamente sustraen la individualidad del ejecutante.

4.- Me ha pasado incluso con el cine, y entonces diría que mi experiencia es muy rica. En más de una ocasión, si no es que siempre, termino haciendo una lectura de la película, y entonces me vuelvo lector/observador. El cine, o mejor dicho, una película, es como un libro o una pintura: puedes hacer muchas lecturas, siempre con ese proceso de prácticas de libertad foucaultiano que hemos visto tantas veces y que continuamos meditando cómo interpretarlo. Al igual que la escritura o la pintura, el cine bien puede ser un dispositivo que nos permita las prácticas de libertad, aunque la pregunta sería ¿todo tipo de películas? ¿alguna película en específico? Y ahora retomo el cine porque no deja de ser arte al igual que la escritura y la pintura, pero aún más, retomaría el mundo de los cómics, pues como han dado en llamar a este tipo de arte el "noveno arte" entonces también el cómic se vuelve un dispositivo de lecturas liberadoras, pero no en sí mismo sino que esas prácticas de libertad por medio de la lectura tanto del cómic como del cine deben ser inventadas. Juegos de verdad, como bien dice el párrafo anterior, para poder perder el rostro. Y entonces se puede mencionar que el lector/observador puede hacer muchas lecturas de estos cuatro dispositivos que ya se han propuesto: pintura, escritura, cine y cómics.








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